Mientras Rose pensaba en cómo iba a hablar con James para confesarle que ella era Cenicienta, Ashley y Brenda no perdieron el tiempo y fueron a buscarle por el vestíbulo:

-Tenemos que decirle a James que una de nosotras es Cenicienta, así seguro que se lo traga y nos convertimos en famosas- dijo Ashley.

-Tienes razón, le diremos que YO soy la verdadera Cenicienta- respondió Brenda mientras caminaba con rapidez.

-¿Y por qué tienes que ser tú?- preguntó Ashley sin poder creerlo.

-Pues porque yo soy más guapa, más encantadora y canto mejor- señaló Brenda.

-¡Eres una mentirosa, yo soy mejor que tú!- gritó Ashley, haciendo que todos se voltearan a ver qué pasaba.

Entre tanto, los chicos no pararon de pegar carteles con el retrato robot de Cenicienta para que se presentara en la piscina, y así saber quién era:

-Hemos colgado por lo menos 100 carteles por toda la ciudad y en la discográfica- informó Logan.

-Pues seguiremos poniendo más carteles hasta que aparezca la chica de mis sueños- le regañó James.

-Vamos James, cálmate, la encontraremos- dijo Kendall mientras animaba a su amigo.

De repente, Kelly apareció delante de los chicos con una sonrisa:

-Chicos, el baile fue un éxito y tanto Gustavo como Griffith, desean conocer a Cenicienta- informó entusiamada.

-Estamos pegando estos carteles para poder encontrarla- dijo Carlos colocándo otro cartel.

-No te preocupes Kelly, dentro de una hora, Cenicienta aparecera en la piscina del Palm Woods y James podrá reencontrarse con su verdadero amor- contestó Kendall despreocupadamente.

Pero lo malo fue que, tras una hora,  en la piscina del Palm Woods  había una fila enorme de chicas que decían ser Cenicienta, pero James sabría reconocerla, ya que la chica que conoció tenía una voz hermosa y la verdadera Cenicienta sabría lo que habría dentro del medallón:

-¡Pero de verdad que soy Cenicienta!- gritó una fan mientras Logan y Carlos se la llevaban de la piscina.

-Esto es un desastre Kendall, hay más de mil chicas en la fila y no vamos a encontrala nunca- dijo James empezando a deprimirse.

-No, venga no desesperes James- contestó Kendall.

-¿Y si ya no quiere volver a verme?- preguntó James entristecido.

-No creo que vaya a hacerte eso, los dos parecíais tener mucha química. Mira si quieres, nosotros nos encargamos de encontrar a Cenicienta, tú mientras ve a dar un paseo y así vas pensando dónde podría estar- dijo Kendall

-¿Seguro que no os importa?- preguntó James mientras s levantaba de la silla.

-Nooo, tú vete tranquilo- insistió Carlos.

Mientras James daba una paseo, Rose estaba pensando en el modo de contarle la verdad que no vio por donde iba y cayó al suelo:

-Auuu-dijo Rose quejándose.

-Oh, lo siento mucho, no te había visto, perdoname por favor- respondió James mientras la levantaba.

En cuento se vieron, no supieron cómo, pero sus corazones empezaron a latir muy fuerte, algo que le resultó raro a James, porque esa sensación había sido la misma que tuvo cuando vio por primera vez a su misteriosa Cenicienta.