CAPÍTULO 5.

Todos se subieron al bote y comenzaron a remar, excepto Seina quien estaba recostada sobre Kurapika cuanto ella sintió la mirada ardiente de los tres.

- Si quieren preguntar algo es buen momento. ¿Qué quieren saber? ¿El cómo he descubierto las pruebas o mejor aún porque no les dije? – pregunto sonriéndoles a los tres.

El trio se sobresaltó ante su pregunta espontanea.

- ¿Q-que quieres decir Seina? – pregunto nervioso el pequeño Gon.

- Lo digo porque no han apartado su mirada de mi en todo el rato, no soy ciega saben. Sospechan de mí, es normal. Pero tranquilos, me ire por mi cuenta si estan tan desconfiados. – dijo tranquila.

Gon se agito de inmediato al escuchar sus palabras.

- ¡No es eso! – grito acercándose a ella soltando el remo.

- ¿Entonces que más podría ser? –

- ... - Gon apretó sus labios avergonzado sin poder soltar lo que queria decir.

- Vez lo sabía, tranquilo como dije. Si no estan tranquilos con mi compañía pasaré a retirarme una vez que lleguemos al lugar de la prueba. – dijo mirando el lago.

- ¡No! Es solo que... yo pensaba que eras genial ya que sabías tanto sobre la prueba del cazador. – dijo avergonzado.

- ¿Enserio? – sonriendo Seina se acercó a su pequeño rostro ya rojo cual tomate por su repentino acercamiento, podia ver el hermoso rostro de esta, sus grandes ojos azules brillando como el océano, su labios rosas como pétalos, su piel lisa y blanca y sus pestañas gruesas revoloteando como alas de mariposa.

- S-s-si – dijo girando su rostro del de ella.

- Si es asi, entonces te diré que no es tan sorprendente como tú lo crees. Es conocimiento básico al querer ser un cazador, pensar en lo que vendrá en cada prueba y prepararte o si te es difícil pensar así míralo desde el lado del examinador.

El objetivo con el que haya buenos aspirantes, las bases que debe tener cada uno de ellos, los retos que hagan relucir sus talentos, el nivel de cada uno, sus conocimientos, su capacidad de supervivencia y adaptabilidad a entornos desconocidos, la lucha contra oponentes por la supervivencia del más apto, su trabajo en equipo, entre otros más los cuales estoy más del 80% segura que vendrán en este examen, la mayoría podría decirse sino es que todos.

Para ello, hay que prepararse con antelación, tener planes y salidas de emergencia, previniendo el peor resultado posible y manejándolo antes de que pueda llevarse a cabo. – dijo Seina sonriendo profundamente sin notar las caras sorprendidas de los tres.

- Veo que no viniste sin estar preparada, muchos aspirantes vienen pensando solo en conseguir el éxito con arrogancia, sin pensar que puedan estar jugando su vida. Muy inteligente de tu parte. – dijo Kurapika dándole una sonrisa.

- Gracias, sin embargo, para mí que viajo por un mundo tan amplio como este ya es algo común este hábito. Es cuestión de experiencia, que estoy segura de que ustedes podrán obtener más adelante. No se apresuren. – puso una mano sobre la cabeza del peliverde restregándola.

- No sabía que viajabas, dime ¿en qué lugares has estado? – dijo Gon con los ojos brillantes.

- En demasiadas partes Gon, quizás pueda contarte después, pero por ahora hay que parar, estamos cerca del Solitario Cedro. – dijo sonriéndole.

- Está bien. – dijo para comenzar a remar de nuevo.

- ¡Oh no! ¡Está entrando el agua al bote! – grito Leorio al ver el agua bajo sus pies.

- Ese no es problema, ten coloca esta masa bajo el pozo y ya no entrará más. – Seina le entrego una masa morada.

- ¿Qué es eso? – pregunto Gon mirando la masa con suma curiosidad.

- Una masa de desecho, se producen cuando muchos materiales se fusionan, no es toxica asi que no se preocupen. – dijo Seina.

- ¡Diablos, no me digan que esto hace parte del examen para convertirnos en cazador! ¿eh? – dijo Leorio quejándose mientras pegaba la masa dada por Seina.

