He caminado escuchando voces y viendo sombras al parecer lo que soy ahora no es más que una proyección temporal, sé lo que tengo que hacer sin saber como es que eso es posible, mi primera visita es a Marrys, un parpadeo y la silueta de su recuerdo me pone en el lugar donde ella esta.

Tiene cáncer y ella nunca dijo nada, la veo pero no la toco, ella llora y con las rodillas al piso ora algo impetuosa, es la desesperación enraizada a su emotividad que ahoga su fe. Quiero ayudarla, debo hacerlo, me acerco a ella para escucharla susurrar con desesperación.

Por favor, por favor no quiero seguir, el dolor es tanto y tan punzante, mis fuerzas están desvaneciéndose, perdón pero siento que ya no puedo más, quiero vivir, permitirme vivir y si la decisión es otra, dar fuerza a mi familia, dármela a mi que ellos también son flagelados con el dolor de verme sufrir

Entonces el susurro lleno de impotencia se eleva transformándose en casi grito y con sus manos entrelazadas tocando su frente a ojos cerrados la escucho terminar su oración diciendo:

Por favor, por favor

Se levanta con gran dificultad no sé que tiempo llevaba ahí al costado de su cama, se ve diferente, quisiera... quiero abrazarla.

Entonces olvidando mi situación, mi lugar ahora y mi condición me acerco a ella

—No la toques—se escucha una voz alrededor mio en un eco infinito

Demasiado tarde, traspase su carne y para cuando me vi penetrar, un crujido en capas de sonido me envolvió, su llanto en la almohada inconsolable provoque.

—Señora, señora descanse en paz— en un llanto desbordante permaneció

Entonces en un instante fui capaz de ver de ella las memorias que tenia de nosotras y el torrente sentimental de cada una de ellas, sentí la paz que le daba servir en mi casa, la amabilidad de su mirada y la tristeza de saber mi estado en aquellos días.

"¿Cómo puedo ayudarla?" pensé.

Entonces la voz se dirigió a mi de nuevo

—Ya se habían acercado a ti para advertirte de las consecuencias que trae el acercarte demasiado, parece ser que ella fue importante en tu camino, bien aquí estamos ahora debes ayudarla, ¿Quieres hacerlo no es así?—

"Sí" pensé pues al parecer me doy cuenta que mi voz se ha fundido en mi interior y ahora un deseo es suficiente para expresar sin más, me percato que esta voz es diferente a la que escuche hace tiempo, no es la misma.

—En el pasillo al fondo encontraras un altar, en el, ella a encendido una luz y ha puesto flores junto a una foto que a tomado de ti, ve acércate a las flores y regresa aquí—

Sin un sonido, sin un tacto en mis pies de alguna manera me encontraba frente al altar, "pero que muchacha tan, tan, que bellas flores", pienso mientras me acerco más y me percato del vaso con agua, una extraña necesidad me hace acercarme a el vaso y de alguna manera siento respirar, pero eso es imposible, o sí las flores, al acercarme a ellas estas caen, como si el agua en ellas se evaporara, pero no lo entiendo todo se ve exactamente igual, el agua permanece, pero espera, si hay un cambio, antes de acercarme una especie de aura inexplicablemente traslucida ha desaparecido.

Antes de regresar a la habitación de Marrys me detengo sin ninguna razón, miro el resto del pasillo y observo como se llena de una espesa tiniebla," ¿Qué es eso?" Mientras más me hundo más las veo, las sombras, las sombras que desde aquel momento me han acechado, aún en la oscuridad de ese centro yo logro distinguirlas...

Una ... dos ... tres ... cuatro ... cinco ... seis.

Siento como un frío sube por debajo de mi y esta por cubrirme por completo, son las mismas,¡ Sí lo son!, siento como si entrara en un vació, siento vértigo, creo que caeré.

—Regresa aquí— Retumbando en ecos, de nuevo esa voz. 

Un parpadeo y estoy de frente a Marrys, se a quedado dormida consumida por el llanto inconsolable de su desesperación.

—Acércate a ella pero esta vez puedes enfocarte en su interior —el eco de la voz se escucho.

Me acerco, y entre lo que puedo describir es lo más parecido a una aurora boreal, me empiezo a sentir agotada.

—Es suficiente, aléjate de ella lentamente—

"¿Qué fue eso? La he curado", pensé mientras sentía como si todos los años de mi cuerpo mortal y su pesadez cayeran sobre mi siete veces.

—Curar, tú no tienes ese poder o don como le quieras llamar, ¿Qué has de hacer sin cometer el error de antes creer que lo habéis hecho ya o de la soberbia ser tan fácil presa de emotividad?—en eco resonar sobre aquel espacio que ocupábamos en ese momento, esa voz, nuevamente la escuche una vez más.

—Lo que acabas de hacer es tomar energía de las flores y transformarla desde la pureza de tu deseo por ayudarle a sanar, ella ha recibido, hemos terminado aquí, ven conmigo necesitas recuperarte—

¿Qué recibió? no lo dijo, lo cierto es que siento una paz y una reconfortante plenitud, y también me siento débil,  siento que vago sin dirección pero de alguna forma tengo la certeza de que me guían.