Capítulo 7

Valentina

— Mi pequeña estás bien?

— Claro que lo estoy! — pongo de mala gana la bandeja de ensalada sobre la mesa.

Mike sí que es un idiota! Como se puede poner celoso de Benicio! Que tonto!

— Hija, Mike no venía a cenar hoy?

— Hug! A ese ni me lo menciones! — pego un grito y veo como tanto mi padre como Benicio dan un salto del susto.

Maldicion! Ellos ya saben como me pongo en estas situaciones, no se porque me provocan.

— Señor Rafa mejor no le diga nada — escuché susurrar a Benicio.

Me senté en mi silla para poder cenar. El ambiente estaba silencioso y mejor así. Podía sentir las miradas de mi padre como de mi mejor amigo puestas en mi.

— Mi pequeña...será que me puedes alcanzar la bandeja de ensalada? — ni que fuera un monstruo para que me hable con miedo.

Bueno lo admito, cuando me pongo así, sí que doy miedo.

— Benicio la bandeja está muy cerca de tí, porque no simplemente estiras tu brazo y lo alcanzas o si quieres parate, yo no soy tu chacha(empleada).

No dijo nada y continuó comiendo.

Derrepente el sonido de la puerta se hizo presente. Maldicion! Y ahora quien molesta!

— Yo voy — dijo mi amigo que por cierto estaba a punto de pararse.

— Tú te quedas aquí — lo volví a sentar.

Camino hacia la puerta y la abro. Unos ojos color avellana que tanto amo chocaron con los mios.

Y ahora que querrá?

— Hola — finjo una sonrisa — Y chao — le cierro la puerta en la cara.

Se lo merece. Que? Ahora quiere arreglar las cosas.

— Amor quién era? — preguntó mi padre.

Iba a responderle pero el sonido de la puerta me interrumpe. Ruedo los ojos y decido abrirla nuevamente.

— Y ahora que quieres? — hablo fastidiada. Pero fallé, no era Mike, sino que ahora era Pic.

Michael

— Que? Yo no pienso ir a ningún lado — gruño entre dientes.

— A bueno, entonces deja que ese tal “Benado” esté con tu
chava — Benado, esa sí que es buena — Ambos estamos celosos, además por más que sea su amiguito tú no sabes cuales son sus verdaderas intenciones.

En eso tiene razón.

...

Bueno aquí estoy. Pic me convenció de venir a la casa de mi bonita y bueno aquí estamos. Afuera.

— Orale toca — me dice.

— Enano creo que esta no es una buena idea, mejor vámonos.

— Quieres que Bella siga molesta contigo?

— Claro que no.

— Entonces?

— Bien lo haré — tomo aire y decido tocar la puerta.

En unos segundos la puerta se abre y aquellos ojitos azules que tanto amo conectaron con los mios.

— Hola — sonrió pero creo que esa sonrisa no fué sincera — Y chao — y así me cierra la puerta en la cara.

— Vaya creo que está muy molesta — escucho decir al cabezotas — Bestia tenias que ser! — que! — Y ahora
quitate — me empuja de la puerta, se arregla el cabello y comienza a tocar la puerta.

Huy si! Como si a él le va a hacer caso!

— Pic que haces aquí? — eso no se vale! Entiendo que esté molesta y yo también lo estoy! Pero necesito que me dirija la palabra!

— Tú que haces aquí — no manches wey! Este parece su padre.

— Pos esta es mi casa y pienso quedarme a dormir aquí — veo como me mira de reojo.

— Bella tú no vives aquí, tú vives en el castillo.

— Sí lo sé pero por ahora no quiero ir ahí, más aún sabiendo que ahí vive un tal Michael Ronda — Que!

— Enano — lo llamé y el se acercó.

— Dile a esa tal rubia que por mí esta bien que se quede a dormir en su casa, pues yo no deseo verla — hable lo suficiente alto para que así mi bonita pueda escuchar.

Pic camina hacia mi bonita.

— Bella dice la be...

— Dile a esa BESTIA que yo tampoco deseo verlo y que no se preocupe porque no me va a ver por muchos días en el castillo.

— Bestia dice Bella que...

— Dile que no sabe cuanto me alegro de que ya no voy a ver a una niña tan boba y antipática.

— Bella dice la bes...

— Dile que es un odioso y un completo celoso!

— Bestia dice Bell...

— Dile que sí, sí me puse muy celoso al verla como le sonreía a otro que no sea yo!