En ese momento vio que ella se estiraba para recoger una señal de advertencia sobre los animales mágicos y sonreía para después arrojarla sin preocuparse.

- Una señal de advertencia sobre animales mágicos, que coincidencia tan asombrosa encontrándola cerca de personas ¿no lo creen ustedes también chicos? –sonriéndoles les pregunto mientras se recargaba en Kurapika poniéndose cómoda.

- ¡Si eso parece! Demasiada coincidencia, habrá que tener cuidado entonces. – dijo mientras se acomodaba para que ella estuviera más cómoda mientras seguía remando.

- Sobre todo, mantener los ojos abiertos, no sabemos si esto también es una prueba como lo de la anciana. – dijo Leorio de mal humor.

- ¿Los animales mágicos? – Gon pregunto curioso a lo que Seina le sonrió.

- Escuchen, estuve pensando y no tengo la menor idea de cómo podríamos impresionar al navegante – dijo Gon abatido mientras se veía decaído.

- Eso es –dijo Kurapika antes de ser cortado por Leorio.

- Creo que con nuestra apariencia jajaja, lamento decírtelo Gon, pero tú no tienes ninguna oportunidad y tú Kurapika no eres lo suficientemente alto, tomando todo eso en cuenta, solo Seina y yo podemos impresionar al navegante. – dijo Leorio sujetando a Seina por los hombros mientras les sonreía a ambos.

- ¿Eso crees? – pregunto viendo a Kurapika y luego a Seina curioso.

- No, la apariencia es lo de menos. Despues de todo se necesita mucho más que ser físicamente fuerte. – dijo pensativo éste.

- ¿Eh? – gruño Leorio molesto.

- Se necesita conocimiento e inteligencia en cuanto a ti siempre deberás recurrir a eso en lo cual sobresales Gon. – comento Seina sonriéndole.

- Asi es. – Kurapika asintió hacia lo que dijo Seina.

- ¿Algo por lo cual sobresalgo? – pregunto confundido.

- Bueno, tú mismo no lo notas, pero sobresales en muchas cosas, al menos muchas más que Leorio. – comentó Kurapika burlándose del mayor.

- En mi sobresale el valor, No me asusto aún si tengo que enfrentar a un mounstro, ¿eh? – se asombró ante las caras asustadas de los dos frente a él. Seina sonrió relajada ante la situación, mientras sostenía un frasco con líquido preparada para arrojarlo bajo cualquier situación.

- Leorio, detrás de ti... - dijo Gon asustado.

- ¿Detrás de mí? – dijo confundido

- ¡Mira! – dijo señalando al gran animal frente a ellos.

Lentamente este se dio la vuelta cuando el animal rugió hacia ellos, vio a Leorio tomar los remos de ambos y comenzar a remar como loco.

Ella sonrió sujetándose, cerrando los ojos.

Sintió el choque del bote contra la tierra, así que, salto ligera para evitar el golpe cayendo en la arena de manera estable, suspirando.

Alzo la mirada que observa al mayor remando como loco aún en la arena, se rio ligeramente acercándose a los otros dos ya parados llamándolo, entregándole su maletín. Seina se acercó a la ruina cercano a ellos.

Sintió a los tres acercándose asi que comenzó a explicarles.

- Parece ser una ruina de la antigua tribu Sumi – Señalo mientras veía a los alrededores.

- ¿Puedes leerlo? – pregunto Gon curioso.

- La ruina es vieja, pero según lo que se ha conservado dice ser una advertencia para los que traten de profanar estas ruinas. Pero es mejor que avancemos ya es noche y es peligroso estar fuera, no se sabe qué tipo de bestia mágica podría atacarnos. Vamos... - dijo caminando por la orilla del mar.

Seina giro su cabeza al sentir una mirada, miro el bosque oscuro con una pequeña y discreta sonrisa continuando, caminando, sin embargo, la rata-zorro que se escondía ahí observo a Seina y se alejó a la obscuridad rápidamente riéndose.

Caminando por el bosque en la oscuridad los cuatro iban lentamente hacia la casa de los navegantes, Leorio estaba revisando los alrededores debido a los distintos ruidos que se escuchaban en este de vez en cuando.

