6. El primer secreto de Magnus

Escuchar la campana que hace la puerta cuando se abre, no es lo que alertó a Magnus. Lo que lo alertó, fue la presencia de los tres hombres que entraron a la cafetería. Y conocía a esos tres hombres.
Sus ojos fueron hacia Alec, con alerta y protección. Alec estaba leyendo un periódico y recordó lo que su novio le había dicho sobre buscar trabajo temporalmente.
Aún no tenía noticias sobre el libro y mientras tanto, tenía que buscar trabajo para pagar el alquiler y mantenerse.
Los hombres se acercaron a Alec y Magnus temió.
-Usted es Alexander Lightwood?- preguntó uno de los hombres, parecía un tipo de líder.
-Soy yo- dijo Alec- Por qué pregunta?
-Mis hombres y yo escuchamos que usted sale con Magnus Bane- respondió el hombre- Conocimos a su padre, fue un hombre...interesante.
-Fue?
-Alexander- dijo Magnus, interrumpiendo a Víctor, el hombre que le habló a Alec- Víctor, pudiste avisar que estabas en la ciudad.
-Magnus, sabes cómo me gusta sorprender a los hijos de antiguos socios. No deberías sorprenderte.
-Y deberías recordar, Víctor, que no soy un hombre al que le gusta las sorpresas. Al igual que lo fue mi padre.

Magnus y Víctor se miraron cómo si se estuvieran lanzando cuchillos. Alec pudo verlo, empezó a sentirse nervioso y preocupado. Que le pasó al padre de Magnus? Por qué Magnus no le habrá dicho algo? Tendrá problemas con esos hombres?
-Quieren que les traiga algo de café? Les conseguiré una mesa.
-No gracias, sólo vinimos de paso.
Víctor se levantó y los otros dos hombres lo hicieron también. Se dirigieron a la puerta y uno de ellos la abrió.
Víctor caminó cerca de Magnus y le susurró en el oído.
Nos vemos en el viejo lugar de tu padre. No llegues tarde o trates de provocarme, si quieres volver a ver a tu chico bonito.
Magnus temió por un segundo, pero sabía que no podía demostrar miedo. No con los hombres que mataron a su padre.
Creeme, allí estaré. No será necesario requerir a las amenazas.
Víctor sonrió y cruzó la puerta abierta para él.

***

Cuando el turno de Magnus terminó, Alec supo que tenía la oportunidad de saber lo que ocurría.
-Magnus, que pasa?- preguntó cuando ya estaban lejos de cafetería y se dirigían a su departamento- Algo anda mal con esos hombres?
-No te preocupes- le dijo Magnus- Nada anda mal.
-Magnus, te conozco- o al menos creo que , pensó Alec- Sé que algo anda mal.
-Todo está bien- le respondió con un beso en la mejilla.

Magnus estuvo unas horas con Alec antes de que tuviera que irse. No quería llegar tarde.
-Cuidate, cierra la puerta con seguro y no le abras a nadie.
-Magnus, que pasa? Que ocurre?
-No pasa nada, todo está bien. Todo está bien, mi amor.
-Pero, Magnus...
No tuvo tiempo para que Alec terminara, pues ya se había ido.
Y Alec deseó que su hermana estuviese allí para aconsejarle o que Magnus le tuviese confianza. O que dejara de temer por su seguridad desde lo aquella tarde.

***

Pandemónium no estaba al alcance de todos, sólo unos pocos sabían donde estaba. Magnus entró en el restaurante, vestido con un traje elegante.
Pandemónium, no era sólo un lugar. Había sido el lugar que perteneció a su padre y que ahora, debía dirigir. Tuvo que abandonar sus propios planes y sueños, pero no tenía otra.
Su padre lo educó en el negoció y lo amó mientras vivió. Era su deber.
Walter, el jefe del restaurante y antiguo socio de su padre, lo vio acercarse y este lo llevó a la entrada secreta del bar clandestino, Pandemónium.
Desde la ley seca, conseguir alcohol se había hecho más complicado. Pero Magnus era hijo de gánster y cómo tal, debía cumplir con el negocio.

La gente se la pasaba de un lado al otro mientras sostenían una copa en la mano. La música llamaba a las parejas a la pista de baile y estas iban.
Magnus agradecía que el bar fuera a prueba de sonido, fue buena idea que estuviese detrás del restaurante.
Se acercó a la barra y pidió una copa, se sentó en la barra a esperar a Víctor y sus hombres.
La cantante cambió la tonada de jazz a una balada francesa y deseó que Alec estuviese allí con él. Pero el negocio era demasiado peligroso y no quería entrometerlo. No quería que Alec pensara mal de él por seguir los pasos de su padre. Aunque ese no fuese su único secreto.

Víctor y sus hombres no tardaron en aparecer. Magnus caminó hacia ellos y los llevó a una mesa vacía, apartada del resto.
-Magnus Bane, no creía que volvería a verte y mucho menos de esta forma- dijo Víctor.
-Cuanto tiempo fue que pasó desde que mataste a mi padre frente a mis ojos, Victor? Dos años? Tres? Yo tampoco te había visto desde entonces.
-Vamos, fue un malentendido. No puedes seguir enojado por eso.
-De aquí hasta que termine el mundo seguiré enojado. Lo último que quería hacer, era ver tu cara y mucho menos en mi bar. Por que regresaste?
-Sólo quería volver a verte.
-No me lo creo. Cuanto tiempo te quedarás?
-Sólo vine a divertirme y creo que mi tiempo aquí será...indefinido.
-Te quiero lejos de Nueva York. Este es mi territorio.
-Y si comprara tu bar, que dirías?
-Pandemónium no está en venta. Además, por qué lo querrías?
-No lo sé, quizás para molestarte o acabar con mi aburrimiento. Vamos Magnus, me han dicho que este lugar es divertido. Así que, me quedaré aquí un tiempo.
-Sólo no te acerques a Alec. El no tiene nada que ver con esto. Si tocas un sólo cabello de él, te perseguiré y te casaré, luego colgare tu cabeza en mi bar para que aprenda el que quiera meterse conmigo.
-Eres muy rudo, amigo. Pero tu padre lo era más. En cambio tu sólo eres un aspirante a este negocio.
-Te quiero lejos de mi bar y de Alec. Quedó claro?
-Cómo quieras, pronto sabrás de mí.

Víctor salió del bar sin mirar atrás. Magnus sabía que no era lo último que sabría de él.
Decidió que su novio necesitaría protección y se la daría. Ninguna pandilla de gánster quería a Víctor, todos le temen.
Su padre intentó enfrentarlo y terminó muerto, después de todo, nadie extrañaría a Víctor.
Magnus suspiró y volvió a tomar de su copa.
La balada francesa siguió escuchándose y Magnus volvió a desear que Alec estuviese ahora con él.

Gracias por leer y espero que les gustara el capítulo.

La ley seca era una ley que prohibía la venta y consumo de cualquier bebida alcohólica. Las pandillas de gánster comúnmente conseguían alcohol y lo vendían ilegalmente.

Que les pareció el capítulo? Y el secreto de Magnus? Esperaban algo más oscuro?
R

ecuerden, que este es el primer secreto. Aunque el segundo no tiene mucho que ver con la profesión secreta de Magnus.


Posdata: ya vieron el nuevo tráiler de Strange Things?


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