Mi familia

Aclaraciones :
Esta historia esta en segundo plano por ahora, si veo que les gusta ahí subiré más capítulos. Incluso si solo hay un/a lector/a ;D cada un@ cuenta para mi.

Sin más, espero que me dejen en comentarios si les gustó. Sobra decir que recomiendo el Anime 😂😂

-Hermano! – Gritaba una pequeña niña corriendo por los pasillos, pero se detuvo abruptamente al cruzar la puerta de la habitación de su hermano sin encontrarlo en ella - ¿hermano? – pregunto la pequeña sin entender del todo por qué su familiar más cercano no estaba en el lugar de siempre para recibirla.

- Naomi - la llamó su padre, a lo que la pequeña no tardó en acercarse con la duda pintada en el rostro

-¿Dónde está mi hermano? – le pregunto la pequeña ignorando la mirada deprimida de su padre.

-Salió con tu madre de paseo – le mintió extendiéndole la mano – ¿vamos a buscarlos? – le preguntó extendiéndole su mano a la pequeña, la cual la tomó sin dudarlo en ningún momento para sonreírle contenta.

- si! – contesto ella llena de vitalidad

Pero lo que ella no sabía, era que pasarían varios años antes de volver a ver a su familia. Todo por un talento que ella no pidió y el descuido de su padre al permitir que esto ocurriera.

(Años después)

-No puedes hacernos esto!- grito el hombre que la había mantenido cautiva la mayor parte de su vida, pero claro que ella podía.

- Claro que puedo. En el contrato solo especificaba que tenia que ganar el campeonato a nivel mundial una vez, luego de eso yo sería libre – le dije fríamente, teniendo conocimiento del contrato que este le hizo firmar a mi padre cuando yo era pequeña.

Por un descuido de papá, la empresa cayó en picada y casi lo perdemos todo, pero sin querer en una de las reuniones que este tenía con el hombre frente a mí, salió a relucir el extraño talento que yo tenía para aprender a hacer las cosas en breves lapsos de tiempo. Debido a eso, el hombre que ahora tenía frente a mi enojado, le había propuesto un trato. Si me dejaba a su tutela hasta que ganara un campeonato mundial deportivo, él le ayudaría a recuperarse. Cosa que papá acepto a regañadientes, ya que la familia dependía de eso.

A causa de la decisión que ellos tomaron, yo viví junto a este hombre desde los 5 años, siendo entrenada por profesionales para acabar con el resultado que ahora me daba mi libertad, pero eso no era lo que a mí más me enfurecia. En todo el tiempo que yo llevaba aquí, no había hecho una sola amistad, todo debido a mi condición intelectual, ya que aprovechaban cada tiempo libre que tenia para hacerme aprender más cosas, lo cual llegue a odiar con toda mi alma en aquellos tiempos.

¿No tenían a nadie más que atormentar?

Claro, había otros niños de mi edad, pero ninguno duro más de una semana. Todo porque decían que yo era especial y que los otros niños no me servirían ni para calentar. Era extraño la verdad, que una chica como yo tuviese tal talento me asustaba incluso a mí misma.

¿De qué sería capaz?

Volviendo a la situación anterior, simplemente me incline un poco hacia aquel hombre y musité las palabras de mi despedida.

-Gracias por haber cuidado de mí estos años – le dije dándole la espalda para abandonar la sala en la que pase mucho tiempo de mi vida cautiva.

Al salir, lo primero que vi fue a un hombre con una expresión llorosa en el rostro. Supuse que sería mi padre, ya que nadie más sabia que el trato había sido completado.

-Naomi- casi sollozó antes de abalanzarse sobre mí para rodearme con sus brazos, a lo que sonreí algo apenada por el gesto e incómoda. Las muestras de afecto no eran algo que se dieran mucho aquí y acabe acostumbrándome a la indiferencia de la gente.

-¿Cómo está mi hermano?- le pregunte con curiosidad, ya que mi hermano y yo de pequeños no nos separábamos. Era normal, después de todo nacimos juntos y hasta fuimos creados del mismo óvulo.

-No hay día en que no piense en ti. Cuando te vea se llevará una gran sorpresa – me dijo papá haciéndome sonreír como solo hacía en los partidos. Ese era el único momento en que podía ser yo misma.

- Entonces vamos, quiero verlo – le dije subiéndome rápidamente al vehículo, lo cual solo genero una sonrisa en mi padre al verme comportándome como una niña pequeña, pero eso era lo que era o al menos mentalmente.

(...)

-Aoyama! – gritaba un castaño pidiendo el pase del susodicho, lo cual acabo con su clásico gol de cabeza.

- Zaizen san – llamo el de ojos claros al castaño – debería intentar algo distinto – le dijo con su típica seriedad, pero ese comentario solo hizo que las burlas hacia su capitán comenzaran.

- No es mi culpa – murmuraba el castaño algo avergonzado de su torpeza al querer anotar utilizando los pies, pero simplemente su cuerpo no le rendía como él quería o al menos no en su totalidad.

- Bien chicos, con esto termina el entrenamiento de hoy – soltó la voz de la manager, la cual había visto el gran esfuerzo que hacían los chicos para mejorar.

Todos le hicieron caso a la entrenadora y se dieron la vuelta dispuestos a ir a asearse, pero aquel día les tenía preparado algo especial, lo cual no tardó en llegar.

-Hermano! – se escuchaba a lo lejos, pero eso no evitó que Kaoru y los otros chicos la escucharan – Hermano!!- se escuchó más fuerte, pero el único que no tenía una expresión de duda en el rostro a excepción de Aoyama, era el castaño, el cual reconocería aquella voz a pesar de estar separados por décadas. Después de todo era su hermana de la que hablaban.

-Naomi?- pregunto sorprendido el chico al observar el inconfundible cabello de su hermana, el cual centellaba al recibir los rayos del sol y eso solo pudo acrecentar el sentimiento de nostalgia en los hermanos. Sin esperar nada más, Kaoru se apresuró en rodear a su hermana con sus brazos para dejar que finas lágrimas de felicidad se deslizaran por sus mejillas, pero obviamente sus amigos no se iban a quedar callados y comenzaron a fastidiarlo arruinando el momento, pero para sorpresa de todos, la chica que había llegado comenzó a reír con una risa que les dejo encantados los oídos.

Aoyama solo observaba de lejos la escena, pero solo un pensamiento rondaba su cabeza.

- (blanco) - pensó el jugador estrella del equipo observando con fascinación el color de cabello de la chica.

Y a Aoyama le gustaba el blanco.

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