- ¿Estan seguros que podremos llegar al lugar de la prueba haciendo esto? ¡oh, mira! Otra señal de advertencia de los animales mágicos. ¡Oye Gon, pareces tener mucha confianza en lo que haces, pero ¿estás seguro de que este camino no nos llevara hacia los animales mágicos!? – pregunto viendo que este iba en frente lleno de confianza.

- No te preocupes Leorio, puedes estar tranquilo, aquí no hay ningún rastro de animales mágicos. – dijo sonriendo contento mientras.

Seina venía caminando lentamente detrás de Gon mientras escuchaba a ambos.

- Entonces, ¿Por qué había allá una señal de advertencia sobre animales mágicos? –

- Como sea, ¿Cómo pueden ver tan bien en la obscuridad? – le pregunto Kurapika a Gon y a Seina mientras los veía avanzar con confianza y evitando los obstáculos como si fuera de día.

- Porque mi casa estaba ubicada en la mitad de la montaña en la Isla Ballena, de noche reinaba una total obscuridad, pero el ambiente en el bosque era muy diferente del que reina aquí. – dijo Gon explicando. Pero se detuvo sorprendido. ¡Oh!, ¡Lo encontré! ¡Miren, ahí está el solitario cedro! – dijo emocionado mientras señalaba el árbol que se encontraba a cierta distancia.

El cuarteto se acercó a la casa, Leorio fue el que se acercó a tocar la puerta, pero al no ver respuesta este se giró negando y encogiéndose los hombros hacía los tres.

- Que extraño que no estén aquí, la anciana dijo que en este lugar vivía una pareja. – dijo Kurapika en respuesta.

- Mmm, si, parece que ningún otro aspirante ha llegado jajaja somos los primeros. – dijo contento.

- Y ahora, ¿Qué hacemos? – pregunto confundido Kurapika. Gon y Seina no respondieron.

- ¡Voy a entrar! – dijo Leorio abriendo la puerta.

En ese momento todos vieron una escena "horrible", un animal mágico atacaba a la pareja de navegantes dentro, este se detuvo mirándolos molesto al interrumpirlo atacándolos.

Los tres hombres se apresuraron a atacarlos, mientras Seina se alejaba hacia el bosque sabiendo que iba a saltar pronto fuera de la cabaña.

Todos excepto Leorio y el "esposo" fueron detrás del animal mágico que huyo hacia el bosque con la mujer. Mientras los otros dos se quedaron en la cabaña tal y cual el curso esperado.

Excepto que Seina ya se encontraba esperando en el bosque oculta esperando la llegada del Kiriko.

Sucedió demasiado rápido para que todos se dieran cuenta, un estruendo sucedió en el bosque al que se acercaban, viendo que una nube de polvo se alzaba.

- ¡Leorio, encárgate del herido! – grito Kurapika mientras se acercaba hacia este ruido rápidamente despues de Gon quien ya estaba corriendo hacia lo sucedido.

- ¡Si, yo me encargare de él! – grito mientras guardaba su cuchillo y miraba hacia la cabaña.

[...]

Kurapika y Gon se acercaron rápidamente hacia el ruido, pero solo vieron árboles rotos a sus alrededores, así como grandes huecos en el suelo, Gon miro alrededor y observo a la esposa del navegante en uno de ellos.

- ¡Kurapika, Allá esta la esposa! – este se acercó mientras le gritaba al rubio. Kurapika se acercó tras él.

- Esta desmayada. – dijo Kurapika mientras la revisaba.

- ¡Tu quédate con ella, yo ire tras el Kiriko, estoy seguro de que Seina fue quien causo esto! – dijo Gon mientras le gritaba alejándose al asegurarse de que la mujer estuviera bien.

- ¡De acuerdo, con cuidado Gon! – le respondió y giro la cabeza hacia la mujer, se sorprendió viendo que la mujer lo observaba fijamente.

[...]

Gon cerro sus ojos tratando de escuchar cualquier sonido que pudiera darle la señal de movimiento, sin resultado siguió avanzando hacia adelante tras los rastros de daño.

[...]

Mientras, Seina y el Kiriko estaban sentados en las rocas en la cascada viendo hacia la obscuridad del bosque sonriendo, como si el ataque anterior no fueran ambos.

- Gracias por dejarme golpearte, necesitaba una excusa para alejarnos, quería hablar con tranquilidad y estaba segura de que ellos no me dejarían hacerlo sin dar muchas explicaciones. – dijo mientras reía.

