Capítulo 2

Valentina

— Por que me miras tanto?

Sonreí.

— Uno porque eres extremadamente
lindo — sonrió — Y dos porque creo que te caería bien una
barba.

Gruñio como solía hacerlo cuando era una bestia, luego juntó nuestros labios, es tan lindo cuando nuestros labios se unen, una sensación perfecta y maravillosa a la vez.

Esperen? Que somos? Nos besamos a cada segundo pero que somos? Que yo recuerde Mike no me ha pedido nada aun.

Me separé lentamente de sus labios.

— Mike.

— Que pasa bonita — apartó un mechón rubio que cubría mi rostro.

— Tú y yo...

— Tú y yo — imitó mi acción.

— Mike! — golpeo suavemente su hombro mientras comienza a reír — Tú y yo...que
somos? — los nervios flotaron en mí.

— Somos dos personas que se aman pérdidamente con toda su alma y con todo su corazón pero creo que llegó el momento de poner un nombre a este hermoso sentimiento que sentimos
ambos.

— Amor?

— Valentina quiero que sepas que Te amo muchisimo — sonreí ante sus hermosas palabras — Eres la niña más bonita que he conocido en mi vida, eres mi angelito guardián que me salvó de aquella oscuridad donde estaba encerrado, el brillo de tus ojitos azules simplemente iluminaron mi camino, tú iluminaste mi camino, tú eres la culpable de que sea todo un
cursi — reí un poco — Pero que quieres que haga, solo digo y hago lo que dicta mi corazón.

— Y qué es lo que te está diciendo ahora?

— No solamente mi corazón sino todo mi ser me está pidiendo a gritos que usted señorita Zenere...acepte ser la dueña del señorito Michael Ronda, aunque ya lo eres — ríe y yo hice lo mismo — Hermosa rubia de mis ojos, usted quiere ser mi señorita enamorada?

Miles de emociones y sentimientos me inundaron de cuerpo y alma. Mike quiere estar conmigo!

Tomo su mano y la apego a mi pecho.

— Sientes? — pregunte con una sonrisa en el rostro — Mi corazón y todo mi ser te grita que sí!

Me atrae hacia él para así chocar nuestros labios.

— Te amo mi bonita — susurró entre besos.

— Yo también te amo mi
bonito — respondí sin dejar de besarlo.

Poco a poco nos fuimos separando, por el maldito aire que nos hacia falta. Derrepente Mike toma mi mano derecha y la apega a su pecho.

— Sientes? — preguntó sonriendo. Su corazón estaba acelerado, podía sentir sus latidos.

— Cada vez que te tengo cerca o cuando me miras y sonríes, le pido a gritos a mi corazón que no se salga de su lugar, y ahora que me besas parece ponerse como loco de la felicidad, me traes como un loco enamorado bonita.

— Y tú me traes como una loca enamorada mi amor.

— Esperate tantito, puedes repetir lo que acabas de decir.

— Que me traes como una loca enamorada — sabía lo que quería escuchar pero quiero molestarlo.

— Hey tramposa! Quiero escuchar la otra palabra.

— Que palabra? — sonreí.

— Una que empieza con A y termina en R, así me
llamaste — sonrió. Si ya sabe para que quiere que se lo repita.

— Ar-dor — reí y el me mira molesto.

— Aya Ok, entonces yo soy tu ardor.

— Claro que no — me acerco a él pero él evita mirarme, lo tomé de la barbilla para que así me
mire — Tú eres mi amor, el amor de mi vida, mi bonito — poco a poco la molestia se le borraba del rostro para así dibujar aquella sonrisa en aquellos labios que amaba besar.

— Contigo es imposible enojarse sabes. Aunque admito que no me enoje — me regalo una sonrisa.

— Hey tontito! Ya sabía que no estabas enojado. He vivido contigo nueve meses, así que te conozco lo suficiente.

— Yo también te conozco a la perfección bonita — toco la punta de mi nariz — Me encanta las muecas que haces cuando te molestas, los pucheros que haces son graciosos, como arrugas la nariz ante algo que no te gusta, cuando cruzas los dedos y cierras los ojos para pedir un deseo al ver una estrella fugaz, sé que le tienes mucho miedo a la oscuridad y más aun si hay truenos o relámpagos, sé que te gusta cubrirte los pies con las sabanas por que temes a que alguien te jale el pie mientras duermes, sé que te encanta mirar las estrellas de noche...sé todo de tí pero si las mencionaría ahora, simplemente no acabaría.

— Me conoces a la perfección — dije sorprendida. Mi Mike sí que me conoce, pero como?

— Sabes por que?

— Por que?

— Porque eres el amor de mi vida.

...

— Hola papá! — hable con una sonrisa y mirándolo fijamente a sus ojos azules.

— Mi niña! — me acerque a él y lo abracé — Y esa sonrisota?

Mi papá si que me conoce.

— Tu hija es la más feliz del mundo mundial — sonreí y lo abracé nuevamente.

— Sí eso lo veo, por el brillo de tus ojitos y la sonrisa hermosa que tienes en el rostro, vamos cuentale a papá el motivo de tanta felicidad o más bien a quien debo agradecer de que mi pequeña hermosa este feliz como una lombriz.

— Papá...antes de todo quiero que veas a alguien muy importante — me miro confundido — Ya puedes
entrar! — grité un poco.

Mi bonito entró a la sala con una sonrisa nerviosa.

— Acaso él...él es...

— Si papá! — me acerqué a
Mike — Es mi bestia — entrelacé nuestros dedos.

— Valu pudiste revertir el hechizo — hablo mi padre con una sonrisa.

— Sí que lo hizo — dice mi bonito y me besa la mano, con cada acción hace que me enamore más de él — Su niña me salvo de la oscuridad donde vivía, fué ella quien hizo que sintiera el amor...— me
miro — con cada palabra, con cada mirada y con cada sonrisa, hizo que el verdadero Michael resucitara, ella lo es todo en mi vida — y tú en la mía — Se acuerda cuándo usted me pidió que no le hiciera daño — miró a mi padre — Primero muerto antes de hacerlo.

— Yo sé que no le harás daño porque veo como la miras, tu mirada me dice que amas mucho a mi hija.

— Pues es la mera verdad, la amo más que a mi propia vida.

— Gracias.

— Señor usted no me tiene que agradecer nada...

— Claro que sí muchacho — se acerco a Mike — Gracias por hacerla volver a sonreír y mucho más reír, gracias porque volviste a encender aquel brillo en sus ojos que antes de conocerte se habían apagado...sé que la harás feliz, es lo que más quiero en la vida, verla feliz y ya estoy seguro en eso, porque te tiene a tí.

Ambos se abrazaron. Definitivamente este par se va a llevar de maravillas.

— Quien hiba creer que mi yerno iba a ser el príncipe de Tamaulipas.

— Futuro rey de Tamaulipas, pues ya tengo a mi princesa — me miró sonriendo.

¿Que habrá querido decir?

Aunque muy en el fondo sabia a la perfección a lo que se refería.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top