Duerme conmigo
-Oye Jimin, ¿estas seguro que esta bien que estemos aquí?
-¿Alguna vez te he mentido?
-No, jamas lo hiciste pero... Mamá podría preocuparse
-Tu mami siempre se preocupa por todo, eso no es noticia nueva- recriminó
Jimin tenia razón, mamá tenia una enorme manía por preocuparse de cada cosa del mundo "que esto es muy alto, que puede ser muy profundo, que es peligroso, bla bla bla"
-Oye Jimin, no corras ¡Esperame!
-Apurate pareces una abuela tortuga- río agudamente mientras desaparecía entre la frondosa vista
-Jimin, ya me cansé- respiré agitado acomodando mi overol- ¿a donde me quieres llevar?
-Solo un poco más y verás- me regaló una de esas sonrisas dulces que inflaba sus mejillitas
La frenética carrera terminó por introducirnos aún más entre el follaje, tanto así que si giraba y miraba a mi al rededor no podía distinguir por donde habíamos entrado. Tragué un poco de saliva e ignoré la presión en mi pecho.
-¡Jimin! ¿Donde estas?- grité ofuscado
-Aquí Yoongi, ¡solo un poco mas!
¿En que bendito momento me dejé arrastrar en esta locura?, mi madre me matará, no solo eso, no me dejara jugar con la computadora en meses, pero es que era imposible decirle que no a Jimin y mas aún cuando ponia esos ojitos de alcancía e inflaba las mejillas poniéndose mas rosadas de lo que son. Y aunque me encantaba verlo hacer esos gestos lo que venía después de eso significaba para mi semanas de castigo, días y días de sentarme a charlar con mi madre sobre lo que había ocurrido y ¡vaya que esa mujer no entendía nada!
-¡Llegaste Yoongi bongi!- se lanzó hacia mi envolviendo mi cintura con sus manitos regordetas
-Ya estoy aquí Minie- despeiné su cabeza- ¿que es lo que querías mostrarme?
-Mira allí arriba hyung- señaló arriba del ombú frente a nosotros- aquí viviremos desde ahora- sonrió emocionado
Dirigí mi vista a la copa del árbol, dejando caer mi mandíbula ante la majestuosa casa del árbol que aparecía frente a mi
-¡Wow!- sonreí igual de emocionado que él
-Ven hyung no te quedes ahí, hay que subir-
-¿De donde salió todo esto?
-¿Te gusta? La encontré mientras paseaba por aquí el otro día. ¡Está abandonada!- su emoción me conmovía
Jimin tomó mi mano y me dirigió hasta una serie de tablas que simulaban una escalera, el subió primero dejándome a mi atrás.
No me alcanzaban los dedos para contar la cantidad de veces que este niño me ha llevado por "aventuras" como él las llamaba y terminaba metiéndome en problemas, pero es que el solo hecho de estar junto a Jimin era una aventura mágica.
La casa del árbol estaba sucia, había polvo y heces de quien sabe que animales por el piso pero el pequeño Jimin se veía entusiasmado y no quería ser yo quien destruyera sus ilusiones.
-Muy bien Jimin- pasé mi brazo por su hombro- ¿y ahora cual es el plan?
-¿Trajiste lo que te pedí hyung?- se giró a mirarme y pude notar el brillo en sus ojos mientras hablaba ¡Quien sabe cuantas locuras estará imaginando!
-Así es, sabes que nunca te fallaría Jimin- me quité la mochila y buscando un espacio parcialmente limpio la vacié dejando caer los snacks y por último las mantas con la que nos cubriríamos esa noche
-¡Oh Yoongi bongi esta si que será una súper aventura!- su vocecita estaba cargada de alegría
Jimin era el único amigo que pude conservar en toda mi vida, los demás niños no se acercaban a mi y difícilmente podía mantener una conversación aunque quisiera pero cuando lo conocí a él todo fue diferente, el permaneció a mi lado a pesar de todo. Aunque tuviera ocho años y yo once, podía relacionarme con él como si tuviéramos la misma edad. Nos acostumbramos a hacer todo juntos y aunque quisiera ya no sabría vivir sin él.
