22.

El día de su cumple había llegado.

Como siempre, habían estado organizando todo minuciosamente con su amiga Sango. Desde los bocadillos que se servirían, hasta las bebidas, el pastel y la decoración.

El tema del cumpleaños "Brillo", así que había brillo por todos lados y estaba expresamente dicho en las invitaciones que era primordial acudir con un objeto con brillos, ya sea prendedor, collar, zapatos, coleta, etc.

Luego de cerciorarse que todo estuviera en perfecto estado, ambas entraron a ducharse allí en la casa de los Taisho. Kaghome en su habitación y Sango en una de huéspedes.

Kaghome comenzó a quitarse la ropa, quedando solo en bragas cuando vio como la puerta de su baño se abria, dejando entrar a Inuyasha que la miro como si fuera el ser mas comestible del planeta.

-Inu – Murmuro sin quitarle la vista de encima - ¿Qué... Que haces?

- Nada – Se aferro a su cintura, apretándola contra su pecho desnudo y ambos gimieron. Las grandes manos del peliplata comenzaron a pasearse por sus curvas, mientras apretaban su trasero sin recato alguno. Ella comenzó a gemir con mas fuerzas, restregando toda su piel con necesidad contra él. El calor comenzaba a encenderse dentro suyo y deseaba apagarlo – Pon tus manos sobre el lavado – Murmuro contra su oído y ella obedecio. Sabiendo lo que tenia en mente, estiro mas su trasero, dejándole bien parado para que Inuyasha se deleite – Por el Angel. Eres tan perfecta – Murmuro, pasando sus manos sobre su trasero y nalgandola levemente.

Sus miradas se encontraron por el espejo e Inuyasha sonrio con soberbia. Sin dejar de mirarla, fue bajando sus bragas por sus largas piernas, mientras besaba su espalda. Los gemidos de la azabache fueron en aumento. Su piel ardía, al igual que sus entrañas, lo necesitaba en ese mismo momento.

-Por favor – Suplico Kaghome e Inuyasha asintió con su cabeza. Metio la mano en su bolsillo y saco un condon. No abria nada de previas, pero tenia una necesidad insana de estar dentro de ella con urgencia...

- ¡Kaghome! – Ambos miraron con horror hacia la puerta al escuchar la voz de Sango - ¿Ya te duchaste? Rapido que tenemos que prepararnos.

- Maldicion – Murmuro la azabache – En cinco minutos salgo.

- Maldición, me olvide el celular en la otra habitación. Cuando vuelva te quiero lista, ¿Me oíste?

- Si, panda – Aseguro y solo se movieron cuando escucharon la puerta del cuarto abriéndose – Tienes que irte – La azabache se giro, notando como el peliplata tenia su mirada encendida por la lujuria y que ella estuviera desnuda frente suyo no ayudaba en nada. Se acerco a ella tomando su nuca y la acerco a su boca para besarla con un hambre voraz. Tenia que irse, pero no podía dejarla allí, tan apetecible como estaba – Inu, por favor – Pidio la azabache, alejándose un poco de él.

- Tienes razón – Tomo una toalla que allí había y envolvió su pequeño cuerpo desnudo – Nos veremos mas tarde, pequeña – Beso sus labios una ultima vez y comenzó a caminar hacia la salida.

- Si – Murmuro con sus mejillas coloradas, aun desacostumbrada a esas muestras de cariño.

Una vez que el peliplata cerra la puerta del baño, se apoyo contra esta para tranquilizarse. Comenzo a caminar hacia la salida pero antes de poder llegar, Sango entro, encontrándoselo cara a cara.

-¿Qué haces aquí?

- Yo... Vine a preguntarle a Kaghome si necesitaba algo mas antes de que yo me entre a duchar – La pelinegra lo miro sin creerle nada. Y sin dejar de mirarlo, se corrió hacia un lado para darle paso - ¿Tu necesitas algo?

- Nada. Solo que dejes que mi amiga se duche de una vez – El peliplata la miro fijamente pero antes de poder decirle algo, ella señalo su entre pierna. Inuyasha no hizo falta que ni mire para que sepa de que hablaba. Con su cabeza gacha se fue, antes de que su amiga siguiera diciendo algo – ¡No te olvides de llevar un accesorio brillante! – Grito antes de cerrar la puerta en su cara.

***

Los invitados ya estaban abajo.

Inuyasha, junto a Miroku, eran los encargados de recibir a los invitados. La voz había corrido super rápido y, además de las personas de la lista, varias mas pedían entrar. Claramente los hombres se encargaban de no permitir el acceso a nadie.