— Bella dice la...

— Dile que es un tonto porque sabe muy bien que mi corazón es suyo!

— Bestia dice be...

— Dile que...

— Ya basta! — chilló Pic un poco cansado — No soy un mensajero sí, porque no mejor conversan y solucionan sus problemas.

— Yo no tengo nada que hablar con ella — dije tratando de sonar seguro de mis palabras.

— Ni yo contigo — la oigo decir.

— Neta que no lo entiendo? Aquí el niño soy yo y ustedes se comportan como si lo fueran.

Eso no es cierto. O ¿Si? Bueno tiene razón...me estoy comportando como un niño celoso.

Mi bonita y yo conectamos miradas. La luz de la luna encajaba perfectamente con el color de sus ojitos. Decido acercarme hacia ella. Ella desvía la mirada. La tomo de la barbilla para que así me mire.

— Pic vámonos — me alejo de ella. Podía ver su rostro de molestia de mi bonita. Aún así se ve tan hermosa.

— Estas seguro Bestia?

Giro y la miro.

— Muy seguro — respondí con una sonrisa. Ella fruncio el ceño.

— Bueno — me toma de la mano y comenzamos a caminar.

— Espera aquí — sonreí — Me estoy olvidando de algo.

Regreso a la casa de mi bonita y al parecer se había metido, así que no me quedó otra opción que tocar la puerta.

— Y ahora que quieres! No quiero hablar contigo.

— Me olvidé de algo.

— Y se puede saber de que te olvidaste?

— De esto — la tomo de la cintura para así apegarla a mi cuerpo y poder juntar nuestros labios. Un beso tierno y dulce a la vez — Te amo hermosa — susurré entre besos.

Nos separamos lentamente, conectamos miradas y decidí regalarle una sonrisa. Y fue ahí que volvió ajuntar nuestros labios.

— Yo también te amo mi
bestia — hablo sin dejar de besarme, no pude evitar sonreír, ella hizo lo mismo.

— Bonita perdóname, yo no quise comportarme así... Solo me dejé llevar por lo que sentía...

— Celos? — me interrumpió.

Vamos Mike! Admite que te pusiste re-celoso.

— Sí — suspire — Lo siento no pude evitarlo...ver como te tenía en sus brazos y como le sonreías...simplemente los celos me invadieron.

— Amor — rodio mi cuello con sus brazos — No tienes que ponerte celoso, Benicio es como mi...

— Mi pequeña pasa algo? — SU PEQUEÑA! PORQUE MIERDA LA LLAMA ASÍ!

Vamos Mike contrólate!

Rodee mis ojos.

— Mike...

— Porque te llama así? — traté de sonar calmado pero creo que no fué así.

— Mi pequeña — joder! Deja de llamarla así! — Será que puedes dejarme hablar con el príncipe Michael — Oh si! Yo también necesitó aclararte ciertos puntos.

Porque lo mira?! Michael Ronda contrólate de una puta vez!

Mi bonita asintió y se metió a su casa.

— Se puede saber porque rayos le dices MI PEQUEÑA a MI novia?! — Maldicion! Habla de una vez!

— Primero te me calmas
sí! — y este quien se cree — Escucha príncipe Mike...

— Michael para tí — frunce el ceño — No seas confianzudo quieres!

— Yo a tí no te conozco — yo tampoco — Y aunque seas el futuro Rey de Tamaulipas, ni creas que me darás miedo por eso — pues deberías
tenerlo — Yo no vine acá para causarle problemas a mi pequeña...

— Oye wey! Quieres dejar de llamarla así?

— No lo haré — que cosa! — Siempre la he llamado así! Y no pienso dejarlo solo porque su novio celoso me lo pide.

— Pues lo tendrás que dejar de hacer — advierto.

— Escucha, a Valu la conozco desde que tengo siete años y de apartir de ahí nos hicimos buenos amigos. Éramos inseparables junto a
Agustín — que?! — Tanto él como yo la protegiamos de todo lo malo, lo que siento por ella es amor — pero que mierda! — Pero no ese tipo de amor que tiene contigo, yo la veo como la hermana que nunca tuve, ella es mi pequeña, es lo único que tengo en esta vida. Es por eso que te advierto una
cosa — se acerca a mí — Primero quiero agradecerte por hacerla sonreír a cada instante, ella tiene una hermosa sonrisa — la más hermosa de todas — Y jamás quiero que se borre de su rostro, gracias por hacer que el brillo se sus ojitos
aumentarán — sonrió — Hoy cuando me hablo de tí, no te imaginas como aumentaba aquel brillo en los ojos que la caracteriza, aquella sonrisa se hacía presente a cada instante...parecía un ángel, TÚ ángel — no pude evitar
sonreír — Michael yo no te conozco, no sé como eres en realidad pero te pido o más bien te exijo que por favor no me la hagas sufrir...

