Capítulo 8: Always

Narra April:

Por fin había llegado el día del concierto, apenas faltaban unas horas para que diera comienzo cuando subí a mi habitación a por algo de dinero. Rebusqué en mi baúl hasta que mis dedos se toparon con algo frío y metálico.

Resultó ser el guardapelo que mi padre me había dejado años atrás, lo tomé unos instantes entre mis manos antes de abrirlo. Dentro seguía aquel pedacito de pergamino con unas letras trazadas en tinta roja, aún sentía cierta desconfianza al ver aquellas palabras. Probablemente se tratara de un hechizo, pero al desconocer los efectos que podía tener pronunciarlo no lo había empleado.

Escuché unos pasos en la escalera y dejé de nuevo el guardapelo en su sitio. Saqué unos cuantos de galeones justo cuando Neville entró en la habitación.

—¿Estás lista?

Yo asentí. Bajamos a despedirnos de su abuela, que estaba en el salón leyendo el libro que le había regalado por Navidad.

—Nos vamos, abuela.

—Tened mucho cuidado y pasadlo bien —dijo mientras su nieto le abrazaba—. Y tú, cuida mucho de April.

—Creo que más bien cuidaré yo de él —respondí acercándome a despedirme.

Nos esfumamos del salón y aparecimos cerca del estadio Wembley.

—¿Llevas la botella? —me preguntó mientras nos poníamos en la cola para entrar.

—Sí, tranquilo, no la he olvidado.

Aquella mañana habíamos comprado una botella de whisky de fuego tal y como habíamos acordado. Me gustaba lo emocionado que parecía estar Neville, aquello era nuevo para ambos y creía no equivocarme al pensar que vivir nuevas experiencias juntos nos entusiasmaba por igual.

Todo estaba bien organizado y no tardamos demasiado en entrar. Bon Jovi no nos hizo esperar, y cuando subió al escenario la multitud le aclamó. Comenzó con "Livin' on a prayer" seguida de "You gave love a bad name".

Neville y yo nos sabíamos aquellas canciones de memoria y bailamos y cantamos a pleno pulmón. La séptima canción resultó ser "Always".

—Ahora sería un buen momento para beber algo, ¿no crees? —le pregunté sacando el whisky.

Él asintió con una sonrisa. Le ofrecí beber primero, pero prefirió que lo probara yo antes. Yo puse los ojos en blanco y le di un buen trago. El alcohol me quemó al bajar por mi garganta haciéndome toser.

—¿Te gusta?

—No está mal —respondí aún sintiendo la garganta irritada.

Neville cogió la botella y comenzó a beber.

—Ya está Neville —dije quitándosela de las manos al ver que no pensaba detenerse—, que esto así a palo seco no tarda en subirse a la cabeza.

El joven tosió por el fuerte sabor de la bebida y yo me reí. Sus mejillas, ya ruborizadas de por sí, se sonrojaron más a causa del alcohol.

Bailamos hasta que nuestra canción dejó de sonar, para entonces los efectos de la bebida ya empezaban a notarse en Neville.

—April —me dijo estrujando mis mejillas—, eres muy guapa, ¿lo sabías?

—Ya me lo habías dicho alguna que otra vez.

—Pero muy guapa, mucho, eres preciosa. Estoy enamorado de ti, deberíamos casarnos, ¿no crees?

—Lo que tú digas —respondí entre risas. Al día siguiente iba a ser divertido recordar todo esto.

—¡Eh, tú! —le gritó de pronto a un hombre junto a nosotros—. Deja de mirarle el culo a mi novia.

El señor, que era fornido y fuerte, frunció el ceño. 

—¿Qué estás haciendo? Como se enfade te va a pegar un buen puñetazo. 

—Que se enfade si quiere, eres mi novia —dijo soltando un pequeño hipido.

—Mira, van a tocar "It's my life", es de nuestras favoritas —comenté tratando de distraer su atención.

Neville sonrió tontamente y empezó a cantar la letra a pleno pulmón. No pude evitar reír y al final terminé acompañándole. El concierto terminó y, mientras nos dirigíamos a la salida, me despisté un instante, en el cual él aprovechó para sacar la botella de whisky de mi mochila y terminársela.

—La habíamos comprado para probarlo, no para que mañana te levantes con la resaca de tu vida.