-Perro – La voz de Shippo llamo su atención. Chocaron sus puños y, como si fueran amos y señores del hogar, pasaron.

- ¡Hey! A ellos no les pides la invitación – Se quejo uno y Miroku lo miro fijamente.

- ¿Tu eres tonto? – Contesto otro joven de allí – Son Shippo, Bankotsu y Jakotsu, mejores amigos de ellos. El grupo de Elite de la ciudad. ¿En que planeta vives?

- ¿Grupo de Elite? ¿De que habla? – Consulto Inuyasha a su amigo que solo reia, inflando su pecho.

- No lo se, pero me gusta como suena – Murmuro.

- Eres un aprovechado – Miroku solo sonrio, al tiempo que seguía revisando la lista de entrada – Por favor, ¿Por qué hay tanta gente?

Por su parte, Kaghome terminaba de abrocharse sus sandalias y se miro al espejo. La verdad es que su vestido le gustaba muchísimo. Era negro, con pequeñas tiras de diamantes reales (Si, reales. Sus padres habían insistido en que se lo pusiera) también de color negro. Era ajustado en su cintura y acampanado. El escote llegaba hasta su ombligo y su espalda era descubierta.

-¿Me veo bien? – Pregunto a su amiga que le sonrio enorme, abrazándola por la espalda.

- Eres la joven mas bella que alguna vez haya visto – La azabache se sonrojo y se giro para abrazarla.

- Tu no te quedas atrás, panda – El atuendo de Sango constaba de un crop top brilloso rosa y una mini falda de la misma tela. Sencillo y chic.

- Gracias. Espero que a Miroku le guste.

- Te puedo asegurar que Miroku no te quitara las manos de encima – Kaghome volvió a sentarse en su tocador, mientras terminaba de pintar sus labios de rojo.

- Y a ti Inuyasha tampoco – Al escuchar ese nombre, la azabache se sonrojo de sobre manera. Obviamente le había comunicado a su amiga el hecho de haber perdido su virginidad con él, pero aun le costaba asimilar esa idea - ¿Cómo se lo diran a tus padres?

- No lo se – Suspiro, dejando el labial sobre el tocador. Se la quedo mirando fijamente por el espejo, preocupada por lo que fueses a ocurrir - ¿Si me echan de aquí?

- Amiga – La pelinegra se acerco, abrazando sus hombros con cariño – Eso nunca sucederá. Ellos te aman con locura, serian incapaces de hacer eso. Y si fuese a ocurrir, siempre puedes venir a mi hogar – Bromeo, logrando que ella ria – Pero basta de temas tristes, hay que disfrutar el ahora.

- Lo se – Se paro para verse nuevamente. Se arreglo un poco su coleta alta, se coloco unos aretes y sonrio al espejo. Tenia que admitir que se veía bien - ¿Y los gemelos con quien se quedaron?

- ¿No te dije? Inu No e Izayoi los llevaron con ellos. Estaban super emocionados de ver a Soso luego de tanto tiempo viajando con mis padres.

- Me alegro por ellos.

- No estaría tan tranquila si no fuese asi, ya que mis padres nuevamente se volvieron a ir.

- Entonces, ¿Te quedas conmigo esta noche? – Sango la miro, riendo con perversión.

- No podría ser capaz de arruinar los planes de mi amigo de esa manera – La azabache, al entender lo que ella intentaba decirle, se sonrojo de sobre manera. Salio corriendo tras ella que ya estaba yendo hacia la fiesta. No negaba que le gustaría pasar la noche con su chico, pero ella era su mejor amiga, era su prioridad.

- Espera, panda. No es lo que tu crees...

***

Un maldito dejavu los hizo mirar hacia todos lados.

La casa estaba repleta de gente que ni conocían y, como si fuera poco, estaban dentro de la sala. Otra vez.

-Recordame porque no lo hicimos en el jardín – Murmuro Inuyasha, mientras intentaba calmarse y no echar a todos. Esta vez sus padres sabían de la fiesta, pero eso no era motivo suficiente para que destrozaran todo.

- Porque la decoración quedaba mejor aquí adentro – Le sonrio como niña pequeña, recibiendo una mirada de desaprobación de parte de su hermano.