— No me atrevería, mi bonita es lo más importante en mi vida, ella es el amor de mi vida.

— Veo que la amas.

— sonreí como bobo — Más de lo te puedas imaginar.

— Yo no conozco su historia de amor, nose como pasaron las cosas entre ustedes pero sé que te ama mucho — y yo a ella — Sé que también hoy te pusiste celoso al vernos.

— Ni te imaginas cuánto.

Sonrió.

— Creo que es normal, yo también me pondría celoso al ver a mi novia abrazándose con otro.

— Que bueno que me entiendes.

— Un consejo — lo miré fijamente — No saques a mi pequeña de sus casillas porque es realmente terrible! — no pude evitar reír — Es chiquita pero poderosa — ambos reímos.

— Así que están hablando mal de mí — mi bonita se acercó a nosotros con una cara completamente seria.

— Mi pequeña no es lo que parece — habló Benicio.

— Mi bonita solo era una pequeña bromita — hable sonriendo.

— Vengan los dos aquí, ahora mismo — Benicio tiene razón, mi amor es terrible cuando la sacan de sus casillas.

Tanto Benicio como yo nos acercamos lentamente hacia ella. Mi bonita se acerca y nos abraza a ambos.

— No saben lo feliz que me hace que mi novio con mi mejor amigo se lleven de
maravilla — He? Solo hablamos y pude entender lo equivocado que estaba respecto a Benicio pero eso no significa que nos llevemos de maravilla.

— Juro que si te hace sufrir mi pequeña tenlo por seguro que le romperé su hermosa cara a pedazos.

— Vaya, que bonita forma de llevarnos de maravilla — hablo.

— Es su forma de querer — responde mi bonita y nos da un beso en la mejilla a
ambos — Benicio creo que no va a hacer necesario que le partas la cara a pedazos porque sé que nunca me haría sufrir, porque el me ama demasiado tanto como lo amo yo a él — sonreí al escuchar sus hermosas
palabras.

— Eso es cierto, primero muerto antes de hacer sufrir al amor de mi vida.

— Hey Bestia! — esa voz la reconozco a la perfección, pobre Pic, me pregunto ¿Cuanto tiempo me habrá esperado? — Yo también quiero abrazo! — Corre hacia nosotros y se lanza a abrazarnos — Espera — se separo del abrazo — Tú eres “Benado” — Maldicion Pic!

— Que?! — dijeron al unísono mi bonita junto a Benicio. Luego de unos instantes se comenzaron a reír. La neta no le veo el chiste.

— Porque se ríen? Acaso dije algo gracioso?

— Pequeño así me decía esta rubia que tengo al lado cuándo eramos niños y sabes porque.

— Benicio! — se quejo mi bonita.

— Porque no sabía pronunciar bien mi nombre.

— Y eso que? Al único que le afecta es a tí, ya que te decía Benado...que por cierto tiene cuernos — Pic sí que no parece tener siete años. Acaso le está diciendo cachudo?

Todos nos miramos para luego comenzar a reír. Pic tenía que ser.

...

Al día siguiente...

Narrando escritora

— Acepto — habló Carolina muy segura de sus palabras.

— Cómo que te demoraste mucho tiempo en pensarlo, no crees? — respondió una voz masculina.

Ambos se encontraban en una azotea, un lugar donde la brisa del aire corría con total libertad y con fuerza chocaba sus rostros.

— Estás segura de lo que haces? Porque yo no quiero a alguien que después se arrepienta de lo que haga — habló el muchacho que se encontraba de espaldas.

— Que si estoy segura? Jamás en mi puta vida me he sentido segura como hoy.

— Bien — el muchacho se giró y la miro directamente a los ojos negros de Carolina para así extender su mano hacia
ella — Entonces ALIADOS — habló junto a una sonrisa maliciosa.

— ALIADOS — respondió la pelinegra con el mismo gesto para luego tomar su mano en señal de pacto.

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