Capítulo V
Jack
— No voy a desperdiciar mi tiempo en cosas como esas.- bufe cortante
—¿Entonces que harás genio?.- espetó Tom de forma arisca y desafiante.
Me quedé un par de segundos analizando lo que acababa de pasar. Habían pasado 2 horas desde nuestro rutinario desayuno, la revisión de nuestros avances y ahora estábamos de regreso al apartamento pero la actitud de Tom estaba particularmente irritable hoy. Todo el camino ponía ver el disgusto en su expresión pensante, algo le molestaba y sabía que el evento del día anterior con Deisy tenía mucho que ver.
— ¿A qué viene todo esto? Te portas como si esto fuera mi culpa.- pregunté después de detener nuestro paso.
—¿Y no lo es?.- Cuestionó Tom dando la vuelta para mirarme.
Apreté los labios inconscientemente, él me observaba con la mirada fija en cara rasgo de mi rostro como si esperara que un movimiento le revelará mis pensamientos. Cuando se dio cuenta que no respondería suspiro pesadamente y continuo.
—Tú fuiste quién se la encontró en el bosque, luego te la diste de héroe salvandola cuando ella estaba siguiendo y alimentaste su capricho dejando que te viera cuando despertó. Ahora dime qué no es tu culpa Jack.- exclamó apuntándome con su dedo índice de manera severa.
— Tienes razón, pero no sabía que otra cosa hacer.- confesé después de un profundo suspiro.
Un silencio incómodo se formó en el mugriento y frío callejón, miraba las paredes que nos rodeaban o cualquier lugar que no fuera Tom. Me sentía como una mierda. Él tenía todo el derecho de estar molesto, no era solo mi vida que corría peligro ( incluso era la que menos valía) sino la de Tom, todo lo que estaba arriesgando por mi, lo que había dejado por mi y todo lo malo que había cometido por mi, para que yo lanzará a la basura su vida como si no significará nada.
Estaba siendo un imbécil con la única persona que merecía ser libre.
— No puedes resolver los problemas de todos si no resuelves los tuyos primero, no digo que estuvo mal, en otras circunstancias yo también la fuera ayuda de la misma manera, pero nada nos confirma que ella no esté con ellos.- dijo suavizando el tono, como si intentará reconfortarme.
—Es verdad, y no lo voy a repetir más, es vergonzoso darte la razón más de dos veces en una semana y ahora ya lo hice en un solo día.- comenté tratando de sonar un poco ofendido por la situación.
—Que humilde de su parte joven Jack en darle razón la otros sobre sus acciones, sencillamente admirable.- dijo sarcásticamente mientras imitaba el acento británico que habíamos prácticado.
— Algún día tú podrás, obvio no ha igualarme pero si acercarte meramente.
Tom se limitó a ponerlos ojos en blanco y después soltar una sonora carcajada que hasta en Alaska nos escucharían.
Era agradable verlo así, divertido y despreocupado aunque la mayoría de las veces era mera actuación, pero estaban estarás pequeñas burbujas de irrealidad en las cuales nos sumergiamos que volvían todo más ligero.
∆
Ya en horas de la tarde me había despedido de Tom hace mucho, escudriñaba entre la cantidad inmensa de papeles que había en la pequeña sala de estar de mi apartamento. Pasaba hoja tras hojas de documentos, recibos, anotaciones y fotografías impresas que se encontrabas allí dispersas pero ninguna era lo que buscaba.
Me desplomé frustrado en una de las sillas, tirando los papeles que tenía en la mano con brusquedad encima de la mesa. Era inaudito que se fuera perdido, menos cuando todo ya estaba en marcha.
Eche mi cabeza para atrás sosteniendo mi cuello para luego tomar una respiración profunda, quizás exageraba, nisiquiera ese recibo de cuenta era tan importante, lo que en realidad me preocupaba eran mis acciones de la tarde pasada. Aún en esa posición, miraba el techo arriba de mi, no tenía la mirada fija en ningún lugar pero si la mente en un solo pensamiento.
¿Qué consecuencias tendrá todo esto?
Habían miles de opciones y un sinfín de desenlaces que se podían provocar con solo una acción de su parte. Si era un problema, esa chica podría arruinarlo todo con solo decir una palabra, mencionar algo indebido frente a las personas correctas o quizás ella estaba en ese lugar por orden de esas personas, quizás sea parte de su juego.
Sin darme cuenta estaba halando mi cabello con fuerza, mi umbral del dolor me hizo reaccionar y volver a sentarme recto en la silla. Entonces repentinamente llegó el recuerdo de Tom con expediente en mano relatando la información personal de la chica y la maravillosa idea surgió.
Me levanté rápidamente y fui directo a mi habitación, busque entre el segundo cajón del escaparate donde el pelirrojo guardaba organizadamente sus apartados de su parte del plan. Tenía varias carpetas que dependiendo del color era su contenido, por ejemplo las que yo buscaban eran de color gris, en ellas Tom organizaba todo la información sobre todos los habitantes del pueblo y sus allegados.