- Tendremos que volver a implementar lo de la vez pasada – Ambos se acercaron a Shippo que, nuevamente, había suplantado al dj – Zorro, apágame la música – El pelinaranja asi lo hizo, entregándole el micrófono mientras reia. Sabia que se venia a continuación – Creo que varios tendrá un dejavu, ya que la fiesta pasada fue lo mismo. Pero le pedimos encarecidamente...

- ¡Que nos traslademos al jardín! – Gritaron en coro casi todos los presentes, comenzando a salir hacia donde el dueño de la casa pedia. Ambos jóvenes se miraron sorprendidos, riendo por lo bajo.

- Muy amables, mis bellos invitados – Agradecio Kaghome, devolviéndole el micrófono a su amigo – Cuando trasladen todo, pon música otra vez, Shippo. Por favor.

- Claro, Kag.

Una vez hecho el traspaso, la fiesta continuo como si nada hubiese ocurrido.

Los tragos corrian. La música aumentaba. Los cuerpos se pegaban entre si. Varias personas terminaban casi desnudas en la piscina, y eso no le molestaba a nadie. Hasta podias ver personas transmitiendo su amor a otras personas, muy fervientemente.

Kaghome se encontraba algo mareada debido al alcohol. Nunca había tomado mas que un par de cervezas pero, al ser su cumpleaños, sus amigas la convencieron de probar por primera vez el vodka. Por el Angel. Se sentía mareada y alegre. Su cuerpo estaba caliente y no sabia si era porque era verano, por la aglomeración de personas o por el alcohol.

Alejandose de sus amigas comenzó a caminar hacia el baño. Tenia que orinar.

Entro por la cocina, encontrándose con una pareja que estaban intercambiando saliva como si no hubiese un mañana.

-Ups. Disculpen – Una sonrisa bobalicona se pinta en el rostro de la azabache – Vengan conmigo. No quiero interrumpirlos – La pareja, un poco por el alcohol, un poco por la calentura, siguió a la azabache que los guio hacia una pequeña habitación que contenia una pequeña cama y algunas cosas raras – Es un deposito de mi padre, pero pueden usarlo. Solo no hagan mucho ruido – Guiño su ojo, los empujo levemente y cerro la puerta tras ella. Aun mareada y algo perdida volvió hacia la cocina, ya que no recordaba bien que iba a hacer. Miro el armario donde Kaede guardaba la comida enlatada y demas cosas y su cuerpo se tenso. Ese armario... La ultima vez que habían hecho una fiesta ella e Inuyasha casi habían follado allí.

Un calor conocido comenzó a alojarse en su zona baja. Su mareo aumento y su cuerpo comenzó a moverse por si solo. Salio de allí a buscar a su hermano, tenia que encontrarlo cuantos antes porque sentía su cuerpo entumecido por el calor, hasta podía jurar que sus bragas estaban sumamente mojadas. Disimuladamente toco uno de sus pezones y lo noto duro, lo que la hizo gemir por lo bajo. Necesitaba de su hermano, en ese mismo momento.

Al verlo hablar con sus amigos una sonrisa gatuna se pinto en su rostro. Se acerco a él y salto sobre su espalda, apretando sus pechos contra él.

-Kaghome, ¿Qué sucede? – Pregunto con sorpresa, intento girarse para mirarla de frente, pero ella no lo dejo.

- Creo que esta completamente ebria – Acoto Bankotsu al ver la sonrisa bobalicona que ella tenia en su rostro, además de que sus mejillas sonrojadas la delataban.

- Inu – Murmuro sobre su oído captando toda la atención del peliplata – Estoy muy excitada. Quiero que me me hagas tuya, ahora – Gimio despacito para que solo él pudiera escucharla. El aludido se tenso de sobre manera y pudo sentir como su miembro comenzaba a endurecerse, mas aun al sentir como ella fregaba sus pechos contra su espalda – Por favor – Jadeo.

- Ok. Vamos – Se giro, tomándola del brazo con delicadeza. Kaghome lo miro y sonrio con soberbia. Sus ojos estaban encendidos por la lujuria. Lo tenia donde quería – Acompañare a Kaghome al baño, no se siente bien.

- Claro, amigo – Acepto Shippo, pero Miroku los miro en completo silencio mientras se iban. Kaghome no estaba sonrojada por la bebida e Inuyasha no estaba acompañándola debido a que se sentía mal. Una sonrisa pervertida se pinto en su rostro.

- Ire a buscar a Sango - Dijo sin mas. Si su amigo tenia acción, quizás el tendría suerte también.

