Capítulo 28 «« Amigo »»

Ruggero

— Así que somos paisanos — sonrió ligeramente — No me lo puedo creer. Bueno nuevamente me disculpo por el tropezón. Ya me tengo que ir — ni creas que te dejaré ir.

— Espera wey! — elevo un poco la voz y logro captar su atención ya que paró su andar y gira para verme.

— Pasa algo? — sí, pasa que tengo que poner en marcha mi plan y tú eres una ficha muy importante principito Ronda.

— Me parece o — lo miro fijamente — Es tu primera vez en Buenos Aires?

— Que? — frunce el ceño — Eres mago o que? Cómo lo supiste?

Sé todo de tí, imbécil.

— A leguas pude notar de que no eres de por acá — sonrio.

— Pues tú, tampoco eres de por acá que digamos.

— Sí, lo sé pero llevo años viviendo en Argentina — mentí.

Si supiera que llegué el mismo día en que él llego y en el mismo avión. Además vivo unos cuadras más arriba de su departamento.

— Bueno que suerte la tuya — suerte? Ja, si claro — Yo acabo de llegar ayer y pos ahora estoy en busca de algún trabajo — quien lo diría. El ex-futuro rey de Tamaulipas, buscando trabajo. Esto sí, que es grandioso — Y si te soy sincero pues la neta nose dónde estoy parado ahora mismo.

Finjo reír.

— Dijiste que estás buscando trabajo? — asiente — Mirate que estás de suerte — me le acerco y él me mira confundido — Dónde yo trabajo están buscando un ayudante.

— Neta? — ahora soy yo quien asiente — Y qué es lo que se tiene que hacer o que?

Me señalo a mí mismo de pies a cabeza. Parece no captar el mensaje el imbécil este.

— Pedidos, patines, uniforme?

— He...tengo que repartir pedidos o algo por el estilo? — idiota.

— Repartir pedidos sobre ruedas, es decir “Un chico delivery” — encojo los hombros.

— En patines dices? — asiento.

A la mierda si este no sabe manejarlos, simplemente lo friega todo!

— Sabes manejarlos, verdad?

Niega con lentitud. Joder!

— Por supuesto que si mano! — sonríe ligeramente — Solo que hay un problema — mierda! — No tengo patines y como que ya no recuerdo muy bien como era eso de andar con ellos.

— Por los patines ni te preocupes que don Fausto, nuestro jefe, te dará un par de patines y bueno sobre lo otro...solo es cuestión de ponertelos y ya.

— Tienes razón, lo importante aquí es que necesito ganar lana para poder vivir.

— Entonces andando.

Comienzo a patinar delante de él.

— Oye wey esperate vas muy rápido, te ordeno que... — ruedo los ojos y paro.

— Disculpa no te escuché? — me hago el desentendido.

— No nada, solo que vas muy rápido. Recuerda que tengo pies por el momento — oh si claro.

Simplemente asiento junto a una sonrisa fingida.

Patinaba lentamente cuando escucho mi móvil sonar. Lo saco de mi bolsillo y veo en la pantalla el nombre de “Gata asquerosa”.

Y ahora que mierda querrá!?

— Si? — decido parar mi trance — Créeme te llevarás una tremenda sorpresa...ya okey luego te paso a buscar a tu casa. Es una cita gatita — gruñe de la molestia y a la vez cuelgo la llamada. Lo miro — Una amiga — si supiera que esa supuesta “amiga” es mi aliada para destruirte idiota. Ah sí! Y también tu hermana. Asco.

— Pensé que era la novia.

— Novia? No ella es solo como...una aliada — giro y lo veo fijamente — La persona que realmente amo no se encuentra aquí conmigo ahora.

— Lo siento yo...

— No esta muerta si es eso lo que piensas — me adelanto — Ella está ahora en México.

— Entiendo pero acaso no están juntos?