-Oye Minie- lo llamé- si vamos a vivir aquí hay que limpiar y uno de nosotros debe buscar más comida antes de que se acaben las proviciones, aunque....- pensé- creo que eso lo haré yo porque soy el mayor aquí mientras tanto tu puedes limpiar
-Limpiar es para niñas hyung- hizo un puchero tierno
-Lo sé- reí - y tu serias una linda niña- le guiñe un ojo
-¡Kya! hyung no me digas eso- se sonrojó
-¿Pero que tiene de malo? mira tus mejillas rojitas- lo acaricié- y esos bonitos labios rosas, podrías ser una buena esposa mientras yo, el macho alfa, trabajo por los dos- reí alegremente ante su mirada vergonzosa
-Yoongi bongi siempre me toca ser a mi la niña, ¡también quiero que hyung sea la niña alguna vez!- zapateo berrinchudo
- Ya ya, no te enojes pequeño, esta vez no serás la niña- presioné su mejilla
Observé atento el lugar tratando de elegir por donde empezar a limpiar, tomé dos ramas de árbol con varias hojas y comencé a barrer mientras Jimin intentaba apilar unos cajones.
-¡Listo! ¿Así está mucho mejor verdad Jiminie?- observe orgulloso el trabajo que habíamos hecho
-Si- dijo emocionado mientras aplaudía alegre- pero ya oscureció y tengo un poco de frío
-¿Asi es como quieres vivir aquí Jimin? Debes ser fuerte, la selva no es para todos, solo los mas fuertes sobreviven- fingí la voz de un hombre mayor
-Pero esto es un bosque, no una selva
-Si, ya ya, es casi lo mismo, solo que cambias los leones por los osos- rodé mis ojos
-¡Osos! - su cara palideció y puedo jurar que sus pelos se crisparon-¡Hyung!- corrió hacia mi y hundió su rostro en mi pecho
Reí ante su reacción, era tan lindo
- No seas niña Jiminie, aquí esta tu hyung para protegerte- besé su alborotado cabello
-¡Gracias hyung!- habló aun enterrado entre mis costillas
Estiré una manta en el piso y la otra sobre ésta simulando una cama, me senté y palmee a mi lado para que Jimin se sentara junto a mi pero antes de que terminara él ya estaba pegado a mi brazo comiendo las botanas que había conseguido.
-¿Te gustaron verdad?- sonreí viendo su cara embarrada de chocolate
-Están riquisimas, estas son mis favoritas- habló con la boca llena
-Lo sé, por eso las traje
La oscuridad nos cubria casi por completo, solo la luz de la luna llena se filtraba por las pequeñas aberturas entre la madera y la brisa nocturna lo hacía tiritar. Podía ver su rostro entre los pequeños rayos de luz y sentía su respiración salir de su boca creando un poco de vapor
-¿Jimin? ¿Tienes frío verdad? Acercate mas a mi para darte calor- lo tome por la cintura moviendolo hacia mi pecho
-Hy- ung- tiritó- siempre hueles tan bien- murmuro- quiero quedarme a tu lado por siempre
-Siempre estaremos juntos Jiminie, jamas te dejaré
-¿Estas seguro hyung? Creo que en algún momento crecerás y te olvidarás de mi-
-Eso no pasará Jiminie, pero tu tampoco debes dejarme ¿lo prometes?
-Jamás te dejaré hyung, aunque a tu mami no le guste que seamos amigos porque siempre te metes en problemas por mi culpa
-Ella no entiende nada pequeño Jimin, pero tú y yo vamos a estar juntos por siempre- estiré mi dedo meñique hacia él quien no tardó en entrelazarlo con el suyo
-Guarda esto Yoongi bongi- estiró su manito hacia mi depositando una tira de hilos de colores - es un símbolo de nuestra amistad- mostró sus dientes al sonreír
-Lo guardaré por siempre- devolví la sonrisa y coloque la pulsera de hilo en mi muñeca ajustandola para no perderla
-¿Hyung?- clavo sus ojitos en los mios
-Dime
-¿Me amas?- pude notar el rubor en sus mejillas
-¿Que preguntas son esas?- reí
- Solo es una pregunta, hemos estado juntos hace mucho tiempo y yo solo quería saber si Yoongi hyung ama a Jiminie- jugó con sus deditos nervioso
-Claro que Yoongi hyung ama a Jiminie- levante su barbilla- claro que te amo Jiminie
La sonrisa de Jimin no tardo en aparecer y sus ojos brillaban más que nunca, como cuando papá abraza a mamá y le dice que la quiere y luego ellos se besan. Tal vez yo debería... ¿deberia besar a Jimin?
