Capitulo 5.
SERENA.
-Cachorro.- Mi voz sale un poco adormilada.- Muévete un poco casi me tumbas de la cama.
- No estoy cómodo haci.- Siento como se acurruca más a mi.
- ¿Que no se supone que tienes tú habitación.- Tenía como media hora que se había colado para dormir con migo.
- Pero yo quiero dormir con tigo.
*- Anda Serena, yo también quiero que duerma con nosotras-*. Ronrronea Kuria.
- Solo por hoy.
Giro mi cuerpo para abrasar, por la espalda a mi cachorro, pasó un brazo por su cabeza y la otra por debajo de su brazo, hacercarlo lo más posible a mi.
Coloco mi cabeza en su cuello e inalo su olor pero....
¡Oh rayos!.
- ¿Cachorro dime por qué hueles a Hotaru?.
- Incinuas, que yo me escabulli a su habitación, para beber de su sangre, y despues me escubulli a la tú ya para que no me culpara de nada.- Su voz tan inocente me lo confirmo.
- Cachorro qu....- Un gruñido feroz retumbo por toda la casa.
- ¡¡¡MOCOSO DEL DEMONIO!!!.- Gruñe/Grita Hotaru.
- UPS... Yo mejor ya me voy.- Se tapa con las sábanas completo como si con eso se fuera a escapar.
- ¡A no jovencito!.- De un tirón le quitó las sábanas y me lanzo a hacerle cosquillas.
- No....uu. cos..q..ui...lla..s.. no Ay...uda..... T...ia.... Ho...t...ari....- La puerta de mi habitación se abre de golpe.
- ¡Ahora sí mocoso!.- Hotaru se abalanza sobre nosotros.- ¡¡Vas a pagar por beber, de mi preciosa sangre!!.- Ella se une a mí para hacerle cosquillas a mi cachorro.
- No...uuj.. Se..r...e....na.. t..ia.. Ho...t...aru... Paren.- Dejamos de hacerle cosquillas y nos lanzamos a la cama dejando a mi cachorro en medio de nosotras.
- ¿Que hora es Serena?.- Lebanto la cabeza un poco y giro para ver la hora en el despertador de mi buró del lado derecho.
- Las las 5:30 de la mañana. ¡Diablos cachorro, madrugaste!.
- Hay que apresurarnos. Pedí que tuvieran el jet listo a las siete.
- Tia Hotaru es muy necesario que vallan a esa presentación.
- Si cachorro lo siento.
- ¡Pero acaban de volver de Londres!.
- Lo siento cachorro pero no hay de otra. Y no me pongas esa cara que no funciona con migo. Pero tengo una idea. Si tardamos más de tres días le pediré a Kenji, que te lleve con nosotras.- Mi cachorro sonríe y sus ojos se le iluminan.
- ¿Eso se puede tía Hotaru?.
- Claro que si cachorro.
- Entonces es un trato.
- Es un trato cachorro.
(.)
- Alpha, Beta, el vuelo durará seis horas, si se les ofrece algo no duden en llamarme.
- Gracias puedes retirarte.- La loba Omega nos da un asentimiento de cabeza y camina de regreso a la cabina.
Un silencio cómodo se apodera del pequeño espacio,
Después de unos minutos, Hotaru suspira y su voz rompe el silencio.
- He decidido, que cuando lleguemos a Starh Light. Le pidiera a Seiya, cambiar de entrenamiento a sus guerreros.- Frunso el seño.
- ¿Que clase de entrenamiento tienes en mente?.
- El entrenamiento del Alpha Malakait.- Mis sejas se elevan hacia el cielo, y mi boca se abre ligeramente.
- ¿Estás segura de eso?. No creo que a Seiya le guste esa idea.- Enderoso mi cuerpo tomando una posición más seria.
- Lo se. Sé que es un cambio un poco radical, y tal vez un poco extremo. Pero no voy a arriesgar a una de mis manadas cuando tenemos las técnicas exactas para poder sobrevivir.
- Bueno, por esa parte tienes razón. Digo de algo tiene que servir los dos años que estuvimos rogando a Malakait, para que nos entrene, y los diez años que duró el entrenamiento.
- Hotaru soltó una risa altanera, y se cruzó de brazos.
- Las dos sabemos que Malakait solo nos asepto para joder el orgulloso de macho de Sabio.- Una mueca burlona se posó en mis labios.