Al llegar a la cocina, Kaghome tomo los hombros del peliplata, apoyándolo contra la isla. Se tiro sobre él para comerle la boca y comenzó a refregar su cuerpo contra el suyo. La verdad era que poco le importaba donde estaban, o si los veian, solo quería que ese semental la tomara.

Por su parte, Inuyasha no se quedo atrás. Con sus manos agarro el trasero de ella, amazandolo como fuerzas. Su sentido común se estaba yendo por las ramas y, aunque quería tomarla allí nomas, corrian riesgo de que los vieran. Ella estaba ebria, él era la parte pensante. Tenia que detenerla.

Cuando logro recobrar la cordura, pudo notar como su camisa estaba completamente desabrochada y como ella lamia su pecho, arrodillándose a sus pies. Sabia lo que venia y era tan tentador tenerla allí, a sus pies, abriendo su pantalón...

-¡Espera! – Grito al darse cuenta de lo que sucedia. Tomo sus manos y la volvió a poner en pie – Se que quieres hacer esto, pero vayamos al cuarto. Aquí nos pueden ver.

- Lo se, Inu. Hace un rato entre y vi a una pareja y los deje pasar al deposito de papá – Conto riendo debido al alcohol e Inuyasha abrió sus ojos. ¿Esa niña había dejado que dos completos extraños pasaron a su hogar? Maldicion. Luego se ocupario de eso.

- Vamos a la habitación, ¿Quieres? – La azabache lo miro y volvió a prenderse de su cuello.

- Pero quiero que me folles duro, ¿Si? – Murmuro contra sus labios, logrando que la polla de Inuyasha se endurezca mas. ¿Cómo era posible que lo enloqueciera tanto? – Quiero que me hagas acabar varias veces, por favor, hermano – El peliplata jadeo al escuchar sus palabras. Si una Kaghome inocente lo hacia perder la cordura, una sensual haría que enloquezca. Y sabia que estaba mal, pero esa fantasia de que aun eran hermanos, lo encendia a limites insospechados.

- Vamos – Volvio a tomarla del brazo para caminar con rapidez hacia su habitación, era la que mas alejada del jardín estaba. No quería que el ruido los molestara. Al llegar al cuarto lo cerro con llave y con rapidez la despojo de ese vestido, dejándola solamente con sus bragas – Esta vez, hare que delires de placer, pequeña – La tiro en su cama y se arrodillo en el suelo, tomo sus piernas y luego de dejarla sobre el borde de esta, enterro su rostro en ese lugar intimo que solo el tenia permitido tocar.

- Si, Inu – Gimio con fuerzas la azabache, mientras comenzaba a tirar de su cabello. Queria decirle que bajase un poco la voz, pero no era capaz de hacerlo. Escuchar sus gemidos fuerte solo lo calentaba mas. Con fuerza arranco sus bragas y con sus manos abrió sus labios para chupar su clítoris. Ella comenzó a removerse y su respiración de volvió irregular.

Nunca, jamas en lo que llevaba de vida había sentido tanto placer como el que ese joven le estaba dando. Sentia como sus pulmones ardían debido a la falta de oxigeno. Sus musculos se tensaban cada segundo mas. El calor pegaba su cabello a su rostro. Su garganta dolia por los gritos y, aun asi, era la mejor experiencia que podía sentir.

Entonces, entre la bruma alcohólica y de placer, lo pensó. Si ella se sentía tan bien, ¿Inuyasha también sentiría placer si ella lograba concretar su cometido de chupar su polla? Aunque ese pensamiento se esfumo cuando sintió los dedos de él introduciéndose en ella, para comenzar a follarla al ritmo de sus lamidas.

-Inu. Me vengo – Jadeo y el peliplata aumento su ritmo, solo para sentir como ese nudo de nervios temblaba bajo su lengua y como esas paredes húmedas y calientes apretaban sus dedos cuando el inminente orgasmo ataco a su pequeña hermana. Su cuerpo quedo laxo sobre la cama, su respiración intentaba acompasarse y sus musculos se relajaban – El mejor orgasmo de mi vida – Jadeo, viendo directo a los ojos de ese joven.

- Me alegro oir eso, pequeña – Abrio su mesa de noche, tomando un condon para colocarlo en su polla que estaba a punto de escapar – Pero aun tienes trabajo que hacer.

- Quiero chuparte la polla – Jadeo, intentando agarrar su miembro que estaba completamente duro. Inuyasha tomo su mano y comenzó a gatear sobre ella, logrando que ella se mueva hasta quedar en mitad de la cama.

