CAP 7: El arte del secuestro

POV HIPO

Cuando estaba saliendo, me habló Heather por un intercomunicador que teníamos los cuatro (creo que no os lo había comentado, lo siento había asuntos más importantes por el momento, ya sabéis, organizarse para salvar el mundo y todo eso).

-Hipo, no ha querido esperar y es bastante perspicaz, se está marchando - me dijo como si nada.

-¡Pero qué!?, ¿no podías al menos entretenerla un minuto? - la pregunté algo molesto.

-Quizás, pero no hubiese sido fácil y estoy segura de que se te a ti se te ocurrirá alguna idea para poder hablar con ella - contestó y sabía que ahora mismo tenía una sonrisa burlona en la cara.

-No es excusa, y tú misma me lo dices, tengo ideas pero normalmente no pueden describirse como buenas - salí en ese momento por la puerta y la volví a hablar ahora sin necesidad de usar el pinganillo - ya hablaremos de esto luego - la reclamé mientras me subía a Desdentao - alcánzala - le susurré a mi amigo.

-¡Buena suerte! - oí el grito de Heather y me reí por la actitud de Heather mientras desactivaba el pinganillo para que no me molestara durante mi charla con la Teniente.

Desdentao solo tuvo que avanzar unos cuantos metros hasta que la divisé por la calle, él había visto hacia dónde se dirigió tras ignorar a Heather, por lo que sumándole la velocidad de Desdentao, alcanzarla no suponía ningún reto - nos vamos a dar una vuelta amigo - le dije para que supiese qué tenía que hacer. Cuando la alcanzamos se giró supongo que para ver que se acercaba por su espalda y en ese mismo momento, Desdentao la cogió con sus patas - ¿la tienes? - le pregunté y él bajó la cabeza para confirmarlo y darme un rugido de afirmación como respuesta. Entonces alzó el vuelo en dirección a donde habíamos escondido al resto de los dragones y que nos serviría de base por el momento - ¡Pero qué crees que haces! - gritó molesta y removiéndose pero a la vez agarrándose fuerte a las patas de Desdentao (no le gustan las alturas) deduje - ¡Bájame ahora mismo! - gritó esta vez.

-¿Estás segura de eso? - pregunté con burla por el sentido literal de su reclamo.

-¡Por supuesto!... ¡Espera, no no no, por favor no lo hagas! - rectificó sus palabras y se agarró aún más fuerte a Desdentao cuando pensó mejor lo que había pedido. Noté un pequeño matiz en su voz, por lo que decidí no molestarla más y con un par de toques, Desdentao me entendió y empezó a inclinarse hacia la izquierda para dar una vuelta sobre sí mismo, y lanzó a la chica de forma que al recuperar la posición ella quedó sentada justo detrás de mí.

-Tranquila, no te va a pasar nada aquí - la hablé mirándola directamente para que tranquilizase un poco su respiración que se había vuelto un poco acelerada tras la acrobacia - agárrate a mí - la indiqué para que se sintiese más estable. Sin embargo, se pegó por completo a mi espalda y cerró con fuerza los ojos para luego decir:

-Bájame de aquí por favor - lo susurró tan bajo que solo la escuché porque estaba literalmente pegada a mí, volví a oír el mismo tono de antes, en esa voz había verdadero miedo, pánico, así que hice que Desdentao volase bajo y sin ningún tipo de movimiento brusco hasta llegar a nuestro campamento.

Al aterrizar me fijé en que no habría los ojos, así que la cargué y nos bajé a los dos de la silla. Cuando tocó el suelo con los pies por fin abrió los ojos, se separó de mí y solo con ver esos ojos azules que brillaban ahora de furia, aún sin conocerla supe que me esperaba una buena.

-¡Eres estúpido o cuál es tu maldito problema! ¡¿Te parece normal secuestrarme y llevarme por el cielo en un dragón hasta donde Cristo perdió el mechero!? - efectivamente, había provocado una buena tormenta y lo único que se me ocurrió responder servía para aumentarla.

-¡Lenguaje! - la recriminé - aunque me ha gustado esa expresión, se están perdiendo.

