Parte 43: Buen chico
Por mayoría de votos... enjoy! ❤
No sabe cuanto tiempo pasó en la ducha, sólo que sus dedos ya estaban demasiado arrugados, que le ardía la piel, pero que la sentía un poco más limpia, y por ello salió de la ducha en silencio, volviendo a vestirse, porque después de ello tenía una cosa más por hacer...
Su corazon deseaba desesperadamente verlo... ver que es de lo que aquella señoras hablaban con tanta saña.
Y salió a la calle a buscarlo.
A buscar a su amor
Por eso esperó el momento indicado, sentado en su cama, viendo fijo hacía la ventana, hasta que todo se oscureció.
Era tarde, en la noche, y Jin cubierto con la capa de su hermano salió del convento, con la intensión de dar un vistazo por la casa de Nam, le faltaban apenas dos calles para llegar a su destino, cuando escuchó una riña que venia de la calle de al lado, y curioso caminó hasta el lugar, escondiéndose acto seguido entre los árboles, descubriendo como un pequeño grupo de personas discutían afuera de un bar local.
-Sé un hombre, acepta cuando pierdeeees.- Dijo en un tono de borracho el joven de tez morena, pateando en el estómago a un chico de edad similar a él, que trataba desesperadamente de darle un golpe, pero no lo lograba, y lucía extremadamente patético porque no sabía defenderse de él, porque Namjoon, con una chica igual de borracha en sus brazos, seguía pateándolo, sin consideración alguna.
-Yaaa, no lo patees tanto, vas a lastimarlo~.- Dijo riendose la chica, pegándole divertida en el pecho, mientras Namjoon, sonriéndole se reía de su expresión
-Dame algo para que deje de hacerlo.- Dijo riendose y la femina en el instante se hundió en sus labios, provocando que Jin desviara la mirada, con un nudo en la garganta, pero segundos después volvió a mirar, al escuchar como dos hombres más salían de bar, gritando.
-¿Que mierda te crees?, negro imbécil.- Le gritó un chico joven y alto, mientras levantaba del suelo al incauto antes pateado
-¿Negro...?¿Yo?.- Dijo riendose.- Yo no soy negro, estúpido, el termino correcto sería MES-TI-ZO, habla con propiedad... aunque bueno.- Dijo socarronamente, apretando las nalgas de la chica.- Hay algo que si tengo como negro, ¿verdad linda?.
La mujer se rió avergonzada, tambaleándose tanto como él.- Si precioso...-Contestó ridícula ebria, colgándose de su cuello
-Te crees muy gracioso...-Dijo el joven de tez alba amenazante, tratando de darle un golpe, pero Namjoon lo esquivó sin esfuerzo alguno, burlándose
-Oh... yo no haría eso si fuera tu... mejor deja que nos vayamos...-Insistió
-¿Crees que te dejaré ir así nada más?!
-Oye oye... tu amigo se lo buscó... él me molestó primero... no es mi culpa que la señorita me haya preferido a mi...
-Imbécil...-Gruñó, sorprendiéndolo con un golpe, que apenas alcanzó a rozarle, y después de tambalearse como un idiota comenzó a reírse, y caminó un poco hacia la luz de forma inconsciente, permitiendo que Jin lo viera con claridad... y ese Nam... no era su Nam...
Llevaba los brazos descubiertos por primera vez desde que lo conocía, con sus tatuajes expuestos con toda claridad, cadenas colgaban de sus pantalones como la primera vez que lo vió, y su cabello antes rubio desteñido ahora estaba pintado de un extraño gris púrpura, y eso no era lo más extraordinario, sino que de sus labios colgaban de nuevo esos aros metálicos y negros, ligeramente mas pequeños que el que colgaba de su nariz.