Neville, sin embargo, estaba muy contento y no parecía importarle las consecuencias que al día siguiente tendría para él todo ese alcohol.

—Menos mal que la botella no era muy grande —mascullé para mí.

Salimos del estadio y, sujetando a Neville para que no se cayera, nos alejamos de la multitud para desaparecernos. Llegamos al jardín de su casa en un santiamén, y el joven se desplomó sobre la nieve al perder el equilibrio. Solté un pequeño suspiró y me arrodillé a su lado.

—Es la última vez que dejo que bebas alcohol, que lo sepas —le dije ayudándole a ponerse en pie, aunque parecía ignorarme.

Conseguí que subiese las escaleras sin despertar a su abuela y entramos a su habitación, su ropa estaba empapada tras haber caído sobre la nieve en el jardín.

—April —murmuró con una pequeña sonrisa, mientras yo le obligaba a sentarse en la cama para que no se cayera de nuevo.

—Dime.

—¿Quieres que tengamos un hijo? —me preguntó mientras le quitaba la sudadera.

Yo reí en voz baja.

—Otro día que no esté tu abuela aquí —respondí guiñándole un ojo.

—¿Mi abuela está aquí? No la veo —dijo mirando a su alrededor.

—No, tonto, digo que está en casa.

—¿En qué casa? —preguntó soltando un hipido.

Yo puse los ojos en blanco y me giré para buscar ropa seca en su armario. Escuché un ruido extraño a mis espaldas, como arcadas, Neville había vomitado en el suelo. Me encargué de limpiarlo con un movimiento de mi varita y me acerqué a él con las prendas de ropa secas.

—No me estás poniendo las cosas fáciles —murmuré sacando un pañuelo de mi bolsillo.

Permaneció con la vista baja mientras yo limpiaba su barbilla.

—Lo siento —masculló cuando hube terminado, clavando sus ojos en los míos.

Suspiré de nuevo.

—No te preocupes, tú ponte esto, voy a bajar a por agua.

Regresé instantes después con un vaso en las manos, al entrar en la habitación me lo encontré tumbado en la cama, murmurando cosas sin sentido y con la camiseta puesta al revés.

—Toma, bebe algo de agua para que mañana no te duela tanto la cabeza.

Hizo lo que le decía y me marché a cambiarme a mi habitación; sin embargo, cuando me disponía a quitarme la camiseta, escuché un ruido contra mi puerta. Neville parecía haber perdido el equilibrio tratando de llegar hasta mí. Le hice pasar y dejé que se sentara en la cama.

—Quiero volver al concierto para cantar otra vez —comentó jugueteando con el borde de su camiseta—. ¿Puedo cantar ahora? —me preguntó.

Me puse mi camiseta de pijama y me giré para contestarle.

—No, no pue...

Pero antes de que yo terminara la frase, entonó los primeros versos de "It's my life". Salté sobre él, haciendo que quedara tumbado en la cama, con mi mano tapando su boca.

—¿Qué haces? Vas a despertar a tu abuela —le regañé.

Neville dijo algo que no alcancé a entender.

—¿Si te quito la mano prometes no gritar?

Él asintió levemente, así que le retiré la mano de la boca.

—Se me ha olvidado —murmuró tras soltar una leve carcajada.

—¿El qué?

—Lo que iba a decir.

—Estás muy borracho —mascullé apartándole el pelo de la cara, entonces noté que llevaba sus manos hasta mi trasero y añadí—: Muy, pero que muy borracho.

—Ojalá no fuera así.

—No haber bebido tanto —le recriminé.

—Quiero que lo hagamos de nuevo, pero no quiero que el alcohol me haga olvidarlo —murmuró hablando pausadamente, como si le costase formar las frases.

—¿Qué quieres hacer?

—El amor —respondió simplemente.

En mi rostro se dibujó una sonrisa y negué con la cabeza mientras me levantaba. Le ayudé a ponerse en pie y fuimos a su habitación donde nos metimos en la cama, yo con mi cabeza descansado sobre su pecho y él rodeando mi cintura con uno de sus brazos.

------------

¡¡Preguuntaaa!!

Ya echaba de menos esto, venga Abby, di tu cosa xd

¿Qué os ha parecido el capítulo? En serio, he dudado muchísimo antes de publicarlo. Espero que os haya gustado :/


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top