-¿Y eso es lo que se te ocurre responder? - me preguntó con ira mientras se acercaba a mí, yo le hice un gesto a Desdentao que estaba a punto de ir a por ella para defenderme, por lo que permití que me golpeara en el pecho hasta que empezó a disminuir la potencia de los golpes y aproveché para sujetar sus muñecas y que me prestase atención.

-Lo siento, ¿vale?, quería hablar contigo pero Heather me había dicho que no querías así que se me ha ocurrido esto. No había pensado que pudieses tener miedo a las alturas. Lo siento de verdad - le dije lo más sincero posible.

-No tengo miedo a las alturas. Llámame rara, pero no me gusta que un dragón me agarre contra mi voluntad y empiece a volar - me dijo tratando de recuperar la compostura por completo en un intento fallido de negar lo que había pasado.

-Te he visto, no te has bloqueado hasta que te he dicho que te soltaba desde lo alto, no te sirve de nada ocultarlo, pero lo dejaré pasar si a ti te ayuda en algo - por lo poco que había visto de su forma de actuar me di cuenta de que trataba de mostrarse invencible, así que no aceptaría lo que había ocurrido hace unos instantes - puedes estar tranquila, no te van a comer, prácticamente todos los dragones se alimentan de pescado o como mucho de hierbas.

-¿Van? - al parecer fue entonces cuando se detuvo y observó que estaba rodeada de más dragones, y abrió los ojos sorprendida, pero no tardó en volver a poner su atención en mí - Lo sé, no soy estúpida, sé que no me va a comer. Desde que empezaron los rumores he investigado sobre los dragones, conozco su alimentación o al menos la que se supone que es su comida. Yo hago cosas, no me creí tu amenaza, no soy como los ignorantes que había en esa sala.

-Lo sé, y como estoy seguro que eres inteligente, sé que no trabajas para Drago, por eso quise que escuchases toda la reunión y por eso también te voy a pedir que seas mi persona de confianza en la Colonia. Obviamente no me van a contar todo lo que vayan a hacer, y quiero que nos lo cuentes tú en su lugar, ¿qué me dice Teniente? - como siempre, fui directo al grano.

-Me alegro de que te parezca una persona que inspira confianza, pero a mí no me transmite lo mismo una persona que no muestra su cara y que me ha secuestrado - respondió con sarcasmo en su voz.

-De acuerdo, es una solicitud justa - sabía que lo tendría que hacer antes o después y quería que ella también confiase en mí así que me quité el casco - que te parece si ya que queremos confiar en el otro me dices tu nombre a cambio del mío - le pregunté levantando la mano para presentarnos oficialmente.

-Astrid Hofferson.

-Un placer Astrid, yo soy Hipo Haddock - estrechamos la mano y esperé a ver si hacía la no tan inesperada pregunta.

-¿Haddock? Me resulta conocido, ¿quién eres exactamente? - me miró con una verdadera intriga que adornaba su rostro.

-Ya has visto como va esto, un favor por otro, ¿de acuerdo? - asintió - bien, quizá se te haga aún más conocido el nombre de Estoico el Vasto, también conocido como Estoico Haddock - asintió a la vez que abría los ojos - sí, soy hijo del líder de Alaska - respondí como si no fuese nada - Bien, me toca, ¿por qué intentabas esconderte detrás de aquellos dos hombres en la reunión? - esa pregunta no había dejado de rondar mi cabeza.

-Por nada en especial, me gusta no llamar mucho la atención mientras observo lo que pasa, y tener el uniforme de Teniente con mi edad siempre destaca sobre las demás personas - se encogió de hombros al terminar. Tenía sentido su motivo - Se especuló mucho con tu desaparición, la noticia anduvo por todo el mundo durante un tiempo considerable. ¿Qué te pasó, por eso ocultas tu cara? - continuó con las preguntas.