-Bueno... no tengo tiempo para esto sabes... debo ir a follarme a esta lindura y tu estás interrumpiendo.- Dijo sonriendo, y tras ello le dio un puñetazo en la cara al incauto de piel alba, con el puño izquierdo, completamente tramposo, o listo, según la perspectiva, y lo dejó en el suelo unos segundos, mientras sus otros amigos, sin hacer nada al respecto trataban de llevárselos sin recibir ningún golpe.- Y ustedes.- Continuó.- No me vengan a echar a su papitos encima... si son hombres acepten cuando pierden, que no quiero una turba iracunda afuera de mi casa a esta hora.- Escupió, mientras los otros sólo asentían, con miedo. La chica le sonrió tambaleante, abriéndole los brazos, y Nam los recibió con una sonrisa torcida, cargándola para ponérsela sobre el hombro.- Es hora de que tu me atiendas...-Gruñó feliz, mientras la chica se reía siendo llevada por él, con dirección a su casa.
Jin sabía que debió quedarse entre esos árboles, que tal vez era mejor regresar al convento y terminar todo ahí pero... su corazón no lo dejó, tenía la esperanza de que él de verdad no dejase entrar a esa chica a su casa... no a esa casa donde habían compartido tanto, por eso lo siguió a discreción y a escondias, hasta que lo que temía se hizo realidad, y Namjoon sin bajarla sacó las llaves de su casa, y Jin no pudo evitar sollozar quedito, tapándose la boca.
Namjoon se detuvo un momento, y bajó a la hica de su hombro, sonriéndole.- pasa preciosa... olvidé comprar cigarrillos.- Dijo empujándola dentro
-¿Puedes traerme un jugo?~-Dijo de forma linda la fémina.- Tengo sed
-Claro que si... espérame aquí... no tardaré.- Dijo dándole un pequeño beso en los labios y tras ello comenzó a caminar, haciendo que Jin tuviese que ocultarse de lleno, agachándose detrás de los matorrales que rodeaban a los árboles, Escuchando los pasos de Namjoon, cada vez más cerca, pero de repente esos pasos se hicieron más tenues, hasta que terminaron por desaparecer y Jin, temblando, tratando de traquilizar sus lágrimas suspiró de forma pesada, limpiándose las lagrimas como pudo, y después se levantó , sacudiéndose, comprobando que Namjoon no estaba, que no había sido descubierto, por eso comenzó a caminar en silencio, tratando de no ir sollozando como un tonto camino a la iglesia, dándose cuenta de que ya era muy, muy tarde, y cuando llegó al convento entró por la puerta de atrás en silencio, pasando por los pasillos vacíos, hasta que, por fin llegó a la habitación, y suspiró antes de entrar.
Ken yacía ahí, dormido hacia la pared, por ello comenzó a desvestirse con calma, colgando la capa, doblando su ropa y finalmente se puso la pijama, abriendo con cuidado las sábanas.- ¿A donde fuiste?.- Musitó Ken con lentitud, sorprendiendolo, y se volteó hacia él, encontrando sus ojos en medio de la oscuridad
-Fui a caminar...
-Fuiste a verlo...-Musitó.
-Si lo sabes entonces porque me lo preguntas...
-Para saber que tanto me mientes...
-Pues ya lo sabes...
-¿Hablaste con él...?
-No... solo lo ví, desde lejos...
Ken lo miró un momento, dudoso, y sin embargo suspiró acto seguido, rodeándolo con los brazos.- Vamos a dormir...
-¿No vas a decir nada respecto a eso?
-No.- Murmuró, acomodándose en la almohada.- Sé que eso si es verdad...-Dijo finalmente, y Jin se acomodó sin querer seguir hablando con él, solo cerró los ojos, agradeciendo que Ken no hubiese notado que había llorando, y cerró los ojos, deseando tal vez, ya no despertar....
Pero lo hizo...
No sabe cuantas horas o minutos después se despertó, solo sabía que estaba muy oscuro y que algo sumamente frio sobre su piel le provocó un espasmo que lo asustó, por eso cuando abrió los ojos encontró el rostro de Nam peligrosamente cerca, y sonreía de forma extraña, sosteniendo un cuchillo en su cuello.
