Capítulo 34
Ruggero
Traté de controlar mis celos y lo hice pero confieso que no fué nada fácil.
Tomo mi móvil, decidido a marcar el número de mi aliada.
Necesito saber que mi rubia está bien y mucho más ahora que está sola con esa gata asquerosa.
— ¿Que pasa, dime Matteo?
— Solo te advierto una cosa gatita, nadie toca a nadie. Lo recuerdas verdad?
— Matteo? — ruedo los ojos.
— Ya te lo dije, sí me entero que le haces algo malo a mí ru...
— Matteo? — mi corazón dejó de latir cuando escuché esa hermosa voz — Eh...bueno quizás no me conoces pero soy Valentina — extrañaba escucharte — La novia de Mike y quiero agradecerte mucho, mucho, mucho por haberle ayudado a conseguir un trabajo — sonrio. Mi mente por si sola se imagina los tiernos y dulces gestos que estará haciendo con la boca en estos precisos momentos — Neta muchas gracias! Quisiera conocerte para agradecerte en persona pero bueno igual llegará ese momento uno de estos días. Neta muchas gracias nuevamente! — estoy completamente feliz por volver a escucharte...yo también deseo verte hermosa — Eh...Matteo estás ahí? Hola? — algo en mi, me gritaba que le contestara pero no me arriesgaría a que pueda reconocerme — Matteo? — cierro los ojos fuertemente para luego ponerle fin a la llamada.
Cada día te amo más mi rubia hermosa. No te imaginas cuánto y lo que soy capaz por tí.
...
Carolina
No la soporto! No sé como ahora me encuentro aquí preparando una “Deliciosa tarta de chocolate” y para colmo esa sonrisa de estúpida no se le ha quitado desde que salió de la habitación junto con Mike. Hug! Siempre cuando la miraba, ahí está esa sonrisita. Maldita rubia estúpida!
Trato de controlar mis ganas de matarla ahora mismo con mis propias manos. Dios! Ya quiero que todo esto acabe! Quiero que por fin Valentina y Michael se separen y esta vez por siempre. De eso me encargaré yo...bueno también el imbécil de Matteo.
Lo que me faltaba! Porque Mike tiene que llamarla! Joder! A mí nisiquiera un mensaje cuando yo estaba aquí y él en el trabajo. Mierda!
Ahora a soportar sus estúpidas cursilerías.
— Yo también te extraño — hug! — No veo las horas que estés aquí mi amor — mi amor!? CONTROLATE!!
Vuelvo a lo mio que es mezclar la mezcla de la tarta, pero sin dejar de oír a esa estúpida.
— Te amo — no se porque pero comencé a mezclar con más fuerza — No yo te amo más
Mike — y más fuerte — No me discutas! — ríe — Ya cuelga que no quiero que tu jefe te
reproche — sentía que el cucharón en cualquier momento se rompería en mis manos — No cuelga tú, yo no lo haré — cada vez estaba más cerca de romperse — Cuelga tú primero — maldicion! Dónde diablos está Matteo!? Porque permite
esto!? — Ya te dije que no lo haré — joder! Esto ya me irritó.
Suelto con mala gana el cucharón.
— Valu! — traté de que mi voz sonara firme y normal, tranquila — Ya terminé con la mezcla! — vamos...otra cosa más — Ahora que hago? Puedes venir por favor?
Ella me mira fijamente para luego volver a dibujar su sonrisa estúpida en su rostro y volver a lo suyo. Acaso no piensa responder? Ah no! Ya verás rubiecita!
Camino rápidamente hacia ella para así quitarle su móvil de sus manos.
— Hola hermanito, que tal cómo estás? Yo bien pero te cuento que ahora mi cuñadita y yo estamos horneando una tarta, así que llamas más tarde. Bye — cuelgo la llamada y luego le entrego su móvil para después caminar hacia donde estaba.
Ella no me quitaba la mirada de encima y podía ver claramente molestia en sus ojos.
— Eso fué...— lo piensa — Venganza?
Oh sí claro! Por supuesto que lo fué.
— Por supuesto que no — sonrio falsamente — Solo que no me gusta que andes distraída cuando estamos haciendo o en este caso preparando algo. Además Mike también debe tener asuntos o en este caso pedidos que entregar — vuelvo a sonreír. Ella sigue seria — Oh vamos Valu! Por favor puedes venir y decirme que hacer?
Se comienza acercar a mí.
