Capítulo 1: Domingo

Narra April:

Caminé bajo las sombras de los árboles que adornaban la calle, aunque ya atardecía, seguía haciendo algo de calor. Aferraba en mi mano derecha, la carta que Neville me había enviado días atrás, en ella, me invitaba a pasar esta última semana de vacaciones en su casa junto a él y su abuela. Añadía que ella se moría de ganas de conocerme, así que muy emocionada, respondí a su carta asegurándole que allí estaría.

Me detuve a la altura del número 12. Abrí la verja del jardín y subí al porche, donde llamé al timbre. Éste no sonaba como uno muggle, sino que entonó una dulce melodía. Neville abrió la puerta instantes después. Al verle no supe muy bien cómo reaccionar, realmente había cambiado mucho aquellas semanas, por primera vez en mucho tiempo, me había quedado sin palabras; había adelgazado y ahora estaba más alto, esto último me fastidió un poco, si antes ya me costaba llegar a besar sus labios, ahora tendría que ir buscando escalones a los que subirme para estar a su altura.

Neville sonrió al verme y me abrazó con fuerza.

—Nev —dije con suavidad—, vas a partirme por la mitad.

—Oh, lo siento —respondió separándose de mí algo sonrojado, en eso no había cambiado.

Me invitó a entrar y me guió hasta la cocina. Su casa resultó ser muy acogedora y bonita. Cuando entré en la cocina, una mujer de pelo gris estaba sacando una bandeja con galletas del horno.

—Abuela, mira quien ha llegado.

Ella ahogó una exclamación de sorpresa, se apresuró a llegar hasta mí y me abrazó con una gran sonrisa.

—Encantada de conocerla —dije en cuanto me soltó.

—Igualmente querida, no sabes las ganas que tenía de verte, Neville me ha contado maravillas sobre ti.

Yo enrojecí ligeramente por sus palabras.

—Mi abuela se ha pasado la tarde haciendo dulces, cuando estamos solos nunca cocina tanto.

—No era necesario —me apresuré a añadir—, no quiero ser molestia.

—Y no lo eres, querida. Créeme, estoy encantada de cocinar para alguien a quien le gustan tanto mis dulces. Además, a ti no te vendría nada mal coger algunos kilos, ¿qué te dan de comer en ese orfanato?

—Abuela...

—Vale, vale, ya me callo —dijo sacudiendo las manos.

—Ven, voy a enseñarte tu habitación.

Mi cuarto resultó ser más grande de lo que yo esperaba, una gran cama repleta de cojines presidía la estancia, y unos amplios ventanales inundaban la sala de luces del color del atardecer. 

Dejé mis cosas junto al escritorio y me giré para mirar a Neville, que se había sentado en la cama y me contemplaba con una tímida sonrisa.

—Tengo algo para ti —dije tendiéndole una bolsa—, es por tu cumpleaños. 

Era un libro de herbología que había sido publicado hacía nada.

—Me encanta April —dijo con una sonrisa—. Yo también te he comprado algo —añadió tendiéndome un paquete envuelto—. Es un libro muggle, pero una vez me dijiste que llevabas tiempo queriendo leértelo y cuando lo vi me acordé de ti.

—Oh Neville, ¿cómo te has acordado? —pregunté incrédula—. Te conté que quería este libro hace más de un año ya.

Él se encogió de hombros y yo dejé mi libro nuevo junto a mis cosas, para después sentarme a su lado en la cama. Estar de nuevo junto a él hacía que un torbellino de emociones me recorriera de arriba a abajo, notaba que mi corazón se aceleraba ligeramente con cada tierna mirada suya y mis piernas temblaban cada vez que me sonreía.

Me acerqué un poco más a él y le aparté el pelo de los ojos con delicadeza. Solo unos centímetros nos separaban, podía leer el deseo en sus ojos, así que rompí esa distancia para besarle. Sus labios eran tan cálidos y suaves como los recordaba, y me estrechaba por la cintura con la misma delicadeza que siempre. Fue un beso cargado de ternura, pero que se tornó apasionado dando rienda suelta al cariño que aquellas semanas de separación nos habían obligado a contener.