- Tranquila, también queria hablar contigo. – dijo agitando una pata.

- Como dicen, entre mujeres nos entendemos. – dijo riendo.

- Las mujeres somos más rápidas para entender los mensajes, aun tuve que explicarle a mi esposo que querías reunirte a solas. Por eso vine yo en vez de él jajaja. –

- Claro, si hubiera sido tu esposo, hubiera sido un poco más aburrido, después de todo no hubiera podido sobrellevar la plática, ni tampoco los verdaderos asuntos por lo que queria reunirme con ustedes. – dijo Seina haciendo que su tranquila sonrisa se volviera pícara.

El Kiriko sonrió ante la respuesta de Seina, sabía que la pequeña que estaba frente a ella era interesante.

Su olor, su intención, todo sobre ella era algo que llamaba su atención.

- ¿Qué te parece si comenzamos la charla? Gon no tardara en encontrarnos después de todo, ese niño tiene una excelente nariz, nuestro olor no tardara en volver a aparecer. – dijo sonriendo mientras agitaba el frasco vacío en su mano.

- Me parece bien, ese niño también es interesante. – dijo sonriendo.

[...]

Mientras Seina hablaba con la Kiriko hembra, Kurapika miraba a la chica que había recuperado el conocimiento del golpe por la caída.

- Y tú, ¿Quién eres? – pregunto confundida.

- No te preocupes. ¿Te lastimaste en alguna parte? – pregunto serio al mirarla.

- ¡Ah! Mi esposo, ¿Qué le ocurrió a mi esposo? – pregunto levantándose exaltada de sus brazos muy preocupada.

- Tranquila, uno de mis amigos lo está cuidando. – dijo tratando de tranquilizarla mientras le tomaba el brazo.

- ¡Por favor! – dijo tomándolo del brazo con ambas manos dándole una expresión muy preocupada, sin percatarse que eso habia hecho revelar su plan y que su posición de victima cambiara a enemigo.

Él se quedó serio al mirar los tatuajes en su brazo.

- ¡Llévame a la casa de mi esposo! ¡Te lo ruego! ¡Por favor! ¡Llévame! – dijo rogándole lastimosamente.

Ese tatuaje es...

[...]

- Con esto estarás bien por ahora, pero necesitas más antibiótico para esa herida. – dijo mientras terminaba de inyectarle y guardaba sus herramientas médicas. – Dime, ¿no hay algún lugar donde crezcan hierbas medicinales por aquí? –

- Si... claro que lo hay. Pero esta algo lejos y quizá haya animales mágicos en el bosque. – dijo advirtiéndole.

- Jajaja, ¿Cómo pasare el examen del cazador si le tengo miedo a los animales mágicos? – dijo risueño tranquilizándolo.

- Pero... ¡mi esposa, mi esposa! - dijo para luego romper a llorar. –

- No te preocupes, mis amigos fueron a buscar a tu esposa. Tranquilo, ellos la encontraran, ya deben estar regresando, como sea... ¿¡Dónde queda ese lugar donde crece hierba medicinal? – dijo preguntándole entusiasmado.

[...]

Kurapika escucho el movimiento en el bosque, era Leorio quien corría frenético hacia él.

- ¡Tranquilo! ¡Soy yo... dime, ¿te encuentras bien!? ¿¡Donde esta Gon!? – dijo jadeante.

- Tras el animal mágico. Dime Leorio... ¿Dónde está su esposo? –

- Él se podrá bien, la herida no era tan profunda como creía. Le di un calmante para el dolor y se quedó profundo, él se va a recuperar. ¡Seguro! – dijo confiado acercándose.

- Ya veo. Entonces... - dijo calmado para luego con su chacos atacarlo en la cara.

La mujer se quedó sorprendida ante su ataque. Mientras Leorio retrocedió.

- ¡Oh, dios! ¡Qué diablos estás haciendo! –

- Yo nunca hago amistad con un animal mágico. – dijo Kurapika sin importarle su comentario.

- ¡Ah! ¿¡Cómo descubriste que te estaba engañando!? Jajajaja – dijo para despues volver a la normalidad, su apariencia habia sido revelada.

