Un mañana un tanto dolorosa
El primero en levantarse fue Vegetta y en cuanto se movió casi gruño, el hombro le estaba matando al igual que la espalda le ardía y tenía el sabor metálico a la sangre en su boca. Preocupado abrió los ojos y se encontró con una escena bastante peculiar, Rubius durmiendo plácidamente a su lado. Ambos olían el uno al otro, Vegetta estaba seguro que lo habían echo. Se levantó en el mayor de los silencios y se dirigió al baño. Cuando vio su reflejo en el espejo se maldijo internamente. La sangre que se hallaba en su boca era de Rubius no había duda, o sea que en algún momento lo había mordido. Además tanto garras como colmillos estaban fuera, eso solo significaba una cosa, se le había ido de las manos. Después de eso recayó en la mordida en su hombro, parecía la de un oso. "De ahí el dolor" supuso. Se dio un facepalm mental, la mordida tenía que ser de Rubius, por lo que él era un cambia-formas. Si las cosas eran así aún no la había cagado. Suspiro aliviado, aunque esa simple acción le pareció un martirio. Recién entonces optó por darse media vuelta, su espalda estaba destrozada. Tenía unos cuatro zarpazos, además de que en algunas zonas las garras se habían clavado tan hondo que habían perforado el músculo, casi hasta al hueso. Un gruñido de dolor lo saco de sus pensamientos, parecía que Rubius se había despertado.
-Buenos días- dijo Vegetta mierda salia del baño ya con el pantalón puesto.
-Que buenos días ni mierdas chaval- dijo Rubius cabreado.
-Tienes razón son las cuatro de la tarde, buenas tardes- se corrigió Vegetta.
-Me duele todo chaval eres una bestia-
-Lo mismo te podría decir- respondió Vegetta divertido ante la situacion.
Rubius aun ni siquiera había abierto los ojos, de repente sus neuronas hicieron sintaxis. ESA ERA LA VOZ DE VEGETTA. Se sentó rápidamente en la cama con los ojos bien abiertos y analizó a Vegetta. El chaval tenía una mordida en el hombro que seguramente era culpa de él. Iba a hablar pero se distrajo con el zarpazo en el pecho del mayor. Estaba atónito era enorme y seguramente hubiera sido muy doloroso.
De repente se dio cuenta de su propio dolor, el labio lo estaba matando, era como si se lo hubieran desgarrado. Por otro lado unas marcas de garras muy profundas tenían paso en su cadera. De repente una imagen llegó a su cabeza, Vegetta sonriéndole con grandes colmillos y de estos caía sangre, SU SANGRE. Lo miro atónito mientras se tocaba el labio.
-No me mires así que yo no puedo ni respirar- dijo Vegetta dándose media vuelta.
Ahí estaban sus garras las cuales habían destrozado parte de la espalda de Vegetta , incluso eran los suficiente profundas para llegar al hueso. Rubius se sentía fatal, o es que acaso a Vegetta no le importaba dormir con cambia-formas.
-Dime, ¿eres un cambia-formas?- preguntó tranquilo.
-Si... Soy un tipo oso. No eres de los humanos que odian a los cambia-formas- una afirmación no una pregunta.
-¿Estas acostumbrado a dormir con los de mi especie?- preguntó Rubius con dolor en cada palabra.
Vegetta levantó la cejas sorprendido.
-Pues nunca había dormido con alguien de NUESTRA especie, ¿tu si?- preguntó divertido.
Rubius levantó su mirada rápidamente, Vegetta le sonreía abiertamente con unos grandes colmillos adornar su dentadura.
-Pero que...- tartamudeo Rubius.
-Serás lento... Soy un tipo lobo y claramente si, soy un cambia-formas- dijo mientas se acercaba al castaño.
Rubius se sentía idiota, como no lo había notado antes. Las miradas con mensajes, la orden silenciosa, las garras en su cadera y como no la imagen que resonaba en su cabeza.
-¿Cuantos más de nosotros había anoche?- cuestionó Rubius.
-Fargan el de la máscara de pájaro, es tipo búho. Luzu el de cabello castaño con quien estaba hablando cuando llegaste es un tipo León. Además de se pareja Auron, es un tipo zorro-
-¿El de los pircings?-
Vegetta asintió.
-A sí, mis fuentes dicen que Lolito también lo es, un tipo hiena. Aunque es el único que aun no el logrado confirma- dijo Vegetta fastidiado por ese hecho.