— Ya lo mezclaste? — por supuesto idiota, que acaso no viste que casi rompo el cucharón por tu culpa!
Simplemente asiento.
— Y tú ya tienes listo el chocolate? — ataco.
— Sí, hace un buen rato — maldicion porque sonríe!
— Bueno...entonces hay que nezclarlo no? — asiente para luego ir por su tazón de chocolate — Oye Valu...no te parece que esta mezcla tiene muy poco azúcar, es decir que le falta más azúcar.
— Tiene suficiente azúcar, medí todos los ingredientes — responde sin mirarme.
Entonces aproveché en tomar el tazón de azúcar y meter todo en la mezcla para luego mezclarlo con rapidez y así no se dé cuenta.
Ups! Esta tarta va estar muy melosa. Pobre mi Mike! Le va a dar un dolor de cabeza y quién es la culpable. Sí! Valentina! Total ella fué la que midió perfectamente todos los ingredientes. Ja!
— Bien aquí está el chocolate — se pone a mi lado para luego vertir el chocolate en la mezcla — sonrio maliciosa sin que se dé cuenta — Eh...tengo que saberlo Carolina — comienza a mezclar pero mirándome fijamente a
mí.
Y ahora que querrá?
— Que cosa? — pregunto dándole el toque de curiosidad.
— Por que dijiste todas esas cosas sobre Benicio? — maldicion! — Sabes muy bien que son mentiras que salieron de tu boca.
— Valentina prefiero no hablar del tema, neta te lo digo.
— Es que no lo entiendo? Por que insinuaste que Benicio quería tocarte? Lo conozco Carolina y sé que sería incapaz de hacer algo como eso.
— Eso es cosa del pasado y como te lo digo prefiero no tocar el tema. Por favor no sigas insistiendo.
— Benicio es cómo un hermano para mí y necesito saber por que lo hiciste?
— Valentina por favor. Lo que haya pasado con Benicio como te lo digo es cosa del pasado y prefiero no recordarlo. Y no quiero que esto afecte la amistad que tenemos — sí, claro — Porque neta — tomo sus manos — Yo quiero ser amiga de la persona que hace infinitamente feliz a mi único hermano y por favor te lo vuelvo a pedir...no me hagas recordar lo que pasó con Benicio. Yo sé que es tu mejor amigo y es obvio que vas a creerle al igual que Mike lo hizo conmigo pero solo Benicio y yo sabemos lo que realmente pasó...pero te pido que por favor este tema no afecte la amistad que estamos construyendo — sonrio y luego de unos instantes ella también lo hace para luego abrazarme sorpresivamente.
— Haré lo mismo que tengo con Mike — que? — No volveremos hablar del tema — se separa del abrazo — Pero tienes que entender Carolina que confianza...aún no te tengo pero sé que poco a poco la tendré — me vuelve abrazar.
Buena actuación Carolina. Neta que habeses he pensado que sería perfecta actuando.
...
Tres horas después
— Neta que estoy aburrida Caro. Ya no soporto ver más otra película — cállate y mira estúpida. Tú no soportas la película y yo no te soporto a tí. Maldicion no entiendo porque estoy aquí contigo! — Que te parece...si vamos a ver a
Mike? — todas las palomitas que tenía en mi boca salen volando por los aires — Qué pasó? — comienza a reír.
Estás loca si piensas que te dejaré ir donde Mike...ahí está Matteo y si lo descubres; adiós planes.
Por supuesto que no!
— Nada, nada — toso un poco. Joder! Por tu culpa casi me atoro estúpida! — Valu, Mike debe estar muy ocupado o quien sabe? Tal vez ni esté porque de seguro estará repartiendo sus perdidos. Mejor hay que quedarnos a seguir viendo películas — propongo junto a una sonrisa.
— No quiero seguir aquí...necesito verlo...lo extraño — hay pero que cursi! — Quién sabe tal vez esté en su trabajo y hací sorprenderlo! — la que se sorprendería serías tú.
— No conozco muy bien Argentina, nos podemos
perder! — digo tratando de que se la crea.
— Andale Caro — se acerca a mí y me toma del brazo — Okey esta bien, no vayamos a ver a Mike pero por lo menos hay que salir de aquí...no sé a pasear, conocer Argentina? Apoco no te da ganas? — No!
Maldicion! Tengo que ser amigable. Joder!
— Okey esta bien — sonríe — A dónde quieres ir?
— A dónde nos lleve el destino! — estúpida.