- Incluso si hubiese sido real, hubiese hecho lo mismo. – dijo Kurapika ante su pregunta.

- ¿¡Qué?! – dijo impresionado.

- Yo le encargue un herido a Leorio y Leorio estuvo de acuerdo, si viene hasta aquí dejando abandonada a la persona herida... le habría hecho lo mismo a él. – dijo Kurapika.

El Kiriko se fue desvaneciendo, riendo. Tras eso, la mujer cayó al suelo y Kurapika se giró hacia ella en defensa contra ella.

- ¡Realmente... ¡¿Quién eres?! – dijo vigilante haca ella.

Ella lo miro y le dio una gran sonrisa.

[...]

Leorio se encontraba hacia las hierbas, no sabía que estaba a punto de ser atacado por quien hace unos momentos lloraba preocupado por su esposa quien se encontraba en grave peligro por el Kiriko. Su figura retorciéndose en medio de la noche desgarrando los vendajes que con cuidado habia colocado en él. Poco a poco acercándose hacia él.

Gon buscaba sin descanso el rastro de Seina y la Kiriko hembra.

Ellas dos, estaban a punto de comenzar una charla importante.

- Como te he dicho, estoy reuniendo gente de todas las especies, y claro ustedes me parecieron muy interesantes. Creo que me serán de gran ayuda, ¿Qué te parece? Podría ayudarlos en lo que necesiten ahora mismo. No sufrirán perdidas si me ayudan, al contrario, estoy seguro de que ustedes se beneficiarían. – dijo con una sonrisa de negocios.

- Sabía que me serias interesante, pero superaste mis expectativas... aun así, incluso si eres muy interesante para nosotros, no puedo decidir por mi familia, yo estaría dispuesta si ellos estan de acuerdo. He estado muy aburrida estos tiempos, mi única diversión son el tiempo del examen del cazador, me vendría bien salir y divertirme un poco. – dijo con una sonrisa.

- Me parece bien, hablare con ellos una vez llegado al examen, estoy segura de que si aceptan no se arrepentirán, inclusive después me lo agradecerán. – dijo con una sonrisa.

- Espero ese momento... - dijo mientras se sonrían contentas.

- Excelente. Terminado de hablar, es hora de que volvamos hacia ellos, estoy segura de que no tardará en llegar. – dijo sonriendo mientras se levantaba de la roca junto a la cascada.

Seina escucho movimiento, y se apresuró a darle un golpe al Kiriko, este salto por la cascada riéndose. Gon salió del bosque rápidamente hacia Seina.

Ambos fueron tras él, llegando a un campo abierto. Estaban vigilantes ante el movimiento del Kiriko, Seina sonrió y el Kiriko le devolvió la sonrisa.

- Chica, realmente hiciste un buen trabajo. Jajajajaja me costara mucho devolver el favor. – dijo riéndose.

- ¿Devolver el favor...? – dijo Gon sorprendido y a la vez confundido mientras veía entre los dos.

Seina sonreía mientras relajaba su postura a la defensiva.

- ¡Si... prepárate para recibirlo! – dijo para despues atacarlos a ambos.

Obviamente este se detuvo cuando ambos no estaban dispuestos a atacarlo.

- ¿¡Por qué no me esquivas?! – dijo confundido

- Yo no te esquivo porque no le debes nada a nadie y estoy segura de que Seina lo hace por la misma razón. Escucha, ¿dime quién eres? – pregunto serio mirándolo.

- Seina se puso una mano en la cintura apoyándose en Gon con una sonrisa contenta.

El Kiriko también sonrió.

[...]

Leorio seguía en su proceso de recolección de hierbas, ascendía por el risco para regresar justo cuando una bestia mágica tomaba la cuerda que lo sostenía para no caer a una muerte segura.

Este se encontraba serio y preocupado cuando lo vio sostener la cuerda.

- Oh, no. Creo que estoy en problemas... encontrarme con un animal mágico en esta situación Mmm debo de reconocer que estoy en serios problemas. – dijo estático en su lugar.

[...]

Kurapika estaba frente a la mujer que le explicaba.

- Si, mi figura verdadera es la de un animal mágico, pero ¿Cómo lo descubriste? – dijo mientras se alejaba el cabello de la cara.

