Valeria continuó saliendo con Matías durante un año, durante ese lapso de tiempo se llevó a cabo el juicio contra el empresario. Seis meses después, justo cuando el juicio estaba por llegar a su fin declarando a Río culpable y a su mujer cómplice, el magnate apareció asesinado en su celda. El médico dijo que se suicidó con las sábanas de su cama, puesto a que fue lo único que había en su celda que pudiera ser usado con estos fines. SIn embargo, el juicio continuó contra su mujer, el tribunal quería darles a las víctimas la posibilidad de contar su historia. 

Ahora era el turno de Lancy. Ella se encontraba sentada en el estrado, Valeria estaba sentada junto a Matías entre el público, la joven pareja se encontraban tomados de la mano.

Lola estaba relatando los horrores que había vivido en esa casa. A Valeria se le llenaron los ojos de lágrimas, que cuando cayeron le dejaron un rastro negro en su rostro. Matías acarició su mano para luego apretarla con fuerza, conteniendo el dolor del recuerdo de sí mismo con Río. Él ya había contado su historia hacía dos días. 

Cuando terminó el juez dijo.

- Esto es todo por hoy, vayamos a corto intermedio.

Valeria se reunió con Lola esa tarde en su apartamento a tomar café y conversar de la vida. Las dos habían seguido en contacto y se habían hecho amigas. Ella había estudiaod medicina. 

Existía una especia de acuerdo silencioso entre ellas de no hablar de lo que vivieron en la mansión de Río. Aun dolía demasiado para ambas.

- ¿Cómo van las coasa con tu hombre? - le preguntó Lola.

- Muy bien, ya llevamos un año en pareja - respondió ella orgullosa de su relación -. Por fin estamos logrando algo serio, quiero vivir con él pero siento que es demasiado pronto. 

- Eso depende de ustedes.

- ¿Qué hay de ti? ¿Hay alguien a quien mires con otros ojos?

- Podría decirse. Es un joven que está haciendo la residencia de médico conmigo. Se llama Nicolás Barco.

- ¿Es lindo? Bueno, para ti debe serlo.

- ¡Lo es! No se parece en nada a los chicos con los que he salido antes. Es simplemente incríble. Es muy amable, divertido y es todo un caballero. 

- ¡Me alegro mucho por ti! De verdad. Te mereces algo de felicidad después de...ya sabes...lo de aquel monstruo. 

- Creo que tú también mereces ser feliz. Estoy orgullosa de todo lo que has logrado. ¿Quién iba a pensar que las cosas acabarían así?

- ¿Quién iba a pensar que alguien es capáz de hacer el daño que nos hizo? 

Las dos se quedaron en silencio mientras la música de fondo sonaba.

- Me encanta esta canción. Habla del feminismo y hace una crítica al patriarcado - dijo Lancy.

- Me gustan las metáforas que usó la cantate. ¡Tiene mucho poder de chica!

- ¡Mucho poder de chica! - gritó su amiga.

- Va a escucharte mi vecino del apartamento de al lado ! - dijo Valeria entre risas.

- Lo sé, pero no me importa. Quiero ser feliz.

- ¡De acuerdo! No me voy a interponer.

Las amigas rieron y cantaron un rato. Luego retomaorn la charla. 

Esa noche, Matías iría a cenar a casa de Valeria. Ella amaba ese tipo de citas, porque le encantaba pasar la noche con él. 

Cenaron y luego se dirigieron a la sala con la excusa de ver una película, pero en realidad acabaron besándose apasaionadamente y acariciandose en el sofá. Justo cuando él estaba encima de ella, Valeria apagó la televisión y ambos se dirigieron a la habitación de la joven. 

Luego de estar juntos durante un buen rato y luego otra vez, la preja de jovenes descansaba en la cama, sudorosos pero felices. Valeria estaba acostada junto a él, Matías la abrazaba con uno de sus brazos al rededor de sus hombros y el otro al rededor de su cintura. Ella le dibujaba pequeños círculos en su pecho moviendo letamente los dedos.

- Hace un tiempo que quiero decirte algo - dijo ella.

- Te escucho, mi amor - dijo él.

- El último año contigo ha sido increíble. Había pensado que tal vez podríamos mudarnos juntos. ¿Qué dices?

- Me parece muy buena idea. Ya es hora de dar el siguiete paso. Muero de ganas de que seas lo  primero que veo al despertar y lo último que veo al irme a la cama.

- ¡Te amo con locura!

- ¡Te amo más! - dijo él bésandola.

Se separaron y Valeria se acurrucó junto a él. Antes de que ella lo notara él se había dormido. Valeria lo observó enternecida durante un rato. Le encantaba la paz que le transmitía verlo dormir. Le parecía muy tierno. 

Bajó la mirada hasta la línea en forma de v que se la formaba en el abdomen bajo, luego sus marcados abdominales y su trabajado pecho. Se senía la mujer más afortunada a su lado. Él la hacía muy feliz.

Su novio además de ser muy atractivo era amable, divertido, sincero, valiente y muy inteligente. tanto, que  aveces nadie entendía sus chistes. Eso le divertía aun más a Valeria. 

Besó su mjeilla y se acurrucó nuevamente a su lado para dormir. No podía esperar a ver qué más le deparaba la vida junto a él.