Su mirada estaba fija en mis ojos y pude notar como sus labios vibraban entreabiertos, su respiración a chocolate salia cada vez que exhalaba y sus cachetes estaban pintados de un rosa inigualable que provocaban apretarlos, era un bebé.
-¿Yoongi bongi?- su mirada seguía inalterable sobre mis ojos
-Dime, Minie...
-Jimin también te ama
Me sonroje por completo y sentí como si muchos escarabajos subiera por mi panza hasta mis dedos que me obligaban a acercar mas a Jimin a mi cuerpo y...
Presioné rápidamente mi boca junto a la suya como lo había visto hacer a mis padres. Escuché un quejido de su parte así que lo solte rápido, sus ojitos estaban cerrados y mi boca temblaba.
-Otra vez hyung- dijo sin abrir los ojos, esta vez con la voz muy debil
No lo pensé y volví a hacerlo, esta vez durante más tiempo, su boca era suave y tibia y su respiración me hacia cosquillas en la mejilla. Ya no sentía frío y podía escuchar el corazón de Jimin entre el sonido de los grillos y los animales del bosque.
Lo solté muy suavemente. Y presioné su cabeza en mi cuello
-Gracias Yoongi bongi
🐻
-¡Yoongi! ¡Yoongi! ¿Donde estas hijo?
-¿Mama?- abrí los ojos aun adormilado escuchando los gritos lejanos que venían de afuera
Me levante rápido de la improvisada cama y me acerqué a la puerta sacando medio cuerpo hacia afuera
-Mamá aquí estoy- hice una seña
La cara de preocupación de mi madre cambió a una de alivio, llevaba un saco enorme y se envolvía ella misma con sus brazos, tenia cara de no haber dormido en toda la noche
-Min Yoongi baja de ahí en este instante- su voz de sargento apareció- ¿que te he dicho sobre estas cosas?
-Mamá, no te enojes, esta es nuestra nueva casa, Jimin y yo viviremos aquí desde ahora- dije bajando por las escaleras dirigiéndome hacia ella buscando una pizca de comprension en su mirada
-Yoongi- su voz dulce apareció arrodillandose hasta quedar a mi altura.
Cuando llegue a ella acaricio suavemente mi cabeza, su mirada ahora lucia derrotada, cansada. Buscaba mis ojos con los suyos como si quisiera ver dentro mio
-Otra vez estas con Jimin eh?- hablo dulcemente
- Si, de hecho esta durmiendo ahora mismo- sonrei pensando en el cachetón
-Bebé...- me llamo mientras enrulaba un mechón de mi cabello con sus dedos- ¿cuantas veces debo decirte que Jimin no existe? El no esta aquí... Es solo producto de tu imaginacion
Otra vez con lo mismo
-Mama eso no es verdad, el si existe, estuvimos juntos toda la noche, el encontró esta casa para que vivamos juntos por siempre- quería llorar, ya perdí la cuenta de las veces que se lo he explicado
Se paró de un solo movimiento y tomó mi mano con fuerza
-Iremos a casa- sentenció
-Pero mamá, él esta ahí... - rogué resistiendome a su tiron- ¡Jiminnie! ¡Sal! Muestrale a mamá que no miento- mi voz esta a punto de quebrarse- ¡Jiminie!- llamé nuevamente mientras era arrastrado por mi madre camino a casa
Me resigne a volver con ella, pero antes de perder de vista la casa del árbol pude ver los ojitos de jimin asomándose desde arriba, miré la pulsera de hilo de colores que colgaba de mi muñeca y sonrei más tranquilo.
-¡Recuerda tu promesa Jiminnie!- alcance a gritar con fuerza pudiendo ver su dulce sonrisa desde la casa del árbol...
🐻
FIN
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