Declaración de Amor

Exactamente habían transcurrido dos días desde aquel encuentro, donde Kanon tuvo que aceptar que había besado a Afrodita por voluntad propia, el geminiano estaba asustado, ya no sabia si el haberse atrevido a besarlo, por confesarlo, o por que evidentemente había una atracción entre ellos.

Caminaba como león enjaulado en su habitación el gemelo, todo lo atormentaba, tenia muchas ganas de subir al doceavo templo a ver como seguía Afrodita, ya no eran ganas lo que lo embriagaba si no una necesidad por ver semejante belleza, era como si lo hubiese embrujado.

Soy un estúpido porque bese a ese muchachito— se decía a si mismo molesto Kanon— no me puede estar pasando esto, yo no soy… jamás me han gustado los hombres— se decía halándose el cabello con desespero.

De pronto como si se tratara de inercia, comenzó a subir las escalinatas del santuario, cuando reacciono se encontraba justo en la entrada del templo de Piscis.

—¿Me buscabas?— pregunto Afrodita saliendo de un pequeño jardín que esta a un costado de su templo.

—No… yo… solo pasaba a ver… a subir a ver a mi hermano— contesto nervioso Kanon.

—Ya veo, muchas gracias por haberme ayudado, me gustaría invitarte una taza de Té— invito Afrodita con voz amable.

—Esta bien— contesto Kanon adentrándose al templo.

La tetera comenzó a sonar, indicando que el té se encontraba listo, Afrodita se dirigió a buscarla a la cocina, regresando a la pequeña salita donde se encontraba sentado Kanon, coloco una charola con unas galletitas de mantequilla, y sirvió el té en ambas tazas.

—¿ Por que me besaste?— pregunto Afrodita después de dar un sorbo al té.

— No lo se, quizá fue un impulso— contesto Kanon nervioso atragantándose un poco el Té.

—Ya veo— contesto un poco triste Afrodita.

—Tu mencionaste cosas mientras delirabas.. ¿ me amas?— pregunto directamente Kanon tras recordarle ese dia.

Afrodita agacho la mirada y contesto— lo menos que quise es hacerte sentir incomodo, no se en que momento ni como pero me enamore de ti, no quiero que pienses que trato de embaucarte, te juro que lo menos que quiero es influir en tus sentimientos.

—pero.. – dijo kanon siendo interrumpido por Afrodita.

—Déjame terminar por favor— pidió Afrodita— yo no se si me equivoco pero levemente siento que no te soy tan indiferente— dijo mirando con ojos esperanzadores a Kanon.

Este desvió la mirada sonrojándose al oir el comentario de Piscis.— Me siento confundido— contesto con voz suave— a mi nunca me han atraído los hombres— continuo hablando Kanon.

—Kanon, dime que sientes por mi— imploro Afrodita acercándose a donde estaba sentado Kanon, tomando con ambas manos su rostro— mírame, dime que sientes aquí dentro— dijo colocando la palma de su mano a la altura del corazón de Kanon— mírame como un ser humano simple, no me pongas genero y dime que sientes, porque a mi se me sale el corazón cada que te veo, el verte peligrando me sacude el alma, aunque no me correspondas mi ser te ama profundamente— decía Afrodita con una voz suave y tierna— cierra los ojos y déjate llevar— dijo finalmente Piscis.

—Yo… siento la necesidad de verte, olerte, escucharte, cuando estoy cerca mi corazón se acelera… no se que me pasa me descolocas— dijo desesperado Kanon, parando de hablar al sentir la respiración de Afrodita muy cercana a su rostro.

Afrodita estaba apunto de besar a Kanon, pero se detuvo, no quería presionar a Kanon y si el reaccionaba mal, esas dudas inundaron su mente, entonces se separo de Kanon, pero la mano de Kanon se coloco detrás de su nuca atrayendo su rostro hacia el, rozando sus labios dulces, con movimientos suaves invito a Afrodita a seguir el beso, entreabriendo los suaves labios dando paso a una tímida lengua de Kanon que se aventuraba a explorar la cavidad de Piscis, se rozaron tímidamente las puntas de sus lenguas, en movimiento de golpe se apartó Geminis.

—Esto no esta bien— decía Kanon llevándose las manos a la frente— tu estas con alguien ya, como puedes amarme— sentencio el geminiano.

—¿Qué dices?.. yo no— Decía sin entender bien Afrodita.

—¿Y DeathMask que?— pregunto serio Kanon.

Afrodita se levanto del sofá, apretando los puños con frustración se acercó al otro sofá, tomo las rosas que tenia en el jarrón, las sujeto fuertemente del tallo dejando que las espinas se le enterrasen en las manos, las estrujo con furia desojándose por tal fuerza cada pétalo. Esa reacción dejo extrañado a Kanon, que no terminaba de entender porque reaccionaba de esa manera.

—No entiendo porque te pones furioso, yo no quiero tener problemas con Death cuando regrese.

—¿De donde sacas lo de DeathMask?— pregunto con rabia Afrodita.

—La noche anterior de que se fuera a Japón los oí cuando subí a ver a mi hermano— dijo con molestia Kanon.

