Hace muchos años el pueblo tenía a su príncipe.
Uno arrogante y malcriado.

Una noche de Navidad tocaron a la puerta del palacio y el mismo príncipe abrió por lo molesto que estaba.

El príncipe molesto por haber sido interrumpido abrió las puertas y gritó, mientras en cambio el anciano que estaba del otro lado de la puerta hablo despacio y débil pidiéndole​ que a cambio de ese anillo le diera refugio y comida por una noche.
El príncipe río con amargura dejando claro que no, le grito al anciano que se largarse y antes de cerrar de golpe la puerta una luz resplandeciente lo cegó en ese momento. El anciano se vio más joven y saludable, portaba un traje morado con un broche en el cuello y un bastón.

Maldijo al príncipe, lo convirtió completamente en la bestia que era por dentro y a los sirvientes en objetivos. El anciano dejo un espejo y el anillo con una peculiar decoración de pata de gato se quedó con el príncipe. Después de los 21 años el brillo de cada una de las patas de gato se extingue. El hechizo debe romperse antes de que toda la luz se apague, o permanecerá con ese aspecto para siempre. Mientas que a los sirvientes los dejaría cada vez con menos humanidad y movimiento hasta que fueran completamente objetos si el hechizo no se rompe. El anciano se encargó de que los habitantes de la aldea olvidarán el castillo, y junto con él a los que vivían ahí.

Sólo el amor verdadero puede romper el hechizo.

Marinette. Tenía a sus padres en casa, ambos panaderos. La única que le da importancia a los libros. La chica rara del pueblo y bonita. Acosada por el pelirrojo más aclamado desde su adolescencia Nathaniel. Desde que empezó a mostrarle afecto a Marinette y está no le correspondió su carácter cambio. Ahora molesta a Marinette siendo todo, menos un caballero.

Una historia MUY DIFERENTE a todas, espero les guste. 💚💜