Capitulo 3
Naturalmente, a las 12 de la noche, yo no me encontraba en la escena, sino que me encontraba durmiendo en mi cama. Recién al día siguiente, al interrogar a los vagabundos, me había puesto al tanto de los pormenores de lo sucedido a medianoche.
Según los testigos, sucedió esto. De los ocho linyeras, cinco se aventuraron a golpear la puerta de la casa O'LLOE, con la escusa de pedir una limosna. Ellos intuían que de alguna forma estaba relacionada esta casa, con el asesinato de su compañera.
Más tarde, los tres vagabundos, que se habían quedado en el callejón y que aguardaron el regreso de sus cinco compañeros por un tiempo prudente, hicieron una ronda de búsqueda al ver que no respondían a sus llamados y gritos.
Aparecieron, los cinco, a las 7 de la mañana del día 16, asesinados frente a la puerta de la casa. de hecho, descuidadamente en el marco de la puerta cerrada, colgaba un trozo de andrajosa tela, correspondiente al abrigo harapiento de uno de ellos. El asesino sería, sin lugar a dudas, un propietario de aquella enigmática casona. Y esta conclusión era más que evidente y obvia.
"El Matutino", no había perdido su oportunidad: "...7 de la mañana y el Callejón Crimen se cobra 5 víctimas más; en este caso, compañeros de la difunta Margarita Velázquez, asesinada el día anterior. Fueron vistos por ultima vez al aventurarse a la vieja casa de la calle O'LLOE, para interpelar al propietario..." El diario "Amanecer" aportó lo suyo: "...descubriendo así que estos propietarios estarían, sin dudas, implicados en el asesinato de la señora Margarita Velázquez al encontrar, como evidencia, un trozo de harapo perteneciente a una de las víctimas, en la puerta de..."
"El Vespertino": "Según el médico forense Esteban Rodríguez, a cargo de las autopsias de todos los cadáveres, todos presentan heridas producidas por una misma arma homicida: un cuchillo de aproximadamente 5 pulgadas de grosor y 15 centímetros de largo. Todos presentaban heridas cortantes y punzantes tanto en el estómago como en la espalda, cerca de la cadera. Esto implicaría una persona de baja estatura o de postura agazapada, por la posición de las heridas."
Después de ponerme al tanto de estos últimos acontecimientos, me dediqué a recorrer junto a Yiyo, algunos puntos clave para recaudar cierta información adicional que pudiera servir para esclarecer el caso. Era también una cuestión de ir ganando tiempo.
Esta mañana, al enterarme de lo sucedido, el área de la policía en conjunto con el forense, solicitamos al juez de turno una orden de allanamiento para ingresar en la casa O'LLOE con la fuerza policial y realizar las detenciones de rutina. Habitualmente estos trámites burocráticos entre diferentes áreas y dependencias judiciales, demoraban varios días.
Realizamos una serie de interrogatorios:
Joaquín Salvo, 25 años de edad, vive solo con su novia en el segundo piso de un edificio frente a la calle O'LLOE, en la misma manzana del callejón en cuestión: "...no, yo nunca observé mucho el paisaje que se ve desde acá... (risas de él). Lo que sí le puedo decir, oficial, es que nunca vi a nadie entrar o salir de esa casa. Es más, para mí que está deshabitada. no recuerdo haber visto luces durante las noches... Quizás, ahora que usted me está preguntando sobre esa vieja casa, me fije más detenidamente si veo algo. si me deja su nro. de teléfono, lo puedo llamar si hay algo importante...
Ana María Garriti, 23 años de edad, fue a la comisaría para declarar como testigo, de una escena que pudo presenciar: "...Vea, oficial, yo vine por lo siguiente. Vea que yo pasaba por la calle O'LLOE porque tenía que ir a ver a una amiga. Recuerdo los vagos que vi acostados en el callejón. En el medio dela calle caía un chorrito de agua, recuerdo que llovía y yo iba con mi paraguas. al intentar esquivar el chorrito de agua, miré hacia arriba y recuerdo que vi a alguien que miraba desde arriba por la ventana, muy poco iluminada. Me llamó la atención que cuando miré, la persona se alejó de la ventana, como ocultándose. Y después vinieron... usted sabe... todos esos crímenes horribles... "-Al preguntarle sobre la posible edad o género o alguna indicación de la persona que observaba por la ventana, dijo: "No puedo asegurar nada. Recuerdo que me llamó la atención la figura en sí, que solo pude verla unos segundos. Todos dicen que está abandonada esa casa, pero yo vi a alguien ahí...-
Gracias a estos testimonios, sabíamos que algo raro sucedía allí. No habían luces por las noches ni gente entrando o saliendo de la casa, lo cual ayudaba a pensar que en verdad estaba deshabitada. Pero esto último echaba por tierra esta versión. Las implicancias más evidentes me llevaban a pensar que una o varias personas sospechosas, estarían ocultándose en esta vieja casa. En realidad no importaba si las víctimas eran vagabundos, gente adinerada, ancianos, hombres, mujeres o niños. Ahí dentro había por lo menos un asesino. Alguien que mató a seis habitantes del callejón y probablemente a muchos anteriores más, que le dieron su nombre al callejón crimen.
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