Me senté sobre su regazo, rodeando su cintura con mis piernas. Deslicé mis manos por su espalda y no pude evitar soltar un leve jadeo, cuando sus labios rozaron mi cuello. Introdujo sus cálidas manos por debajo de mi camiseta y recorrió con sus dedos mi espalda, hasta llegar al cierre de mi sostén, donde se detuvo. Me miró un instante, como dudando, yo sonreí con picardía y lo desabroché, permitiendo que sus manos acariciasen mi pecho.

—Te he echado de menos —murmuró con voz ronca en mi oído.

Mi respiración se aceleró y el sentido común se apoderó de pronto de mis sentimientos, solo de imaginarme a su abuela subiendo a la planta de arriba me ponía de los nervios, no podía vernos así.

—Tu abuela nos va a echar en falta, ¿no crees?

—Tienes razón —masculló.

Nos separamos algo azorados por lo que acababa de suceder, me coloqué bien la ropa y me peiné el pelo con los dedos mientras trataba de normalizar mi respiración.

Neville bajó a la cocina a ayudar a su abuela y yo me di una ducha, antes de bajar también a echar una mano.

—Estás en Ravenclaw, ¿verdad April? —preguntó Augusta durante la cena.

—Sí, aunque el Sombrero Seleccionador quería ponerme en Slytherin en un principio.

Neville y su abuela iban a decir algo al respecto, pero una lechuza entró en esos momentos por la ventana, depositó una carta sobre la mesa y se marchó volando, haciendo que olvidaran lo que pretendían decir.

—Es una invitación para la boda de Bill, el mayor de los Weasley —comentó Augusta leyendo la carta.

—Vaya, no sabía que se casara —comentó su nieto.

—Ya somos dos, ¿cuándo es la boda? —pregunté.

—Este viernes —contestó ella.

—Ahora que lo pienso, no tengo nada que ponerme —musité instantes después.

—No te preocupes, eso tiene fácil solución, mañana nos vamos al callejón Diagon y, después de comprar todo lo que necesitáis para Hogwarts, iremos a buscarte un bonito vestido.

Y así fue, aquella noche nos acostamos temprano y a la mañana siguiente, bajé a la cocina, donde Augusta me esperaba con una gran cantidad de dulces recién horneados.

—¿Por qué no subes a despertar a Neville? Ya casi he terminado de prepararlo todo.

Yo asentí y corrí escaleras arriba, su cuarto estaba situado frente al mío. Abrí la puerta con cuidado y entré cerrándola tras de mí. Su habitación también era muy grande, las paredes estaban repletas de estantes con libros, y su escritorio se encontraba abarrotado de papeles e instrumentos para el cuidado y la investigación de plantas.

Me aproximé a su cama, donde dormía plácidamente bocabajo. Me tumbé sobre él con suavidad y le acaricié el pelo.

—Neville, venga despierta —murmuré.

—¿Cinco minutos más? —preguntó con voz suplicante.

—Lo siento, pero no. Tu abuela nos espera para desayunar.

—Está bien —contestó mientras se estiraba—, en seguida bajo.

—Genial —dije besando su mejilla antes de ponerme en pie. 

----------

Hola de nuevo, espero que os haya gustado mucho este primer capítulo ( ͡° ͜ʖ ͡°) hay salseo sin llegar al extremo del smut xd, no me veo muy capaz de ir mucho más allá (por ahora xddd)

Pregunta: ¿Cuál es vuestro personaje preferido de toda la saga de Harry Potter?  Los míos son Sirius, Lupin, Dumbledore, Hermione y Neville :3

La idea de las preguntas al final del capítulo la saqué de la novela "Los merodeadores y la bestia del bosque prohibido" de @PatronusQueen es genial, si aún no la habéis leído os la recomiendo un montón. Bueno, y esto es todo por hoy, si os gusta la idea de las preguntas lo haré al final de cada capítulo :)


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top