La reina
El conde de Vallovia ya tenían cuatro hijos, y su esposa ya no podía tener la hija que ya hace años quería tener. Y tú, querido lector te preguntaras ¿Por qué un conde de alto rango querría tener una hija a la cual no podría heredar nada, y tampoco ella podría aportarle nada? Y a pesar de tener cuatro hijos sanos y fuertes, el conde deseaba una hija porque hace dos años el rey de Caledonia había tenido un hijo, y hacer que el príncipe se enamore de una hija de él, elevaría su estatus social, era el plan perfecto. Sin embargo, no debía haber una gran diferencia de edad, porque el príncipe no tenía que ser rey, y la joven tenía que ser fértil poder presentarse ante el rey.
Sus deseos fueron oídos, pero no de la manera que quiso. Una de sus sirvientas, y también su amante, a la cual había llegado a amar más que a su mujer, tuvo una hermosa niña; el problema es que era una bastarda. Podría darle su nombre, pero para eso tendría que tomar a la sirvienta como mujer, y eso haría que arruine su reputación y que sus hijos pierdan su herencia porque pasarían a ser bastardos. Matar a su esposa y casarse con la sirvienta también había sido una de sus ideas; no obstante, esto sería mal visto entre la sociedad. La última opción era mandarla lejos a que se eduque, y cuando el momento sea necesario y la gente se olvide del percance, su hija iría al castillo a robar el corazón del príncipe.
Los planes del conde fueron fructuosos, pero solo cometió un error: dejo que su madre vaya con ella y le enseñe también. La sirvienta nunca había sido inocente, su madre le había enseñado que la belleza era poder, y que una vez que tenías el amor del hombre podías usarlo para su propio beneficio. El conde no le hacía trabajar mucho, le hacía regalos y la trataba como una reina, lo cual era mucho más de lo que una mujer de su estatus social podía pedir. Cuando quedó embarazada y tuvo una niña, que tanto deseaba, no le fue difícil manipular al conde para ir con la niña.
Se suponía que la joven debía ser educada para ser el modelo perfecto de mujer: un ama de casa y ser la sumisa de él príncipe. Sin embargo, su madre fue más astuta, la lleno de hambre de poder y le enseñó a ser el arma que podría controlar el mundo. Cuando cumplió dieciséis, el conde le mandó que vaya a sus aposentos. El príncipe ya tenía dieciocho, y el rey quería que se case lo antes posible, era el momento para que la hija del conde hiciera su debut en la alta sociedad que ya no recordaba sus orígenes, sino que esperaban la vuelta de la hija perdida.
Cuando llegó la recibió el hijo del conde, quien no pudo dejarse caer por su belleza. Si tan solo hubiera sabido quien era no la habría comido con la mirada, no habría observado tanto su vestido rosa, ni analizado tantas veces su piel pálida, y tampoco se hubiera dejado hipnotizar por sus ojos oscuros como la noche y sus labios color carmesí que tanto imaginó besar.
—Mi lady, aquí se encuentra mi padre. No sé para qué habrá venido, ni de dónde ha venido, pero espero tener el placer de poder conocernos en un futuro—dijo el hijo del conde y beso la mano de la joven, sin saber en que se estaba metiendo.
El acto de él, le comprobó a la muchacha de lo que le había dicho su madre era cierto: "En ese lugar eres una belleza exótica, y la forma en la que tu cuerpo se expresa es un arma que nadie allí puede resistirse". En ese momento fue cuando supo la cantidad de poder que tenía, y sabía que debía ser cautelosa.
Ella hizo una reverencia para luego decir: —Señor, ha de ser mí placer volver a tener ante mí vuestra presencia, pero primero es mi deber hablar con el conde que ha estado esperando tanto tiempo por mi presencia.
Cuando entró fue el fin de las ilusiones para el hijo, porque el conde no tardó en darle la noticia: la hermosa joven era la hija que hace muchos años se había ido lejos. No pudo evitar sentirse asqueado consigo mismo, con solo verla ya se había imaginado toda una vida con ella, pero eran hermanos y eso sería un pecado mortal imperdonable, porque lo peor era que no se arrepentía.