- Si bueno, no lo voy a negar, que si él no hubiera llegado con ese tono altanero a exigirle que le enseñará sus técnicas de entrenamiento, no abría accedido a nuestras súplicas.- Un suspiro salió de mis labios.- Espero que Seiya acepte.- Hotaru acienta con la cabeza.
- Aceptará. Por sierto, antes de que salieramos de la manada, mandé un mensajero a los territorios de las hechiceras, para que le entregué la carta a su señora, donde pido la autorización, para que uno de mis Alphas reclamé a una de los sullos con su consentimiento.- Recargo mi codo de la mano derecha en el portavasos y sujeto mi barbilla.
- Significa, que la mate de Kenji pronto estará en la manda y podrá enseñarle a controlar su magia al cachorro. - Hotaru aciente.- Bien, eso me tranquiliza un poco.
Hotaru vuelve a acentir, y sierra los ojos.
Sé que está cansada, apenas ayer llegamos de Londres y hoy estamos volando a las fronteras de Canadá.
*- Serena, extraño a mi chacorro-*
- Yo también lo extraño Kuria, pero solo serán un par de días, y si nos tardamos más, pienso cumplir mi promesa de traerlo con migo.
*- Nunca le emos fallado.-*
- Y no le fallaremos, te lo prometo.
(.)
- ¡Hotaru! ¡Bombón!.- Un muy feliz Seiya baja tan rápido las largas escaleras de su mansión, como sus pies se lo permiten.
Al estar frente a nosotras envuelve a Hotaru en un abrazo correspondido igual, el la alza algunos centímetros para después bajarla y depositar un beso en su mejilla y liberarla de su agarre.
- ¡¿Dime Hotaru?! ¡¿Tengo que mandarte otra invitación o reservar en tu agenda, para que mi mejor amiga me visite?!.- Hotaru ríe.
- ¿Y a mino me consideras tu mejor amiga?.- Me llevo una mano al pecho y finjo quitarme un lágrima imaginaria.- ¡Valla y yo que pensé que mi estrella favorita, me extrañava!.
- ¡Pero qué cosas dices bombón!.- Seiya camina dos pasos hacia a mi, y me envuelve en sus brazos levantándo me algunos centímetros.- ¡Como no extrañar a la persona que me regaló sus mejores sonrisas durante muchos años de mi vida!.- Con delicadeza me coloca en el suelo, deposita un beso en mi mejilla y frente, pasa un brazo sobre mis hombros, yo paso los míos por su torso. - ¡Ya quiero que conozcas a mi luna!.
- ¡Seiya!.- Toda nuestra atención se posa en la voz que proviene escaleras arriba. Una mujer muy hermosa, piel blanca, cabellos rojizos como la sangre, largo asta las caderas, ojos verdes muy hermosos, piernas largas, un cuerpo bien definido y delicado envuelto en un vestido color vino un poco arriba de las rodillas, con zapatos de piso.
Su aroma a floral inunda nuestras fosas nasales. Una ninfa de los bosques.- No me dijiste que tendríamos visitas.- Seiya le regala una sonrisa ladina.
Deimediato retira sus brazos de mis hombros, y desago mi agarre de su torso.
Camina unos pasos asta quedar al pie de las escaleras, mientras ella baja los últimos escalones, lo suficiente cerca de él para tomar la mano de Seiya que ofrece para resivirla.
Una vez juntos, Seiya, cruza sus manos entrelazadas por el pecho de ella quedando sus brazos sobre los hombros de ella en un abrazo protector.
Ambos ponen sus ojos sobre nosotras.
La ninfa de cabellos rojizos, nos analiza con cuidado y curiosidad, sin embargo cuando posa sus ojos en Hotaru, más detenidamente, ella libera un poco más de su energía y poder, haciendo que ella se tense y trague duro.
- Mi luna, te presento a nuestra Alpha Hotaru Tomoe, Alpha de Alphas de América y Alpha Real.- Seiya señala a Hotaru y la ninfa abre sus ojos como platos.
Hotaru por su parte le da un acentimiento de cabeza.- Y ella es su Beta Serena Gran.- Ella me mira y le regaló una pequeña sonrrisa.- Alpha Tomoe, Beta Gran, les presento a mi luna la ninfa Kakyu de Kou. - Los ojos de la ninfa brincan de Hotaru a mi y de mi a Hotaru.
En ese momento Hotaru disminuye su energía y poder, para que su aura no sea tan amenazante.
