Michael

Me habían sedado, no se como mi propia hermana había permitido eso, acaso está loca o que!?

— Mike.

Ya habíamos llegado a Argentina y ahora nos encontramos caminando quien sabe a donde, estábamos perdidos. No sabía a donde ir, no conozco este país. Solo vine aquí dos veces con mi padre por asuntos de la realeza. El tan solo recordar que nunca más volveré a ser príncipe me carcome el alma pero más el hecho de que quizás nunca podré volver a México pero lo que me acababa destrozando por completo es el hecho de no tener a mi bonita conmigo. Eso me mataba.

— Hermano — vuelvo a escuchar su voz pero decidí ignorarla al igual que las cuatro veces que ha intentando hablarme al momento que bajamos del avión,  cómo pudo permitir que me durmieran! Ella no me entiende, no entiendo lo que estoy sufriendo en estos
momentos! — Michael, quieres dejar de ignorarme! — me toma del brazo y hace que detenga mi andar.

— Que quieres? — pregunté fríamente.

Estoy molesto con ella.

— Okey lo siento, sí — se acerca y yo me alejo — Mike, no pude evitarlo — sí claro.

— Claro que pudiste! Pudiste evitar que me sedaran, pudiste apoyarme para convencer que ese puto avión parara — me acerco a ella — Sabes como estoy ahora, maldicion estoy muriendo Carolina!

— Sabes muy bien que tenias que dejar México, por más que querías quedarte tenías que ir...

— Ya parala — interrumpo — No quiero ni mucho menos tengo ganas y las fuerzas necesarias para discutir contigo — desvío la mirada.

Comencé a seguir caminando.

— Mike...a dónde vamos a ir?

Me paré en seco y giré para verla.

— No tengo idea — mi voz sonó apagada y una lágrima rodó por mi mejilla.

Ella se acerca y se aferra a mi cintura, por un momento dude en corresponder su abrazo pero al final lo hice.

— Lo siento — susurró con la cabeza escondida en pecho. No dije nada.

Hacía mucho frío esa noche, ¿Acaso no hay un hotel por acá?, el hambre en ella se hizo presente y no sabía que hacer o que comprarle. Estuvimos caminando mínimo por media hora, hasta que nuestros ojos visualizaron un grande edificio y claramente había un letrero en el, que decía “Se alquila departamentos” no la dudamos mucho y caminamos rápidamente hacia dicho lugar.

...

— Mike, este lugar es una chulada! — la escuché decir con alegría — Has visto las habitaciones, el balcón tiene una vista preciosa y que me dices de la cocina, por dios! — dejo caer su cuerpo en uno de los sofás azules que había — No puedo creer que viviremos aquí — sonríe contenta.

En cierta parte me alegraba verla feliz, es mi hermana y quiero lo mejor para ella. Yo ahora estoy destrozado completamente y no quiero que mi hermana sufra por lo que me está pasando. Aunque aveces sienta que no me entiende.

— Sabes, en la nevera encontré una que otras cosas pero lo suficiente para preparar algo para los dos — se acerca y me da un beso en la mejilla — Todo irá bien Mike, juntos saldremos adelante — como quisiera tener su optimismo.

Me dedica una sonrisa para luego salir saltando hacia la cocina.

Rápidamente me dirijo a mi nueva habitación, es bonita pero nada se compara con mi verdadera habitación. No le tomo mucha importancia al asunto, me recuesto en mi cama, saco mi móvil y mis dedos por si solos teclean el número de mi bonita. Mi corazón y todo mi ser quieren escuchar su hermosa y dulce vicesita. Además le prometí que la llamaría cuando ya me haya instalado en Argentina.

— Mike! — sonreí al escuchar su voz, ni siquiera ha pasado un tono y ella contestó mi llamada, estaba impaciente al igual que
yo — Amor habla!

— Estoy aquí mi amor — al fin respondí luego de unos
segundos.

— Ya llegaste! Como estás amor!? Estás bien verdad!?

