Si pudiera retroceder y hacer las cosas de nuevo, nunca hubiera elegido estar con ella. Con Ada.

En su lugar, te hubiera elegido a ti una y mil veces por encima de cualquiera.

Tal vez así, las cosas hubieran sido distintas. Y tú estarías conmigo.

Pero nada es así.

Así que, aquí estoy, escribiendo esto con lágrimas en los ojos imaginándome a ti.

Tus ojos azules, tu cabello castaño largo y sedoso, tu suave piel cremosa y tu característico olor a vainilla, aquel olor natural en ti.

Te imagino a cada momento de cada día.

Y aun así no es suficiente.

Te necesito a mi lado.

Eres el motivo por el cual despierto en las mañanas y me voy a dormir en las noches. Cuando cierro los ojos, eres tú quien aparece ahí.

Te amo tanto que duele.

Mi amor por ti duele.

Con amor,

Kem.