Capítulo 23: La Nueva Pareja
Amelie se fue del centro comercial después de hablar con Ackerley para evitar toparse con los demás y tener que dar explicaciones ridículas.
Al llegar a la casa, entró por la puerta principal y subió al segundo piso, que, por alguna razón, estaba muy silencioso. Supuso que Dominic estaba durmiendo y que Jade, al ser una persona poco escandalosa, estaba en su cuarto haciendo algo.
Dominic se había quedado dormido junto a Jade y despertaron en el momento en que sintieron a Amelie cerrar su puerta estruendosamente.
Dominic se sentó de golpe en la cama y luego se paró para comenzar a tomar su ropa y correr, sin hacer mucho ruido, hacía su cuarto. Después de que él saliera del cuarto, Jade comenzó a vestirse y luego fue al baño.
Para cuando llegaron los que habían ido a hacer las compras, ya no había pistas de lo que había sucedido entre Dominic y Jade.
Dominic bajó al primer piso inmediatamente después de oír la puerta principal cerrarse.
—¿Cómo les fue con sus compras?
—Perfecto —respondió Eliza, dejando las bolsas en la mesa del comedor.
Jade y Amelie también bajaron en ese momento.
—¿Dónde está Javier? —preguntó Eliza.
—Aún no vuelve —dijo Jade.
Lucy soltó una risita.
—Si después no se puede sentar, sabremos porqué fue.
[...]
Javier estaba en el auto de Chad. Después de almorzar, habían ido al cine, vieron una película que Javier eligió y en ese momento, Chad iría a dejarlo a su casa como todo un caballero. Javier nunca en su vida había tenido una cita tan perfecta.
Cuando llegaron frente a la casa, Javier sintió un poco de tristeza por tener que alejarse de Chad.
—Volveremos a salir —le aseguró Chad, como si hubiera leído sus pensamientos—. Claro, si tú quieres...
—Me encantaría.
Javier desabrochó el cinturón de seguridad y abrió la puerta.
—Adiós.
Javier estaba por salir, pero Chad lo jaló hacia él y le robó un dulce beso. Javier sintió que su corazón latía como si hubiera corrido una maratón, estaba casi seguro de que su pecho explotaría. Había sido el beso más dulce que le habían dado.
—Nos vemos —le dijo Chad cuando se separó.
Javier, completamente sonrojado, salió del auto y luego corrió a la casa.
—¿Qué quieren comer hoy? —preguntó al entrar.
Todos estaban sentados en la sala y se voltearon a verlo extrañados.
—Estoy de buen humor, pidan lo que quieran.
—¡Sushi! —chilló Penny.
—Bien, tengo que ir a hacer unas compras y vuelvo.
Javier subió al segundo piso corriendo y todos pudieron oír su grito de felicidad.
—Yo veo que camina normal —dijo Dominic.
—¿Entonces por qué tan feliz? —preguntó Lucy.
—Porque quizás el chico hizo algo lindo por él —dijo Jade—. No todo en esta vida es sexo.
Dominic miró a Jade con una sonrisa traviesa, ya que, unas horas antes, parecía no pensar lo mismo, lo que provocó que ella se sonrojara y se cubriera cara con su cabello disimuladamente.
Cuando Javier volvió a bajar, Lucy lo detuvo.
—Te acompaño.
—Bien, vamos.
Ambos salieron de la casa para ir a comprar las cosas necesarias para hacer sushi.
—¿En serio hará sushi? —preguntó Jade.
—Así parece —dijo Penny.
Todos comenzaron a subir al segundo piso para ir a dejar sus compras en sus cuartos antes de la cena. Eliza solía ocultarlas, ya que, no faltaba el impaciente que intentaba descubrir su regalo de navidad.
Ackerley metió las compras debajo de su cama, pues sabía que ninguno tendría el atrevimiento de entrar a su cuarto a escondidas, ni siquiera su hermana, y rápidamente corrió al cuarto de Penny. Ella estaba buscando lugares específicos en donde poner cada cosa.
