Sisters.
— ¿Estas segura sobre esto? — Pregunto Lussuria viéndole con duda para luego ver la pista de obstáculos frente a ellos.
— ¿honestamente? Estoy empezando a pensar que quizás golpee mi cabeza y ahora mismo estoy teniendo un derrame y por eso esto luce como una buena idea. — Dijo sinceramente antes de colocarse en posición para antes de salir a correr. — Así que aprovechemos antes de que mi sanidad vuelva.
— Bueno... — Murmuró su amigo inseguro. — 3... 2... ¡1!— Grito y la morena salió corriendo.
Los primeros obstáculos fueron fáciles de evitar, pero a medida que se volvía difícil respirar y la adrenalina recorría sus venas podía sentir la punta de sus dedos cosquillear con una energía que pocas veces había usado o querido en su vida.
Vio como el camino se acababa frente a ella, en otra situación se habría detenido y buscado otra ruta, pero el punto del ejercicio era probar sus límites y poder tener un mejor control de sus llamas, así que tomando un salto de fe literalmente flexióno sus pies y salto.
El viento en su rostro y luego la energía que sintió encender su cuerpo, por un segundo estuvo en el cielo y fue... Perfecto, luego estaba cayendo pero las llamas en sus manos y las memorias que tenía de una vida como bailarina la hicieron aterrizar con gracia en el suelo para seguir con la pista, esta vez no evitando los obstáculos, sino que saltando sobre ellos, cada vez más alto y con más seguridad.
Pará cuando la pista se acabó, se vio así misma en el suelo riendo desde lo más profundo de su amigo, no recordaba sentirse tan bien en años, el aceptar sus llamas, el trabajar con ellas, era increíble.
— ¿Estas bien? — Pregunto Xanxus caminando hasta ella luego de ver su espectáculo desde la distancia.
— Estoy de maravilla. — Sonrió con honestidad haciendo ademán de levantarse y Xanxus extendió su mano para ayudarle. — Gracias.
— Deberías tomar un baño, la basura está por llegar. — Advirtió y aunque no quería mostrarlo la morena pudo ver algo de preocupación en sus iris rojizas.
— Seguro, no quiero ver a mi hermana después de tanto tiempo llena de tierra. — Asintió tomando una larga respiración sintiendo la misma energía que recorrió su cuerpo al saltar, ronronear feliz debajo de su piel, ella podía hacer esto.
——(0-0)——
Hime se sintió nerviosa viendo la mansión de Varia, pero esto era necesario si quería que su historia de amor con Giotto se llevara a cabo, ahora era cuando debía actuar como la buena hermana que era e intentar hacer a Tsu entrar en razón, tan sólo para que Xanxus la echara no dejándola con más opción que recurrír a su rubio hermano mayor y de ahí su amor floreceria.
— Te están esperando adentro. — Dijo el hombre del Mohicano y ella trago duro ante la gélida mirada que le estaba dando.
— Permiso. — habló con timidez que no fue tan fingida entrando al despacho viendo a Tsu sentada en la silla que le pertenecía al jefe de Varia... Esperen eso no estaba bien, ella si debía estar ahí, pero no sola, debía estar asustada en el regazo de Xanxus... ¿Acaso su plan no funcionó? Mordió el interior de su mejilla, no era tiempo de dudar. —¡Tsu-chan! ¡Estaba tan preocupada por ti! — Grito intentando acercarse pero los ojos de su hermana que brillaban de un eléctrico naranja la hicieron detenerse... Eso... Eso definitivamente no estaba en el juego.
—¿si? No veo porque, solo estoy visitando a un amigo. —Contestó viéndole con confusión y el naranja desapareció por un segundo. —a menos claro de que sepas de alguna razón por la que no estaría bien. — Llevó un dedo a su mentón. —Algo como hacerme ver como mi marido te consolaba a mis espaldas. — Su mirada volvió a ser peligrosa y ella trago duro.
— ¡E-Eso fue un malentendido! Solo estaba nerviosa... Por hablar contigo, y Fon me estaba reconfortando. — Se Defendió rápidamente y noto la mirada de su hermana parecer aproblemada.
—Eres una mentirosa horrible, me pregunto cómo no vi eso antes... —Murmuró apoyando su rostro sobre su mano. — Esto. — Las Señaló a ambas.— Tu usando me para lucir bien, como una escalera para llegar a donde sea que quieras hacerlo se acaba ahora.
—¿que...? ¿De qué estás hablando?
— Lo que oíste. — Se puso de pie sin apartar la mirada de ella. — por fin me di cuenta de que soy demasiado increible como para seguir lidiando con tu mierda, así que has lo que quieras, solo déjame fuera desde ahora.
— ¿Demasiado increíble? — Refunfuño con indignación. — ¡Tu no eres nada más que un personaje se—se callo al darse cuenta que lo que estaba diciendo no tendría sentido.
