Capítulo 12: Revelio

Narra April:

Entré en la Sala de los Menesteres seguida de cerca por mis amigas. Volvía a haber una cálida chimenea en una de las paredes y, justo enfrente, grandes sofás que parecían muy cómodos. Neville ya nos esperaba allí.

Tomé asiento junto a él y mis amigas se acomodaron cerca de nosotros.

—¿Para qué hemos venido aquí? —preguntó entonces Hannah.

—Tenemos que contaros una cosa —respondí—, y es algo que requiere discrección.

Neville asintió corroborándolo.

—¿Os enterasteis de lo sucedido en la boda del mayor de los Weasley? —les pregunté.

—Escuché a mis padres comentar algo, pero no sé muy bien qué paso —contestó Bonnie.

—Unos mortífagos rompieron las barreras de protección de la Madriguera, como os podéis imaginar, buscaban a Harry —les explicó Neville—. April y yo estuvimos ahí y luchamos contra ellos. Dumbledore vino a ayudar, pero Snape acabó con su vida.

—Antes de morir, me entregó unos frascos de cristal con recuerdos —proseguí yo—. Neville guardaba en su desván un pensadero y lo usamos para ver lo que Dumbledore me había dado —hice una pausa en la que miré a Neville, él asintió y esbozó una sonrisa, así que continué—. Descubrimos mucho acerca de mi pasado. 

—¿Cómo qué? —preguntó Alison.

—Para empezar, mi verdadero apellido no es Williams, si no Lestrange. Mis padres son Bellatrix y Rodolphus...

Ellas nos miraban boquiabiertas.

—En realidad, puestos a decir la verdad, lo sé desde hace dos años —añadí.

—¿Cómo va a ser eso posible? —Bonnie estaba incrédula.

—Cuando nací, solo las personas más cercanas a mis padres sabían de mi existencia. Tras la caída de Quien-Vosotras-Sabéis, mis padres decidieron esconderme en un orfanato con otro apellido para que nadie tomara represalias contra mí.

—¿Y por qué no nos lo habías contado antes?

—Sinceramente —suspiré—, temía vuestra reacción al enteraros. 

Ellas permanecieron en silencio unos instantes.

—Creo que hablo por todas cuando digo que eso no habría influido en nuestra amistad —dijo finalmente Alison—, y tampoco va a influir ahora. Te queremos por cómo eres, y no importa lo que fueran o hicieran tus padres.

Hannah y Bonnie asintieron esbozando una pequeña sonrisa. Neville apretó ligeramente mi mano y proseguí con mi explicación.

—Al nacer, contaba con un gran poder que me mantenía con vida. Era legeremaga, pero es un don peligroso que debía aprender a controlar, así que el Innombrable lo confinó en un talismán, dejándome solo una pequeña parte para que pudiera seguir viviendo.

—¿Legeremaga? —preguntó Bonnie.

—Sí, magos con un don innato para la legeremancia —respondí.

—Desde que llegamos a Hogwarts, April y yo hemos estado buscando más información acerca de sus poderes —les explicó Neville.

—El viernes pasado por la noche nos colamos en la Sección Prohibida. Era la segunda vez que lo intentábamos, conseguí sacar algunos libros pero no hemos descubierto gran cosa.

—Si al revuelo que se armó las dos noches que estuvimos en la biblioteca, le sumamos la vez que le cuestioné a Alecto su estatus de sangre y que April y yo nos negamos a ejercer la maldición Cruciatus sobre los alumnos castigados... Obtenemos desconfianza por parte de los Carrow —concluyó él.

—Nos han castigado para tenernos controlados, si no sucede nada durante nuestro castigo, sabrán que todo el revuelo lo armamos nosotros.

—Y, si no me equivoco, aquí es donde entramos nosotras —intervino Hannah.

Yo asentí.

—Encontré pintura en un armario de mantenimiento y con algunos hechizos, podríamos hacer que fuera más difícil de borrar —añadí.

—Me siento como si el Ejército de Dumbledore hubiera vuelto —murmuró Bonnie con la vista fija en el fuego.

—Tienes razón.

—Lo haremos mañana —dijo Alison poniéndose en pie—. Si vais a dormir en las mazmorras sabrán seguro que no habéis sido vosotros, porque ¿cómo ibais a escapar de ahí?

—Genial, os mostraré donde está la pintura.

  ϟ  

Narra Neville:

April y yo bajamos las escaleras de piedra hasta las mazmorras, allí nos esperaba Alecto Carrow con una sonrisa triunfal. La seguimos por una serie de pasillos estrechos hasta llegar a una zona que no habíamos pisado antes. Alecto abrió una de las puertas de madera, que conducía a una habitación fría y pequeña, con paredes y suelo de piedra.

Carrow se hizo a un lado y April entró en la habitación tras lanzarme una última mirada. Con un movimiento de varita por parte de Alecto, unas cadenas se ataron a las muñecas y a los tobillos de la joven. La mortífaga repitió el proceso conmigo y, tras dedicarme una mirada desdeñosa, cerró la puerta con un sonoro golpe.

Me senté en el duro suelo de piedra y me acurruqué en una esquina tratando de entrar en calor. La puerta tenía rejas en la parte superior, lo que nos permitía a April y a mí escucharnos; a pesar de eso, ninguno de los dos habló en mucho rato.

Calculé que podría haber pasado una hora cuando me moví, mis piernas estaban entumecidas y tenía aún más frío, aunque no lograba entender por qué.

Fue entonces cuando alcé la vista, sobre mi cabeza había un ventanuco por el que entraba la fría brisa de octubre. 

—April —la llamé.

—Dime, Nev.

—¿Cómo vas?

—No muy bien, me duele el culo de estar aquí sentada tanto rato —respondió con un suspiro—. ¿Y tú?

—Estoy igual, además del frío.

—Si pudiera, yo iba y te hacía entrar en calor rápido —Tras decir aquellas palabras oí que se reía.

Yo noté que me sonrojaba.

—¡Neville! —chilló ella de pronto.

—¿Qué pasa?

—¡Una rata! ¡Por las barbas de Merlín, acabo de ver una maldita rata pasar! —gritó.

Escuché sus cadenas moverse.

—¿Qué estás haciendo? —pregunté.

—Me he puesto de pie, si me quedo sentada podría dormirme y paso de despertarme con una rata en la cara.

—Aquí no parece haber ratas.

—Suertudo —masculló.

-------------------

¡¡Preguntaaa!!

¿Habéis hecho el test de la varita en Pottermore? ¿Cuál es la vuestra?

La mía es de madera de acacia, con núcleo de crin de unicornio y poco flexible :p

Capítulo dedicado a:

magda_123

Olvidé dedicarlo cuando lo publiqué ayer :p

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top