Capítulo 9

Carolina

— Riqui has visto a Mike?

— Acaba de salir con Valu hace unos minutos.

Mierda! Joder porque no me levanté más temprano, maldicion tenía que evitarlo!

Trata de sonar normal Carolina o acaso quieres que te descubran.

— Y sabes a donde fueron?

— La verdad no
se — maldicion! — Ya sabes como son y también sabes que se dan sus escapaditas por la mañana y quien sabe a donde van — que estupideces y ya quita esa absurda sonrisita de tu rostro.

Ni crean que esta vez lo pasaré por alto, tengo que encontrar donde diablos van por las mañanas. Mierda! En solo pensar que están haciendo cosas! Joder! La sangre me hierve y como no estarlo si ayer los encontré en pleno inicio de tener sexo, por supuesto llegué a tiempo para interrumpir las asquerosidades que estaba haciendo mi Mike con la idiota de Valentina.

Pero...lo habrán hecho antes?

— Carolina, hello...

— Tengo que salir — estaba a punto de irme pero el idiota de Riqui se para en la puerta de salida.

— Tú no irás a ningún lado.

— Riqui muévete quieres — creo que soné calmada.

— Primero, hoy es martes y te toca ayudar en la cocina — mierda como me pude olvidar eso — Y segundo — coloca sus manos en su cadera — Ya son muchos días que paras saliendo, se puede saber a donde vas?

— No te queda el papel de
mamá sustituta — se asombra ante mis palabras — Así que dejame pasar.

— Que te pasa Carolina, tú nunca me has hablado así!

Bueno, siempre hay una primera vez.

Que diablos estoy haciendo! Carolina más vale que te controles porque sino hecharás a perder el maldito plan, se supone que eres buenita así que comportate!

— Yo lo siento — me acerqué a él y lo tome de las manos — No quería hablarte así, yo nunca te hablaría así pero neta tengo que salir, por favor Riqui.

Riqui es una de las personas que siempre estuvo ahí para mí, se puede decir que es mi único mejor amigo y lo quiero pero no quiero que se interponga en mi camino, no quiero tratarlo mal.

— Lo siento hermosa pero hoy no saldrás — te odio — No sé si habrás encontrado por ahí un novio tal vez — cuando no Riqui con sus tonterías — Pero tienes que cumplir con tus responsabilidades, el hecho de ser la hija adoptiva del rey no significa que dejes las cosas que tienes que hacer.

— Y porque no? Se supone que soy la princesa de
Tamaulipas — sonrio y él hace lo mismo.

— Estoy tan feliz porque pronto el señorito se volverá rey.

Lo dudo.

— Porque lo dices?

— Porque ya tiene su
princesa — una mojigata como Valentina? Por favor — OMG te imaginas como estaría mi queen en el día de su boda, no cabe duda que estará hecha una DIOSA y más aún con el vestido de bodas que YO diseñaré por supuesto.

Sueña mi querido amigo, como dicen soñar no cuesta nada.

....

Michael

— No sé como le haces para convencerme en venir contigo, que difícil es decirte que no.

— Eso lo tengo que decir yo, se supone que nunca puedo decirte que no — sonrio y le robo un beso.

— Me encanta venir por las mañanas aquí y ver como sale el sol, a tu lado.

— Y a mi me encanta que siempre estés conmigo
bonita — le regalo una sonrisa y ella hace lo mismo.

— Mira lo que te preparé
hoy — busca la cesta y saca una pequeña bandeja — Ta ran — sonríe — Amor los hice especialmente para tí.

Unos pequeños crepes en forma de pañuelo con un poco de merengue que lo adornaba en su punto.

— Bonita, tú los hiciste?

— Obvio que sí, yo misma los preparé con estas manos — señala sus manos y yo sonrio ante las muecas que hace — Y acaso no piensas probar o que?

— Obvio que sí mi amor — imito sus muecas pero creo que no me salio tan bien.

La escucho reír. Como me encanta escuchar su risa.

— Ya deja de imitarme y
come — me reprocha — Además dejame decirte que usted príncipe Ronda es muy malo para las imitaciones.

No digo nada y le doy una pequeña mordita al crepe que tenía en las manos.

— Y que tal? Te gustó?