- Juro que no deseo mas nada que eso, pero si lo haces, acabare enseguida y lo que deseo ahora es estar aquí – Volvio a enterrar dos dedos dentro de ella viendo como su rostro se arrugaba levemente al sentirlo – De veras quiero follarte ahora.

- Si, por favor – Volvio a jadear. Se giro para quedar boca abajo, abrazo una almohada para que su trasero quedara levantado y abrió sus piernas para que él pudiera colocarse entre ella cómodamente – Asi, hermano. Por favor.

- Eres una perra – Jadeo y se tiro sobre ella, para besar su nuca. Despacio comenzó a adentrarse en ella, sintiendo como sus paredes lo envolvían suavemente. Esa mujer lo haría enloquecer. Su gemido fue sutil y largo, casi sufrido, lo que le gustaba mucho.

- Mas fuerte, por favor – Inuyasha sonrio. Si, él también quería ir mas fuerte, pero escucharla rogar solo lograba que su lado sádico salga a flote, asi que siguió con sus estocadas lentas. La azabache comenzó a mover sus caderas de un lado a otro, pero fue inútil, su velocidad no aumentaba – Por favor, hermano. Quiero que vayas mas rápido. Por favor.

- Amo oírte rogar – Susurro en su oído, para morderlo con algo de fuerza – Si eres una buena niña, quizás aumente un poco mas el ritmo – Estoco con fuerzas golpeando su fondo, lo que la hizo gritar y gemir al mismo tiempo – Ho, ¿Te gusta que duela un poco, pequeña? – Ella asintió con su cabeza, intentando razonar en su nebulosa de placer – No te oigo – Volvio a estocar con fuerzas, escuchando el mismo grito sufrido de su parte.

- Si, hermanito. Si. Por favor, mas – El peliplata beso su nuca y, siguiendo sus ordenes, aumento su velocidad.

Sus estocadas comenzaron mas fuertes y Kaghome no pudo evitar gemir alto. Sentia un leve dolor en su vientre, lo que lograba que todo se sintiera mejor. Sus estocadas eran duras y rapidas, y su cuerpo se acercaba igual de rápido hacia su segundo orgasmo.

-No aguantare mucho mas, pequeña – Gruño el peliplata colando su mano bajo ella para alcanzar su clítoris – Tendre que acelerar las cosas para ti también – Con velocidad comenzó a frotar su punto de nervios y no hizo falta mucho mas tiempo para que ella gritara anunciando que había llegado nuevamente. Al sentir como sus paredes apretaban con fuerza su miembro, Inuyasha se dejo ir en un profundo gruñido.

Se tiro a un lado de ella respirando con dificultad. Kaghome lo miro sonriente y beso su mejilla y, aun algo abria, se hizo una bolita sobre si misma, sin soltar la amohada y se durmió plácidamente.

-Yo también estoy algo cansado – Cerro sus ojos, abrazando a su pequeña – Cerrare los ojos cinco minutos e ire a terminar con todo esto.

***

Los rayos solares dieron directo en sus ojos logrando que despertara.

Abrio uno de sus ojos y al sentir un peso a su lado noto como su pequeña dormia desnuda y plácidamente a sus anchas. Cualquiera que la viera no creería que asi con la boca abierta, con algo de saliva chorreando en uno de sus lados y despeinada como estaba, fuera una joven bella.

-¡La fiesta! – Grito y como resorte se levanto de la cama. Miro su reloj, eran las 7 de la mañana. Se vistió con lo primero que encontró y bajo corriendo las escaleras. En la cocina se encontró con un Bankotsu durmiendo sobre la isla, abrazado a una botella de vodka. Al salir al jardín parecía que el mismo apocalipsis había pasado. Habia gente durmiendo por todos lados, incluso sobre los inflables de la piscina.

Shippo estaba al lado de su reproductor de música durmiendo en una reposera. A sus pies, en el suelo, estaba Jakotsu durmiendo sobre el pecho de un completo desconocido.

Comenzo a buscar a su amigo y, tras mirar a las 60 personas que allí yacían tiradas, no lo encontró. Pero tampoco encontraba a Sango asi que, pensándolo, llego a la conclusión de que se encontrarían en el cuarto de huéspedes donde su amiga se había duchado. Comenzo a caminar hacia allí pero al mirar hacia el deposito de su padre, recordó a la pareja que su hermana había dejado entrar.

Al abrir la puerta los vio durmiendo abrazados como la pareja mas feliz del mundo. Su corazón no fue capaz de despertarlos.

