004
NO ACEPTO A LUCERYS
↬†ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ Han pasado alrededor de dos años desde que fue separada de Aemond. Dos años donde su rutina cambió por completo.
—Hermanas. Mi querida Septa—saluda con diversión la Targaryen de 11 años a la mujer mayor de la sala—. Lamento llegar tarde a nuestra sesión de estudio.
—No es honorable que una dama demore tanto cuando se le hace un llamado—regaña la mujer—. Hasta su hermana Baela a llegado más temprano que usted, teniendo en cuenta que ambas tienen entrenamiento a la misma hora.
—Me vuelvo a disculpar—Aenarys voltea los ojos bajo la divertida mirada de su hermana Rhaena—. Me demoré porque tenía asuntos más importantes que atender.
—¿Y que asuntos más importantes tiene Lady Aenarys que no sea asistir a sus clases de estudio?
—Responder una carta de un familiar querido.
—¿Aún te sigues hablando con ese ladrón de dragones?—habla Baela mientras voltea los ojos ante la mención de Aemond, gesto que copió sin querer de su hermana mayor.
—Ya hablamos de ese apodo Baela—ríe Aenarys—. Aemond se ganó a Vhagar justamente.
Aún recuerda que esa noche le había rogado al príncipe para que ella lo pudiera acompañar. Pero su compañero de aventuras quería hacerlo solo. Así que lo dejo ir a pesar de que sus instintos le decían que debía que ir con él, como si algo dentro de ella le hubiera advertido que algo malo iba a suceder. Es por eso que aún no se perdona del todo por dejarlo solo esa noche y que le quitarán uno de sus ojos.
—Señoritas—la Septa llama la atención de las tres niñas—, es hora de empezar con la clase. Díganme, ¿Cómo se llama el lugar donde reside la casa Martell?
Su vida es así desde hace dos años. En la mañana entrena con su padre y Baela, está última se unió al entrenamiento gracias a Aenarys, quien habló con su padre para añadir a su hermana; y por la tarde toma las clases con la Septa encargada junto a sus dos hermanas gemelas. Luego de las clases pasa un rato con su hermana Rhaena para hablar de cualquier tema. A veces bordando telas o cuidando al pequeño Joffrey.
—¿Cómo está él?—pregunta su hermana mientras caminan por el jardín de Rocadragon.
—Bien. Disfruta de las escenas que hace su hermano Aegon cuando está borracho.
Al principio, a Aenarys le molestaba que Rhaena no se dirigiera a Aemond por su nombre; pero luego comprendió que no podía pedir que sea más buena cuando es su primo quien le quitó el privilegio de montar a Vhagar.
—¿Padre te ha dado permiso para ir a King's Landing?—pregunta la menor mientras se dirige hacia una flor que ha llamado su atención.
—Sigue negándose. Aunque ya me parece algo normal, después de todo odia a todos los hijos de la Reina Alicent por alejarlo aún más de la sucesión.
—Que hipócrita eres—Rhaena ríe con la flor entre sus dedos—, tú odias a Aegon casi como nuestro padre odia a los tres príncipes.
La nariz de Aenarys se arruga por el disgusto.
—No odio al príncipe, pero preferiría tenerlo lejos. El muy cara dura hacia bromas que pasaban de los límites de mi tolerancia a Aemond y a mí. Incluido nuestros sobrinos se prestaban para eso.
Rhaena dejo caer la flor roja para buscar una más bonita.
—¿Sigues sin hablar con los Velaryon?
—A ellos también preferiría tenerlos lejos—responde Aenarys mientras le quita a su hermana la nueva flor que ha cogido—. A las justas puedo soportar verlos durante la hora de la comida.
—No son tan malos como los pintas, Arys. Si los conocieras un poco más te darías cuenta de eso.
Aenarys suelta un suspiro—Ya hemos hablado de esto, Rhae. Cada vez que miro a Lucerys veo el rostro marcado de Aemond. Y eso hace que la ira regrese y quiera cobrar la deuda.
—Lo sé—suelta un suspiro, pues sabe que Aenarys durante los almuerzos o cenas solo se abstiene a mirar el plato de comida que le sirven, ignorando por completo a los dos castaños.
Ambas damas se dirigen hacia la habitación de su prima Rhaenyra. Espera a que el guardia personal de su prima las nombre y esperan el permiso para poder pasar.
—Rhaena, Aenarys—saluda la heredera con una sonrisa—. Supongo que deben de haber venido por Joffrey.
Aenarys, sí; pero Rhaena también vino por Rhaenyra, conversando levemente con ella para no ignorarla por completo.
El pequeño bastardo balbuceaba torpemente el nombre de su tía Aenarys, ocasionando que esta se ría por sus intentos fallidos.