— El crepe o tú?

— Mike! — me lanza un pañuelo en la cara, yo río.

— Que cosa.

— Ya dime! Te gustó o no?...Es la primera vez que hago crepes y por eso quiero saber tu opinión.

Así que es la primera vez que lo prepara. Esta delicioso, no cabe duda que mi bonita es muy buena haciendo postres pero quiero molestarla. Me encanta ver su carita enojada.

— Valu sabe bien — sonrio pero luego coloco mis manos en mi estómago y finjo retorcerme del dolor — Que...que le pusiste?

— Mike que tienes? Te advierto que si es un juego...

— Hay mi estómago! — me dejo caer al césped — Hay mi estómago!

— Mike que tienes! — se coloca al lado mio, podía ver su carita preocupada, ni se imaginan las ganas que tenia de reírme pero aún debo continuar con mi actuación — Amor que te pasa! Maldicion es mi culpa! Mike!

— Mi estómago Valu! Me duele un buen...siento que me voy a morir!

— Mike por favor! Es mi culpa! No debí preparar esas...

Deja de hablar al ver como una sonrisa burlona se formaba en mi rostro. Se aparta de mí con el ceño fruncido.

Se ve tan hermosa enojada.

Yo seguía rieendo, bueno burlandome un poco de la situación. Pero la sonrisa se me borró por completo al sentir arder mi mejilla izquierda. Me había tirado una cachetada.

— Y hora — me sobe la mejilla, pos la neta que dolió — Eso porque?

— Eso es para que aprendas a no burlarte de mí — dijo seria, bueno creo que me lo merecía — Imbécil, no sabes el susto que me pegaste.

Sonrio y me comienzo a acercar a ella.

— No te acerques EH — advierte.

Pero no hice caso.

— Te advierto Mike, no te acerques porque sino...— fui más rápido, ya que la tomé de la cintura y la apegue a mi
cuerpo.

— Sino que? — le digo muy cerca de sus labios.

— Esto pasará — respondió y no entendí su respuesta. Pero todo fue muy rápido, ya que tomo un crepe y me lo embarró en la cara.

— Oye! — me quejo y la suelto lentamente.

— Te dije que no te
acercaras — pongo cara de molesto, derrepente la veo reír.

— No es gracioso sabes.

— Sí que lo es, si te vieras a un espejo.

— Ya verás! — me acerco rápidamente a ella, tomo un crepe y la acorralo en el tronco de un árbol.

— Mike no te atrevas — advierte y yo sonrio.

— Lo haré — le digo y en ese mismo instante mi bonita cierra fuertemente sus hermosos ojitos.

Tontita, tengo otra cosa en mente.

Tomo un poco de merengue con mi dedo índice y se lo pongo en la punta de su pequeña nariz. La veo abrir los ojos, tiene una mirada de confusión.

— Parece que te manchaste
aquí — le digo y al mismo instante acerco mis labios a la punta de su nariz y con mi lengua quito el merengue.

Tomo otro poco de merengue y se lo coloco en la frente.

— Aquí también está
manchado — me acerco a su frente y quito el merengue con mi boca.

Saco otro poquito de merengue pero esta vez se lo pongo en los labios.

— Aquí también — susurro y ajunto mis labios con los de ella.

Un beso dulce y cálido a la vez.

Pedí permiso para adentrar mi lengua y mi bonita accedió al instante. Sus brazos me rodearon mi cuello y yo rodee su cintura con mis brazos. Esto se estaba descontrolando.

— Mike...tú también tienes el rostro manchado de
merengue — se separa de nuestro beso y comienza a quitar lo manchado de mi rostro con su pequeña boquita.

Sentir la suavidad de su lengua rozar con mis mejillas hizo que algo que nunca en mi vida había sentido, despertara.

Las ganas de besar su delicioso y tentador cuello me mataban, así que no pude contenerme más y acerque mis labios y comenzé a dejar besos húmedos por todo su cuello. Su fragancia de vainilla me volvía loco.

Sus manos acariciaban mi espalda lentamente, nervios flotaron al sentir ese tipo de caricias. Dejo de besar su cuello para así besar y morder el lóbulo de su oreja. Adrente un poco mi lengua y fue ahí que la sentí temblar y pude oír un pequeño gemido de su parte.