- E-ess.. Es un gu-s-sto conocerlas.- Mi mirada se posa en Hotaru que arqueo una ceja.- A-alpha.
—Deja de liberar tu energía, asustas a la ninfa.
— No pensé que un poco de mi poder, le afectará haci. — Hotaru suelta un suspiro.
- Solo llámame Hotaru.- Sus labios se curbearon en una sonrrisa calida.- No era mi intención asustarla, pido perdón por eso luna.
- No hay problema.- La ninfa corresponde con la misma sonrisa.- Y solo llámeme Kakyu porfavor.- Las dos acentimos.
- Me enteré del ataque a la manada del Alpha Tsukino.- Mi cuerpo y el de Hotaru se tensa en cuanto las palabras de Seiya salen de su boca.
El cuerpo de Hotaru se torna a una postura más recta y ergida, su senblante cambia a uno más serio, incluso sus ojos, ya no muestran esa calides, si no una mirada fría y calculadora.
- Ya que tocas el tema, hay algo que quisiera hablar con tigo, es de suma importancia.- El cuerpo de Seiya se tensa también.
Cambia a una postura erguida, su semblante se torna más serio.
Él se a dado cuenta que ya no está ablando con su amiga de siglos, si no con su Alpha.
- Ablaremos en mi despacho.- Seiya observa a la ninfa, y su mirada cambia a una más cálida.- Mi luna, nos disculpas un momento.- La ninfa pelirroja, frunse el seño.
- ¡Se supone que soy tu luna Seiya!, Cualquier asunto a tratar de la manada o con tigo me consierne!.- Seiya tensa la mandibula al instante.
Las carcajadas de Kuria, resuenan por toda mi cabeza.
*- Me agrada está chica Serena. Le sacara canas a Seiya.-*
- ¡Ya lo creo Kuria!.
- Mi luna por...
- Tu luna tiene razón Seiya.- Interrumpe Hotaru.- Es un asunto delicado y necesito la opinión de ambos.- Seiya aciente, y no se atreve a abgesionar nada.
- Sigan me, por aquí.
(.)
La tensión en la habitación, que sirbe como despacho es tanta, que se podría cortar con un cuchillo.
Seiya tiene la mandíbula apretada, las manos encima del escritorio hechas puño y le sostiene la mirada a Hotaru.
Por sus expresiones que demuestra y casi puedo a postar, que implora que las palabras de mi Alpha sean una broma de mal gusto.
Su luna se mantiene de pie, a un lado de la silla. Dándole levez apretones sobre su hombro, y carícias, para tranquilizarlo.
Por otro lado, Hotaru le sostiene la mirada sentada del lado izquierdo, las piernas cruzadas y las manos sobre su regazo.
Observo todo sentada del lado derecho de mi Alpha. Siento que en cualquier momento sus lobos pueden salir, para despedasarce.
- No tenía idea, de que la situacion fuera tan grave y delicada.
- Lo es Seiya, de lo contrario, no pediría lo que te estoy pidiendo.
- No lo sé Hotaru. Someter a mis lobos a un entrenamiento como el que sugieres.- Seiya niega con la cabeza.- No lo soportaran. ¡Yo fui testigo de la seremonia donde las presentaron a ti y a Serena, en la manada del Alpha Malakait!. Fui testigo del tipo de entrenamiento.- Hace enfacis en la palabra entrenamiento.- A la que somete a sus guerreros.- Seiya suelta una risa sin gracia.- ¡Tu siendo un Alpha Real, casi no resistes a sus entrenamientos! ¡Incluso su manada, no parece una manada!, ¡Es como una réplica del Pentágono!, ¡De ningún modo someteré a mis guerreros a esa clase de entrenamiento!.
- ¡Porfavor Seiya!, Escucha a Hotaru, ¡La manda de Kenji, fue masacrada por completo!.¡No queremos que pase lo mismo con Starh Light!.
- No Serena, mis lobos no lo soportaran.
- No lo aremos de golpe Seiya, nos tomaremos el tiempo necesario para que se acostumbren y subiremos de nivel, conforme su resistencia sea mayor.
- ¡¡No y es mi última palabra!!.- Para estos momentos, los ojos azul cielo de Seiya, son sustituidos por el azul eléctrico y habla con voz de Alpha. Su lobo, Fighter está presente.
- ¿Esa es tu respuesta?.- Hotaru ni se imuta ante el cambio.
- La definitiva.- Hotaru niega con la cabeza y sierra los ojos, mientras un suspiro frustrado se escapa de sus labios.
