-Namjoon me dijo que... te había hecho un tatuaje...
-Si....-Sonrió.- Es hermoso
-Me imagino.- Musitó sonríendo, con las manos en el volante.
-¿Quiere verlo?
-¿Puedo?
-Si, claro.- Dijo ligeramente nervioso, mientras se desabotonaba la camisa de forma lenta dejando expuesta su clavícula, y lo encontró con la mirada, precioso y colorido, más aún porque el contraste de aquel color púrpura con su piel pálida hacia resaltar la hermosura de la obra.
-Ese bastardo... sólo sabe hacer cosas hermosas...
-¿Le gusta?
-Si, mucho... se esmeró de verdad... es de los mejores que ha hecho
-Gracias...
-Aunque no el mejor....- Dijo bajando el cierre de su chaqueta y tras ello comenzó a desabotonarse la camisa, ruborizando a Jin, que encontró con la mirada un lobo de gruñía, pasando por su pecho, hasta su hombro
-Wo...-Musitó Jin completamente maravillado, y sin darse cuenta pasó su dedo por una de las líneas, poniendo por primera vez en mucho tiempo, nervioso al chico de tez palida, porque nadie se atrevía a tocarlo desde la secundaria, sólo Jimin.-¿ Dolió...?
-Como el demonio...-Dijo tomando su mano por inercia, sintiendo la suavidad que tenían sus dedos, y su mirada fija, enorme, inmersa en el tatuaje
-A-ah, perdóneme, lo hice sin pensar...
-No... importa...-Dijo sin mirarlo, y acto seguido se fijó en el semáforo, que por fin marcaba el verde.-el tráfico ya bajó...
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El toque de su mano había hecho que se sintiera un poco raro, no estaba nervioso, tampoco avergonzado, sólo... raro, y no sabía porqué, por eso lo siguió en silencio, empujando el carrito vacío sin mucha prisa, perdido en sus pensamientos, y en las expresiones que a veces el castaño hacía, como las de un niño que descubre un mundo nuevo
-Este lugar es giganteeeeesco.- Exclamó Jin viendo todos los pasillos iluminados y con estantes repletos a su alrededor.
-¿Nunca habías ido a un super mercado?
-Si... es sólo que...-Dijo balbuceando.- Ahora que lo pienso bien creo que no... en el pueblo había una mercería, era grande, pero no tanto como esto
-Vaya... suena mas rústico de lo que vi
-Bueno, no vio mucho del pueblo ¿verdad?
-No es que pudiera, después de todo no podía salir sin que me apuntaran con el dedo.- Dijo haciendo una pausa, sin darle demasiada importancia al comentario, y sin embargo, por primera vez en todo el rato Jin detuvo su marcha, en silencio, y volteó a verlo, mirándolo fijamente, con ligera vergüenza en la mirada
-Disculpa Min Yoongi...-Musitó desconcertándolo
-¿Porqué?
-Por mi gente...-Musitó con la mirada gacha.- Ellos... a veces se asustan de las cosas que no conocen pero...- Dijo levantando la mirada.- No son malas personas, en el fondo son buenos, y generosos, cada uno de ellos
El comentario hizo que el mayor lo mirara curioso, pues todo lo que Namjoon le había contado sobre el castaño radicaba en el hecho de que toda su vida lo habían marginado, y no cabía en su razón
-Pensé que te habían tratado mal toda la vida, ¿porque los defiendes?
-Porque tenían miedo de mi, y los entiendo...
-Sigue sin tener lógica
-Bueno... los entiendo porque antes era como ellos, tuve mucho miedo de algo que yo desconocía ... cuando Nam llegó a mi vida tan sólo verlo me provocaba... bueno, sentimientos horribles
-¿Tan "así" eras?.- Dijo al tiempo que Jin asentía.- Bueno... Namjoon a veces puede dar miedo, digo esa estatura y esa cara de...
-No fue eso lo que me dio miedo.- Sonrió interumpiendolo con amabilidad.- Fueron las marcas sobre su piel...
-¿Los tatuajes?
-Así es...-Dijo de forma amable.- Pero después comenzaron a parecerme lo más bonito del mundo, porque simbolizan cosas importantes... -Sonrió.- el mío es nuestro amor... los de Nam son sus recuerdos...
-Esas son cosas buenas...-Sonrió Yoongi de forma agridulce
-Su lobo... ¿que es lo que significa?
-No cosas agradables como el tuyo...
-Bueno... si está en su pecho no debe ser algo tan malo
-¿Porque crees eso?
-Porque puede verlo en su reflejo de frente y siempre... además se parece a usted Min Yoongi
-¿El lobo...?
-Si.- Dijo sin más, y continuó su camino mirando curioso los pasillos buscando, mientras Yoongi miraba su espalda, siguiéndolo en silencio, extrañado por la extraña calidez que estar con esa persona le provocaba.
Los estantes inmensos se levantaban tras cada paso, y Jin, haciendo comentarios casuales iba llenando el carrito, con harinas, litros de leche, mantequilla, vainilla y un sinfín más de productos, los cuales Yoongi lo vió tomar diligentemente, estirándose, leyendo el contenido, sonriendo... siempre sonriendo.
Sonriendo como nunca antes vio sonreir a alguien más.
