Para mí, con todo mi amor.

En un rincón tranquilo de una biblioteca olvidada, había un libro de tapas desgastadas que nadie parecía notar. Su título, apenas legible, decía "La Vida en Páginas Blancas". Dentro, las páginas estaban en blanco, excepto por la dedicatoria que decía: "Para mí, que encontré la valentía de vivir las historias que nadie más podía contar". Y así, cada lector que lo abría, comenzaba a llenar las páginas con sus propias aventuras, descubriendo que la dedicación era una invitación a escribir su propia historia, una que llevaban dentro todo este tiempo y que solo esperaba ser contada.