20. Volver a verte
Nadie se despide de ti si no quiere volver a verte.
John Green,
Turtles all the way down.
-Despierta- la voz era suave y Alec abrió los ojos.
Frente a él estaba Magnus, bañado por una luz que casi pudo haber acabado con su visión. Pero no era así. La aurora solo hacía destacar sus rasgos buenos (del cuerpo y del alma) y la piel acaramelada parecía un tono mas brillante.
Alec llevó su mano a la mejilla de Magnus y le dejó reposar. No sabía con seguridad en donde estaba.
-Falta poco, Alec.
-Estoy muerto? Eres Magnus?
-Pronto estarás despierto y lo comprobarás por tu mismo.
-Esto es real o solo es un sueño?
- Un hombre soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era hombre que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era hombre. Que crees tu, Alec?
Pero Alec no contestó y no tuvo tiempo de al menos formular una respuesta. Porque ya no estaba lejos de donde realmente debería estar.
***
Y
un segundo después abrió los ojos. Estaba en una cama y sentía un dolor horrible en todos lados.
-Alec- la voz había sonado débil y cansada, pero no irreconocible.
-Isabelle.
Los hermanos se abrazaron y lloraron juntos.
-Que está pasando? Que haces aquí? Por qué estoy aquí?
-Te dispararon y perdiste mucha sangre, fue un milagro que sobrevivieras.
-Pero que haces aquí?- los recuerdos de la otra noche estaban llegando rápidamente.
-Magnus me llamó y vinimos lo más rápido que pudimos.
-Vinimos?
-Papá, mamá, Jace, Max y yo. Alec, nos mataste del susto.
-Yo...
-Alec!
Max estaba en umbral de la habitación y luego corrió hacia la cama de su hermano. Saltó y lo abrazó con todas sus fuerzas mientras las lágrimas caían como lluvia de sus ojos.
Habían palabras irreconocibles que se confundían con balbuceos. Alec no dijo nada y se solo quedó abrazando a su hermano.
Cuánto tiempo habrá pasado desde aquella noche en el callejón? Cuanto tiempo entre los ojos de Magnus y la nieve de aquella noche? Cuanto desde que se perdió entre dioses y recuerdos perdidos?
Cuanto desde que regresó a sus seres queridos como Odiseo a Itaca y a su Penelope?
-Tenemos que buscar a los otros, Max-dijo Isabelle.
Pero Max se negó rotundamente.
-Quiero quedarme con mi hermano-dijo el niño, invocando toda su voluntad para proteger a su hermano.
-Está bien- la joven sonrió- Se que estará a salvo contigo.
Isabelle salió por la puerta y Max afirmó su abrazo.
Cuánto había pasado desde que Dios y los ángeles le permitieron sentir el calor de los brazos de su familia y el cariño de su amado?
***
Magnus sentía que no podía volver a ver a Alec sin que corriera peligro su vida. No lo dejaba tranquilo el miedo ante la posibilidad de haberle hecho un daño irreversible.
Cuando internaron a Alec, decidió que debía traer a los Lightwood lo más rápido que pudiera. Y dos días después, cuando la familia cruzó las puertas del hospital, Jace caminó hacia el y lo golpeó en la cara.
Ahora estaban en primavera y los Lightwood nunca abandonaban el hospital a pesar de que se hospedaran en uno de los mejores hoteles de la ciudad.
Acaso crees que una habitación de un hotel lujoso será suficiente para sanar el daño que les haz provocado a su hijo? No, claro que no.
Magnus tampoco abandonaba el hospital y sus amigos eran lo único que podían evitar que se derrumbe.
-Que pasó con él, Magnus?- le preguntó Isabelle. Había explicado en su carta que todo había sido culpa de un exsocio de negocios de su padre. No podía decir nada más y los Lightwood no preguntaron.
-Creí que podría mantenerlo a salvo.
-Tus negocios son más oscuros, verdad?
-Algo así. Yo...
-Alec siempre protege a los que ama, Magnus.
-Y su amor por mí pudo matarlo. Aún puede.
Magnus vio como Isabelle salía de la habitación de Alec, estaba llorando. Corrió hacia su familia y les dijo algo, luego empezaron a llorar y entre todos habían ido hacia Alec.
Su corazón, su amor, estaba devuelta. Su Alec estaba perdido y ahora regresó.
