El comienzo del viaje
Capitulo dedicado a @Mint-sama
La despedida en el aeropuerto fue bastante emotiva. Kaoru y papá lloraban como si no fuera a volver nunca, mientras que Karin se despedía sonriente. Había prometido comunicarme con ellos por videollamada todos los días a cierta hora, por lo que estarían enterados de como me iba.
Me despedí por última vez abrazando a los tres para luego dirigirme al avión que me llevaría a Inglaterra. Este sería un viaje bastante largo, pero sabría aguantar hasta que el vuelo aterrizara en tierras extranjeras.
Aunque no me gustara mucho la idea, fue mamá quien convenció principalmente al viejo de dejarme ir a estudiar al extranjero. Karin a escondidas le había enviado un mensaje que por suerte leyó, llegando a casa para imponerse sobre mi padre para conseguir el permiso.
Como siempre, su visita no duró mucho tiempo, pero duró lo suficiente como para dejar a los 2 integrantes masculinos de la familia sonriendo como bobos.
Con algo de nervios, miré por última vez a mi familia y comencé a caminar hacia mi transporte aéreo, abordándolo para sentarme en mi asiento correspondiente y esperar a que el vuelo comenzara. Sería duro separarme de ellos, sobre todo cuando apenas comenzaba a recuperar el tiempo perdido, pero tampoco podía quedarme estancada en un sitio que no me ayudaría a desarrollarme en el deporte que me apasionaba.
Tenía que avanzar y en Inglaterra estaba segura de que lo iba a lograr.
Me despertó una de las azafatas, al ver que la advertencia de que el vuelo había finalizado no me despertó. Tras agradecerle y limpiar con algo de vergüenza un rastro de saliva que se me había escapado mientras dormía, salí a buscar mis pertenencias para luego buscar a quien me llevaría al lugar en donde estaría viviendo durante mi estadía en este país.
Tras pedir algunas indicaciones a algunas personas en el lenguaje nativo, llegué al lugar en donde me vendrían a recoger, pero 2 horas completas pasaron y nadie llegó.
Harta de esperar, tome la maleta que contenía lo más básico y tras ingresar la dirección en el celular que me había regalado papá, procedí a buscar un medio de transporte confiable que pudiera llevarme. No me subiría a cualquier vehículo de apariencia decente, ya que no confiaba del todo en la seguridad de ningún país.
Hablé educadamente con uno de los guardias del aeropuerto y este al principio se mostró con dificultades de entenderme, ya que el acento de japón me dificultaba el habla en su lengua nativa, pero al enseñarle la pantalla del móvil con la dirección, este amablemente me informó de un bus que podría acercarme bastante a mi destino.
Utilizando del dinero que había obtenido por precaución, logré subir al vehículo y convencer al conductor de avisarme cuando estuviera cerca del lugar al que iba para bajarme.
Esto estaba volviéndose bastante tedioso, por lo que ya vería como reclamarle al irresponsable que estaba a cargo de ir a buscarme.
Los minutos dentro de aquel transporte pasaban y observaba tanto las vestimentas como la conducta de la gente. La diferencia era bastante notoria con japón, aquí la gente me miraba sin vergüenza, te hablaban sin honoríficos y simplemente se veían más libres de lo que acostumbraba.
—Señorita, aquí es donde debería bajarse. Su destino no está muy lejos —Me habló el conductor del bus, haciéndome pararme del asiento que ocupada para agradecerle y bajar.
Al tocar el concreto, observé el panorama completo para luego ver en que dirección debía caminar. Al comprobarlo en el celular, volví a guardarlo en el bolsillo de la chaqueta que estaba utilizando y comencé a moverme en la dirección que me indicaba aquel aparato. A los minutos pude distinguir un pequeño parque y una extraña tienda con un logo de bakemono hunters. Aquello me llamó la atención y entré para observar qué cosas vendían en el interior. Habían distintas secciones y me acerqué a la de aquel juego que aún tenía en mi ordenador, observando figuras y peluches de algunos monstruos del juego, llaveros, tazas y otros accesorios. De todos ellos, un muñeco algo familiar me llamó la atención.