-Primero encontrare a ese pervertido, ya luego me encargare de todos – Subio las escaleras entrando a cada habitación a su paso. De los cinco cuartos, en tres encontró parejas desnudas. Su hogar su había convertido en un motel. Sus padres lo matarían. Al llegar a su destino abrió la puerta, encontrándose con un Miroku durmiendo en el sillón y Sango desparramada a sus anchas en la cama... Desnuda. Giro su rostro con rapidez y se dirigio hacia su amigo que también estaba desnudo – Pervertido – Gruño y comenzó a moverlo para que despierte – Despierta, maldita sea.

Miroku abrió un ojo encontrándose con su amigo. Miro hacia la ventana notando como el sol ya estaba casi sobre sus cabezas. Era de dia.

-¿La cagamos?

- Y de que manera. Hay cerca de 60 personas durmiendo en mi jardín y otras tantas esparcidas por mi hogar. Esto parece motel, Miroku.

- Maldicion. Me duele la cabeza.

- Ayudame a sacar a todos de aquí o Kaede me matara lenta y dolorosamente.

- Si, déjame pensar – Estuvieron unos minutos en silencio hasta que el pelinegro sonrio – Necesitamos un micrófono y hacer funcionar el sistema de audio de Shippo. El resto déjamelo a mi.

- Genial. Hare eso, tu vístete, ¿Quieres?

No hizo falta mas que un par de gritos para que todos despertaran y ya luego, cuando estuvieron solos y en vista del terrible final y la gran suciedad, los Taisho decidieron llamar a escuadron de limpieza que haga eso por ellos.

La resaca los estaba matando a todos.

-Terrible fiesta, chicos – Halago Bankotsu, mientras tomaba el desayuno junto a sus amigos. Luego de que todos se habían ido, el grupo de amigos se sento a desayunar la comida que Kaede les había hecho. Claro esta, después de recibir el regaño de la vida por como estaba Kaghome.

- Cierra la boca, Ban – Murmuraron Inuyasha y Kaghome a la vez, logrando la risa de todos. Seguramente sus amigos se quedarían allí todo el dia porque el clima era caluroso y ella lo único que quería era dormir. Miro a Sango con odio. Nunca mas volveria a tomar vodka. 

***

Hola, hola, hola mis bellezas!

Aquí llegue con un nuevo capitulo y puedo casi asegurar que sera el ante ultimo. Ya no queda mas nada que contar, solo que ellos revelen su relación y que pase lo que tenga que pasar. Así que disfruten este capitulo, leanlo con calma y saboreenlo. 

Pero ahora les quiero hacer una consulta. 

En este momento solo tengo por escribir capítulos de "mucho sexo" y de "homoamor", pero como no están relacionados unos con otros, los voy subiendo a medida que se me van ocurriendo. 

Pero quiero comenzar una nueva historia. Y tengo 4 historias que pueden ser candidatas a que las suba. Ninguna esta completa, pero tengo algunos capítulos ya hechos. 

Quiero que ustedes decidan cual quieren que suba:

LUJURIA EXPUESTA: 

Kaghome quiere "enseñarle" lo mejor del sexo a su mejor amigo Inuyasha, aunque ella sea completamente virgen. Aunque secretamente esta enamorada de él, solo desea que sea feliz junto a Kikyo, que no lo acepta por ser "poco experimentado en el sexo".

AMOR EN VENTA (Tema sacado de tiktok xd)

El gobierno crea una aplicación donde vende a los jóvenes que, luego de cumplir los 18 aun se encuentran en orfanatos y reformatorios. 

Son utilizados para lo que sus nuevos "amos" digan, pero si son devueltos cinco veces o cumplen los 21 y aun no han encontrado "la salida", son asesinados. 

"Un árbol torcido, nunca sus ramas endereza" Es el lema del gobierno. 

KAME NO AKUMA - HISTORIA YA PUBLICADA EN MI FEED

Una joven estudiante encuentra en libro sobre el "demonio con ojos de sol". Al leerlo comienza toda su aventura fantástica de amor y maldiciones. 

¿Que estaría dispuesta a hacer para ayudar a ese joven que con solo una mirada la enloquece?

VOYERISTAS

Inuyasha y Kaghome comparten los mismos gustos con respecto al sexo: que los vean cuando mantienen relaciones. Y este es su diario lleno de fetichismos y perversiones. 

Bueno, mis pequeñxs. 

Espero sus votaciones y opiniones. 

Lxs quiero!

Lin! ❤

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