Tu destino ya está escrito rubiecita y déjame decirte que no es nada bueno.
— A dónde nos lleven nuestras piernas querrás decir — en ese instante ella ríe y yo decidí unirme a su risa.
Ríe mientras puedas.
...
— Ya es muy bien, regresemos a casa que ya está haciendo frío.
— Son casi ya las seis de la tarde, a qué hora regresa Mike del trabajo?
— Bueno, parece que hoy tiene harto trabajo. Vámonos — la tomo del brazo — Hay que esperarlo en la casa de seguro ya estará por venir.
— Esperate — maldicion! — Que te parece si compramos helados — que!? — Mira — señala un puesto — Ahí dice helados taylandeces. Cómo serán? Vamos?
— Valu primero que hace frío y segundo que nos estamos alejando mucho del departamento.
— Tranquila he llevado la cuenta y estamos a seis cuadras del departamento. Vamos a comer helado — me comienza a jalar.
Mierda! Ese puesto está muy cerca al restaurante donde trabaja mi Mike y...Matteo!
— Eh — hago un movimiento para que deje de jalarme — Mejor ya vámonos Valentina, otro día podemos venir...que te parece mañana, ajá! Sí! Mañana venimos — trato ahora de jalarla pero ella lo impide.
— Caro, solo es un helado. Espérame aquí que yo iré — que!?
— Va...— reaccioné muy tarde porque la muy tonta ya se había ido.
Maldicion! Compra ya el maldito helado y vente para acá!
La miraba a lo lejos. Veía como se intentaba meter entre tanta gente para poder hacer su pedido. Joder! Ya no la veo. Mierda! Muevanse de ahí que no puedo verla! Joder!
No me quedo otra que acercarme a ese maldito puesto y a esa montonera de personas. Cuando al fin había llegado no la veía por ningún lado.
Mierda! Dónde rayos se metió!
Miro por los alrededores y mis ojos la captaron. Acaso está...corriendo? Pero que diablos!
Mi corazón se acelero cuando observé al lugar dónde se dirigía. Sí, el restaurante donde no solo trabaja Michael sino también mi aliado.
Mierda! Mierda! Y más mierda!
...
Valentina
Helado taylandes?
Eso sí era algo nuevo y me moría de ganas de comer uno! Uno de chocolate claro, porque soy fan del chocolate!
Camino con rapidez y me introduzco entre tanta gente que se encontraba observando como un hombre preparaba los helados. Por suerte soy pequeña y eso es un punto a mi favor. Cuando al fin llego al lugar para realizar mi pedido, mis ojos captaron a un chico en patines con una mochila roja. Traía puesto un uniforme amarillo y en ciertas partes rojas.
Por mi mente cruzó un pensamiento.
Un chico + patines + uniforme amarillo y rojo = Chico delivery!
“El uniforme esta padre. Lleva unos colores amarillo con rojo y lo más padre es que combina perfectamente con el restaurante, mi amor”.
Ese chavo trabaja en el mismo lugar que mi bestia!
Así que no la dude más y me salí del lugar donde estaba para comenzar a seguirlo.
No tenía miedo a perderme porque sé que al lugar donde voy está la persona con la que me sentiría completamente segura.
El chico era más rápido y como no si está andando en patines, así que acelere mi corrida. Veo como entra a un restaurante pero entró por la puerta trasera, así que me imagino que por ahí entraran los del personal.
Camino lentamente hacia el ingreso del restaurante y cuando ingresé pude ver claramente los colores rojo y amarillo a mi alrededor. Es una mezcla preciosa y más que combina con los atuendos de sus trabajadores, de los manteles de las mesas y muchas otras cosas más.
No hay duda...aquí trabaja mi bestia! Pero...dónde está él ahora?
Comencé a mirar por los alrededores pero mis ojos no lo veían. De lejos pude ver a un chico que se encontraba de espaldas, al parecer estaba guardando algo. Decidí acercarme.
— Disculpe — pude ver como su cuerpo se tensó y al mismo momento dejó caer un objeto de sus manos — Eh...lo siento, solo estoy buscando a alguien que trabaja aquí? — seguía de espaldas y mucho menos respondía — Su nombre es Michael Ronda, sabe dónde
está? — seguía sin responderme y mucho menos darme la
cara — Disculpe, le estoy hablando — mi mente me dice que lo haga girar para que así me responda y eso es lo que estoy a punto de hacer.
Mis dedos se encontraban muy cerca de chocar su hombro.
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