Capítulo 25

Pov. Alexander

-¿Qué pasa Paula? - digo restregandome las manos por la cara - ¿podemos hablar luego?

-No, no voy a decirle a Aitana que mi hermano está de flojera y que por eso su visita y noticia se puede retrasar.

-¿Qué le pasa a Aitana? - pregunto preocupado.

-Ahora te lo dirá, así que baja - dice y cierra la puerta.

Primero la visita inesperada de los chicos que me chafan la maravillosa mañana con mi mate, después la pelea con John que causó que mi mate se fuera, más tarde la misión de Aitana y la llamada de mi padre, y ahora esto, ¡¡QUÉ DÍA!!, pero lo mejor será bajar, no quiero hacer esperar a mi mate.

-Ya estoy aquí, ¿qué pasa? - miro a mi luna y la veo roja mirándome de arriba a bajo, agacho la cabeza y me doy cuenta que no llevo camiseta, la sonrío y ella se pone más roja si cabe y se tapa los ojos, a lo cual río.

-Ponte una camiseta - me dice mi luna, y no puedo evitar reírme aún más.

-¿Es que no le viste sin camiseta a noche? - pregunta Paula.

-No, llevaba una camiseta, y ahora me gustaría que llevase otra.

-Voy a por una, pero que no te avergüence, dentro de poco me verás completamente desnudo - como siga así su rojez superará a la de los tomates.

-Cállate y ve por una - dice aún con los ojos cerrados.

-Lo que diga mi luna - voy a mi cuarto, cojo la primera camiseta que veo y vuelvo con ellas - ahora que ya tengo la camiseta - otra vez roja - ¿qué pasa?

-¿Recuerdas que te hablé de un compañero obsesionado conmigo y que le dije que tenía mate?

-Sí, y no tenías, tienes.

-Tú ya me entiendes - hace una pausa - creo que Paula te dijo que esta mañana tuve una misión - asiento con la cabeza - no era una misión, la agente Fire, que te hablé de ella, en la misión que estaba les tendieron una trampa, las brujas estaban aliadas con vampiros, ella me llamó para avisarme, fui donde era la misión, pero necesitaba información y rápido así que...

-Así que...

-Así que le pedí ayuda a Shadow, aúnque imbécil, sabe conseguir información rápidamente, a cambio me pidió el nombre de mi mate.

-Y se lo diste para poder salvar a los cazadores - completé por ella.

-Así es, lo siento.

-No pasa nada, lo hiciste para salvar vidas, además me sé cuidar, como dije en el club, si intenta matarme, lo mato.

-Y como yo dije en el club, yo te ayudo a esconder el cadáver.

-Y yo también ayudo - se apresura a decir Paula.

-Hay algo más - dice mi mate.

-¿El qué? - pregunté, ella suspiro creo que resignada.

-Como dije, las brujas estaban aliadas con vampiros, estos tenían a todos los que sobrevivieron a la emboscada, que eran casi todos, yo maté a todos los vampiros y - hizo una pausa, sea lo que sea le cuesta decirlo, y yo no la metería prisa - ayudé a matar a las brujas, es más, yo maté a bastantes brujas.

-¿Eran malas esas brujas? - me imaginaba la respuesta, pero creo que ella misma tenía que librarse de sus culpas.

-Sí, ese aquelarre había matado a cientos de personas para sus rituales y pociones.

-Entonces no pasa nada - me senté a su lado y la cogí la mano - hiciste bien, salvaste a tus compañeros y te aseguraste de que esas brujas no volvieran a hacer daño.

La abracé, sentí que ella lo necesitaba, sé que me dijo esto para que haya confianza entre nosotros y lo agradezco. Ahora más que nunca no pienso dejarla, diga lo que diga mi padre o el mundo entero, y como ese idiota de Shadow intente quitarme a mi mate, acabará muerto.

-Será mejor que os deje solos - dice Paula y se va.