Y ¡¡Bamh!!.
La pequeña habitación, de un momento a otro se siente axficciante. El aura y la energía que empieza a exparsirce como pólvora, es tan siniestra, dominante, posesiva, espesa, abrumadora. Es tan densa y pesada que la ninfa se encoje en su lugar ante tanto poder.
Seiya aprieta la mandíbula tanto que casi, puedo escuchar como sus dientes rechinan. Aprieta sus puños tanto sus nudillos se tornan blancos.
Todo ese poder es liberado de Hotaru, y ni siquiera es la cuarta parte de su poder, pero es lo suficientemente para que Seiya a un siendo Alpha, sepa que no puede desafiar la.
De golpe Hotaru, abre los ojos, ya no son marrones. No. Son los ojos violetas de su loba Satur.
Mi cuerpo se tensa, la energía de Hotaru no me afecta tanto por mi naturaleza, pero si su loba llegará a descontrolarce.
¡Que la Diosa Luna nos ampare!.
— Te explique las cosas tal como son Seiya. ¡No voy a arriesgarme a perder otra de mis manadas!. ¡Esta ya no es una petición, es una orden de tu Alpha!.- Hotaru habla con su voz de Alpha que intimida y asusta asta las entrañas.- ¡Todos tus lobos será entrenado como yo lo ordene, ¡¿Entendido?!.
Seiya trata de sostener le la mirada a Hotaru y no someterse ante las órdenes de su Alpha. Pero al final el resultado es el esperado.
Su cuerpo se tensa, y se encoje en la silla de su escritorio, sus ojos regresan al color normal y agacha la cabeza demostrando sumisión.
- Se-e..y...a a-am..or.. - La voz temblorosa de Kakyu llama nuestra atención.- P..or.. q-que no i-nte-en..tar.. h-ac-er lo que la Alpha sugiere.- Los ojos de Hotaru regresan a su color normal, toda su aura y su energía desaparece de golpe volviendo a su normalidad.
De inmediato mis fosas nasales son invadidas por el olor agrio del miedo, un profundo terror. Todas las miradas se posan en la persona que emana ese olor y energía que pide protección de su Alpha.
Al lado de Seiya, la ninfa tiembla de miedo, puedo jurar que casi escucho sus dientes castañear, y sus piernas las sostienen de puro milagro.
Al percatarse de eso Seiya, de un movimiento rápido se le vanta de su silla y envuelve en sus brazos a su luna, brindándole la protección que necesita.
- ¡Disculpa me mi luna, no quería asustarte!.
- Todo está bien amor.- Un suspiro entre cortado, sale de los labios de Seiya.
- Está bien, Alpha Tomoe, se ara como usted ordene.
Un incómodo silencio se apoderó de la habitación, dando la sensación de querer salir corriendo de aquí.
Esta claro que, Hotaru, no tenía planeado llegar asta los extremos de ordenarle, a Seiya cumplir sus órdenes como su Alpha.
Ella tenía contemplado, que el accedería en nombre de nuestra larga amistad, pero las cosas no siempre salen como se planean.
- ¿Que les parece, un recorrido por la manada?.- La voz de Kakyu, corta el incómodo silencio.
- Me parece bien luna, Hotaru y yo tenemos tiempo de no visitarla, un recorrido no estaría mal. ¿Verdad Hotaru?.- Giro un poco la cabeza para ver a Hotaru.
- Creo que, no nos caería mal.
- Bien, entonces sigan a mi luna, ella les enseñará sus habitaciones, para que puedan dejar su equipaje y después daremos un recorrido por la manada.
(.)
- Es un excelente trabajo, el que as hecho en tu manada y la reserva Seiya.
- Gracias Hotaru.
- ¿No as tenido problemas, con los humanos?.
- No bombón. La manada se a mantenido oculta, en lo más lejano de la reserva y los humanos no curiosean mucho, en esta parte.
- Me gusta la plaza, y el quiosco, rodeado con la enredadera de rosas de diferentes tonos, le da un toque muy hermoso, los locales están bien distribuidos, y la idea de los paneles solares me parece excelente. No cabe duda que no elegi mal, al nombrarte Alpha de Starh Light.- Una sonrrisa de satisfacción y orgullo se plata de oreja a oreja en el rostro de Seiya.
Su luna lo mira con ojos de atmiracion y llenos de amor sincero.
