-La historia se centra despues de la guerra contra Hades, el patriarca es Saga de Geminis, toda la orden de Atena fue revivida a exepcion de Shion.
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Sobre la tina caía interminablemente una gota tras otra formando en cada caída una onda, creando una minúscula ola que acarreaba pétalos de rosas que avanzaban suavemente sobre la nívea piel.

De pronto el cuerpo que yacía dentro del agua se levanto, seco cada parte de la piel y comenzó a vestirse, de pronto se acomodó sobre un sillón frente al espejo del hermoso tocador, cogió un cepillo, sin dejar de mirar el reflejo de su rostro comenzó a cepillar ese sedoso y largo cabello celeste, en el espejo se podía observar esos labios carnosos y con un tono rosa pálido, unos labios sensualmente naturales, mas arriba una nariz por demás perfecta pequeña y respingada para terminar mas arriba unas orbes celestes rodeada de unas rizadas y largas pestañas resaltando mas su hermosos ojos, debajo de su ojo izquierdo un pequeño lunar que hacia lucir a ese rostro por demás sensual como si hubiese sido creado con la mas divina gracia de los dioses.

-¿Porque? No me merezco esto Atena- se decía una y otra vez mirándose al espejo, comenzando a inundar la tristeza en esa hermosa mirada.

-Pareciera que sigo en el mismo infierno de Hades, no es justo que me hayas traído a mi a la vida… me duele respirar… me duele caminar… me duele el seguir con vida.

-Es la segunda vez que regreso… pensé que aquella vez que conocí en esas extrañas circunstancias a Shion seria mi ultima actuación, el unirme al grupo de traidores…

-Atena… pareciera que te gusta hacerme sufrir… este dolor que siento es como cuando me vestí con el sapuri, cuando me volví a levantar contra ti… mi diosa, porque me das otra oportunidad de vivir.

-Mis culpas las pague en el muro de los lamentos junto a su espíritu… luchando juntos.

-¡Porque regalarme precisamente a mi la vida! ERES INJUSTA! -¡Que ironía la diosa JUSTA a mi me parece injusta!- hablaba entre esas cuatro paredes terminándose de cepillar el cabello.
Aun lo recuerdo…

-Están dispuestos a ser recordados como Traidores?- decía Shion.

-¿Si! ,¡Por Atena!- gritaron en unísono

-No lo merezco… no puedo sostener esta armadura en mi cuerpo me pesa cada vez mas.. algo que no sentí aquella vez cuando hice desaparecer la isla de Andrómeda.. por que en ese momento yo actué como si estuviera haciendo lo correcto… me equivoque, no seré capaz de vivir ocultándome, evitando a todo mundo, aislándome de todos… aquella vez lo hice por la sola idea de aplastar a SHUN! Como lo odiaba.. lo mate y con ello mi alma se fue tranquila a descansar, si volví pero para redimir mis culpas entregándome a tu causa contra Hades.

-Ahora es distinto mi alma esta llena de amargura…- dijo por ultimo para levantarse y colocarse el casco de la armadura de Piscis.

-Todo el caos en mi vida fue por su culpa..- venia pensando saliendo de su templo.
-No me explico porque a ese ser maléficamente poseído que alguna vez hizo del santuario un caos, Atena se haya atrevido a dejarlo como guía como patriarca… casi no recuerdo su rostro, lo evite aquella vez que nos revivieron.. evite verlo también en el muro de los lamentos, ahora estaremos frente a frente… tendré que arrodillarme ante Saga, mi amargura es su culpa, si no se le hubiese ocurrido esa maldita misión a la isla Andrómeda… pero y si realmente es un ser tan bondadoso como dicen… eso tendré que verlo.- continuaba pensando.

-Muy pensativo Afrodita..- decía Milo con una sonrisa.

-Aja, no veo cual es la gracia o porque tan contento Escorpio- contesto Dita.

-Pues porque me imagino porque nos llamo Saga, no seas tan amargado tiene ya un mes que volvimos a la vida y tu encerrado en tu templo- le contesto Milo.

-A mi me gusta estar Solo!- contesto Dita molesto.

-Con razón ni sabes quien llego ni a que vamos a la sala del loco de Saga.- dijo Milo burlón.

-Que respeto hacia el nuevo patriarca.- respondió Dita.

-Pues me da igual tu opinión ermitaño raro, estoy ansioso por ver a mi amigo después de su paseo marino- seguía diciendo contento Milo.

-¡Mmh!- musito Dita apretando los puños molesto por la felicidad de Milo que aun no entendía el porque estaba tan contento, ni sabia de quien rayos hablaba.

Milo y Dita eran los últimos en llegar a la sala patriarcal, se acomodaron cada uno en una de las dos filas que rodeaban a Saga.

-Mis queridos amigos, hoy los he reunido a todos, claro a acepción del caballero de Libra que ha decidido mudarse a Japón con Atena y los caballeros de bronce, para hacer de su conocimiento que el lugar que estaba vacante hoy por fin será ocupado.- comenzó a parlar Saga
-A mi que mierda me importa, ya por favor que acabe esto pronto- pensaba Dita -Es mejor que ni mire al Saga para que no se de cuenta de mi fastidio, aunque me da curiosidad, aun lo recuerdo con su estúpida mascara roja- seguía pensando sin prestarle atención al patriarca.

Frente a Saga se encontraba hincado un hombre de melena azul dando la espalda al resto de los dorados.

-Yo Saga de Géminis Patriarca de Este Santuario, Te nombro Kanon Caballero de Géminis- recitó Saga con la mano sobre la cabeza de Kanon.

Acto seguido la armadura de Géminis que se encontraba en medio de ambas filas salió de su caja de pandora y comenzó a acoplarse al cuerpo de Kanon que ya se encontraba de pie.

-AHORA ERES OFICIALMENTE EL PORTADOR LEGITIMO DE LA ARMADURA DORADA Y GUARDIAN DEL TEMPLO DE GEMINIS- continuo diciendo Saga.

Kanon volteo a ver a sus compañeros como ya caballero de la orden dorada de Atena, saludando con la mirada a cada uno, cuando toco el turno al lugar donde se encontraba Afrodita, dirigió su mirada hacia el Pisciano, Afrodita que miraba para otro lado sin interés alguno, volteo repentinamente la cara cuando Camus le frunció el ceño para que saludara, Dita miro al nuevo caballero de Géminis, sus ojos se fijaron en sus ojos esmeralda, Kanon parecía hechizado con los ojos celestes de Piscis, parecía que el tiempo se detuviese, hasta que algo lo saco del trance.

-Felicidades amigo!- dijo Milo dándole un fuerte abrazo.

Dita seguía observándolo, y miro detrás de Kanon , se encontraba parado el patriarca Saga, frunció el ceño al notar que sus rostros eran prácticamente idénticos.

-¿Que? Apoco no sabias que eran gemelos?- pregunto DeathMask.

-No- contesto secamente Dita.

-¡Como te haces pendejo! Te haces el que nunca habías visto a Saga, cuando estaba poseído varias veces lo vimos sin mascara.- contesto el cangrejo.

-Lo había olvidado- contesto Dita.

-¿Sigues molesto por lo de aquella vez?¿ Acaso no me vas a perdonar?- pregunto el cangrejo.
-No se de que me hablas- contesto desinteresado Dita retirándose del lugar.

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P.D -El capitulo originalmente no tenia un titulo

Y originalmente lo que acabas de leer seria el prólogo