Una sonrisa se me dibujo en el rostro y al mismo tiempo una lágrima rodó por mi mejilla.

— Quiero verte, necesito verte ahora mi bonita...conéctate a Skype.

— Bien lo haré — me levanté de mi cama y saco mi lapto de mi maleta — Me estoy conectándo — sonrio.

— Yo igual.

Mis dedos teclean rápidamente y así pude enviarle una videollamada a mi bonita. Ni siquiera pasaron segundos cuando su hermosa carita se apoderó de la pantalla completa de mi computador.

Ambos nos mirábamos y no sabíamos que decir. Sus hermosos ojitos azules se encontraban mirándome, son tan hermosos, esperen...

— ¿Por que tus ojos están
rojos? — dijimos al unísono.

Estamos conectados. Ambos reímos ante lo que había pasado, extraño su sonrisa. Amo verla sonreír. Pero sabía el porque sus hermosos ojitos estaban rojos, había llorado demasiado y me duele porque sé que es por nosotros, por la maldita distancia...como quisiera estar ahí con ella, como quisiera que esos ojitos azulados no derramaran ninguna lágrima.

— Has estado llorando, verdad — su sonrisa se va apagando poco a poco.

Me mata verla así.

No respondía solo desvío la mirada.

— Valentina, escúchame amor...yo estoy bien — miento — Ya he alquilado un departamento, por favor no te preocupes por mí...no quiero que esos hermosos ojitos que tienes derramen lágrimas...por favor mírame — levanta la mirada lentamente y veo sus ojos llorosos — Bonita no llores, por favor te lo suplico — las lágrimas querían salir pero decidí evitarlas — No me gusta verte así, me mata verte así...

— Te extraño — bastó esas dos palabras para que las lágrimas acumuladas salieran de mis
ojos — No sabes cuanto...solo han pasado horas desde que te fuiste pera para mí ha sido una eternidad, te amo, eres el amor de mi vida y quisiera estar ahí contigo...pero estás a millones de kilómetros y...y no sé si podré soportar estos cuatro meses para poder ir a verte, pero lo intentaré — seca sus lágrimas y me regala una sonrisa
pequeña — Como tú lo dijiste, son obstáculos que la vida nos pone pero yo sé que podemos sobrepasarlos porque nuestro amor es más fuerte que todo.

— Ni te imaginas las ganas que tengo de cruzar el océano por tí, para mí tampoco es fácil bonita...pero trato de sobrevivir a este infierno, por tí. Porque eres la más importante de mi vida y lo que más amo en este mundo.

Ambos sonreímos y juntamos nuestras manos a través de la pantalla del computador.

— Bueno ya — me sonríe otra vez y yo hago lo mismo — Dejémonos de lloriquiar y dime — me mira fijamente a los
ojos — Que tal es Argentina? Es grande? Es bonita? Que está haciendo, frío o calor?

Río, me encanta que sea así de curiosa y más aún cuando pone la voz de niña pequeña.

— Muchas preguntas no crees?

— Amor, ya dime! — me dijo entre risas.

— De lo poco que he visto te puedo decir que es un hermoso país.

— Ya.

— Que es muy grande.

— Ya.

— En la noche hace frío pero no sé si el día también será así.

— Que prefieres — arquea una ceja — Calor o frío.

— No entiendo porque preguntas si ya sabes la respuesta.

— Sí, pero quiero escucharla nuevamente — sonríe — Andale ya responde.

— Frío, esta bien la respuesta señorita — le sonrio.

— Muy bien amorcito — responde — Oye, dicen que los argentinos hablan diferente.

— No hablan diferente tontita, solo que tienen diferente acento.

— No es lo mismo?

— No.

— Si.

— Que no.

— Que sí, haber habla como argentino.

— No me sale amor.

— Oh vamos, inténtalo bonito, hazlo por mí — pone cara de perrito — Sí.

Por dios que tierna y dulce es mi Valu, como quisiera besarla en estos instantes.