—Ya aprenderás con el tiempo—le dijo al pequeño infante al verlo hacer un mojín.
El sonido de golpes en la puerta hace que Aenarys despegue sus ojos de su sobrino para centrarlos en la entrada.
La cabellera castaña es lo primero que entra a la habitación. Lucerys da una mirada rápida a toda la habitación, no deteniéndose mucho tiempo en la figura de su tía Aenarys.
El pequeño Joffrey escapa de los brazos de la mayor para caminar hacia su hermano, quien lo recibe con los brazos extendidos para cargarlo en su regazo.
Rhaena mira a Aenarys cuando Lucerys se acerca a hablarle a su madre sobre un asunto de su educación. Ve como su hermana ignora la presencia del Velaryon mirando los adornos que se encuentran en la habitación.
La relación entre los dos hermanos Velaryon y la primogénita de Daemon no es buena. Pero al menos Aenarys pues intercambiar palabras con Jacaerys sin llegar a una discusión. Sin embargo, con Lucerys es todo lo contrario. Es como si el castaño activara el estado más primitivo de Aenarys.
—Si me permiten—habla la Targaryen de ojos violetas—, me retiraré ahora.
—Puedes quedarte un poco más—le dice Rhaenyra. Lucerys la observa por pocos segundos antes de apartar la mirada incómodo.
—Es que tengo deseos de montar a Kreston antes de que el sol se oculte—expresa Aenarys con el rostro demasiado serio.
Necesita salir de ahí. Ya.
Rhaenyra suspira y termina por aceptar la despedida de Aenarys. Cuando su prima ya salió de sus aposentos, se gira hacia los otros dos niños.
—¿Aún sigue sin hablarte?—le pregunta a su hijo.
—Si, he tratado de acercarme, pero siempre encuentra el modo de alejarme de ella—responde el niño mientras juega con sus manos con Joffrey.
—No creo que sea recomendable que fuercen a mi hermana a entablar una relación cordial con Lucerys—interviene Rhaena.
—¿Aenarys te ha contado o ha dicho algo con relación a Lucerys?—cuestiona la heredera sin ser fría.
—Aún no le perdona por haber dañado al príncipe Aemond.
—Pero eso fue hace tiempo—Lucerys de siete años suspira frustrado—, y además fue en defensa propia.
Rhaenyra se soba la cien con frustración. Pensó que conviviendo juntos como familia Aenarys dejaría aquel resentimiento por su familia. Al menos ahora la pequeña Targaryen había entablado una relación aún más estrecha con sus hermanas. No podía quejarse también con la relación que Aenarys había logrado con Jacaerys. Pero todo eso dejaba fuera a su pequeño Lucerys.
Rhaenyra sabe que va a tener que hablar con su esposo para ver qué pueden hacer para que Aenarys acepte por completo a Lucerys.
Lo que no saben es que tomaran un desición que puede causar muchos problemas. ۣۣ፝ۜ͜͡ஓீ†↫
↬†ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ La cabeza de Kreston se dirigió hacia la palma de su mano, queriendo que lo acariciase como lo hacía cuando él era una cría.
Aenarys recuerda que solía llevarlo en su hombro todo el tiempo. Jugaba con la criatura a pesar de que su nodriza le decía que podía ser peligroso. Pero, ¿qué sabía aquella sirvienta? Ella no era una Targaryen.
Kreston era un dragón macho gloriezo. Había crecido enormemente después de 11 años, habiendo una enorme comparación con otros dragones. Se podía decir que el dragón blanco era aún más grande que Syrax a su edad. Definitivamente los dioses la habían bendecido con un compañero hermoso.
El dragón empuja con su cabeza el cuerpo de Aenarys al percibir la tristeza en los ojos de su jinete.
—Estoy bien—murmura en alto valyrio.
Ha pasado horas después de que voló por todos los límites de Dragonstone. Pero a pesar de que ya ha aterrizado en tierra firme, no se ha movido de su lugar.
Mirando el golpear de las olas en las rocas se pregunta si hubiera sido más fácil nacer hombre.
Es una pregunta que se le ha venido hace poco a la mente. Y también el causante de que muchas lunas no pueda reconciliar el sueño.
Sumándole a eso, extraña King's Landing. Ama entrenar con su padre, pero le encantaría volver a practicar con Aemond y Sir Criston Cole. Ama tomar clases con sus hermanas, pero extraña platicar con su prima Helaena.
Ya han pasado dos años, pero sigue extrañando muchas cosas de su pasado. La pequeña Targaryen se pregunta si algún día aquel sentimiento de tristeza desaparecerá con el tiempo.
Aenarys es obligada a dejar sus pensamientos bajo siete llaves al escuchar el gruñido de su dragón.