Afrodita apretó los ojos y recordó el amargo día, entonces después de unos instantes dijo— Death Mask sabe perfectamente que te amo a ti— esa confesión dejó completamente sorprendido a Kanon— ¿ y sabes una cosa?— pregunto con sarcasmo y con ojos vidriosos Afrodita— No le importa saber que mi corazón late de amor por ti, pero parece que el tuyo no siente lo mismo, ¿qué mas da ya?, no se cuando regrese pero ojala nunca llegase ese día, para no sentir sus asquerosos besos, sus caricias lascivas— paro de hablar solo para tomar aire y fuerzas para decirle mas— no tener que aguantar como toma mi cuerpo, mientras los demás escuchan sus gemidos de placer con total indiferencia mientras yo trato de concentrarme en no oírlo para contener mi estomago apunto de colapsarse de asco, porque se que nadie por mas que se den cuenta, nadie me va salvar de ese maldito infierno que paso cada vez que llega a saciar su deseo— termino de hablar soltando unas lágrimas, que rápidamente trato de ocultar levantándose y dando la espalda a un Kanon que no cabía en asombro y estremecimiento al escuchar eso.

—No puede ser, Afrodita el te…— Kanon trataba de preguntarle pero la garganta parecía habérsele anudado.

—Varias veces…¿ recuerdas el día que te bese la primera vez?— pregunto Afrodita— esos rasguños de la cara que tenia DeathMask, si se los hice yo, fue la primera vez que me violó— dijo con voz entrecortada Afrodita.

—Perdóname por favor, esa noche que los escuche… yo pude haber evitado que te hiciera daño una vez mas— decía Kanon tomando de los hombros a Afrodita para girarlo frente a él.

—Por favor no se lo digas a nadie, no quiero mas problemas— suplico Afrodita.

Kanon abrazo a Piscis para que dejase de llorar, acaricio su cabello tiernamente, y se aferro a mas fuerte a su cuerpo.

—Yo ya no se en quien confiar, no quiero que el amarte me nuble las ideas, y termines siendo como el— decía con voz preocupada Afrodita.

— en mi puedes confiar— decía suavemente Kanon.

— Como me pides que confie en ti, yo te amo tanto que te diría mis secretos, pero tu no confias en ti mismo, no eres capaz de dejarte llevar por lo que siente tu corazón, a menos que… el hecho de que DeathMask me…. A menos que sientas asco por mi— dijo tajante Afrodita.

— No digas eso por favor— respondió Kanon dándole un beso suave en los labios.

— Kanon amame como yo a ti, permite abrirte mi corazón, mostrarte mi verdadera esencia, el amarme no te hará homosexual, quiero que tu seas dueño de mi cuerpo y alma— decía suplicante Afrodita acariciándole el rostro.

— Afrodita, yo estoy perdiendo el balance por ti, quiero ser parte de ti, pero tengo miedo— le susurraba Kanon al oído, acercándose a los labios de Afrodita, haciendo que los separe con la punta de su lengua, deslizándola sobre las comisuras de Piscis, pudiendo entrar completamente el su boca, palmándose con sus lenguas, tornándose ese suave beso en un delicioso y apasionado beso.

Sin separar sus bocas, comenzaron a estrechar mas sus cuerpos, a lo que el Geminiano deslizo sus manos sobre el trasero de Afrodita, mientras las hábiles manos delicadas de Afrodita desabotonan la camisa de Kanon, encontrando el pecho desnudo de este, acaricio su musculoso abdomen, haciéndolo estremecer, el aire comenzó a faltarles separándose un poco sus labios para poder respirar y continuar con la sesión de besos, caminaron unos pasos hasta topar con la pared, recargando sobre ella el cuerpo de Afrodita, mientras Kanon se despojaba de los pantalones de ambos, sobre una de las piernas de Afrodita se podía sentir el hinchado miembro de Kanon producto de la excitación que estaba experimentando.

—Espera..— decía Jadeante Afrodita.

—ohh Afrodita, ya no puedo controlarme, me tienes loco, te amo— decía falto de respiración Kanon.

—Te amo tanto, ya no tengo dudas en mostrarte lo que soy— le contesto Afrodita separándose un poco de Kanon, para despojarse la camisa.

—¿Pero que…?— dijo Kanon al observar a Afrodita sin su camisa, su pecho estaba envuelto en un vendaje, el cual Afrodita tiró de uno de sus extremos, dejando que este se deslizase lentamente.

—No puede ser…— decía con Asombro Kanon, que no pudo esperar a que el vendaje cayera por completo, beso efusivamente a Afrodita en los labios, terminando de sacar las vendas, para acariciar suavemente esas dos montañas que sobre salían del cuerpo de Afrodita.

Afrodita echo hacia atrás la cabeza al sentir las caricias de Kanon, comenzando a besar esa piel de terciopelo de su cuello, de las piernas levanto a Afrodita cargando su cuerpo para llevarlo a la habitación.

Coloco a Afrodita sobre la cama, susurrándole al oído— Estas preciosa mi cielo— comenzando a besar el camino de entre sus dos erguidos senos, acariciando sus piernas para despojar la parte baja de la ropa interior de Afrodita, pasando suavemente por encima de su pubis.

—Quiero que me hagas el amor, quiero saber que se siente ser amada— contesto Afrodita.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top