Pasé quizás dos minutos entre el montón de carpetas grises que habían, hasta que conseguí la que necesitaba, Muller.
Puse todo lo que en su lugar y volví a la sala de estar, aparte sin cuidado los papeles que se encontraban en la mesa a un lado y abrí la carpeta de par en par. Aunque pasará una noche de desvelará recogiendo y recolectando información que en realidad fuera útil para resolver ese cabo suelto, lo haría ,tenía que encaminar todo en su lugar otra vez.
Entonces fue cuando un dato en particular sobre ella me dejó petrificado y fue su expediente médico.
Estaba expuesto en la primera página de su presentación un poco más abajo se sus datos personales. Un flashback del día anterior llegó a mi ojos, Tom enumerando cada aspecto de ella y luego un abrupto silencio, dando fin a la conversación.
Él se había percatado de eso y lo había omitido.
No me enoje, conociendo a Tom lo habría hecho adrede. En ese aspecto mi querido cómplice era muy predecible, jamás me comentaba un dato o pista sin averiguarlo a totalidad y que él consideraba que era realmente relevante. Se preocupaba mucho por no molestarme con falsas alarmas. Era como un hermano mayor que protege a toda costa a su hermanito.
— ¡Vaya hijo de puta sobreprotector! .- musite entre dientes.
Volví a fijarme en la foto de la chica delante de mí.
Se me hacía realmente conocida aunque sabía que eso no era posible. Ya tenía esa sensación aquel día que nos encontramos en el bosque, era algo en su forma de mirarme sin vergüenza alguna, como si no hablará con un extraño sino con un viejo amigo. Era bonita a su manera, o ese fue el pensamiento que me llegó cuando la volví a ver, en ese momento estaba inconsciente y podía detallarla con más paciencia.
Pestañas espesas y alargadas, su cara era pequeña con rasgos delicados pero un ligero maquillaje con tonos tierra los realzaban, me pareció que quería verse mayor a su verdadera edad. Una larga cabellera castaña le otorgaba un estilo más veraniego, no sabía cómo era eso posible pero si. Todo eso junto la hacían reconocible como alguien de la ciudad, no encajaba en ninguno de los aspectos de este pueblo.
¿Qué rayos quiere de mi?
Aparte la vista de su fotografía y al inició, devuelta a su “expediente”. Fue que encontré uno de los relatos de su citas al psiquiatra.
Era reciente, no más de unos cuantos meses y en ella el doctor enumeran sus avances. Lleva años con medicación controlada, con el pasar del tiempo las consultas se fueron reduciendo y no había indicios de ninguna alteración de conducta en años. Expresaba que se encontraba satisfecho por su mejoría y que Deisy era perfectamente lo más parecido a una adolescente normal.
«una adolescente normal con un pasado obsesivo». Corregía mi subconsciente
Como señal del destino al terminar de leer la última línea una de las hojas del expediente se salió. Cayó en mis pies de manera suave y delicada, hasta con ligera gracia. La tomé entre mis manos y empecé a leer con intriga.
Era sin dudas letra de doctor, unos jeroglíficos que tuve que releer un par de veces para descifrarlos. Lo que si entendí inmediatamente fue la fecha, fue el mismo año de aquel incidente que hasta ahora pensaba que no tuvo ninguna represalia.
Gracias destino llegas tarde pero seguro.
No lo había recordado hasta ese momento, se había borrado de mi memoria, y era de esperarse porque jamás pensé que mi error fuera tan grave. Los eventos llegaron borrosos a mi memoria y recordé su familiar rostro.
Respira profundo y aleje toda culpa de mi. No era justo involucrar a alguien más, no iba a permitir dejar ir mi avance. Cuando cometes un error no te disculpas, aceptas tus acciones y esperas consecuencias.
Sólo que lo último no va, no era necesario tener consecuencias en esta ocasión. Buscaría una solución.
Cogí mi teléfono y marqué el número que se marcaba con resaltador en la esquina de una de las hojas. Pito dos veces antes de contestar.
— Buenas tardes oficina del Doctor Ronald, ¿en qué puedo ayudarle?.
— Me gustaría que me comunicará con el doctor, para conversar sobre el estado de mi amiga, ella es su paciente y estoy algo preocupado.
∆
Hola mis amores volví. Hoy le tocó a mí pequeño traumado contar su punto de vista del asunto. Muchos se preguntarán...
¿Qué es lo que estos los se traen entre manos? Relajados, lo sabrán en su momento e intenten no llorar #alertaDeSpolier. Amo contar la parte desde esta perspectiva, Solo Jack y sus confusiones, su lado humano, incluso bipolar y como consejo es donde más se revelan detalles. Yo ustedes prestaría mucha atención.
Creo que me volví a extender jajaja. En fin amo esta amistad, llegarán a adornarla ustedes. Pueden comentar, votar y poner cualquier cosas que se les ocurra 😅
Nos vemos el próximo sábado, sin más me retiro 💙
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