- Gracias, ahora les voy a enseñar el plantel de estudiós. El plantel comparter el instituto y sona universitaria.
- Está recién renovado, y con el suficiente material, para que los chicos al graduarse, puedan salir al mundo humano, vivir entre ellos y pasar desapercibidos si así lo desean.
- ¡Esos son grandes avances Kakyu!.- Ella me regala un tierna sonrisa.
- Gracias Serena.
Aciento con la cabeza y seguimos caminando por la calle empedrada de la manada.
Las casas son rústicas, algunas son de madera otras conbinan lo antiguo y lo moderno.
Tienen jardines enfrente y la mayoría está adornada por flores.
Los locales están establecidos por su mayoría en el centro de la manda, y no son tan llamativos como para prender las alarmas en una reserva.
La manada Starh Laiht, no está oculta bajo un hechizo, solo es difícil llegar a ella.
Caminamos al rededor de 10 minutos más, en el trallecto, las personas nos miran con respeto e inclinan un poco la cabeza, otros nos miran con miedo, y otros con curiosidad.
Y quién no, an pasado 40 años desde la última vez que pisamos está manada.
Nos detenemos frente al edificio más grande de toda la manada.
Es grande muy grande, tiene tres pisos por lo que se nota y esta pintado de color azul oscuro.
- Este es el plantel, donde estudian, alumnos de instituto y universidad.
- Tiene buena pinta.
- Vamos, les aseguro, que les encantará por dentro.- El entusiasmo de Kakyu, se nota en su voz.
Subimos los escalones ( Siete para ser exactos) que están en la entreda, Seiya abre las puertas dobles, dándo el primero paso.
En el momento en el que se abren las puertas, sientos de aromas, inundan nuestras fosas nasales, son tantos que creo que irritan mi nariz.
Y como no.
¡El olor de las hormonas alborotadas, invade todo el aire del plantel!.
*- ¡¡Por la diosa, esto es demasiado para mi olfato!!.-* Y yo le doy toda la razón a mi loba.
- Los mis pienso Kuria, ¡Por primera vez tienes razón!.
Hotaru, arruga la nariz ligeramente en señal de desagrado.
Seiya parece notarlo, ya que los colores suben por su rostro rápidamente y se aclara la garganta.
- Pido una disculpa Alpha Tomoe,- Traga duro y se aferra al agarre que tiene en la cintura de su luna.- Al parecer la noticia que usted vendría a la manada se expandió muy rápido, y con ellos que usted.- Traga duro.- N-no a encontrado a su mate.
- No te preocupes Seiya.- Hotaru le regala una sonrisa tranquilizadora.- Simplemente el olor a hormonas de lobos jóvenes es muy fuerte y abrumador.- Hotaru arruga la nariz y alparecer Kakyu, a entendido el por qué la molestia ya que palidece varios tonos pero no dice nada.- Solo tengo un poco de irritación en la nariz, por mi olfato sensible, pero nada que no tenga solución.- Seiya aciente y posa sus ojos en mi.
- ¿Te encuentras bien bombón?.
- Por su puesto.- Veo a Hotaru.- ¿Podemos seguir con el recorrido?.- Ella acienta.
- Claro.
Empezamos a adentrarnos por los pasillos del plantel.
Las paredes son de color crema, y hay algunas pizarras con notas pegadas, para los alumnos. Caminamos, y aparecen los primeros casillero a la vista.
- La dirección del plantel se encuentra, al fondo a la izquierda, la zona de instituto son el segundo y tercer piso, mientras la universitaria el primer piso.- Explica Seiya.- Enfermería se encuentra a la derecha, la biblioteca y salón de cómputo en el segundo piso.
- ¿Por que universidad, el el primer piso Seiya?.
- Por que los universitarios odian, el olor de las ormonas de los jóvenes lobeznos Hotaru, ellos tienen un horario más tarde que los de instituto, para cuando ellos salen, los aromas ya se an exparsido asiendose casi nulas.
- ¿Por que poner ambos en un mismo plantel, si no se toleran?.
- Por que, no podemos llamar mucho la atención bombón, dos planteles de gran tamaño llamaría la atención de los humanos.
Seguimos caminando asta topar con unas puerta dobles.
- La café.....
¡¡Bamh!!.
Las palabras de Seiya son interrumpidas bruscamente por el golpe seco que hace el cuerpo de Hotaru contra los casillero.