Nos separamos lentamente sin dejar de mirarnos a los ojos, una perfecta conexión de miradas. Sus labios estaban un poco hinchados y sus mejillas se encontraban en un color rojizo. Es tan hermosa.

Doy pasos ligeros hacia ella pero no fui el único, mi bonita también lo hacia. Cuando nos quedaba una mínima distancia, pude ver como un pequeño mechón rubio cubría una parte de su rostro, así que decidí apartarlo.

— Mike — la oigo susurrar, derrepente me toma de la mano y la lleva hasta su pecho — Sientes? — pregunta tímida.

Su corazón latía con fuerza, pareciera querer salir de su lugar.

Tomo su pequeña mano y la coloco en mi pecho.

— Sientes? — realicé la misma pregunta — Mi corazón late muy fuerte cuando te tengo muy cerca, esto es lo que provocas en mí Valentina Zenere...hace unos instantes mi corazón pareciese querer salir de su lugar...

— El mio también — interrumpe.

Acerco mis labios a los de ella y los vuelvo a capturar. Un beso dulce y tierno a la vez que poco a poco se transformaba en una salvaje y excitante a la vez.

El calor aumentaba en mí, pareciera como si me estuviera quemando por dentro.

Nuestros besos aumentaban más y más. Retrocedíamos lentamente hasta que decidimos caer sobre la grama. Yo encima de ella y ella debajo mio.

Mi mano derecha comenzó a dar ligeros masajes en la suavidad de su pierna. No se que le pasaba a mi mano que subía y bajaba hasta su muslo, en uno de esos movimientos choque con su prenda íntima. Esto me está volviendo loco. Mi bonita me vuelve loco.

Deje de besar su boca para poder lamer y dejar besos húmedos en su cuello. Ella me despeinaba con sus manos. Derrepente siento como sus manos se meten debajo de mi camisa, una sensación única al sentir como sus dedos acariciaban mi abdomen.

Creo que la camisa no hacia falta, así que decidí quitármela. Eso estorbaba, ahora si mi Valu podrá acariciar con mucha facilidad mi abdomen y mi espalda. Yo besaba su cuello y ella también hacia lo mismo con el mio. Podía sentir como daba pequeñas mordidas en mi cuello, besos húmedos y lamidas.

— Mike...Mike espera — dejo de besar su cuello para mirarla fijamente a sus ojitos
azules — Que...que estamos haciendo? — cuestiona totalmente tímida con las mejillas sonrojadas.

No sabía que responderle, solo se que quiero demostrarle cuanto la amo, que es la mujer de mi vida, el amor de mi vida.

— Solo...solo dejemonos
llevar — le respondo con la voz ronca.

No dice nada, solo se queda mirándome a los ojos.

Esta pequeña distancia me estaba matando, así acerque mis labios muy lentamente a los de ella.

Mis manos se metieron por debajo de su polera, Dios! Que piel más suave! Daba ligeros masajes en su abdómen, hasta que choque con su sostén.

Nos volvemos a separar pero esta vez fue por la falta del maldito aire. Conectamos miradas nuevamente y esta vez, mi bonita hizo algo que me sorprendió. Se saco la polera dejando a vista sus redondos pechos cubiertos por un sostén negro. Es tan hermosa. Esto me esta matando.

Ambos nos encontrábamos con el torso desnudo pero ella aún no del todo.

Me acerque nuevamente para capturar su boca y luego ir bajando hasta su abdómen donde deje besos húmedos para luego lamer su ombligo. Pude sentir como se arqueo un poco.

El pequeño Michael ya había despertado y quería salir al exterior, no quería seguir escondido en mi bóxer. Mis manos acariciaban sus hombros, mientras que mi boca besaba su abdómen. Mi mano izquierda comenzó a bajar lentamente la tira del sostén, mientras que la derecha hacia lo mismo. De un momento a otro mi bonita se saca el sostén muy lentamente. Dios! Es realmente hermosa.

