15. Con Magnus son seis

El aroma a desayuno era exquisito y en la radio sonaba una canción que no conocía, pero que a Magnus le parecía hermosa. Alec y Magnus no eran los únicos levantados aunque si eran los únicos que estaban desayunando debido a que se levantaron tarde.
No podían recordar a que hora habían regresado anoche.

Max jugaba afuera en jardín y el aire olía a primavera. La nieve había quedado atrás hace mucho tiempo.
Maryse y Robert bebían limonada en la entrada, Jace e Isabelle se habían unido a jugar con Max.
Alec dejó los huevos en un plato para cada uno y también agregó unas tostadas mientras Magnus servía jugo de naranja. Alec no paraba de admirarlo con amor y con un brillo en los ojos.
Magnus pudo seguir esa corriente de mirada con su pareja, pero tenía una mejor idea. Se acercó a Alec y lo rodeó con sus brazos mientras enterraba su rostro en su cuello.
Alec solo se quedó inmóvil después de aferrarse más a Magnus. Compartían un momento de los que a perspectiva parecen eternos.
-Quiero quedarme así para siempre- dijo Magnus.
-Yo también- contestó Alec. Tenía los ojos cerrados y respiraba el aroma de Magnus- Yo también.

***

Pero tuvieron que desayunar y Max insistía en que Alec se uniera a juego.
No siempre tendré a mi hermano mayor en casa, fue lo que dijo el niño. Y Alec no pudo discutir.
Magnus aprovechó el momento para ver la casa. Descubrió que habían cuadros de Alec y sus hermanos por todas partes.
En algunas fotografías había un niño pequeño de ojos azules vestido de traje y en otras estaba junto a una niña de ojos negros y melena negra. Magnus sonreía a las diferentes ventanas que tenía frente a el.
-Magnus- llamó alguien- Magnus, ven con nosotros.
Se volteó y vio Maryse detrás de el. Magnus no cuestionó nada y se acercó a la mujer que estaba en la puerta. Ella le tendió un baso de limonada y Magnus lo aceptó con gusto.
Mientras, Robert Lightwood veía a sus hijos con un semblante tranquilo.
-Pareces un buen chico, Magnus- soltó Robert.
-Gracias, señor- contestó Magnus.
Eso fue lo único que dijo y Magnus vio que el hombre no cruzó mirada con el en ningún momento. Parecía estar distraído, como si estuviera contemplando algo que se le escapaba a todos menos a él.
Robert Lightwood allí mismo, en sus hijos, lo rápido que corre el tiempo.
El tiempo era un ladrón, una corriente y agua. Se lleva todo consigo y nosotros, como tontos, queremos que nos regrese lo que se lleva. Olvidamos que somos frágiles y cual vasijas nos rompemos al ver atrás luego de sentir el golpe.

***

Los corazones se rompen y las manos también cuando hacemos un puño con ellas y golpeamos un muro. Inevitablemente las páginas de los libros se convierten en polvo que quedan flotando en el aire, aunque lo que en realidad hay en  el son las células de piel que el cuerpo suelta cuando mueren.
La cuestión es que el libro era viejo. Magnus tenía en sus manos un viejo libro de Alec. Las páginas tenían polvo y estaban gastadas.
Alec y Magnus estaban en la habitación del primero, acostados en la cama.
-Leeme- pidió Magnus.
Alec sonrió y tomó el libro que Magnus le tendía. Pero antes de que pudiera hacerlo, la puerta se abrió estrenduosamente.
Era Isabelle.
-Alec- la muchacha  se lanzó a los brazos de su hermano- Tienes que ayudarnos.
-Que pasa?
-Jace  está en problemas. Salimos con Clary y Simon al pueblo y nos cruzamos con Sebastian. El parecía estar borracho y peleó con Jace. Unos policías que cruzaban cerca de nosotros se los llevaron.
-Está bien- dijo Alec, trataba de calmar a su hermana- Iremos a la comisaría a arreglar a esto.
-Yo también- dijo Magnus.
Alec asintió.
-Papá y mamá saben de esto?
-No.
-Que pasó con Clary y Simon?
-Están en la comisaría esperándonos. Clary no quería alejarse de Jace y Simon decidió quedarse con ella para hacerle compañía.
Magnus empezó a ponerse sus zapatos y antes de salir tomó algo de la habitación: una chequera. Alec vio lo que hizo su novio.
Para que la querrá?, pensó.

Los tres salieron de inmediato y tardaron en un tiempo en llegar al pueblo. Corrían rumores de que Sebastian Verlac, un chico  con fama de problemático, sabía como conseguir alcohol. Al parecer los rumores eran ciertos.

Jace estaba en una celda y Clary permanecía a su lado desde afuera. Alec llamó al rubio y este levantó la vista.
-Como puede ser que siempre te metas en problemas?- dijo Alec.
-Que puedo decir? Es mi don- contestó Jace.
-Donde está el tal Sebastian?- preguntó Magnus.
-Lo liberaron- dijo Clary.
-Que?-exclamó Isabelle.
-Ellos lo dejaron salir- dijo Jace, refiriéndose a los guardias- porque se compraron por tequila. Son una vergüenza!
Varios policías que estaban cerca empezaron a reírse de Jace.
-Di todo lo que quieras, principito, pero ni por todo el oro del mundo saldrás.
Magnus fruncio el seño, analizando la situación. No tardó en pensar que hacer.
-Yo podría comprar su libertad- ofreció Magnus.
Sacó de su bolsillo la chequera que tomó de la habitación de Alec.
Los seis no tardaron en largarse de nuevo a la residencia Lightwood.

***

A la mañana siguiente, Magnus fue a la cocina a hacerse el desayuno. Ese sería el último día en la casa de su novio.
-Magnus- Robert estaba en la cocina.
-Señor Lightwood...
-Quiero hablar contigo en mi oficina.
El moreno no pudo negarse a nada porque Robert ya estaba caminando hacia lo que parecía su despacho privado. Magnus solo siguió.
Cuando los dos estuvieron en la habitación, Robert le pidió que cerrara la puerta. Magnus obedeció sin saber lo que debía esperarse.
-Se que sacaste a Jace de la cárcel, Magnus.
-Como....?
-Es un pueblo chico y en pueblos hací a nadie se le escapa nada.
-Es el hermano de Alec.
-Alec es un chico especial. Es mi hijo y me importa.
Silencio.
-Se que lo amas- Robert continuó hablando- y se que el te ama a ti.
"Alec siempre habla de ti en sus cartas. Veo como lo miras y como el te mira a ti. Así es como se que contigo está en buenas manos"
-Amo a Alec, señor Lightwood.
Robert quedó callado. Magnus quería seguir  hablando, pero temía que el hombre reaccionara de mala manera si decía lo siguiente.
Al demonio, pensó, la vida es demasiado corta para arrepentirse.
-Y quería pedirle su permiso para casarme con el

Se viene boda? Que creen ustedes?
En este capítulo quería mostrar la corrupción que había en ese tiempo. He incluso en la policía.
Gracias por leer😳
Espero que les haya gustado💜


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