— Hay alguien que se interpone entre nosotros, él está enamorado de ella pero lo que él no sabe es que su corazón de ella es mio. Al igual que mi corazón es de ella.

— Me paso una vez esa misma situación pero ahora ya esta todo solucionado — se me acerca — Matteo si realmente la amas lucha por ella, luchen por su amor. No dejes que nada ni nadie los separe.

— Eso es lo que estoy haciendo Michael, estoy luchando por nuestro amor y créeme que soy capaz de todo por estar con ella.

— Realmente esa chava te tiene enamorado hasta los huesos y lo entiendo porque a mí me pasa lo mismo. Sabes quisiera conocer a la chica de tu vida — ya la conoces.

— La conocerás y ese día no está muy lejano.

...

Michael

— Hey Mike! — oigo la voz de Matteo — Lleva este pedido a la mesa cuatro — me entrega una bandeja de tacos y una pizza pequeña.

Así es mi chavos! Conseguí trabajo y todo gracias a Matteo. Agradezco por habermelo cruzado o esta vez por haber chocado mi camino.

Comienzo a desplazarme sobre patines y al mismo instante que me los puse ya le tome el truco.

Extrañaba usarlos, lo hacía cuando era niño.

Llego a la mesa y dejo el pedido. Definitivamente este trabajo es fácil y divertido. Yo que pensaba todo lo contrario.

— Jovencito! — escucho a alguien llamarme y me acerco al grupo de señoras que acababan de llegar.

— En que puedo servirle? — pregunto cordialmente.

— Por favor traiganos tres batidos de plátano con mango.

— Ahora mismo sale — sonrio y ellas hacen lo mismo.

Regreso a la cocina en busca de Matteo para que me ayude hacer los pedidos pero para mi mala suerte no lo encontré.

Dónde mierda se habrá metido!?

Joder! Tengo que hacer los pedidos! No creo que sea tan difícil o ¿si?

A la mierda lo voy hacer!

Esperate...qué es lo que pidieron?

Maldicion no es posible que se me haya ido tan rápido!

— Joder Michael! Cómo... — dejé de hablar cuando mis ojos captaron una docena de plátanos...claro! Era plátanos con mango!

Debe ser rico la mezcla de eso!?

Mejor dejo de pensar y me pongo hacer.

Tomo los plátanos y lo comienzo a pelar para luego cortarlos en unos perfectos deformes cuadrados.

— Mierda! — gruño al sentir como el cuchillo entraba un poco en mi dedo. Sí, me hice un corte en el dedo.

Me dirijo al lavadero para así quitar la sangre que había, luego me lo cubro con una bandita. En ese instante siento mi móvil vibrar. Era mi hermana quien llamaba pero por ahora decidí ignorarla. Tengo que terminar con esto.

Coloco los trozos deformes tanto del plátano como el mango en la licuadora. Y ahora...donde rayos preciono para que esta cosa funcione!?

Joder! No me reprochen! Soy un...digo era un príncipe y por ende no sé hacer nada, solo sopa de pollo.

Busco por los lados de dicho instrumento y encontré un botón grande, así que supuse que era eso. Lo presiono y en ese instante lo que había dentro de la licuadora comienza a salpicar por todos lados, incluyendo mi rostro. Rápidamente tomo la tapa de la licuadora y lo coloco encima y así poder evitar que siga salpicando.

Esto no es fácil...para nada pero tendré que aprender si quiero lana.

...

— Muy bien — maldicion! No se caigan vasos! — Aquí están sus batidos — no es fácil mantener el equilibrio y sobre todo con ruedas en los pies — Que lo disfruten — no fué fácil hacerlo.

— Oh muchas gracias — sonrio una señora. Muy bien, yo me
voy — Pará jovencito — la escucho decir.

— Necesita algo más? — pregunto con amabilidad.

— Tu rostro — que!? — Tu rostro lo he visto antes — imposible, soy mexicano no argentino.