Sus mejillas se pusieron más rojas de lo que ya estaban. Se ve tan tierna. Se acerca a mí y comienza a desabrochar mi pantalón, esa acción hizo que yo también me ponga rojo como un tomate. La tomo de la cintura y la apego a mi cuerpo, sus senos apretados en mi pecho hacía que me exitara más y más era cuando sentía sus duros pezones. Capturo su boca y la beso salvajemente, sus manos recorrían mi espalda y mis manos recorrían sus delgadas piernas. La hecho suavemente en la grama para así dejar de besar su boca para mirar sus hermosos pechos. Pido permiso con la mirada y ella asiente tímida.

Acerco mis labios a uno de sus pechos y comienzo a lamer el pezon, lamo, muerdo y succiono suavemente. Mi bonita soltaba gemidos que hacia que el pequeño Michael se desesperara.

— Te amo tanto Valu...no sabes cuanto te deseo — decía en susurros sin dejar de besar su pecho.

— Hazme tuya Mike — la escuché decir y decido levantar mi rostro, estaba rojita.

Le regalo una sonrisa.

— Valu, estás segura?

— Nunca antes he estado tan segura como hoy...Mike yo quiero que seas el primero y el único en mi vida.

El primero, eso significa que también es su primera vez.

Me acerco a su rostro con una sonrisa. Acaricio sus rojas mejillas.

— Yo también quiero que seas la primera y única en mi vida...No sabes cuánto te amo Valentina Zenere.

— Y yo también te amo Michael Ronda — sonríe y decido apegarla mis labios con los de ella.

Me separo y me quito el pantalón para solo quedar en bóxer. Pude ver como sus ojitos se agrandaron, al parecer se ha dado cuenta que el pequeño Michael había crecido más de lo normal.

La tomo de la cintura y sin pedir permiso bajo su falda junto a su truza color negro.

Definitivamente mi bonita ha sido detallada por los mismos dioses griegos. Tiene unas curvas que me vuelve loco, parece un pequeño ángel, mi ángel.

— No es justo — la oigo decir — Me tienes desnuda ante tus ojos y tú sigues con bóxer — no respondí ya que mis ojos no dejan de ver su hermoso
cuerpo — Ya...ya deje de mirarme que me estás poniendo nerviosa — ahí fue que reaccioné.

Me coloco encima de ella sin hacerle daño.

— Eres tan hermosa — le susurro muy cerca de sus labios.

Mi bonita estaba a punto de besarme pero me separe de ella.

Tenía razón, no era para nada justo que ella sola este desnuda.

Tomo mi bóxer y lo comienzo a bajar.

— Mike...que haces, oye...— dejo de hablar ya que el pequeño Michael había sido liberado de su prisión.

Sonreí. Mi bonita solo se le quedaba mirando, así que aproveche su distracción para volver a colocarme encima de ella. Me exité más al sentir nuestras partes íntimas rozarse.

— Estás segura? — vuelvo a preguntar pero esta vez tímido y con las mejillas rojas.

Asiente con la cabeza.

Tomo mi miembro y lo comienzo adentrar lentamente en ella. Soltó un gemido pero creo que no era de placer, sino de dolor. Maldicion no quiero hacerle daño!

— Bonita yo...lo siento no
quise...

— Amor tranquilo — interrumpe — Solo fué un pequeño dolor, creo que es normal cuando es la primera vez.

— Segura que estás bien?

Acerca sus labios y me da un beso.

— Estoy bien...bonito será que te puedes mover?

Sonreí.

— Como mande mi chula — le respondo.

Saco mi miembro de ella y lo vuelvo a introducir. Comienzo a moverme lentamente pero poco a poco mis embestidas aumentaban.

— Oh bonita — Dios! Se siente tan bien.

— Ah! Ah! Oh amor! — la escuché gemir.

Maldicion el orgasmo se acercaba con fuerza.

— Ah! Oh Mike! Ah! Ah! — sentí como clavaba sus uñas en mi espalda y a la vez arqueaba su cuerpo.

Apegue mi boca con la suya, ambos gemiamos del placer pero sin dejar de besarnos.

Y así el orgasmo llego con fuerza a nosotros. Me deje caer sobre ella con mucho cuidado.

— Te amo tanto mi bonita — susurré con la respiración agitada.

— También te amo tanto mi bonito — escuche como respuesta.

Luego ambos caímos en un sueño profundo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top