Capítulo 12: ¡Tonto!

Valentina

Tonto! Eso es lo que es! Un tonto!

Que le pasa, porque tiene que ser así. Uno que quiere solucionar las cosas y el que se niega. Y todavía me evita.

Maldicion! No pude dormir durante toda la noche al tan solo hecho de que estemos peleados. No me gusta estar peleada con mi bestia, no soportaba ni un segundo estar así con él. Lo necesito a mi lado, acaso no ve que estoy sufriendo.

Todo por sus malditos celos. Porque no me escuchó, yo nunca defendí a David solo que le reproche por haber actuado así frente a él. No es que lo estuviera defendiendo.

— Bella...que le hiciste a la Bestia?

Nada, no hice nada. No sé porque se pone así. Sabia que el regreso de David causaría problemas.

— Pic porque no bajamos a desayunar — le respondo con una pequeña sonrisa.

El asiente no tan convencido.

Lo tomo de la mano y salimos de la habitación de Mike para luego bajar las escaleras y dirigirnos al comedor.

Todos ya estaban sentados ahí. Mis ojos se fueron directos a mi bestia pero el desvía la mirada. Tonto! Mil veces tonto! Pero ni piense que le voy a seguir el juego. Tengo que hablar con el, no soporto estar así con él. Así que decidí sentarme a su lado como de costumbre.

— Buenos días bonita — escuché decir a David.

En ese momento todos abrieron sus ojos a tope. Pude ver como Mike apretaba sus manos y los hacia puños.

— David te pido que por favor no me llames así — le digo con total seriedad — Solo hay una persona que me puede llamar
así y es muy especial — miro a Mike pero me vuelve a ignorar.

— Bueno, entonces te puedo decir Bella...aunque eres mucho más que eso.

— Oye tú! — le grita Pic — Aquí el único que le puede decir Bella soy yo!

— Pic! — reprochan al unísono el rey con Gloria.

— David solo llamame por mi nombre, la neta te lo digo, me incomoda mucho que me llames por adjetivos — decidí aclarar.

Sonríe y asiente.

— Como tu quieras Valu.

— Bella yo no entiendo como dejas que alguien como el te llame Valu, yo que sepa eso lo pueden decir solo los AMIGOS.

— Pic ya basta! — le vuelve a reprochar su madre — Respeta que estás hablando con el príncipe de Texas.

— Tu lo dijiste mamá, de Texas, yo que sepa estamos en México, así que no es nada.

Pude ver como Mike se aguantaba las ganas de reír. Aunque no lo niego, esto era gracioso.

— Bueno ya, David disculpa al pequeño, él es muy...bromista.

— No te preocupes Rey David. Aunque aún no entiendo porque tenemos que desayunar con la servidumbre. ¿Dónde se ha visto eso? — que le pasa?

— Servidumbre no es la
palabra — habla Mike — Familia es la palabra correcta — le dice para luego empezar a desayunar.

No pude evitar sonreirle, conectamos miradas pero sólo fueron por milésimas de segundos. Tonto!

— Michael tiene razón, aquí Gloria, Ricardo, Carolina y Pic son nuestra familia, siempre lo han sido — responde el rey David.

— Que lindo — sonríe un poco forzado.

— Mike, me puedes pasar el azúcar por favor — le digo a mi Bestia.

Veo que toma el recipiente y me lo acerca, yo decido tomarlo para así chocar nuestras manos. Acaricié su piel pero él quito su mano al instante. Tonto!

— Porque no deciden salir a dar un paseo en caballo por el bosque con David — dice el Rey David — Que me dices hijo? Valentina?

Yo? No lo creo.

— Lo siento papá pero tengo que hacer cosas mucho más importantes — responde Mike.

Veo como Pic le susurra algo en el oído. Maldicion no puede escuchar!

— Oh vamos Mike, verás que será divertido — le dice el príncipe David.

— Hijo, vamos ustedes ya están grandes para que anden peleándose. Tienen que llevarse bien.

— Sabes muy bien que eso es imposible papá — le responde mi bestia — Yo y David nunca podremos ser amigos.

— Yo estoy dispuesto a olvidar todo el pasado — le dice el príncipe David.

— Encerio me lo dices? Por favor David, deja de comportarte como bueno y muestrate tal como eres.

A eso me refiero, porque Mike tiene que ser así. David intenta olvidar el pasado pero ahí esta el de terco que no quiere y mucho menos hace el intento de hacerlo.
Eso es lo que me molesta de él.

— Que? Acaso mi cara es una máscara o que?

— Claro que sí! Dime príncipe David, yo que sepa ya paso Halloween para estar andando con máscaras y uno que ni miedo da, más bien esta horrible y eso es para los niños como yo...acaso no tienes cuarenta?

— Pic ya basta! — interrumpe molesto el rey David — Niño malcriado, no le hables así al príncipe!

— Papá no lo grites — ahora habla Mike — Yo no sé porque le reprochas si solo dice la puritita verdad — Ay!

— Que infantil eres Mike — le dice el príncipe David.

— No más que tú querido David.

— Haber por favor dejemos de discutir en la mesa — suspira el rey — Mike y Valu, saldrán a dar un paseo en caballo por el bosque junto a David.

— Conmigo no cuentes padre, ya te dije que tengo que hacer cosas mucho más importantes que estar andando en caballo con mi queridícimo amigo David Henrie — lo dice totalmente sarcástico.

—  Y cuales son esas cosas MÁS importantes? Si se puede saber.

— Tengo que ayudar a Pic para su examen de matemáticas, ya sabes como es este cabezotas con los números — le despeina los cabellos al pequeño y este le reprocha molesto.