-¿Para que es todo esto...?.- Dijo llamando la atención del distraído castaño
-Para hacer pastelitos
-Piensas venderlos
-N-no.- Dijo en automático, sintiéndose en evidencia.- Son para nosotros
-Ahh por favor, no creas que me trago eso.- Resopló
-Yo...-Dijo jugando con los dedos.- Por favor no se lo diga a Namjoon, él no quiere que trabaje, pero...
-No quieres sentirte una carga...
-Así es...
-Bueno, debes saber que Namjoon no te ve como eso, aunque si lo eres.-Dijo fríamente
-Lo siento...-Musitó bajando la mirada
-No te disculpes, lo eres porque él prácticamente te obligó a convertirte en ello, pero ahora tratas de redimirlo
-Si...
-Bien... esa actitud no cualquiera la tiene-Dijo siguiendo el camino, empujando el carrito sin más
-Min Yoongi...
-Para todos es fácil ponerse cómodos y dejar que nos cuiden, lo verdaderamente difícil es tener determinación para hacer las cosas por si mismos... eso te da mucho valor, Seokjin.-Dijo sin detener su marcha y el nombrado sonrió por lo bajo.
-Sus palabras de verdad me hacen sentir mejor Min Yoongi
-No te lo digo con esa intención, en realidad reconfortar a las personas es algo que me da mucha pereza, así que lo que te digo es un hecho, no es un halago
-De igual forma... gracias...
-Ya te dije que
-Que no quiere halagarme, ni ayudarme, pero igual está aquí siendo complice de mi pequeña mentira
Min Yoongi se quedó callado, mirándolo fijamente, y suspiró sonriendo a medias, ocultado la vergüenza repentina que aquello le había causado, pero no dijo nada más, continuó siguiéndolo, hasta que Jin hubo saciado sus necesidades.
El camino al estacionamiento fue acompañado por un carrito repleto de ingredientes para los pastelitos, y tanbien algunas otras cosas que Yoongi notó que faltaban en la casa, y sin más las cargaron a la camioneta, en silencio, para emprender el camino a casa.
El tránsito era leve, apenas algunos autos pasaban esporádicos y a lo lejos, por eso el sonido del motor encendido, y el de sus suspiros tímidos era lo único que podía escucharse a la espera de la luz verde, mientras Yoongi, con las manos en el volante se encontraba pensativo, mirando de reojo a Seokjin que parecía observar a una pareja pasar la calle.
-¿Porqué crees que el lobo en mi pecho se parece a mi?.- Dijo el mayor rompiendo el silencio repentinamente
Jin lo miró un momento, ligeramente desconcertado por la pregunta y aun así respondío sin dudar.- Porque es blanco.- Dijo sin más.- y porque la forma en que gruñe pareciera que no es para atacar, es sólo... para defenderse.- Musitó.- Creo que usted es algo así.- Sonrió finalmente a la espera de que la conversación siguiera pero el mayor no continuó.
La luz del semáforo cambió, y el único auto que esperaba junto con ellos avanzó sin prisa, dejando la calle desierta y aun así Yoongi no se movió, se quedó mirandolo, en silencio.
-Min yoongi...
-Me desconcierta demasiado lo que haces... casi me enferma.-Murmuró de repente
-N-no entiendo... ¿Qué es lo que...?.- Musitó extrañado, y de pronto su voz se vió pausada, por el movimiento del cuerpo de Yoongi que lo tomó por sorpresa, porque el mayor se había quitado el cinturón de seguridad y sin más se acercó quedándose a escasos centímetros de su cuerpo, de su rostro.
-Pensé que la razón por la que ese otro padrecito loco te quería era porque tenía un capricho contigo.- Continuó, susurrándole casi sobre la tez, como si le dijera un secreto.- y después pensé que Namjoon sólo estaba cautivado por tu belleza, tal vez por la inocencia que cargas en los ojos, pero luego Jimin... de verdad creí que sentía lastima por ti, que de ahí venía ese afecto repentino hacía ti, pero...
-Y-yo...
-Pero tu... tienes algo que no sé describir.- Dijo recorriéndole el rostro con las pupilas temblorosas.- No es sólo tu belleza.- Musitó pasando el dedo por su mejilla, casi con curiosidad.- Es que puedes entrar en lo profundo de las personas ... y las llenas...
-Min yoongi, no entiendo...-Musitó nervioso, temiendo moverse siquiera un milímetro
-Yo tampoco...-Murmuró ladeando la cabeza ligeramente, sin creer lo que estaba pasando por su mente en ese momento, y la luz en el semáforo de nuevo se volvió roja.
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-¡Hijo mío!.- Dijo el padre Seejin, lanzándose al suelo, tratando de levantar a su amado hijo, que yacía tirado con una mueca de dolor en el piso frío, y el labio partido en una marca roja que sangraba, pero a los hombres que lo perseguían no les importó en absoluto que el anciano se interpusiera, trataron de hacerlo a un lado para poder seguir persiguiendo al incauto que estaba por perder la conciencia en el suelo.- ¡Deténganse! ¡Bárbaros! ¡Rufianes!.- Gritaba desesperado, tratando de proteger el cuerpo de su querido Hijo Jaehwan de los crueles golpes de aquellos, que parecían lobos persiguiendo una presa.
Holoooo ya volví :v lo siento, acabo de terminar la universidad y con las ceremonias y eso fue todo un caos :'v (felicitenme malditas)
Gracias por su paciencia, les traigo sólo un cap hoy porque no me da tiempo de corregir otro, pero les prometo más mañana, las amoooo 💜💜💜💜
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