Capítulo 29

Pov. Aitana

-¿Y cómo se lo tomo? - me pregunta Vanesa.

-Mal, deberíais haber visto su cara, era para hacerle una foto - le contesto.

-Si cuando fui a buscar a Alex no me hubiera quedado en la casa, y hubiera salido con él, yo le habría hecho la foto, ¡que rabia! - exclama Paula.

-Ni modo de lamentarse por algo que no se puede cambiar - dice Sofia en su plan filosófico.

-Una foto no, pero puedo hacer que veáis su cara - digo.

-¿Cómo? - pregunta Vanesa.

-Eso que más da, solo hazlo - dice Mark impaciente.

-Pareces una vieja chismosa - le dice Vanesa.

-Lo que sea - no la hace caso - hazlo de una vez.

Ruedo los ojos, me concentro, recito el hechizo y proyecto mis recuerdos, ahora estoy proyectando lo que veo ya que es lo que estoy pensando, cierro los ojos y me centro en la cara que puso Jade cuando fue desterrada.

-Ja, ¡que buena! - exclama Mark.

-Y yo no la hice una foto que rabia - dice Paula - espera, aguanta la imagen - creo que se lo que va a hacer, por lo que mantengo el recuerdo - listo ya esta.

-De acuerdo - abro los ojos y deshago el hechizo - enseña la foto.

-¿Cómo lo sabes?

-Nos conocemos demasiado bien, somos casi idénticas, además es lo que yo hubiera hecho - se ríe y me enseña la foto y esta muy bien.

-Creo que la imprimiré tamaño póster y lo colgaré en mi cuarto - dice Paula, a lo cual reímos.

-Haz dos, yo también quiero uno - digo, y eso haré, la colgaré del techo, diga lo que diga Alex.

-Tres, para nosotras otro - dice Vanesa.

-¿Qué es lo que queréis? - pregunta Alex entrando con John.

-Una foto tamaño póster de esta foto - dice Paula y le muestra la foto de Jade.

-¿De dónde la habéis sacado? - pregunta Alex asombrado.

-Yo he hecho un hechizo para mostrarles la cara de Jade después del destierro, y Paula la ha sacado una foto.

-No me parece bien - dice Alex serio, pero no dura mucho, ahora tiene una gran sonrisa - ¿a quién quiero engañar?, yo quiero una - todos reímos.

-Tranquilo lobito, yo ya le pedí una a Paula.

-¿Y hay una para nosotros? - pregunta John.

-Eso, nosotros otra - dice Mark.

-De acuerdo - dice Paula con una sonrisa - haré cuatro pósters de Jade en el destierro.

-Hasta nombre tiene la obra - me burlo.

-Así es, Jade en el destierro, creada por Paula Colins, suena bien.

-Y que lo digas Paula - digo y todos volvemos a reír.

-Alpha - llama un guerrero.

-¿Qué pasa Noa?

-Dos brujas piden hablar con la luna.

-¿Conmigo? - pregunto incrédula.

-Así es luna, dicen que tienen que hablar contigo sobre Sebastian - eso me cayo como una jarra de agua helada.

-Llevame donde están - el guerrero asintió y me guía.

Alex no dijo nada y se quedo allí, él entiende que todo lo que tenga que ver con mi antiguo maestro Sebastian me afecta, por lo que me ha dejado mi espacio. El guerrero me llevo hasta el límite sur de la manada, allí había dos mujeres, las dos morenas, de ojos verdes y piel pálida, pero no como la de un vampiro, creo que son hermanas, ya que tienen un gran parecido entre ellas, ambas van con túnicas rosa claro y rosa fucsia.

-Hola Aitana única discípula de Sebastian - me dice la que creo es la mayor, sinceramente creo que deben ser mellizas.

-Noa puedes retirarte - él asiente y se va - ¿quiénes sois?, ¿cómo sabéis mi nombre y quien fue mi maestro?

-Somos viejas amigas de Sebastian, aunque no tuvo mucho tiempo contigo, él nos hablo de ti - dice la bruja de antes - mi nombre es Peridoto, y ella es mi hermana pequeña Esmeralda.

-Encantada - dice Esmeralda.

-Hemos venido porque necesitamos tu ayuda.

-¿Para?