-Shhh....-Dijo sin dejar de sonreír. La verdad es que la escena daba demasiado miedo, porque Namjoon sonreía como un loco, con la cabeza ladeaaa, y presionaba el cuchillo de forma peligrosa, pero a Jin había terminado por dejar de asustarlo, así era él, actuaba él, lo que más le preocupaba era que a su lado dormia alguien que de verdad causaría muchos problemas si lo veía
-Que... haces...-Musitó en un tono casi inaudible
-Ven...-Sonrió
-No...-Sentenció
-Ven aquí... Jin...-susurró de forma apacible.- Ven... o te cortaré la garganta... y después afilaré el cuchillo con los huesos de ese hijo de puta.- Sonrió
Jin se quitó el brazo de Ken de encima, con demasiado cuidado, y cuando estuvo de pie Namjoon le abrió la puerta, indicándole que saliera, el castaño obedeció, siguiéndolo descalzo, hasta donde era su habitación antes y una vez dentro Namjoon cerró la puerta, sonriendo, pasándose el cuchillo por los labios, en forma de juego.
-Así que ahí es donde te mudaste, Jin...
-¿Qué es lo que quieres, Kim Namjoon?
-Oh... yo nada... en realidad vine aquí para aprovechar la oportunidad de saber en donde te escondias, pequeño insecto
-Bueno... ya lo sabes, ahora vete...
-No, no, no...-Dijo sonriendo.- ¿Que modales son esos, Seokjin? Porque no tomas en cuenta que he venido como cortesía?... después de todo el que fue a buscarme hace un rato eras tu ¿no?, En los árboles...
-No era mi intención ir a verte, solo pasaba por ahí.-Dijo firme
-¿Y por eso te escondiste?... crees que ese llanto de perra no lo reconocería a mil leguas de distancia...?- se burló
-Bueno... puedes creerme o no, me importa muy poco, ahora vete o llamaré a la policía...-Dijo tratando de salir de la habitación pero Namjoon lo tomó del cuello, sorprendiéndolo, y lo azotó contra la pared con fuerza.
-Vaya vaya... ¿a alguien le crecieron las bolas de repente?.- Dijo sonriendo
-Sueltame...- gruñó sintiéndose ahogado
-Te crees muy hombre porque tu querido hermano duerme contigo?.- Dijo riendose.- Ahora entiendo porque repentinamente ya no querias estar conmigo, Jin...
-Nunca quise estar contigo, suéltame... demonio...
-Ya veo... ¿Entonces es que solo te gustaba como te follaba?
-Déjame en paz...
-Dime... ¿Te lo hace mejor que yo?-Susurró en su cara, sin dejar de sonreír de esa forma extraña y dolorosa.- ¿La tiene más grande?- siguió, causándole a Jin una ganas incontenibles de morir en ese momento. No... No era como Nam lo pensaba, pero estaba bien que lo pensara, así todo sería más fácil.
-Basta con tus palabras, denerada serpiente...-Gruñó- vete de aquí... Vete de aquí ahora mismo
-Oh no... esto no es tan fácil, pequeñito...-Musitó.- Parece que el buen trato que te dí terminó por malcriarte... eso es una lástima, pero no te preocupes, vamos a corregirlo.-Sonrió, apretando con fuerza y lo movió hacia la mesa vacia, sentándolo sobre ella
-No...-Dijo SeokJin pateándolo con fuerza en el estómago, y Namjoon retrocedió, riéndose con dolor.
-Wao... así que aprendiste algo de mi, eso es muy bueno, pero no debes olvidar... que yo... siempre golpeo de vuelta y que tu.... Sigues siendo mi pequeña perra...
-No soy nada tuyo...-Gruñó, sintiendo como Namjoon acariciaba sus piernas, con fuerza.
-Oh claro que lo eres, padrecito, y te voy a decir porqué.- Musitó acercándose demasiado, dejando que los labios de Jin percibieran el frio de aquellos aros en sus labios.- Porque si te portas mal... entonces no solo voy a hundirte a ti y a tu pequeña iglesia hecha de mierda... si no que voy a matarlo...-Dijo riendose
-Tu... no harías eso.- Dijo con firmeza, aún cuando con sus palabras las manos comenzaron a temblarle.
-No me conoces lo suficiente y a diferencia de ti... no tengo ya nada que perder.- Sonrió socarronamente .- Retame... y encontraran su cuerpo en el bosque... aunque no precisamente en los mismos lugares...-Musitó divertido, y a Jin se le heló la sangre, recordando ese miedo que Namjoon le daba cuando solia golpearlo por cualquier cosa.- Ahora...-Continuó.- Vas a ser un buen chico, ¿verdad?
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