Nadie se mueve, nadie respira y estoy segura que nadie espera ver lo que ven mis ojos
Hotaru, está acorralada, bajo el imponente cuerpo de un joven, por su olor sé que es un lobo recién convertido.
Saliendo de mi pequeño estado de Shock, lo analizo un poco.
Es alto, cálculo metro ochenta o tal vez metro noventa, su cabellos color rubio trigo, una espalda ancha, su cabeza la tiene oculta en el cuello de Hotaru, tiene una camisa azul marino de manga corta, porta vaqueros negros, y se escucha como inalá profundamente.
Inalo un poco y me sorprendo al darme cuenta que es un beta.
- ¡MIA!.- El chico suelta un gruñido bajo.- ¡Solo Mía!, ¡Me perteneces!.
La mano izquierda de Hotaru está sobre su cabeza, sostenida por una de las manos del chico, mientras que con la otro se aferra más a su sintura.
Miro de reojo a Seiya y su luna que tiene la cara de sorpresa y esta que no se la creen.
¡ Y yo tampoco!.
Hotaru parece salir de su estado de Shock, sus ojos se le iluminan, y esboza una sonrisa de alegria pura.
Me mira y le regaló la misma sonrrisa. ¡Por fin lo encontro!.
Con su mano disponible, sostiene la cara del chico mirandolo a los ojos.
- ¡Tuya!, ¡Solo tuya!.- Suelta en un susurro, pero a un asi, es persertible, para el oido lobuno.
De un momento la espalda del chico se tensa por completo, y se aparta de Hotaru como si su cuerpo quemará.
La cara de Hotaru da un giro por completo, de felicidad pura a una un poco más seria con una mirada que no logro descifrar.
- ¿¡Que pasa!?.
- ¡¡Eres un Alpha!!.- Hotaru frunse el seño y toma una postura recta, tomando su porte imponente.
No importando que el chico le lleve casi una cabeza de ventaja.
- Si, soy un Alpha, y tú mi mate también, y me as reclamado como tú ya. No veo problema alguno.- El chico niega con la cabeza y deja de aprisionar a Hotaru.
- ¡No! ¡No! ¡No!, Tu no puedes ser una Alpha.
- ¡Más respeto Samuel!.- Casi ruge Seiya.- Está ablando con la Alpha de Alphas de América.
La cara del chico es un poema y palidece varios tonos y empieza a negar frenéticamente mientras da varios pasos alejándose de Hotaru.
- ¡No! ¡No! ¡Tu no puedes ser mi mate! ¡Eso me convertiría en tu Luna!.- Hotaru hace sus manos puños
- ¡Alpha! ¡Te hace mi Alpha!.- Veo como sus ojos se cristalizan reflejando su desesperación.
Mi carozon se dispara como loco, mi boca se seca y trago duro.
Sé que en estos momentos Hotaru, está poniendo todo su auto control a prueba. Para que Satur no tome el control y reclamar al chico.
¡Si ella perdiera el control!.
¡Que la diosa nos ampare!.
- ¡No! Tu no puedes ser mi mate, mierda ¡Yo soy un beta!.- El chico casi rugió.
La cara de Hotaru se descompuso y por sus ojos pasaban cientos de emociones a la vez.
*- ¡Si el estúpido muchacho no sierra la boca hará que Satur haga pedasos toda la manada!-*.
- ¡Kuria esto tengo un...
- ¡Yo Samuel Shields Hino te rechazo como mi mate!.
- ¿¡Que!?.- El jadeo colectivo de todos fue lo único que resonó por los pasillos al final de esas palabras.
En ese momento, Hotaru calló de rodillas, y se llevó las manos a la cabeza, negando frenéticamente.
Esas palabras bastaron para que el caos se desatará.
El poder de Hotaru inundó todo el pasillo, un poder abrasador, abrumador y terrorífico.
Mi pulso cardiaco para de un segundo para después dispararse a toda velocidad. Mi cuerpo se tensa ante tanto poder y siento como Kuria pone todo su empeño para no agachar las orejas y meter la cola entré las patas en señal de sumisión.
Corro los pocos metros que me separaban de Hotaru, quitando al inbecil de un empujón.
Me tumbo de rodillas, frente a Hotaru, y agueco su cara en mis manos para mirarla directo a los ojos.
En ese instante la sangre se me congelo, palideci de golpe, y siento como Kuria pone todo el esfuerzo del mundo por no esconderse en el rincón más apartado de mimente.
