Recordaba sus hermosos ojos verdes y su larga melena negra. Mientras la recordaba paso por su mente las pequeñas huidas de su hijo... ¿Dónde estabas?_ gritó molesto. Gregory se reía ... Por ahí, padre ... murmuraba. ¡Andas con una chica! ¡Más te vale que sea bruja y sangre pura, no quiero mestizos!... Pero su hijo solo callaba.
Nunca supo si sus sospechas eran ciertas. Murió antes de contarle si había alguna muchacha en especial. Le hubiera gustado tener un nieto.

_¡Maldito Lucius!_ tú hijo se salvó y ahora será padre y yo perdí a mi hijo _ sollozo el viejo mortífago lejos de todos para que nadie lo oyera.

~π~

Narcisa salió y entró a la habitación de Dafne, allí estaba Ron esperándola.

_Estan en quirófano _ si gusta la llevó.

_No es necesario, hijo prefiero quedarme aquí si no te molesta. Más bien considero que sería ideal comunicarle las buenas nuevas a Jean.

Ron asintió, se levantó y fue a buscar el viejo teléfono monedero del pasillo,  para llamar a Hermione tal como Harry le enseño.

_¡Diga!_ exclamó la castaña

Ron le explicó lo mejor que pudo la nueva noticia.

_No sé si será buena idea que le avises a tu mamá para que ella la reciba en la noche, creo que a Dafne le gustará... hace unos días atrás me dijo  que la ve como su madre.

_ Por supuesto, Ron _ le diré apenas se despierte. Me imagino que la tendrán en observación para ver sus avances y luego la enviaran a casa.

_ Perfecto, le diré a Cissy para que esté más tranquila.

Dos horas tardó el procedimiento.

A las 6 pm llegaron Jean, Elizabeth y Luna al hospital.

Jean corrió a la habitación de su muñequita rubia, como le decía de cariño.

Dafne aún dormía. Pero su delicada mano estaba conectada a un suero de vitaminas y otro aparatito para controlar que la médula ósea implantada sea aceptada por su sangre.

Jean se acercó a ella depositando un beso en su frente, le acariciaba el cabello mientras le susurraba palabras motivadoras.

Luna al contrario visito a Blaise. Quien luego del procedimiento descansaba en la habitación continua, el transplante lo dejo exhausto.

Willian daba vueltas cerca, quería ver a Elizabeth.

El procedimiento fue exitoso. La niña pronto regresaría a su hogar con los suyos, más él quería tener una oportunidad con la bella castaña que le había robado el corazón.

A los pocos minutos, Luna salió al pasillo encontrándose con el doctor.

_ ¿Verdad que Elizabeth es muy bella? _ le preguntó _ se merece lo mejor.

Willian movió su cabeza sorprendido por como la rubia lo leyó tan fácilmente.

_¿Le gustaría tomarse un café con nosotras, doctor?_ parece que necesita uno, se ve muy cansado. Vaya a la cafetería, lo veremos allá

El Doctor Preston caminó como un autónoma hacia ahí.

Elizabeth estaba sentada en la salita de la habitación de Dafne esperando al guapo muggle, pero este no llegó.

Luna entró a la habitación y se acercó a su suegra.

_¿Le gustaría tomar un café?_ supe por el Dr. Preston que en la cafetería preparan uno muy rico.

Elizabeth sonrió ante las palabras de su nuera, se levantó y tomándola de la mano se fueron juntas a ese lugar.

Al llegar Willian las esperaba con café y dulces.

Lunita espero que Elizabeth tomara asiento frente al doctor, ambos se perdieron en los ojos del otro. Así ella tomo lo suyo y se marchó.

Cuando Willian se dió cuenta que estaban solos, sonrió agradecido.

_¡Hola, me llamo Willian Steven Preston, soy Oncólogo en este hospital y me enamore de usted, desde que la ví la primera vez!_ exclamó nervioso.

Elizabeth sonrió en respuesta... Suspiró profundamente y le respondió... Mi nombre es Elizabeth Rosier vda. De Nott y sentí lo mismo que usted.