Todos, excepto la condesa, estaban felices con la llegada de la nueva hija. En el castillo, estuvieron toda la semana preparando a la joven para el baile real, sin saber que ella sabía todo lo que debía hacer. Un vestido morado y gardenias en sus cabellos es como la vistieron para representar a su casa real, ya en el castillo la condesa solo le dio una mala mirada y el conde asintió con aprobación. Al entrar, presentaron primero al conde y a la condesa, luego a sus hermanos y dos de las esposas, por último fue el turno de la joven:
—Lady Rosella Magnolia de Vallovia.
Todas las miradas se posaron en ella, el príncipe la vio, ella capto su mirada, solo fueron unos segundos para que el príncipe pueda sentir el fuego de su mirada; y el rey lo notó. En su caminar se transmitía gracia y elegancia, que intimidaban a las otras damas que habían venido por el príncipe, quien fue el primero en invitarla a bailar.
— ¿Cómo es que nunca la he visto en ninguno de los bailes? —le preguntó en un susurro mientras bailaban
—Se podría decir que soy una extranjera, su majestad, aunque he nacido en Vallovia, me he educado en tierras lejanas. Si tan solo tuviera las palabras suficiente para describírselos, le aseguro que se enamoraría tanto como yo.
—Si la belleza de aquellos lugares se asemeja a la de usted, no lo podría dudar, Lady Rosella—ella sonrió—. Quisiera que este momento nunca terminara.
—Pero has de cumplir un deber, hay que complacer a la gente porque son la fortaleza más grande de la realeza—dijo, y el príncipe quedo anonadado pero no pudo contestar porque en un segundo ya había cambiado de pareja.
Durante el resto del baile el príncipe tuvo que cumplir sus obligaciones, aunque no para de pensar en la primera damisela con la que bailo. No fue hasta que su padre le dio permiso de ir a hablar con la dama que quisiera, que pudo ir a buscar a Lady Rosella, quien se encontraba en un balcón mirando las estrellas.
—Hasta que por fin nos encontramos, Lady Rosella.
—Su majestad, no lo esperaba aquí.
—No podía terminar el baile sin conocer a la misteriosa damisela nueva.
Se pasaron horas hablando, desde afuera parecían uno, aunque para ella estaba todo planeado. Tal vez a medida que pasaba el tiempo ella se fue soltando, pero sabía que ya estaba teniendo poder sobre él. Luego de ese encuentro, la habían invitado más de una vez a tomar el té en el palacio, donde pudo conocer cada vez más al príncipe; y al rey, quien cada vez más le tiraba los tejos.
En una tarde soleada de primavera el príncipe le propuso matrimonia a Lady Rosella, y fue cuando dijo su discurso que ella se dio cuenta que ella podría caer. Nunca podría olvidar esas palabras "Lady Rosella Magnolia de Vallovia, seré un príncipe y te podré abastecer de todo lo material que desees, pero sé que para alguien como tú eso nunca será suficiente. Necesitas alguien que entienda tus ambiciones, que tenga esa misma pasión que usted, alguien que pueda seguirle el paso y sea un desafío para usted, alguien con quien batallar por el poder. Sería un gran honor para mi si yo pudiera ser ese hombre, porque aunque no pueda ser lo suficientemente bueno para usted, la amare lo suficiente para que lo sea". Con esas palabras supo que ella estaba en sus manos, y él en las suyas.
La noticia del compromiso enfureció al rey, quien quería a Lady Rosella solo para él, pero no podía hacer nada, por lo menos hasta después de la boda, o eso creyó. Luego de la boda, el rey y la reina murieron envenenados. La sirvienta que les servía la comida fue ejecutada por el asesinato ya que tenía muchas pruebas en su contra, aunque ella afirmaba que no lo había hecho, y tenía razón. Lady Rosella antes de la boda se encargó de cambiar las flores que la sirvienta usaba para condimentar por acónito, y se encargó de dejar muchas pruebas en su contra.
Luego de la muerte de los reyes el príncipe y su Lady Rosella asumieron el trono, y se convirtieron así en la pareja de reyes más poderosa. Él nunca le fue infiel, ella tampoco y ayudo a que el reino de Caledonia se convierta en el imperio más grandes de todos los tiempos; y la gente los amaba.
Y ese lector, es el fin de la historia, seguro te preguntaras lector si el príncipe en algún momento supo que su mujer mato a sus padres, probablemente sí, eso ira a tu imaginación. Lo único que te puedo asegurar es que todo fue una lucha por el poder.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top