Amerya despertó una mañana con las bocinas de alarma de su ciudad. Todo era un caos, la gente estaba asustada y en las noticias se avisaba de una pandemia global que azotaba a todos los habitantes de la Tierra.

Se decía que el mal se generó por una bacteria que permaneció en el aire. Los síntomas eran comunes y entre ellos destacaba la fiebre incesante.

Los padres de Amerya siguieron la indicación de guardar la cuarentena, pero poco a poco fueron siendo más los casos. Incluso los que estaban en cuarentena y sus vecinos fueron contrayendo la enfermedad. Estar a salvó parecía cada vez más una tarea titánica.

Al final los padres de Amerya también enfermaron. Todos menos ellas contraían la enfermedad y eso preocupo a las altas esferas que quisieron controlar y tomar a Amerya como parte de sus experimentos.

Los padres de Amerya lucharon hasta el final para que ella escapara, pero fue el mismo amor que ellos sentían por su hija, el que ella sentía por sus padres que le impidió alejarse sin más. Amerya terminó siendo capturada y aceptó ser usada para encontrar una cura que salvará a sus padres.

A diario Amerya era sometida a pruebas que desgastaban su propia salud y la ponían en peligro. Ella lo soportaba y tenía la esperanza de que el dolor solo sería un bajo precio para salvar a sus padres y al mundo entero. Amerya no sabía que sus padres habían sido puestos en cuarentena en otro planeta más parecido a una prisión, pocos días después de que ella aceptará ser capturada.

Paso tres meses desde su captura y la noticia finalmente llegó a sus oídos. Dolida con el mundo, quiso escapar, pero su primer intento fue en vano. No fue hasta que una explosión en la central, siete días más tarde de su fallido escape, que le dio la oportunidad de huir.

En su camino se topó con un joven de ojos dorados al que pidió ayuda. No se veía como uno de los científicos que siempre la vigilaban y algo en su mirada la hizo confiar. En aquel momento Amerya estaba demasiado agotada como para poder seguir por su cuenta, así que confío por última vez en alguien que podría ayudarla. Decidió por su cuenta que si esa persona la ayudaba ella estaría eternamente agradecida y no buscaría venganza contra las personas que la engañaron.

Despertó sintiéndose recuperada, ya no estaba más en el laboratorio y no tendría que volver a ser jamás un experimento. Amerya había sido rescatada por aquel joven de ojos dorados que se presentó como Galion ante ella.

Galion que había estado observando a Amerya por un tiempo mientras viajaba hacia la Tierra, decidió salvarla en cuando tuvo oportunidad. Había confirmado por sus actos que ella era una persona sin malicia, había sido traicionada y engañada de la peor forma, pero su amor era tan grande que estaba dispuesta a perdonarlos. Tenía el poder para escapar, pero se sometió a experimentos solo para salvar a alguien más, sus padres y su mundo.

Galion se interesó cada vez más en Amerya, la llevo fuera de su sistema solar con la promesa de ayudarla a encontrar a la raza Qarukkin Minninsha. La misma raza a la que él pertenecía y que sabía extinta desde hace muchos eones. Él era el único sobreviviente, pero jamás podría hacer lo que Amerya quería pedirle a los de su raza. Ella deseaba que los Qarukkin Minninsha salvaran su mundo así como ella fue salvada por ellos.

Lástima que para eso, Galion tendría que robar de Amerya el don que la mantenía con vida y eso era algo que jamás se permitiría. Él ya la amaba, y ella confiaba en él, aunque sabía que logró ganarse esa confianza solo a base de mentiras. Galion esperaba que así como Amerya perdonaba al mundo que le hizo daño, también lo perdonara a él más tarde, cuando la verdad saliera a la luz y supiera que todo lo hizo para protegerla.

El rumbo que tomaron jamás tendría retorno a la Tierra. Después de todo para Galion aquel planeta no era más que una olla de demonios cociéndose a fuego lento, por algo llamado karma.

Él no tenía ni la más mínima intención de salvar a alguien más que no fuera Amerya, ni siquiera a sus padres. De ahí que su plan de llevarla a un viaje interestelar sin boleto de retorno fuera perfecto.

Galion mintió a Amerya sobre su origen y le prometió buscar a los  Qarukkin Minninsha junto ella. Una búsqueda sin sentido en la que solo buscaba protegerla y alejarla del mundo que le hizo tanto daño y que pese a eso ella aún intentaba salvar.

La búsqueda de Qarukkin Minninsha había comenzado, pero su final ya estaba escrito y algún día sería revelado a pesar de las consecuencias.