-¿Y tu ex?- la pregunta salió de la nada.
En el momento se arrepintió de preguntar, la cara de Vegetta se convirtió en una mueca.
-Mi "ex" eso solo una muestra de que la relación humano, cambia-formas no funciona. En cualquier caso el odia a los cambia-formas, intenta mantenerte lo más lejos posible de él- dijo serio.
-Vale- el castaño asintió lentamente.
-Oye, ¿tu amigo Mangel no debe estar preocupado por vos? A menos que seáis manda y se lo hallas dicho mentalmente claro-
-Mangel es humano, debe estar echo una histeria. ¿Y que eso de mentalmente?-
-Es lo que hice anoche, Luzu es mi manada como mi hermano por lo que podemos hablar a través de nuestro lazo. Así es como le pedí que sacara a todos ayer y como también le pedí que nos trajera comida. Debe estar por llegar-
-Que pasada, ah sí y eso explica esa duda que me había quedado. ¿Hay teléfono en la casa?- preguntó Rubius.
-Toma, tengo uno portátil. Llama a Mangel, voy a abrirle a Luzu-
-¿Ya llegó?-
-Si, yo que tu me visto- dijo Vegetta con una risita.
Vegetta abandonó la habitación y Rubius suspiro frustrado ese hombre lo tenía completamente loco. Disco el número de Mangel, este atendió después del segundo tono.
-Hola, ¿quien habla?-
-Buenas...-
-RUBIUS CHAVAL ME TENÍAS SÚPER PREOCUPADO, ¿SABES LO TARDÉ QUE ES?- gritó Mangel.
-Vale lo siento, me acabo de despertar. Estoy en lo de Vegetta, ah sí y él es un cambia-formas así que no te preocupes por mi-
-Esto es de locos... Te quiero en la posada para la noche-
-No creo que Vegetta deje que me vaya, y aunque me dejara no se si soy capaz de abandonar su lado. O al menos no el los próximos días-
-Me cago en los cambia-formas... Vale ire a visitarlos mañana, espero que puedas caminar... -dijo lo último en un susurro.
-QUE TE HE OÍDO CABRÓN- gritó Rubius.
-Te veo mañana-
Y Mangel corto la llamada.
Por otro lado mientras Vegetta le abría la puerta a Luzu..
-Hombre Vegetta, ¿como has acabado la noche?- preguntó Luzu divertido.
-Observarlo tu mismo- dijo Vegetta señalando su hombro.
-No jodas... ¿Es un cambia-formas?-
-Tipo oso, una bestia. Mira esto- Vegetta se dio vuelta mostrando su espalda.
Luzu instantáneamente llevo su mano a la herida, Vegetta gruño y lo miro de mala manera.
-Chaval si puedo ver hasta el hueso, te han destrozado- dijo Luzu riendo.
-Tranquilo que estamos empatados- dijo Vegetta sonriendo.
-¿Ah si?-
-Me he despertado con su sangre en mi boca, ahí lo dejo caer-
-Serás bestia- dijo Luzu negando con la cabeza mientras reía.
Mientras ambos hermanos entraban a la mansión se escuchó el grito del Rubius. Ambos rieron por lo bajo.
-Te buscaste uno bastante loquito- dijo Luzu riendo.
-No lo busque, es una bendición de los dioses- dijo Vegetta con superioridad.
-Ya, claro...- Luzu negaba divertido.
En eso Rubius salio de la habitación, iba solo en pantalones al igual que Vegetta. Y Luzu pudo divisar tres cosas. Primero las garras de Vegetta en la cadera de Ruben, segundo que su labio estaba destrozado y tercero que le costaba caminar.
-Serás animal- le reclamo Luzu a Vegetta.
Vegetta sólo se río mientras se acercaba a Rubius.
-¿Puedes culparme?- dijo cargando a Rubius al estilo princesa.
Luzu negó riendo.
-Pues yo si- le reclamo Rubius.
-Calla chaval, que primer que todo mi espalda esta peor y segundo yo no era el que suplicaba por más anoche-
Rubius sonrojado hasta las orejas solo atinó a esconder su cara en el pecho de Vegetta. Este río por la escena al igual que Luzu.
-¿Desayunamos?- preguntó Luzu.
-Claro, me muero de hambre- dijo Vegetta.
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Hasta aqui el capítulo de hoy 🖤✌🏻
Nos vemos mañana
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