Galion

Hace más o menos diez años atrás, mi padre me llevo a la Tierra.  Estuvimos en muchos planetas intentando contactar y entender sus costumbres. Buscábamos por doquier una raza igual a la nuestra.

Buscamos a aquellos de corazón puro y cuyas ambiciones no sean dominarlo todo. Viajamos sin suerte por un largo tiempo, hasta que encontramos un planeta ciertamente curioso y terrorífico.
En ese entonces yo tenía siete años, no entendía muy bien lo que hacíamos, pero sabía que era importante y aquel descubrimiento no era lo que esperábamos.

Se denominaba Tierra, y en ella cada ser que lo habitaba estaba lleno de ambición por conquistar el universo. Desde una inofensiva fruta que dejaba semillas para acaparar toda a su paso, hasta la raza que predominaba. La raza humana, la cuál era la más peligrosa en todo el cosmos.

Después de un largo tiempo de observación, mi padre decidió que debía advertir al universo sobre aquella especie. Los humanos eran ciertamente impredecibles y autodestructivos por naturaleza, no había poder más allá de lo conocido que pudiera detenerlos para causar el caos, esas eran las conclusiones de la observación que se realizó y sería enviada a la Federación galáctica, o así hubiera sido de no ser por ella.

Una pequeña luz apareció en la reliquia familiar aquel día. Era nuestro último día en la Tierra o al menos eso estaba programado, pero en su lugar nos tomamos más tiempo para averiguar de quien se trataba.
La presencia luminosa pertenecía a una chica humana, era increíble que perteneciendo a esa especie hubiera hecho reaccionar al orbe mi familia.

El orbe era la reliquia de mis ancestros, cada familia perteneciente a los Qarukkin Minninsha tenía una. La de mi familia era para ver el alma que coincidía con nosotros, un alma gemela si quieres usar los términos de los humanos. El alma más pura y sin malicia, que solo deseaba la felicidad de alguien más pertenecía una humana.

Era casi imposible de creer, recuerdo como mi padre tuvo que revisar varias veces el orbe para asegurarse y finalmente tomar una decisión.

Decidió salvar la vida de esa chica humana. Fuimos hasta ella un día y aliviamos su enfermedad, mejor dicho lo hizo mi padre con la ayuda de la técnica heredada de nuestra familia. Se supone que yo debía saber aquella técnica, pero el accidente que me quitó a mi padre ocurrió antes de que tuviera tiempo de aprenderla. El conocimiento se perdió, pero la huella de aquella acción seguía viva en el universo.

Aquella chica tenía la clave para recuperar el conocimiento perdido y yo quería encontrarla.
Pronto no solo me interesó volver a verla para recuperar la técnica ancestral, también quería saber porque ella era la elegida del orbe para ser un alma coincidente con la de mi familia y mi raza. Es interesante encontrar entre tantos demonios un ángel. Y si todo fue un error también quisiera saberlo, si ella no es lo que aparenta quizá deba quitarle el don que le fue concedido, pero si me equivoco quizá no vuelva a querer obtener el don de mi familia nuevamente.