Interesada, lo tome en mis manos y casi se me sale una carcajada al comprobar el tremendo parecido.
—Tiene buen ojo, ese muñeco fue creado en base a un jugador muy habilidoso que se ha hecho bastante popular entre los jugadores. Quienes han jugado con él, afirman que su habilidad al derrotar monstruos es imparable —Dijo el hombre bastante metido en el tema, casi haciéndome estallar de risa.
Acabé comprando aquel muñeco para molestar a quien era dueño del personaje real, así tendría algo con qué burlarme cuando lo volviera a ver.
Estaba saliendo de aquel negocio, cuando alcancé a ver un borrón café en frente antes de caer hacia atrás.
—¿Está bien señorita? —Preguntó aquel señor acercándose rápidamente al presenciar el accidente, pero el causante se levantó rápidamente e ignorando que seguía en el suelo, fue donde aquel señor con bastante apuro. Yo solo observé algo indignada al tarado y me levante con el muñeco aún limpio. Algo había conseguido a mantener separado del piso con suerte, pero observe bien el suelo y me di cuenta de que el celular tenía la pantalla rota, obligándome a comprobar que solo eso se hubiera estropeado, pero no. Literalmente, el celular estaba muerto.
—Oye, disculpa lo de antes —Escuché frente a mi, saliendo del estado estupefacto en el que me quedé —La edición limitada se acababa hoy y... oh, demonios —Soltó al ver el estado del celular.
— Dime, ¿vives cerca? — solté como única alternativa, me habría reído de su cara en cualquier otro momento, pero la mía seguramente no estaba mejor y eso debió ser lo que lo obligó a suspirar y responder.
—Si —Dijo rendido el castaño, haciéndome sonreír.
—Muy bien, porque serás el reemplazo de mi celular hasta que llegue a mi destino — y con un propósito fijo, hice lo mejor que pude para recordar más o menos la distancia que me faltaba para llegar a mi residencia, ya que por desgracia, no recordaba la dirección exacta.
Durante el camino estuvimos conversando, fue allí que aquel chico llamado Oliver confirmó que era extranjera, exaltándose cuando le conté que venía de japón, aunque la primera pregunta que me hizo fue bastante extraña.
—¿Has visto algún ovni? En muchos documentales cuentan que en japón han habido muchos avistamientos —Decía con emoción, convirtiéndose aquello en el tema de conversación central.
Cuando llegamos a la zona en donde se encontraría mi casa temporal, tuvimos varios problemas, ya que habían mínimo como 15 casas en el vecindario. Nos tocó ir de puerta en puerta a preguntar, siendo bastante útil que ha Oliver lo conocieran.
Íbamos en el décimo intento, cuando se le ocurrió preguntar algo ajeno a los aliens.
— ¿Y qué viniste a hacer en Inglaterra? — decía a punto de tocar la puerta, pero se detuvo al escuchar mi respuesta.
— Fui invitada a unirme a un club de fútbol, al Liverpool para ser exactos —Le solté, notando como se quedaba congelado —¿Pasa algo?— consulté curiosa, viendo como él lentamente se daba la vuelta.
—Bueno...La cosa es que ya se a donde hay que ir —Me respondió sin mirarme a los ojos.
—¿A donde? —Le dije achicando mis ojos al notar su nerviosismo.
—A mi casa —Sonrió llevándose una mano detrás de la cabeza.
—"Yo a este tipo lo mato"
Explicación del personaje:
Oliver es uno de los nuevos personajes de la obra y al igual que kenma, su apariencia e incluso personalidad, será casi igual a la de...
¡Oikawa Tooru de haikyuu!
Aún quedan algunos personajes que presentar, espero que les agraden jsdjsjs
¿Adivinaran a los 3 faltantes?
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