El otro día os hablé de un libro que detesto con todo mi ser y que me hacía hervir la sangre del disgusto, pero hoy, en cambio, os traigo una de mis mejores y más difíciles experiencias. Y ojo, es un libro difícil para alguien como yo, que está más acostumbrado a leer fantasía épica o ciencia ficción. El nombre de la Rosa es una lectura básica de filosofía, vestida de una historia que mezcla el thriller psicológico con un ambiente religioso en plena época medieval, tomando una abadía como escenario principal.

Hace años vi su película, y la adoré. Esta edición de la novela la compré hace poco, antes de verano, yendo a una librería de segunda mano, sabiendo que sería una experiencia fuera de lo común y que me sentiría incómodo en todo momento. Y, bueno, sí, pero no. El libro lo he disfrutado muchísimo, por sus reflexiones y por cómo muestra la verdadera cara de los monjes que hoy en día tantas veces ponen siempre de los malos de turno. Es un trabajo impecable su construcción.

La historia, como os contaba arriba, abarca un asesinato dado a comienzos del siglo XIV D.C, tras la caída de la orden templaría y la reforma en la Iglesia Católica, por el trato de herejes que se les daba a varias corrientes de pensamientos especulativas, como lo son los franciscanos, en un abadía de gran fama. Un anciano llamado Adso nos hablará de los crímenes que se cometieron en dicha abadía cuando fue a investigarla junto con su maestro Guillermo de Baskerville, como si fueran un dúo de detectives que interrogan o dialogan con los presuntos sospechosos del crimen, todos increíbles personajes que cuestionan de diferentes formas la religión, la justicia, la fe, la moral y la razón sobre la humildad, la compasión y la penitencia de Cristo, y cómo incluso en dichos lugares puede haber pequeñas dosis de corrupción. Además, les prohibieron la entrada a los archivos de una de las bibliotecas más sagrada del mundo, ubicada allí mismo, en la abadía, por razones que al principio desconocen y que los llevarán por una enrevesada trama de descubrir la verdad tras el culpable de las muertes accidentales que se han llevado a varios hombres,

El caso del asesinato es muy interesante, y como decía, los motivos de cada sospechoso dan tantas vueltas y al mismo tiempo es tan obvio que no sabrás de quién fiarte, hasta que te rompan los esquemas con el final. De verdad, no esperaba que fuera todo tan épico. Y me jode no poder hablar mucho más de sus personajes, pero gran parte de la trama se sustenta en las cuestiones que plantean o discuten, mientras relatan puntos de la historia que un novato desconocía. Es un libro fantástico, en serio, y mucho mejor que la mierda de Réquiem por el joven Borgia (el cual compré en la misma tienda y en el mismo pack de tres libros).

En cuanto a la narración, pues es sublime. Me ha servido bastante para la novela que estoy describiendo, de la manera tan singular que tiene su autor, Umberto Eco, para referirse y describir la arquitectura de cada salón o las divisiones internas de las capillas, la biblioteca o la propia abadía. No tiene miedo a utilizar palabras casi extintas del diccionario para comentar que el torreón principal estaba compuesto por otras seis torres trigonométricamente. A veces puede parecer un lío, pero es bastante claro y conciso una vez te haces a la idea de su estilo.

Lo único que podría decir del libro que no haya dicho, es que no sabría si recomendarlo. Es una historia de filosofía, buenísima, pero un lector inexperto casi como yo en estás corrientes de pensamientos puede liarse. Este libro es para gente entendida del tema, o para gente que quiera empezar a entenderse, pues me han comentado que precisamente sirve para eso mismo.

En definitiva, podéis empezar por gusto cómo queráis, pero es mejor ir con algunos conocimientos simples de filosofía para comprender mejor varios de sus puntos.