— ¿Un personaje secundario? — Completo por ella. — La diabólica hermana menor destinada a hacerte brillar más, lo sé. — Le vio los ojos con seriedad robándole el aire. — Pero esto no es un juego, es la vida real, por lo tanto puedo tomar mis propias decisiones, y ahora mismo decido no volver a dejar que me hagas daño, Hime. —Dijo su nombre de tal forma que la mayor sabia que no estaba abreviando su nombre, sino que estaba usando su nombre original.
— Tu... — Murmuró sintiendo sus manos temblar y se sostuvo de una mesa pequeña sobre la cual reposaba un florero que cayó al piso debido a sus temblores que hicieron temblar la mesa. — Esto no puede terminar de esta forma... Yo... — Susurro sintiendo sus rodillas débiles y caer al piso junto a los trozos del jardín.
— No tiene que terminar nada... Esto es una nueva oportunidad para ambas, deberías comenzar a tomar tus propias decisiones y dejar de seguir lo que un estúpido juego te dice que hagas. — Se acercó a su hermana extendiendo su mano en su dirección para ayudarle a colocarse de pie. — Podemos comenzar de nuevo... Esta vez juntas. — Ofreció con una ligera sonrisa, dispuesta a hacer borrón y cuenta nueva, ya que después de todo ahora mismo su hermana era la persona con quien compartía más cosas y con la cual podía ser honesta sin parecer una loca.
— ¿estúpido juego? Oh.. Ya veo... Tu también eres alguien especial. — Murmuró por lo bajo tomando su mano y Tsu iba a preguntar de qué estaba hablando cuando sintió algo penetrar su estómago.
Bajo la mirada viendo la mano ensangrentada de su hermana mayor sujetando un largo pedazo del jarrón roto, cuya punta se perdía dentro de su estómago.
—¡¿empezar de nuevo?! ¡¿Luego de todo lo que trabaje?! ¡No bromees conmigo! ¡Tengo que completar el juego! ¡Si lo hago! ¡Si lo hago... Seré especial también! ¡Y quizás... Quizás... — Murmuró apretando más el pedazo de jarrón enterrando lo con fuerza. — Quizás la podré ver de nuevo. — Susurro con lágrimas recorriendo su mejilla.
Al ver esas lágrimas y la desesperación en su voz, algo en su cerebro hizo click... Los muertos no tienen que lidiar con el dolor, los vivos por otro lado... Nunca se tomó el tiempo de pensar que significo su muerte para las personas a su alrededor.
— My angel... — Murmuró mientras caía al piso sintiendo la sangre salir de la herida a la vez que el sabor metálico se esparcia por su boca.
— ¿que...? ¿Q-Que dijiste...? — pestañeo varias veces, ese apodo... Esas palabras, no podía ser... ¿Cierto? — ¿Skye..? — Pregunto de forma tentativa recibiendo una sonrisa débil y ensangrentada como respuesta haciendo que sus ojos se abrieran con sorpresa. — ¡No! ¡No, no, no! ¡No... Puedo! ¡Lo siento! No lo sabía... —enseguida se tiro al suelo a su lado haciendo presión en la herida notando como su rostro comenzaba a perder color. — ¡ayuda! ¡Ayuda! ¡Por favor! — Grito desde el fondo de su garganta con desesperación. — No puedes morir de nuevo... No cuando finalmente te encontré.. Por favor...solo... Haré lo que hacía solo no me dejes sola de nuevo... — imploro con pesadas lágrimas cayendo por sus mejillas.
— Lo siento... —Contestó levantando su mano para acariciar su mejilla con suavidad a medida que el mundo a su alrededor se nublaba y todo se volvía borroso.
Memorias de una gran ciudad y direcciones confusas llegaron a su memoria. En ellas una tímida chica de cabello negro es la única que responde a su búsqueda por indicaciones ¡un ángel! Gracias a ella llegó a su presentación. Largas conversaciones por teléfono, sonrisas cómplices, sutiles abrazos y toques, una calidez inexplicable cada vez que veía su sonrisa... Ah... ¿Como pudo olvidar a su ángel? ¿A la persona que quizo como a su propia familia?
A su hermanita de otra madre.
Aclaraciones:
Hime y Skye tenían una estrecha relación en su primera vida, ya que aunque Skye era una persona sociable como siempre se mudaba no tenía amistades duraderas hasta que se topo con Hime, a quien quiso como una hermana menor, en el caso de Hime nadie le prestaba atención así que rápidamente se volvió muy apegada a Skye dependiendo emocionalmente de ella (y de sus juegos).
No esperaba que esto tomará este ritmo pero Hey, la inspiración llegó.
Los invito a leer Really, Still no a Hero! Se que les gustara y además pueda que suba el libro de super crossover pronto ya que lo tengo casi listo! Estaré atenta a sus comentarios y gracias por leer.
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