—¿Te ayudo?
Penny se volteó completamente sonrojada.
—N—no es necesario.
De todas maneras, Ackerley entró al cuarto y cerró la puerta detrás de él.
—Si te quedas ahí mirando me pondrás nerviosa —alegó Penny.
Ackerley se acercó a ella y la abrazó por la espalda, apoyando su mentón en un hombro de Penny. La chica sintió sus piernas temblar al sentir el calor del chico.
«Debo estar drogada, ¿qué diablos hicieron con el Ackerley que ni siquiera me hablaba?». Durante el tiempo que conocía a Ackerley, rara vez habían tenido contacto físico y los abrazos que se habían dado los podía contar con los dedos, incluyendo los de año nuevo.
—Quiero que sepas que lo que te dijo Amelie era mentira... —dijo, de pronto, Ackerley.
Penny recordó lo que le había dicho Amelie: "Mi hermano te encuentra irritante y no podría pasar un día a solas contigo sin querer morir".
—Pero tú le dijiste eso.
—Exageré lo que pensaba —confesó. Lo que le había dicho a su hermana lo había usado como una defensa para evitar admitir que quería a Penny—. Yo no tendría ningún problema si me dijeran que debo pasar todo un día encerrado contigo en un cuarto de dos metros cuadrados... De hecho, creo que lo amaría. Nadie podría molestarnos y te tendría solo para mí.
Penny se volteó para verlo.
—¿Por qué en el parque...?
—Me puse nervioso... —la interrumpió—. Es verdad que nunca te vi como mi amiga cercana, pero creo que es por eso que... —Ackerley se detuvo.
—¿Qué?
Penny era distinta para él y siempre lo había sido. A Lucy y Eliza las veía casi como iguales a Amelie, a Penny nunca la vio así. Nunca sintió amor fraternal por ella.
—Es por eso que me gustas... —dijo en un tono muy bajo y con algo de temor.
Ackerley no sabía si así se sentía que alguien le gustara, nunca lo había sentido antes, pero imaginaba que era por eso que se sentía tan incomodo alrededor de Penny. Sentía una incomodidad y unos nervios que no sentía con nadie más... y aunque al principio pensaba que era simplemente porque Penny era una persona demasiado diferente a él, se había dado cuenta de que era más que eso.
Penny sintió ganas de correr por toda la casa gritando de felicidad, pero se limitó a dar una sonrisa. Ackerley rio al notar como Penny intentaba reprimir su emoción.
—¿Estás seguro? —preguntó Penny—. Porque recuerda que yo si soy algo irritante y hablo mucho... aunque nuestros signos si son compatibles, lo que es bueno...
Penny se calló al sentir los labios de Ackerley contra los suyos y soltó un pequeño chillido de felicidad. Ackerley no pudo evitar reír entre el beso, él también se sentía así. Nunca en su vida le había encontrado gracia a besar, pero en ese momento, no podía separarse de Penny.
Amelie y Dominic estaban espiando detrás de la puerta, la cual había abierto levemente para ver.
—¿Son novios entonces? —preguntó Amelie, no lo suficientemente bajo.
Penny y Ackerley se separaron al oír eso y Dominic cerró la puerta inmediatamente para luego huir junto con Amelie.
—Yo le iba a decir que sí —dijo Ackerley.
Penny volvió a chillar y se lanzó a los brazos de su ahora novio.
—¡El zodiaco tiene razón!... ¿Eres leo, cierto?
—Sabes que sí.
—¡El zodiaco tiene razón!
No sabía que la hacía más feliz, si que las compatibilidades tuvieran sentido o si que Ackerley ahora fuera su novio.
¡Holis!
¡Ahora Ackerley y Penny son pareja! Yo los amo, ¿y ustedes?
Espero que les haya gustado el capitulo de hoy <3 ¡Besitos!
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