Capítulo 11: Limpieza
Narra April:
Me levanté de la mesa de Ravenclaw tras terminar de cenar.
—Buena suerte, April —me deseó Alison.
—Gracias, la voy a necesitar.
Salí del Gran Comedor sintiéndome un poco mejor. Neville me esperaba a la salida, así que me dirigí hacia él.
—¿Preparada para nuestro primer día de castigo? —preguntó dándome la mano.
—Eso espero —admití.
Caminamos en silencio por los pasillos en dirección al despacho de Filch, el conserje. Él nos esperaba junto a la puerta, con una sonrisa para nada amigable en el rostro, y con la señora Norris caminando a sus pies.
—Seguidme, mocosos —nos ordenó.
Nos guió hasta los baños y nos tendió un cubo con utensilios de limpieza a cada uno.
—Aquí tenéis —nos espetó—, quiero que todo reluzca.
No pude evitar soltar un bufido.
—Pensaba que de esto se encargaban los elfos domésticos —mascullé.
—Normalmente sí, pero hoy les vais a ahorrar algo de trabajo —contestó riendo por lo bajo—. Ah, casi lo olvido —añadió—. Dadme vuestras varitas, venga, no tengo toda la noche.
Neville y yo nos resignamos, le entregamos nuestras varitas y entramos a uno de los baños.
—Me pasaré por aquí a las 10 para ver qué tal vais, a las 11 estaré de vuelta para llevaros a vuestras habitaciones —Tras aquellas últimas palabras, cerró la puerta con un sonoro golpe.
—Maldito viejo amargado —mascullé.
Tras soltar un bufido, me acerqué al primero de los lavabos y comencé a limpiarlo. Alcé un instante la vista, y vi como Neville observaba confundido el cubo de productos de limpieza.
—¿Qué pasa, Longbottom? —pregunté—. ¿Nunca has limpiado un baño al estilo muggle?
—La verdad es que no.
—Para empezar, deberías ponerte unos guantes si no quieres morirte del asco.
Neville comenzó a rebuscar en busca de unos y yo seguí con mi explicación.
—Coge un trapo y uno de esos botes transparentes —le indiqué—. Tú puedes ir limpiando los espejos, eso es fácil.
—Con lo rápido que terminaríamos con un simple hechizo —murmuró.
—Si nos dejaran hacer magia no sería un castigo.
Permanecimos en silencio unos instantes hasta que yo volví a hablar.
—El viernes por la noche, mientras huía hacia la Sala de los Menesteres me escondí en un pequeño cuarto de mantenimiento —comencé diciendo—, allí básicamente guardaban trastos, pero tuve una idea al ver unos botes de pintura.
—¿Pretendes hacer una pintada en las paredes del castillo?
Yo asentí.
—Mis amigas podrían encargarse de eso, si sucede mientras estamos castigados no podrán sospechar de nosotros y nos dejarán en paz —le expliqué.
—No es mala idea, siempre y cuando no las pillen a ellas.
—No las pillarán, son demasiado listas como para dejarse atrapar fácilmente.
Seguimos limpiando en silencio.
—Los espejos ya están —anunció pasados unos minutos.
—Ahora viene lo más asqueroso —dije señalando uno de los váteres.
Neville hizo una mueca.
—¿Es necesario?
—¿Prefieres que Filch llegue y siga todo sucio? —le pregunté terminando de limpiar el último lavabo, ante un gesto negativo por su parte añadí—: Haremos una cosa, tú te encargas de la mitad y, mientras, yo limpio el suelo, cuando acabes nos cambiamos.
Él asintió y cada uno comenzó a ocuparse de lo suyo. Permanecimos en silencio todo el rato, la verdad es que la situación no era muy agradable, así que no era el mejor momento para entablar una bonita conversación. Filch llegó a las 10 a supervisar nuestro trabajo y, tal y como había dicho, volvió a las 11 y nos acompañó hasta nuestras respectivas salas comunes.
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Narra April:
Llegué a mi habitación donde mis amigas me esperaban ya en pijama. Hannah ordenaba los libros para las clases del día siguiente, Bonnie se cepillaba su largo pelo rubio y Alison estaba comiendo ranas de chocolate. Aquella era la visión que ofrecía nuestra habitación casi todas las noches.
—¿Qué tal te ha ido? —me preguntó Hannah cuando cerré la puerta.
—Ha sido horrible y asqueroso —contesté acercándome a mi baúl.
—¿Qué habéis tenido que hacer?— Esta vez habló Bonnie.
—Limpiar los baños de la segunda planta, sin magia —procuré hacer énfasis en aquellas dos últimas palabras.
—Una experiencia que sin duda os habrá unido como pareja —bromeó Alison.
—Alison, eres tan graciosa a veces —mascullé con ironía.
Cogí mi pijama y me marché a los baños para darme una ducha antes de dormir, sin duda, después de la experiencia que acababa de vivir, la necesitaba.
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¡¡Preguntaa!!
¿Shippeais Drarry? ¿Y Dramione?
A mí Drarry me hace mucha gracia pero no los shippeo, me parece cuanto menos raro. Y como me parece que Ron y Hermione hacen muy buena pareja, tampoco shippeo Dramione.
Ayer olvidé publicar este capítulo xd lo siento, pero bueno, ya lo tenéis, sé que es algo más aburrido, pero vendrán cosas mejores pronto :)
Capítulo dedicado a:
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