-Tranquila mi luna, nada ni nadie nos separará, y el que lo intente acabará muerto - mi luna se rió aún abrazada a mí, creo que este será uno de mis momentos favoritos de mi vida.

*****el día de la graduación*****

Hoy es el día de la graduación de mi hermana, mi luna y su amiga Sofia. Estoy muy nervioso, mañana volveremos a la manada, sé que a mi padre no le hace mucha ilusión, pero entre mi madre y yo le hemos convencido un poco. John y Mark lo llevan genial, John ya marcó a Mark, lo cual me dió mucha envidia, pero Aitana me dijo que si seguía así, dentro de poco ella llevaría mi marca, lo estoy deseando. No sé si es por ser mates o porque Aitana me ha hechizado, pero no puedo imaginar una vida lejos de ella.

Ahora mi hermana se está arreglando en casa de mi mate, ya que según las chicas nos quieren sorprender, allí está hasta Vanesa, la cual al igual que Sofia me han caído bien, ellas también vendrán a la manada. Y mientras ellas se arreglan allí, nosotros nos preparamos aquí, los tres vamos a ir de smoking. Mark va con un smoking negro, camisa negra y zapatos negros. John va con un smoking negro, camisa blanca y zapatos negros. Por mi parte, voy con un smoking gris claro, camiseta del mismo color, zapatos negros y una rosa roja que le regalaré a Aitana.

-¿Nervioso bro? - me pregunta John.

-¿Cómo no estarlo? - estoy más inquieto que nunca.

-Relájate, recuerda que mañana a esta hora puede que estés en la manada con tu luna.

-Eso es lo que me pone nervioso, tengo miedo de que a la manada no le guste mi luna y por ello, ella se aleje de mí o me rechace.

-Eso no pasará, Aitana es fuerte, ¿en serio crees que unas críticas harán que desista?

-No, pero...

-Pero nada, ahora vas a acabar de arreglarte, vas a subir al coche, vas a estar con tu mate y tu hermana, y lo vas a disfrutar.

-¿Desde cuándo tan maduro? - me burlo de él.

-Desde que estoy con Mark, aunque Paula me ha tenido que ayudar un poco.

-¿Qué Paula te ha ayudado?, no me lo creo.

-Pues creetelo, pues ha aprovechado para insultarme o regañarme cada dos por tres.

-Eso sí me lo creo.

-¿Nos vamos?, quiero ver a mi hermana y sus amigas - dice Mark apareciendo por la puerta.

-Ya vamos cariño, acaba y baja pronto - dice John y se va con su mate.

Ruedo los ojos, no puedo creerme el cambio tan drástico de John, antes era un mujeriego y un fiestero sin remedio, y ahora es más serio, y resultó que su mate es hombre, pero aún así lo aceptó muy bien, estoy orgulloso de él, ya que él es como mi hermano pequeño, y por fin vuela del nido, algo que espero que Paula nunca haga, nuestros padres quieren que encuentre a su mate, pero ni ella ni yo queremos, yo prefiero que sea mi pequeña para siempre.

Acabo de prepararme y bajo, Mark y John me estaban esperando en el salón, cuando llego los tres nos vamos al coche, yo voy de piloto, y ellos van en la parte de atrás cogidos de la mano. Arranco y nos vamos, el trayecto no es muy largo, apenas veinte minutos yendo algo lento, no hay prisa, la ceremonia no es hasta dentro de algo más de media hora.

Llegamos al lugar, Mark y John se adelantaron mientras yo aparcaba el coche, todo estaba muy lleno y con razón, los alumnos y alumnas de dos carreras se graduaban casi al mismo tiempo, primero anunciaban los diplomados de economía, y después los de derecho. Así que vería graduarse a Sofia y a mi luna, y después vería a mi hermana. Una vez aparcado el coche, entro al edificio y me guío por el rico olor de mi mate, no tengo que esperar mucho para ver una de las imágenes más hermosas del planeta.

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