Boda
3 días después.
Me levanté temprano antes de que el sol se alzara sobre el reino de la luz. Amo ver cómo se tiñe el cielo de tonos dorados y rosados. Yo suspiré, el príncipe heredero, me preparo para mi partida. Será la primera vez que cruce el portal. Me sentí triste cuando mi padre insistía en que me vistiera con ropas oscuras, pero es mi boda, no un funeral. Por eso decidí vestir una túnica roja, bordada con hilos dorados que brillaban como estrellas. Quería que todo fuese delicado y elegante, pero con todo esto siento que mi corazón pesa. Hoy me despediría de mi hogar, de mi amada tierra y esas personas con las que he compartido mi vida.
La boda estaba prevista en el Reino Oscuro. Todos me advirtieron que es un lugar donde la luz no penetraba y donde no existe la alegría y el amor, eso me entristeció. ¿Pero qué puedo hacer? ¿Negarme y traer la desgracia a mi reino? Yo soy un príncipe y si he aceptado casarme con el príncipe Jungkook es para sellar la paz entre los dos reinos.
—Padre, llegó el momento de despedirnos...
—Hijo, no sabes lo que encontrarás allá –tomando sus manos– pero te pido que seas fuerte y lleves todo lo bueno en tu corazón, nunca te rindas.
—Padre, les juro que en mí nunca habitará la oscuridad y que yo seré luz y guía para ellos.
Vi a los pueblerinos y a mis hermanos aplaudiendo, silbando y otros gritando mi nombre, eso me hizo tomar fuerzas. Subí al carruaje junto a dos miembros del reino de la oscuridad y sonreí despidiéndome de mi gente, pero al llegar al Reino Oscuro, todo cambió. Apenas cruzamos, los dos miembros de la oscuridad me abandonaron allí a mi suerte.
El frío recorrió mi cuerpo, las calles estaban cubiertas de sombras, y la gente me miraba con desprecio; los murmullos se propagaban con el viento frío y los escuchaba: “¿Quién es este príncipe vestido de colores?”, decían. “¿Acaso no sabe que aquí solo existe la oscuridad?” —¿Perdonen, amables personas, pueden decirme dónde está el palacio?
¡Lárgate de aquí, raro!
Perdone la molestia. —¿Será que usted podría decirme dónde está el palacio? —pregunté a una anciana.
Aléjate de mí, puesto, que afeas el lugar. ¿A quién se le ocurre vestir así?
Perdone, sonreí, ya mismo me retiro. —Empecé a andar sin saber a dónde iba ni qué tan lejos podía estar el palacio. Caminaba con mis altos tacones por calles que no estaban niveladas, pero esto no me hará rendirme. Sé que podré ignorar las miradas hostiles y continuar mi camino en busca del castillo. Hasta que llegué y el príncipe Jungkook me esperaba en el salón principal. Cuando entré, él me miró con ojos fríos. Su ropa era negra y el lugar era oscuro.
Jimin, dijo Jungkook con voz gélida. —Bienvenido al Reino Oscuro. Aquí no hay lugar para la luz ni para los corazones alegres. ¿Qué te hace pensar que puedes cambiar algo? Tan arrogante eres que te burlas de mí y de mi gente.
Tragué saliva y me acerqué a él. —Yo solo quiero que nuestra unión traiga paz a nuestros pueblos y creo que no importa el color de mi ropa, sino el haber llegado hasta aquí.
Me reí con desdén. —Eres un iluso si crees que aquí hallarás el amor y la bondad, eso es solo una ilusión en este lugar; aquí solo existe la supervivencia. Si quieres sobrevivir, olvida la luz y abraza la oscuridad.
—Agradezco su preocupación por mí, pero estaré bien y creo que podré sobrellevar cualquier situación, así como llegué solo hasta aquí, siento que podré con más.
—Veremos cuánto tardas en quebrarte. No sabes cuánto anhelo nuestra noche de bodas.
Tragué en seco y suspiré. Había olvidado que tendría mi primera vez hoy y que debía cumplir con un ritual. Ahora me siento atrapado, sé cuál es mi deber y ya estoy aquí, no puedo rendirme. La boda comenzó y las velas negras se encendieron en el altar. A dondequiera que mirara, se veía sombrío y triste. Lo más ridículo fue que tuvimos que intercambiar votos, pero todo era algo simbólico porque las palabras sonaban huecas y sin sentido cuando el sacerdote declaró que estábamos unidos. Miré a mi alrededor. La gente seguía murmurando, pero algo había cambiado: algunos rostros mostraban curiosidad en lugar de odio. Pensé que quizás mi luz puede encontrar un camino incluso en la oscuridad.