El iris de Hotaru, parpadea de violeta a marrón y viseversa, dando a notar la lucha interna que tiene con su loba por el control. Su cara está completamente pálida, y sus ojos derraman lágrimas sin parar.
*- ¡Si salimos vivas de esto Serena, juro que mato al mocoso de mierda! -*.
- ¡Maldición deja tus pensamientos asesinos y allu..
- ¡Me rechazo Serena! ¡Me rechazo!.
- ¡Mírame Hotaru! ¡Todo va estar bien, tienes que controlarte!.
- ¡El me rechazo!, El yo... Yo..- Hotaru colapso, empezando a tener un ataque de pánico.
- ¡Hey! ¡Hey! ¡No pierdas el control!-solte un suspiró.- Hotaru, tienes que tomar el control estás asustando al chico.- lo cual no me interesa pero tal vez su lado protector, haga que regrese a la realidad y pueda mantener a Satur a raya.- Si ablan los dos estoy segura que arreglaran esté mal entendido.- Termine ablando lo más dulce y calmadamente que me es posible.
- ¡No hay nada que arreglar, yo no quiero un Alpha como mate!.- Sus palabras son como un balde de agua fría y como si hubiera activado algo en Hotaru, ella se paro de golpe, sin abrír los ojos, las manos hechas puños y los hombros rectos y tensos.
Su pustura es imponente, a pesar de que tiene la cabeza gacha.
Una opresión se apodera de mi pecho y maldigo una y otra vez ante la imprudencia del muchacho impertinente y estúpido.
- Seiya,- Sus ojos se posan en mi.- Saca a todos de aquí.
- Per....
- ¡Ahora!.- No puedo evitar casi rugir, y es que nada de esto me da buena espina.
Seiya se alejo unos cuantos metros y habla algo, con su luna, cual no pongo atención, ya que mi vista está en focada en la figura. Imponente de Hotaru.
- ¡Yo me largo!.- Mis alarmas se encienden en el momento que las palabras salen de la boca del pelos de elote.
Y no solo soy yo.
Los ojos de Hotaru se abren y toda la sangre se me congela.
-Tu no vas a ningún lado. ¡Eres mio!.- La voz distorsionada. Un poco más ronca y los ojos violetas, dejan claramente tres cosa.
¡Hotaru perdió el control!
¡Satur, la controla!.
¡Y nadie controla a Satur!.
¡Santa jodida mierda!.
- ¡Corran!.
- ¡Que!.
- ¡Corran! ¡Muebanse salgan de aquí!. ¡Seiya hordena a todos tus guardias rodear el edificio.- Una carcajada, completamente siniestra retumba por todo el lugar, haciendo que los pelos se me pongan de punta.
- Piensan que con eso van a escapar de mi. Ilusos.
- Satur, devuelve le el control a Hotaru.
- ¡No!, Ella no tiene el valor para retenerlo con nosotras.
- ¡No voy a dejar que lastimes a nadie ni siquiera al chico!.- Ante mis palabras puse mi pierna derecha al frente y la izquierda un poco a tras un poco flexionadas, mi brazo derecho a la altura de la cara con mi mano hecha puño, y el izquierdo elevada ligeramente hacia atrás, en posición de defensa.
- Ni tú ni nadie impedirá que lo marque.- De un movimiento rápido Hotaru se abalanzó sobre mi.
Siento como su cabeza y hombro impacta contra mi apdomen, sacándome el aire, un insoportable dolor me punza en la espalda.
El crakh que se escucha, me hace saber que me a impactado contra la pared, y se a agrietado por el golpe.
Le vanto la cabeza, solo para ver como el pelos de elote corre a la salida y de tras de el corre Hotaru.
- ¡¡Mierda!!, ¡¡Mierda!!, ¡Mierda!.
De un impulso, me levanto y empiezo a correr tras ellos ignorando el dolor de la espalda al levantarme.
Corro lo más rápido que puedo, la distancia no es mucha a la salida.
El cuerpo del chico se pierde tras la puerta seguido del de Hotaru.
Corrí con más aprisa los pocos metros que me quedan.
No me detengo y aumento la velocidad, junto con mi fuerza derrumbó la puerta y al salir abro los ojos como platos.
Todos los guardias de Seiya, nos rodean, pero lo que más me impresiona es que Hotaru tiene al chico abrazado por la espalda con su cabeza en su cuello mientras gruñe.
*- ¡Muévete Serena lo va a marcar!.-*.