-Hay unas brujas que se dedican a robar la magia del resto de brujas, Sebastian nos ayudaba contra ellas ya que nosotras somos pacíficas pero débiles comparadas con ellas, tú nos puedes ayudar, eres la heredera de Sebastian.

-¿Cómo que su heredera?

-La magia rara vez se pierde, cuando morimos nuestra magia pasa a nuestra familia y/o a nuestros discípulos. Tú fuiste su única discípula, y él no tenía familia, tú eres quien heredó toda su magia, por eso a pesar de ser una convertida, tu magia es tan fuerte como la de una bruja de linaje, porque tú tienes toda la magia de Sebastian. Eres joven y después de su muerte no has tenido ningún maestro que te enseñe la magia, por eso no has alcanzado tu máximo potencial - decir que estoy flipando es quedarse corta, esto es increíble.

-Vale, esto no puede ser cierto - empiezo a moverme inquieta.

-Es difícil de creer, pero es cierto, nosotras te podemos enseñar, o no, tal vez no nos creas del todo, pero en verdad necesitamos tu ayuda, por favor.

-Por favor - dice también su hermana, yo suspiro.

-Me estáis pidiendo que me aleje de mi mate, justo ahora que vuelvo a estar con él después de cuatro años.

-No te pedimos que te alejes de él, él puede ir contigo, y usando portales puedes desplazarte rápidamente, nosotras te podemos enseñar como...

-No, no hace falta, se me da de maravilla crear portales, fue uno de los primeros hechizos que aprendí después de saber controlar los elementos.

-¿Entonces qué decides?

-Dame un día para que pueda hablarlo con mi mate y mis amigos, ellos también podrían ayudar - ellas sonríen.

-Muchas gracias, mañana a esta hora estaremos aquí.

-Me parece bien, adiós.

-Adiós - dijeron las dos y se fueron por un portal que crearon.

Estoy confundida y no sé que hacer, bueno sí, se lo comentaré a Alex y al resto, es cierto lo que dicen, nunca busque a otro maestro, y lo que dijeron explicaría el porque mi magia es tan fuerte, y ellas me pueden enseñar a alcanzar mi máximo poder. Por ahora lo primero es lo primero, llegar a la mansión, rezar para que todos estén reunidos y hablar de esto, haber lo que pasa.

Pov. Fatima

Me encuentro en mi laboratorio, intentando mejorar las pociones que utilizaríamos para atacar las aldeas de las brujas blancas, ag, me dan asco esas brujas, con su luz y su paz y amor, son débiles, deben ser eliminadas y su magia destinada a una buena causa, mi causa.

-Maestra - me llama una de mis pupilas, que en este caso es mi hija Raquel.

-¿Qué sucede hija? - le pregunto sin despegar mi atención de la poción que tengo en el caldero.

-Las brujas de Lux.

-¿Qué pasa con ellas?, te recuerdo que las atacaremos dentro de poco - digo apagando el fuego y centrando mi atención en mi hija.

-Han pedido ayuda.

-¿A quién?, él único que las ayudaba era Sebastian, y ahora él esta muerto y su magia también - fue una lástima lo de su magia, Sebastian era un brujo con mucho poder, poder que me habría venido muy bien.

-No es del todo cierto.

-Explicate.

-Al parecer antes de morir Sebastian tuvo una aprendiz, es a ella a quien han pedido ayuda.

- Así que el viejo Sebastian tuvo una aprendiz, ¡que interesante! - después de todo su magia no se perdió, me sería muy útil - ¿ella sabe utilizar su magia?

-No, después de Sebastian no tuvo ningún maestro.

-Perfecto.

-Pero...

-Pero...

-Pero ella es la luna de Silver Moon, además hay rumores de que es cazadora, y una muy buena - maldición.

-Convoca a todas las brujas del aquelarre, tendremos una reunión a media noche.

-Como usted diga maestra - se inclina en señal de respeto y se va.

Esto puede ser un problema, si esas brujas la enseñan la magia y su mate les ayuda poniendo guerreros, eso podría fastidiar mis planes, una bruja cazadora ¿cómo es posible?, no dejaré que ninguna criatura se meta en mi camino, controlaré todo el mundo sobrenatural, ese es mi destino y eso es lo que pasará.

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