- Por el tatuaje. Es curvo, característico de las mujeres de la antigua tribu Sumi que juran a dios ser sus esposas y ser solteras toda su vida, ¿Por qué una mujer como tú querría casarse eh? – dijo serio.

[...]

Leorio estaba siendo jugado por el Kiriko.

- ¡Maldición! ¡Este sucio animal seguirá dándome problemas! Creo que un animal mágico tiene un corazón realmente malo, bueno si... eso se ve en su cara. -dijo mientras observaba el piquete del brazo del Kiriko frente a él. - ¡Claro! Comienzo a darme cuenta de cuál es el truco... ¡Oye bestia mágica, entonces esa herida era un truco para engañarnos ¿no es así? Vaya, es verdaderamente una vergüenza que un doctor como yo no la haya podido notar. ­– dijo mientras se avergonzaba.

- ¿¡Qué!?¿¡De que estas hablando!? – dijo sorprendido al escuchar los susurros de Leorio.

- ¡Oye, tú eres el hombre que estaba en la casa ¿verdad!? – dijo gritándole molesto al Kiriko que se encontraba sorprendido. - ¡la marca de la aguja aún está en tu brazo! ¡Es una prueba irrefutable! – dijo dejando las hierbas mientras tomaba su cuchilla lanzándole el canasto con la hierba. – las cosas cambian, deberia decir, el juego terminó jaja – dijo mientras terminaba de someter al Kiriko esposo.

[...]

Gon miraba al Kiriko mientras expresaba su confusión.

- Eres muy diferente a lo que Seina y yo estábamos persiguiendo. Me sonó muy extraño eso de que debías devolver el favor, pero si estás aquí para impedir mi progreso, aceptare el reto. – dijo confiado y determinado.

- Oye, ¿y como descubriste que yo era diferente? – dijo confundido el Kiriko.

- ¿Por qué? Porque eres totalmente diferente jajaja además tu tono de voz es un poco más alto y agudo, si observo cuidadosamente podré darme cuenta cuales fueron las horas que cayeron del árbol, comparando las hojas, la diferencia entre los dos es más obvia. Cambiaron de puesto cuando saltaste de la cascada. – dijo dándole una sonrisa.

- Jajaja tenías razón chica, ¡Ey, cariño, sal encontraras algo que raramente pasa por aquí Jajajaja! – dijo gritando mientras señalaba a Gon.

Mientras el otro Kiriko salía de entre la hierba en el campo.

[...]

- ¡Es increíble! – dijo la Kiriko hembra.

- Hace mucho que una persona no nos identificaba. – dijo complementando el esposo Kiriko macho.

- ¡Que divertido! – dijo divertida.

- ¿Puedes notar la diferencia en sus rostros y su voz? – pregunto susurrándole a Kurapika.

- No, para nada. – dijo serio mientras miraba la situación sorprendido.

- Entre otras cosas, aquel que Seina golpeo y que se llevó a la chica era el esposo. – dijo Gon obvio.

- Entonces, dime ¿Quién es quién? – dijo Leorio confundido.

- Ustedes dos pudieron predecir que se acercaba una tormenta, ahora diferencias un animal mágico de otro, tienes un talento bastante peculiar. – dijo Kurapika mientras observaba a Gon y a Seina.

- Bueno, como ya se habrán dado cuenta... - dijo el esposo.

- ... ¡somos los navegantes! – complemento la esposa.

- ¡Claro... y yo soy la hija! – dijo haciendo la señal de paz la Kiriko hija.

- ¡Y yo soy el hijo! – dijo sonriente el Kiriko hijo.

- ¡Hola! – dijo saludando contento Gon.

- Mi hijo y mi hija se hicieron pasar por la pareja que los esperaba en la cabaña debajo del solitario cedro. – dijo el Kiriko esposo.

- Como el Sr. Kurapika dijo, este tatuaje es la prueba de que jure a dios que me convertiría en su esposa, y a menos que este familiarizado con la historia antigua le será prácticamente imposible darse cuenta, se requiere no solo de un amplio conocimiento, sino de ojos muy agudos para descubrirlo. ¡Impresionante su percepción! Noto que no éramos esposos. – dijo la hija para que luego ambos hermanos se inclinaran.