El rugido de Kuria en mi mente me hace salir del transe. No lo pienso corro hacia ellos, Hotaru no se da cuenta de mi hacercamiento, asta que cruzó un brazo por su cuello y aprieto asta que le falta el aire.
Su cuerpo se tensa, sujeta mi brazo con ambas manos, siento sus garras enterrarse en mi brazo pero no suelto mi agarre y la alejo del chico.
-¡Vete largo!.
El chico se pierde de mi vista. Hotaru gruñe y sus garras destrozan mi piel.
Gruño, ante el dolor, necesito liberarme de sus garras antes de que me destroze el brazo.
No lo pienso dos beses, doy un rrodillaso en su entre pierna, y me libera de las garras, la suelto girandola para que quede de frente a mi. Y doy una patada en su apdomen que la manda unos metros lejos.
Siento como poco a poco la erida de mi brazo empieza a sanar.
Hotaru se pone de pie, sus ojos rojos me demuestran que está furiosa.
- ¡Porfavor Hotaru, reacción.- Un Gruñido.- ¡Satur, devuelve el control a Hotaru!.- Otro gruñido, de un rápido movimiento el cuerpo lobuno de Satur está frente a mi.
Su postura es de ataque, sus fauses están abiertas, enseñándome sus poderosos caninos gruñendome con rabia, sus ojos rojos como rubíes, me demuestran que no va a seder asta destrosarme.
Todavía es un lobo normal, por su altura y su forma se que no a hecho la fusión, con Satur para ser un Alfa Real.
- ¡Kuria, tenemos que pelar!.
*- Bien, porlomenos será una buena pelea-*.
Siento mis huesos acomodarse, escucho como mi ropa se desgarra y de un salto, libero el cuerpo lobuno de Kuria que gruñe a Hotaru.
Satur gruñe en respuesta y yo respondo el gruñido.
No lo piensa dos beses y cuando da el primer paso para atacar, el sonido de una flecha se escucha atravez del aire.
Un potente gruñido sale de Satur, e intenta dar otro paso, pero cae al instante.
Es donde me doy cuenta de la flecha enterrada en su pata.
Me hacerco a ella y a mis fosas nasales llega el olor a químicos es un tranquilizante.
El cuerpo de Satur cambia, dando paso al cuerpo de Hotaru, inconsciente en el suelo.
Siento como mis cuerpo vuelve a dar paso al cambio, para quedar en mi forma humana otra vez.
Quedo de cunclillas frente a Hotaru, retiro la flecha, y la cargo en mis brazos al estilo princesa.
Una vez de pie giro y empiezo a caminar, pero un olor muy peculiar llama mi atención.
- Más vale que te mantengas lejos de ella, tu rechazo ya le hizo bastante mal.
- Yo no quería provocar esto.
- Muy bien, solo aléjate de mi Alpha.- Empiezo a caminar pero sus pasos me siguen.
- ¡Espera yo...- Gruño y me volteó a el, cuando intenta sujetarme del hombro.
- ¡Aléjate de nosotras o te haré pedasos!.- El chico me mira a los ojos y veo el miedo en sus ojos y otra cosa ¿Inseguridad?.
Doy media vuelta y empiezo caminar a la mansión de Seiya.
Me abro paso entre la gente asta que veo a Seiya con un par de mantas.
Cuando me quedo en frente de el, cubre primero la desnudez de Hotaru y después, coloca la otra manta sobre mis hombros, cubriendo la mia.
- ¿Creas que cuando despierte se vuelva a alterar?.
- No lo sé, gracias por alludarme, a controlarla.
- No es nada, tenía que hacer algo, no estaba seguro de que tú pudieras con ella.
- Gracias.- Suelto un suspiro y miró a Hotaru.- El sedante no durar mucho, busca al muchacho y que se presente en tu casa.
- Está segura de que es prudente para ella.
- No, no estoy segura, pero el rechazo se tiene que hacer formal y vi los ojos del chico había duda en ellos, el no sabe lo que quiere.
- Bien, Taiki lo buscará el chico no es del todo mayor, yo me quedaré para calmar a las personas tu ve a la casa y descansa.
- Bien que su padre venga con el.- Doy media vuelta y empiezo a caminar otra vez rumbo a la mansion de Seiya.
*- ¿El pelos de elote la va a rechazar?-*.
- Más vale que no por que si no yo misma destrosarme sus entrañas y se las daré a lo rogues.
*- No es una mala idea-*.
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