—Tranquilo—escucha la voz de su padre hablándole a su dragón, pero Kreston sigue mostrando sus dientes y mostrándose amenazante.
—Tranquilo, Kreston. Es padre—el dragón recién obedece, escondiendo sus afilados dientes y dejando pasar a Daemon. Pero no por eso deja de ver a aquel intruso acercarse a su jinete.
—Necesito hablar contigo, Aenarys.
—Ya estás hablando, padre. Dilo de frente y no estés dando vueltas como ave carroñera.
El príncipe canalla sonríe ante el temperamento de su primogénita. Se pregunta a sí mismo si era así de difícil cuando era un niño.
—Ya no entrenaras con tu hermana Baela.
Aenarys por fin deja de mirar el mar abierto para dirigirle una mirada de desconcierto a su padre.
Daemon ve como los iris de su hija se vuelve un punto casi inexistente, dejando saber que no se tomará la siguiente noticia con buena fe.
—¿De qué estás hablando, padre?—sisea con un tono de advertencia.
Kreston percibe las emociones de su jinete. Vuelve a relucir sus dientes hacia Daemon al catalogar como el principal malestar de Aenarys.
—Va a ver una modificación en tu entrenamiento—Daemon voltea a ver al dragón blanco sin inmutarse—. Baela ya no será tu compañera de entrenamiento.
—¿Por qué?
—Mi esposa y yo estamos viendo si es posible comprometer a tu hermana con Jacaerys—informa—, pero antes de tomar esa decisión queremos ver cómo se comportan ellos mismos como compañeros de entrenamiento. Suponemos que si se relacionan bien en ese ámbito, pueden relacionarse aún mejor como matrimonio.
Aenarys suelta un suspiro para tranquilizarse. Con la noticia que le estaba dando su padre pensó que iba a prohibirle entrenar. Después de todo su cuerpo ya se está desarrollando y era posible que su educación solo se centrará en enseñanzas para convertirse en una buena esposa.
Aenarys levanta la mano hacia su dragón para darle a entender que ya está bien. Kreston baja su gigante cabeza para tocar la callosa mano de su jinete.
—Entonces supongo que de ahora en adelante entrenaré sola.
—Me temo que no, mi pequeña dragón—Aenarys levanta una ceja. No creo que la pongan a entrenar con Rhaena porque ella no está interesada en esas cosas. Entonces, el único candidato para ser su compañero es...
Oh
Oh
—No. ¡No!
—Aenarys, escúchame—pide su padre.
—¡Lucerys Velaryon no será mi compañero de entrenamiento!—la pequeña camina hacia su dragón. Aunque antes de subirse a este, para secamente—¿No estarán pensando en comprometerme con él, verdad?—su voz a salido más hostil de lo planeado.
—¡No!—se apresura a decir su padre—Estamos viendo si podemos comprometer a Rhaena con él.
—Ustedes...—suelta gélida, ante la idea de que Rhaena merecía algo mejor. Su pequeña hermana merecía escoger a su marido—. Ustedes siempre ordenan. Y ellos siempre obedecen. ¡No debería ser así! ¡Deberían ser ellos quienes eligen ser con quién quieren ser felices!—grita en su lengua antigua.
—¡Debes de entender que el mundo no es justo!
—¡Sé más que nadie que el mundo no es justo, padre! ¡Fuí criada en una maldita guerra!
Daemon intento acercarse a su hija, pero el dragón de su retoño le gruñó, mostrando que si da un paso más lo quemaria vivo.
—¡Aenarys!—la llamó, pero ella ya está montada en su dragón, lista para ir al único lugar donde se encontraba la persona que la hacia sentir segura. A King's Landing. ۣۣ፝ۜ͜͡ஓீ†↫
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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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¿HAN VISTO COMO KRESTON NO RECONOCE A DAEMON? LO TOMA POR INTRUSO. AQUELLO SE DEBE A QUE DAEMON SOLO ESTUVE UN CORTO PERIODO CON AENARYS Y KRESTON
TAMBIEN, ¿SE DIERON CUENTA QUE LA PREFERIDA DE AENARYS ES RHAENA? CUANDO LE DICEN SOBRE EL POSIBLE COMPROMISO DE BAELA CON JACAERYS NO REACCIONA, PERO CUANDO NOMBRAN A RHAENA ESTALLA
POR CIERTO 7v7 SE VIENE REENCUENTRO DE AEMOND Y AENARYS EN EL PRÓXIMO CAPITULO
[•••]
ESTE CAPÍTULO ESTA DEDICADO A FabinLopez973
GRACIAS POR VOTAR Y COMENTAR EN MI HISTORIA, HERMOSA ❤
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