—¿Puedes dejar esa estúpida sonrisa? Odio ver tu rostro.
Mientras Jungkook me mira con desprecio, yo sonrío. Porque aunque mi vestimenta fuera roja y dorada, mi alma seguía siendo un faro de luz en un mundo sombrío. —Tendrá que acostumbrarse, príncipe, porque este es el rostro de su ahora esposo y consorte. ¿Acaso le quedó grande?
—Para mí nunca nada es muy grande, Jimin, pero ven, vayamos a vivir la noche de bodas.
Asentí sin poder decir ninguna palabra.
—¿Qué esperas? ¡Camina!
Sí, empecé a tratar de seguir sus pasos, pero mis pies dolían, sentía como mis zapatos se clavaban en la piel de mis pies.
Luego de caminar por los pasillos, entramos a la habitación que compartiríamos y le dije: "Quítate la ropa y ponte sobre la cama".
—Pero...
¿Pero qué, Jimin? Vamos, apúrate que no me gusta perder el tiempo.
—¿Y mis cosas?
Tranquilo, todo está en la habitación de al lado junto a tu pollo.
—¿Puedo arreglarme allá y venir aquí?
Está bien, pero no tardes.
Sí, no tardaré. Salí de la habitación y fui a la de al lado. Efectivamente, todas mis cosas estaban allí, pero nadie las había organizado. Me acerqué a uno de los cofres, saqué un vestido especial para la noche de bodas, quité mis zapatos y vi que mis pies estaban sangrando, así que los vendé rápidamente. Me coloqué perfume, suspiré tratando de encontrar valentía y al entrar nuevamente en la habitación, Jungkook me tomó del brazo y me pegó a su cuerpo.
Sentí como un palo en mi espalda baja y sabía que era su miembro y sentí miedo—Jung..Jungkook.
—¡Vamos Jimin! Ya quiero sentir la calidez de tu trasero recibiendo me.
—Es mi primera vez, sé que tal vez es estúpido pedirte esto, pero ¿puedes ser considerado y no lastimarme tanto?
—¡Maldición Jimin! Lo único que anhelo es joderte de todas las maneras posibles y me sales con eso.
—Entiendo, entonces hagámoslo. No quería incomodar a mi esposo en el primer día. Es triste, pero desde joven escuché a mis institutrices: "Estás solo para hacer feliz a tu esposo, no hagas que se disguste y si lo quieres a tu lado debes complacerlo y estar dispuesto para cuando él guste".
—Acuéstate en la cama, es momento de que pases la prueba de las 5 rosas y el pañuelo.
—Tengo miedo, Jungkook —dije sintiendo que empiezo a sudar.
Respira y relájate. ¿Pero sabes? Que si no pasas la prueba, te cortarán la cabeza.
—Uy, sí, ahora con eso estoy más relajado.
Debo entregar estas rosas con sangre.
—No, no quiero que me veas así, tan directo —cerrando mis piernas con vergüenza.
Ok, lo haré con mi miembro, luego lo pasaré por un pañuelo y todos verán que soy el primero en entrar en tu hermoso trasero.
—Tú no tienes remedio, prefiero que me corten la cabeza —dije bajándome de la cama.
¿A dónde crees que vas? Yo ya estoy listo para la acción —llevé su mano hasta mi miembro duro—.
—¡Qué vergüenza! No hagas eso.
—¡Vamos! Una vez que me pruebes, vas a querer repetir.
Me quedé sin palabras al estar tan cerca de su pecho desnudo y con vergüenza pregunté: "¿Me darías un beso?".
Un beso, ¿para qué?
—Nunca he dado un beso.
—Pues nunca recibirás un beso de mi parte, eso es para gente estúpida. Ya dejemos de perder el tiempo. Tomé a Jimin por el brazo y lo tiré en la cama, rompí su vestido blanco de seda y abrí sus piernas, tomando los 5 pañuelos en forma de rosas y empezando a meterlos en su entrada. Era obvio que este chico era puro, los primeros pañuelos inmediatamente tomaron una tonalidad rosada y los dos últimos más rojos. Salí de la habitación y se los entregué al consejero de mi padre.
Me cubrí ligeramente con las sábanas. No podía explicar lo que sentía; esto estaba lejos de ser placentero o deseable, nada era como me lo habían enseñado.
Ahora sí, Jimin, ponte de espalda y levanta tu trasero, no me interesa ver tu rostro.
Obedecí y poco tiempo después sentí un terrible dolor. Él entró en mí, rompiendo los pliegues de mi trasero. La intromisión había sido brusca y sin contemplación. Suplicaba internamente porque todo acabará pronto, pero eso estuvo lejos de suceder. Jungkook era como un semental y parecía que no sentía cansancio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top