— Disculpe se estará confundiendo porque yo...

— Lorena — le habla a su amiga que tenia al lado — Pasáme el periódico — que!? Su amiga se lo da y ella empieza a buscar en
el — Ajá — señala el periódico con su índice mientras arqueaba una ceja — Sabía que en algún lado te había visto.

— Señora yo...— deje de hablar al verme en el periódico. Rayos! Esto no me puede estar pasando!

— Así que vos sos el falso príncipe de Tamaulipas — ríe — Escuchen amigas, mirá a quien tenemos aquí — dice burlona.

— No lo puedo creer, él es el rey que hiba a ser rey? — habla la mujer que estaba a su lado.

— Qué? Y ahora trabajando en una cafetería como esta? Con razón el batido esta tan malo chicas, mirá quién lo hizo — me señala — Un principito, oh perdón disculpa. Un ex- principito — todas ríen — Que no sabe hacer absolutamente nada porque todo se lo hacen.

— Hey chico, que se siente que descubran tu mentira cuando faltaba poco para que asumas el cargo de rey?

— Pues no le funcionó el plan viste.

— Quieren dejar de burlarse trio de gallinas viejas! — aparece Matteo.

— Que!? Pero tú quien te crees para llamarnos...

— Soy el jefe de este lugar, eso me creo — se pone delante de una señora. Cómo que jefe!? — Y he escuchado todas las burlas que han tenido aquí con mi amigo. Así que más le vale que se disculpen o sino les caira una demanda por burla.

— Que burlas? En que momento nos hemos burlado de este jovencito?

— Solo le digo una cosa señora — se le acerca — Todo esta grabado — le guiña un ojo.

Las tres señoras se pusieron rojas como un tomate, se acerca una por una a mí para pedirme disculpas y luego salir de la cafetería.

— Matteo yo...

— No tienes porque agradecerme — interrumpe — No me gusta ver que traten mal a mis amigos — soy su amigo? — Porque no me lo dijiste Mike? — me mira fijamente. Yo evito su mirada porque no me gustaba volver a tocar un tema doloroso — Porque no me dijiste que eras el príncipe de Tamaulipas?

— Tu lo dijiste “Era” tiempo pasado, ya no lo soy. No tiene sentido estar diciendo algo que ya quedó en el pasado.

— Okey lo respeto pero no debiste  dejar que te trataran así.

— Simplemente mi mente se nubló...apesar de todo, solo dijeron la verdad.

— Mira Michael yo no te conozco pero sé que eres buena persona.

— Tú también lo eres — sonrio ligeramente — Me lo acabas de demostrar.

— Eso es lo que hacen lo amigos, ¿no? — extiende su mano.

— Por supuesto que sí, amigo — tomo su mano y la aprieto ligeramente — Neta gracias.

— De nada amigo — se acerca y me da un abrazo.

...

Ruggero

“Amigo” si claro.

Eso es lo que quiero imbécil. Que confíes en mí, que creas que soy un chico bueno incapaz de hacer algo malo. Eso es lo que precisamente quiero, para cuando te haga pagar una por una por haberte metido en mi camino, para cuando te haga sufrir con lentitud por haberte metido con mi chica. Para cuando haga todos mis planes que tengo contigo sin que nisiquiera se te pase por la mente que soy yo el causante de tu sufrimiento porque supuestamente me hago llamar tu “Amigo”.

Me importa mierda que tenga que pagar doscientos pesos a cada una de esas viejas. Lo importante aquí es que el primer paso a tu destrucción funcionó excelentemente. Caíste en mi trampa principito Ronda. La pagarás lentamente por haberte metido con lo que es mío.

Con Ruggero Pasquarelli no se juega.

Ahora llegó el momento de poner en acción el segundo paso pero tendré cuidado porque sé que mi rubia llegará en cualquier momento.

Primer paso hacia tu muerte, completado con éxito.

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