— Porque es tan difícil decirte que no — me saca la lengua y yo río — Bien lo haré — aclaro la garganta — Quihubo che.

— Mike me parece o eso fué una mezcla de mexicano con argentino — ríe.

— Te dije que no me salía.

— Te salió tan gracioso — decía entre risas.

Así me gusta verla.

— Así me gusta verte — deja de reír y me mira a los ojos — Con esa hermosa sonrisa en tu carita.

— Mike...

— Ya esta lista la
sopa! — interrumpe una voz conocida, me giro y veo a Carolina con una bandeja en sus manos — Mike, estoy segura que me salió de rechu...— deja de hablar al ver a Valentina en la pantalla de mi computador — Hola Valentina — la saluda — lamento si interrumpí algo.

— No te preocupes Carolina...no interrumpiste nada — le dijo mi bonita.

Sí que lo hizo pero bueno.

— Bueno...Mike te dejo aquí la sopa — coloca la bandeja en mi escritorio — Yo ya comí la mia y ahora solo quiero dormir porque estoy un poco cansada.

— Lo comeré, anda descansa Caro — le digo.

— Ya te vas a dormir pero si apenas son las siete de la noche — dice mi bonita.

— Aquí son las nueve bonita — le digo con una sonrisa.

— Ah, bueno no sabía, que tengas buenas noches Carolina.

— Gracias — le sonríe — Valu te fijas si aquí mi hermanito se come toditita la sopa, es que no ha comido nada desde que subimos al avión.

— No te preocupes, yo me encargaré de que se tome toditita la sopa.

— Estoy aquí — levanto las manos — Por si no me ven — ambas ríen.

— Hermano, deberías
descansar — descansar? Por supuesto que no! He dormido en el avión como dos horas, gracias al maldito sedante! — Ha sido un día muy duro y agotador.

— Hermanita — me le acerco — Creo que tu nueva camita te está esperando — sonrio.

Ni pienso dormir, por mí quedarme toda la noche despierto conversando con la mujer de mi vida.

Carolina no dice nada, yo decido darle un beso en la frente. Ella decide salir de mi nueva habitación para subir las escaleras y entrar a la suya.

— Que malo que eres — oigo decir a mi bonita, giro y ahí veo a mi rubia favorita.

Sonrio.

...

Carolina

Más directo no pudo ser.

“Carolina porque no mejor te vas que estás interrumpiendo”

Hug! Idiota!

Como pudo tratarme así! Que le pasa! Que acaso no estaba llorando? claro pero si esta hablando con la teñida de Valentina, par de...

El sonido de la puerta tocando interrumpió mis pensamientos. Quien diablos será! Estoy segura que Mike no ha escuchado nada porque está de feliz conversando con...

Maldicion! Dejen ya de tocar el maldito timbre! No estoy sorda, ya escuché!

Salgo de mi habitación, bajo las escaleras...realmente Michael no ha escuchado nada!?

A la puta madre ya voy!

Camino con rapidez y con cierta expresión de enojo en mi rostro.

— Quien mierda jode tan...que haces aquí!? — está loco, acaso quiere que Michael lo vea aquí.

— Vaya, que bonita forma de recibir a las visitas — pone una sonrisa de estúpido y entra sin nisiquiera pedir permiso alguno.

— Acaso estás loco Matteo! Michael te puede ver! — hablo bajo para que Mike no se diera cuenta.

A quien engaño, de seguro Michael ni cuenta se dará por que ahora está en su mundo con la imbécil de su noviecita. Hug!

— Y que? — que! — El ex príncipe, no mejor, el ex futuro rey de Tamaulipas ni siquiera me conoce — como no lo había pensado antes, Mike no conoce a Matteo, tiene razón.

— Que haces acá?

— Que acaso no puedo visitar a mi aliada? — niego — Por cierto gata — odio que me diga así! — Bonito depa — sonríe.

Simplemente ruedo los ojos.