***
Pasaron horas hasta que Alec volvió a ver a Magnus.
En su rostro había una barba y los ojos brillaban apagados.
-Volviste a mí del país de los sueños- susurró Magnus cuando se acostó junto a él.
-Que te pasó en la cara?-dijo Alec, refiriéndose al moretón.
-Fue tu hermano, me culpa de que casi te mataran.
-Ellos saben...
-Saben que te disparó un viejo socio de mi padre que me odia.
-Que pasó con Víctor?
-Lo maté.
-Que se siente haber cumplido tu venganza?
-No siento nada.
-Esperabas algo?
-Creo que esperaba sentirme realizado. Pero no podía darme el lujo de hacerlo cuando estaba destrozado mientras te marchabas lejos.
-Pero aquí estoy.
Alec besó a Magnus en los labios y sintió como lo rozaba la barba.
-Volví a ti del país de los sueños.
Magnus seguía sin sentir nada por Victor y sólo lo cubría el amor por Alec.
-Cuanto tiempo estuve inconsistente?
-Ya es primavera y tu libro está publicado. Y en un momento se le escapó a Catarina que vamos a casarnos. Tu madre no sabía que pensar.
El funeral de Dean fue hace semanas. Siento que nada volverá a ser igual, fue un gran hombre.
Alec río y se acurrucó en pecho de Magnus. Dejó que la tranquilidad y una infinita ternura lo cubriera como el agua al océano.
-Soñé con agua- soltó Alec. Magnus lo escuchaba con atención- No recuerdo exactamente qué, pero soñé con agua y contigo.
"Soñé con nosotros en un campo que se hacía agua. Soñé con una noche de estrellas y haciendo el amor en la arena. Soñé con muros de piedra y calles como laberintos. Soñé con música y fantasías de bestias cuando no tienen miedo.
Soñé contigo amandome y yo bajando el cielo para dartelo. Soñé con la música de un piano y contigo. Siempre contigo y llegando hasta ti.
Los dioses y los ángeles nunca podrán separarnos por que nos pertenecemos. Y eso significa que el destino de uno está en la palma del otro"
***
Magnus se quedó viendo a Alec durante mucho tiempo. Ambos estaban en su hogar porque a Alec le habían le dado el alta hacía varios días y lo primero que habían hecho fue hacer el amor.
Magnus jugaba con los cabellos de su amada. Estaban cubiertos de sudor y aroma a sexo.
-Que pasa?- preguntó Alec.
-Tu familia se irá mañana- dijo Magnus. Alec asintió- Y te irás con ellos.
-Que?
-No puedes quedarte conmigo, Alec. No ahora.
-Acabo de salir del hospital y regresar a ti. Por qué me mandas lejos?
Magnus sonrió tristemente. Amaba a Alec y a aveces amar alguien no siempre sindicaba que esa persona se quedaría contigo. Puedes pasar mil años o una vida extrañando a alguien.
-Porque mis negocios son peligrosos, Alec. Ya te puse en peligro y no quiero que eso ocurra de nuevo.
-Pero Victor está muerto- era una suplica lo que sonaba en los labios de Alec y no un hecho que conocían?-Estamos bien. Tu. Yo. Estamos juntos.
-Voy a deshacerme del negocio, Alec. Voy a ser algo bueno de mi vida para estar contigo: ser el hombre que mereces.
-Yo lo eres- exclamó.
-Pero no el que necesitas- dijo Magnus.
Ambos lloraron juntos.
-Cuanto tiempo?- preguntó Alec.
-No lo sé- respondió Magnus- El imperio de mi padre es muy grande y costará trabajo limpiar todo. Puse dinero en la cuenta de tu familia y también en la tuya.
Quiero que hagas algo bueno de él mientas estoy lejos.
-Voy a esperarte- dijo Alec- Y cuando vuelvas te besaré y nos casaremos.
-El tren parte a las ocho y tu hermana ya tiene listo tu equipaje. Quiero despertar sin despedirnos.
Alec se acurrucó más al pecho de Magnus y volvió a besar sus labios. Hicieron nuevamente el amor.
-Prometo que voy a casarme contigo cuando vuelva a verte- dijo Magnus antes de dormirse.
A la mañana siguiente, despertó solo y con el fantasma de Alec en sus sabanas.
*pañuelos y helados para todos*
Gracias por leer y perdonen tanta espera.
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