- Y usted Sr. Leorio... aunque no se diera cuenta de que se tratara de una herida falsa... - dijo mirando a Leorio mientras este se avergonzaba. – trato de manera muy eficiente la herida, pero mejor que eso, me dio ánimos todo el tiempo mientras que yo actuaba como si estuviese preocupado por mi esposa. Y es que su gran corazón logro conmoverme profundamente... - dijo haciendo que Leorio se enojara por avergonzarlo. – y la forma en que descubrió mi identidad falsa... de la marca dejada por una aguja es destacable señor. – dijo el hijo elogiando las habilidades medicas de Leorio.

- ¡Y tú eres esa persona que aparece cada década y puede diferenciarnos, estamos muy impresionados, además tienes una gran percepción y habilidad Sr. Gon! – dijeron al unísono los Kiriko esposos.

- ¡Si lo hubiese sabido, lo siento, por intentar atacarlo! – dijo Gon.

- ¡Por supuesto, hubo una persona que lo sabía, de la cual estamos muy impresionados, la Srta. Seina, ella desde el bosque pudo identificar nuestro plan, es la única en la que desde que llevamos manejando el examen ha podido lograr esto! – dijo la Kiriko hembra sonriendo.

Los tres se giraron a mirar a Seina asombrados mientras que ella se encogía de hombros mientras Gon se acercaba a ella mirándola impresionado.

- ¡Los cuatro han pasado la prueba! – dijo el Kiriko macho. Los tres vitorearon emocionados, Gon se abalanzo sobre Seina abrazándola, Seina lo sostuvo evitando que este se cayera.

- ¡Ahora los conduciremos al lugar donde se llevará a cabo la prueba del cazador! – dijo mientras empezaba a despegar.

Los cuatro despegaron de con ayuda de los Kiriko.

[...]

Los cuatro llegaron al lugar en que se realizaría el examen, sorprendidos por la magnitud del lugar.

- ¡Wow, es muy grande! – grito Gon emocionado.

- Mmm se ve exactamente como me lo imagine como se vería el lugar de las pruebas, incluso la entrada es magnífica – dijo Leorio sonriendo ante el edificio.

- ¡Es fabuloso! – dijo emocionado Gon.

- Este es el lugar en el que todos los aspirantes... - dijo Leorio

- ... provenientes de todas partes del mundo se han reunido. – complemento Kurapika.

-Me pregunto si mi padre sintió lo mismo... - pensó Gon con una sonrisa.

- Lamento romperles la ilusión de su gran lugar de la prueba chicos, pero este no es el lugar al que llegaremos, caminen. Además, como pueden estar sorprendidos por un lugar tan pequeños como este, todavía les creería si estuvieran un poco emocionados por la Torre del cielo o el árbol más grande, pero este pequeño edificio que se sorprendan aún requieren explorar mucho... - dijo Seina mientras seguía caminando hacia el esposo Kiriko disfrazado.

Dijo mientras caminaba al restaurante donde entraba este.

- ¿¡Qué!? – gritaron todos viéndola entrar al restaurante.

Seina miro alrededor del lugar.

- Adelante. – dijo el cocinero del lugar.

- Hola, buenas tardes. – les dio la bienvenida la camarera del lugar mientras limpiaba las encimeras del lugar.

- Hola, ¿cómo estan?... esto debe ser una broma, el Sr. Navegante, no me diga que este lugar... - dijo Leorio desilusionado.

- Oiga señor, me da una carne asada. – dijo el navegante hacia el cocinero con una sonrisa.

- ¿Cómo la desea? – pregunto devolviéndole la sonrisa.

- A fuego lento, ¾ - dijo reiterándole al cocinero.

- De acuerdo, sigan a la habitación de atrás. – dijo para después seguir con lo suyo en la cocina.

- Por favor, sigan por aquí. – dijo la camarera hacia la puerta del pasillo.

Los cuatro siguieron a la puerta señalada, siendo introducidos a un cuarto cerrado con paredes amarillas (según la versión de 1999) desgastadas, y suelo con el mismo aspecto. Aunque estaba relativamente limpio ya que estaba vacío de cualquier tipo de mueble y objeto.

Los cuatro habían entrado, Seina apretó su puño un tanto emocionada, conocería a casi todos los implicados en la serie aquí, era emocionante de solo pensarlo para ella.