— Dónde te estás quedando? — cuestiono con rapidez.

— A dos cuadras de aquí, mi depa no es tan grande como el tuyo pero bueno, ahí tamos...por cierto — se me acerca — Dónde está el idiota de tu amorcito? — sonríe sarcástico — No me digas que el sedante aún sigue haciendo efecto. Pobre, realmente está sufriendo y me gusta verlo así, destrozado — la última palabra me susurró en la oreja, yo lo empujo para que se aleje — Que tal escenita que hizo en el avión “Pare el avión! Por favor te lo suplico...

— Quieres cerrar la boca — interrumpo molesta — Mike no está durmiendo, sabes lo que está haciendo en estos instantes? — levanto una ceja y el frunce el ceño — Está hablando con tu rubia por vía Skype.

— Que mierda!

— Es la puta verdad! Maldicion no lo entiendo — llevo mis manos a mi cabeza — Por más que estén distanciados ellos siguen ahí...tan difícil es separarlos!

— Yo sabía que esto hiba a
pasar — que! — Pero no te preocupes gatita, ella vendrá aquí y como ya el principito Ronda no tiene a nadie quien lo cuide, pues llegó el momento de poner en marcha todos mis planes.

— Tú crees que tu rubia va a venir!? Digo, la muy idiota está desesperada pero no puede venir porque aún es menor de edad, y para que sea mayor de edad, falta mucho y además no creo que deje solo al viejo de su padre.

— Que gata más estúpida que eres Carolina — pero que mierda! — Conozco muy bien a mi rubia y sé que ella no pensaría soportar cuatro meses para venir aquí. Valentina es capaz de hacer muchas cosas, cuando tenía quince años se escapó de su casa con el idiota de su noviecito sólo para ir a buscar al imbécil de Benicio...Valen tiene agallas, no como tú que eres una estúpida que lo único bueno que hiciste en tu vida fué entregarme los papeles de adopción del principito Ronda, gracias a tí pudimos destrozarlo — sonríe con malicia.

— Yo no lo quiero destrozar, lo único que quiero es que termine con Valentina para siempre — digo totalmente seria.

— Eso es lo único que tenemos en común gatita — se acerca — Lo separaremos, estoy seguro que Valentina no tardará en venir, estará aquí mañana o quizás pasado mañana, te lo puedo asegurar — como es que está tan seguro? Acaso está planeando algo? — Y cuando ella esté aquí, tú y yo nos encargaremos de separarlos — sonríe — Puedes ver que nisiquiera la distancia y la ausencia lo pudo hacer, así que no nos queda de otra que hacerlo con hechos — creo que entendía su punto.

— Hechos? Como...infidelidad?

— Exacto, que pasaría si uno de ellos se besa o acuesta con otra persona y más aún que el otro lo vea — excelente — Ahí acabara todo, sin necesidad de dañarlos.

Brillante idea.

— Y como haremos eso?

— Solo es cuestión de buscar a alguien, en este caso tendría que ser una chica — que!?

— Eh, porque no mejor un chico!

— Porque no pienso que otro imbécil toque a mi rubia, entendiste!?

— Osea que no quieres que toquen a tu rubia pero a mi Mike sí, verdad!?

— No voy a perder mi tiempo de hablar eso contigo, ahora tengo cosas mucho más importantes que hacer — estaba a punto de irse pero lo detengo.

— Matteo, acordamos en que nadie daña a nadie, solo espero que lo recuerdes — pobre de él si piensa dañar a Michael.

— Guarda las uñas gata asquerosa que no pienso tocar a tu amorcito — guiña un ojo y sonríe — Por cierto, yo haría algo para que esos dos dejen de hablar tanto — se va del departamento.

Tiene razón, no voy a seguir permitiendo que mi Michael se desvele por estar hablando con esa idiota teñida. Ya verá.

Camino rápidamente hacia el cuarto de limpieza, entro y...ups! Mágicamente se fue la luz.

♥