-Es una buena pregunta, aunque tiene un precio alto - dije más para mí mismo - Simplemente me marché, no quise continuar en aquel lugar y me fui, no tiene más complicación, bueno tal vez sí, pero por ahora no es necesario entrar en detalles. Y sí, no quiero que sepan quién soy en realidad - respondí sin querer entrar en detalles - No parece que te dejes amedrentar por nada, por eso no pensé que pudieses tener pánico a las alturas... Porque sí, lo tienes - añadí cuando observe que iba a volver a negar lo obvio - ¿qué pasó para que llegases a ese nivel de temor? - pregunté con curiosidad. Hubo un momento de duda en su mirada, pero estaba empezando a confiar en mí y sabía que la tocaba pagar por su última pregunta así que con un suspiro inició la explicación.

-Como sabrás no es fácil llegar a donde estoy, y ya desde pequeña tenía cierto "respeto" a las alturas, pero una de las pruebas para puestos superiores a un simple soldado raso, era saltar de un avión, no abrir el paracaídas hasta una determinada altura y aterrizar en un punto. No lo había tenido que hacer antes porque como he dicho un soldado raso no lo necesita mientras no pertenezca al ejército del aire, pero un teniente debe estar preparado para todo, y para mi mala suerte habían ciertas personas a las que no les interesaba que me graduase para el puesto, por lo que me hicieron creer que mi paracaídas no iba a funcionar. Por un momento entré en pánico, al final resultó que el paracaídas sí funcionaba y pasé la prueba, pero... - noté que estaba recordando el momento, tenía la vista perdida y empezaba a titubear un poco.

-Eh, está bien, es suficiente, no necesito saber más. Aunque quiero que sepas que nunca juzgaría a nadie por algo así, ¿entendido? - pregunté mientras hacía que mantuviese contacto visual sujetando sus mejillas. No sabía por qué, pero me había salido de forma natural para que me mirase directamente y a ella no pareció molestarla - Lo primero de todo, no pretendo hacerte daño, así que no pienses ni por un segundo que soy capaz de hacerte eso. Nunca te avergüences de tener miedo, todos lo tenemos; créeme, he intentado lo de parecer inquebrantable y no funciona, debes confiar en ti misma y seguir avanzando. Por último, cuando quieras hablar más sobre esto o algo similar quiero que sepas que estoy aquí, ¿vale? No dudes en decírmelo - terminé de hablar sin cambiar ni un segundo nuestra posición. Todo lo que acababa de decir al igual que mis movimientos habían salido sin pensar, pero estaba completamente seguro de que no me arrepentía, de hecho me alegraba de haberlo hecho.

-Gracias... - dijo en un tono bastante bajo.

-No tienes que darlas. ¿Te esperan allí? - pregunté, a lo que negó - bien, acompáñame vamos a cenar algo y te dejo descansar, ya es algo tarde - asintió sin decir ni una palabra y me acompañó. Durante la cena la estuve explicando aún mejor cómo pretendíamos detener a Drago y cómo nos podía empezar ayudando ella. A pesar de que se observaba claramente que estaba cansada, escuchó todo lo que la dije atentamente y me demostró que lo entendió a la perfección. Al acabar la llevé a la tienda que me había montado para descansar, llevábamos varios días ahí estudiando los alrededores de la zona para saber cómo preparar una defensa adecuada.

-Descansa, mañana seguiremos con todo esto - salí de la tienda y empecé a buscar a alguien con la mirada hasta que la encontré, una nadder que era gran amiga de Desdentao y que nos había acompañado desde el día que encontré a mi gran amigo. Confiaba en ella casi tanto como en Desdentao, así que la mandé a que vigilara y cuidara a Astrid, por experiencia, cuando se rememoraba un recuerdo tan oscuro, significaba una larga noche. Luego me dirigí a ver a los chicos y comprobar lo que ya suponía, ya se encontraban descansando en sus respectivas tiendas, había sido un día un tanto largo y ya era bastante tarde, por tanto me dirigí a mi tienda y me acosté con Desdentao a un lado de la puerta esperando poder descansar bien para empezar con todos los preparativos al día siguiente.

----------------------

Perdón por la tardanza, como compensación vengo con un capítulo más largo. Además, ahora en estos días que tengo más tiempo intentaré trabajar en la historia y quizás suba algún capítulo extra. Nos vamos leyendo, por ahora, felices fiestas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top