Pero pronto se calmo pensando en que tenia que mantenerse tranquila al haber tanta gente a su alrededor mirándola. No quería que la trataran como a Hisoka.

- Este es el lugar de la prueba. Siempre toma a los aspirantes por sorpresa. Dicen que el numero de aspirantes es de más de 1 millón y solo 1 en 10 mil logra pasar. – dijo sonriéndoles, mientras Gon giraba su cabeza al sentir el mecanismo del cuarto dirigiéndolos hacia el lugar de reunión del examen. – Es la posibilidad de llegar al lugar de la prueba. – dijo mientras lo miraba admirado. – lo han hecho muy bien para ser unos novatos, estaré feliz de poder guiarlos el año entrante. ¡Atrápenlos! – dijo mientras les aventaba a los cuatro círculos que serian su pase a cada fase del examen, también por el cual los cuatro lucharían por mantener. - ¡Hasta entonces, buena suerte novatos! – dijo sonriéndoles contento para luego darse la vuelta intentando irse.

En ese momento tanto Gon como Seina dieron un paso en frente, excepto que Gon fue el de la iniciativa de llamarlo. Absolutamente no, Seina no quería robar el protagonismo de Gon, por lo cual, jamás intentaría de manera intencional robar las líneas de nadie, pero por supuesto, tampoco dejaría de lado su deseo de ser una de las mejores cazadoras en ese lugar.

Asi que, también dio un paso adelante para expresarse hacia el Kiriko.

- Sr. Kiriko. – dijo llamándolo, el Kiriko se giró y abrió sus ojos al ver la mano de Gon y la de Seina detrás de este con grandes sonrisas en sus rostros. Ambos con motivos diferentes, pero con las mismas emociones. - Muchas gracias Sr. Kiriko. – dijo Gon con una sonrisa.

- Si... de nada niño. – dijo para extender la mano devolviéndole el saludo. – si tenemos la oportunidad, nos veremos. – dijo para darse la vuelta, pero antes de eso una mano detuvo su movimiento al salir.

Era Seina quién se había acercado a el con una sonrisa, hablando por lo bajo, los tres a sus espaldas se sintieron curiosos, pero no interrumpieron su conversación privada.

- Yo también te agradezco, ha sido un trayecto muy divertido. Hace mucho tiempo que no me divierto de esa manera, y además quería que tan pronto regreses todos ustedes me puedan dar una respuesta, de verdad, quisiera hacer una amistad y una cooperación con ustedes. – dijo mientras le susurraba con una sonrisa sincera.

- No te preocupes, cuando regresé hablaremos los cuatro y tomaremos una decisión, cuando tengamos la respuesta ten por seguro que te la haremos llegar. Además, también para nosotros ha sido muy agradable el haberlo pasado con todos. – dijo a lo que ambos sonrieron y Seina se alejó dándole un saludo de mano.

El salió de la habitación y tan pronto como eso, la habitación hizo un estrépito y comenzó a descender.

- La habitación entera se está... - dijo Leorio sorprendido.

- Eso veo... - dijo Kurapika mirando a su alrededor.

- ¡Es genial! – dijo Gon emocionado.

Seina mientras, se estaba poniendo seria en ese momento, porque pronto, los cuatro serían los blancos de todos en la habitación de la prueba.

En ese momento el Kiriko que salía de el discreto restaurante estaba muy contento de los aspirantes que le habían tocado, pero pronto se puso serio al recordar la propuesta de Seina y se fue a un paso mas de prisa al volver con su familia.

Continuará...

Aquí termina este capítulo, espero les haya gustado. Tanto como a mi reescribirlo. Me emociona volver a retomar los capítulos, me encanta este anime, así que para nada es una molestia verlos una y otra vez.

Espero que sigan leyendo las nuevas ediciones y se diviertan en esta creo yo, maravillosa historia que esta por delante.

Les traeré nuevas y mejores sorpresas así que espérenlas.

Muchas gracias por leer este capítulo nuevamente.

*Si no entienden el contexto es porque se está editando, a un ritmo lento, eso es seguro, pero confiable de que llegaremos a las actualizaciones*

Su autora que los extraño mucho en esta larga separación.

-Smer.

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