— Oye Pic, yo también soy muy bueno para las matemáticas y si te enseño estoy seguro que sacarás un diez — habla el príncipe David con una sonrisa.

Pic lo mira fijamente a los ojos.

— No gracias, ya sé sumar 2+2, y si usted me enseña, en vez de sacar un diez, pos yo creo que lo sacaría al revés — Mike se quiso reír en ese instante pero lo evitó.

— Pic! Oye ya deja de hablarle así al príncipe — le vuelve a reprochar Gloria por tercera
vez — Disculpelo majestad.

David solo asiente. El rey bufa.

— Bueno, entonces tú si podrás Valu, ¿verdad?

Yo?

Todos me miraron pero no aquellos ojitos avellana que tanto amo, no lo hicieron. Tonto!

— Lo siento rey, yo también tengo que hacer una cosa MUY importante — reconciliarme con mi bestia — Y por favor no pregunte que cosa es.

El rey asiente.

— Bueno, ya que nadie quiere ir con usted príncipe David porque no mejor se va solito a pasear por el bosque, aunque espere! Del todo no estará solito porque tendrá una buena compañía. Caballo se llama — dice el pequeño para luego mostrar una sonrisa burlona junto a Mike.

Hay Pic!

— Ahora si Pic! — se levantó el rey con cierta molestia en el rostro — Estarás castigado hasta el día de tu cumpleaños, así que tendrás que quedarte en tu habitación sin salir. Y ojo que he sido bueno contigo porque no he cancelado tu fiesta de cumpleaños. Ahora a tu habitación!

— Cómo mande mi rey — responde Pic un poco triste.

Estaba a punto de irse pero mi bestia lo detiene.

— Espera enano! — se levanta de su sitio — Yo también tendría que estarlo papá porque dejame decirte que no estuve más deacuerdo en todo lo que dijo Pic y ni te imaginas las ganas que tuve de burlarme en su cara pero decidí contenerme — sonríe — Cabezotas lleva tus cosas a mi habitación porque los dos estamos castigados.

— Claro que sí mi bestia — responde Pic sonriendo para luego salir corriendo y saltando a su habitación.

— Bueno con su permiso, te quedo de rechupete el desayuno Gloria pero me voy porque al tan solo ver la cara de este — señaló al príncipe — Me da indigestión.

— Michael! — le reprocha su padre.

Mike no dice nada y sale del comedor. Que tonto que es pero igual lo amo.

...

Michael

— Oye bestia, gracias por dejarme quedarme aquí en tu habitación, verás que la pasaremos padricimo — me dice sonriendo.

— De eso no hay duda enano porque toda la noche nos quedaremos estudiando los famosos numeritos — su sonrisa se borra de su rostro.

— Que?! Acaso tu quieres que en mi fiesta salga todo hecho un asco por las ojeras que me saldrán?

— Haber — me siento en el borde de mi cama — Uno: Quieres sacar diez o no? — asiente — Y dos: No sé de que tanto te quejas, ya que gracias a esas ojeras tendrás de todos las miradas, créeme serás el centro de tu
fiesta — dije en tono burlón.

— Uno — hizo el número con su dedo índice — No es necesario que me saque diez en el exámen, con un siete me conformo — no pude evitar sonreír — Y dos — hizo el dos con sus pequeños deditos — Eso no será necesario porque soy el cumpleañero y se supone que seré la atención de mi fiesta, eso es obvio.

— Bueno no importa, por ahora lo importante aquí es que saques un diez en el exámen.

— Ya te dije que con un siete me conformo — reprocha y yo río.

— Y yo me conformo en desvelarme una noche para que así tu pequeño cerebro haga lazos de amistad con los números. Que tal?

— Ya te dije que no pienso desvelarme — volvía con el mismo tema.

— Solo será una noche Pic, mañana es tu exámen y además mañana no es tu cumpleaños, así que tienes un día para ir donde Riqui y pedirle que te haga una de sus cosas para la supuestas ojeras desaparezcan.

— No será mañana pero será pasado mañana — bufó — Además te recuerdo que ambos estamos castigados y no podremos salir de la habitación hasta el día de mi cumpleaños.

— No te preocupes cabezotas, ya se me ocurrirá algo para reducir nuestra condena.

Camino hacia el escritorio y me siento en una silla.

— Así? Y cuál es?

— Ya deja de preguntar y vente, empezamos ahora mismo con el estudio.

— Que?! No manches bestia, no te parece que aún es muy temprano para estudiar? Mi cerebro aún no está del todo despierto y además no estoy seguro de que quiera entrelazar lazos de amistad con los
números — ay enano.

— Verás que los comprenderás, sé que los números tienen problemas pero tienes que aprender a comprenderlos, analizarlos y sobre todo resolverlos — ijole ya me siento profesor.

— No manches ya suenas como el profesor Rodrigues — me dice con una voz chistosa.

— Ya enano dejate de rodeos y vente, por ahora te enseñaré unas cuantas fórmulas — le digo sin mirarlo para luego tomar un cuaderno junto a un lápiz.

Veo que se sienta a mi lado y comienzo a explicarle algunas fórmulas. La neta no sé como lo soporto ya que no entiende a la primera, tengo que volver a repetirselo una y otra vez para que capte.

— Bien, ahora hazlo tu — le doy el lápiz.

El lo toma dudoso para luego empezar a escribir en el cuaderno.

— Es al cubo — escucho decir a alguien. Esa voz la conozco a la perfección.

Levante un poco mi mirada y me choco con sus hermosos ojitos azules. En sus manos llevaba una pequeña mochila negra.

— Bella! Que haces aquí? — le dice el enano.

— Yo también estoy castigada — y fue ahí que volvió a mirarme, quería desviar la mirada pero esta vez no lo hice — Así que me quedaré aquí hasta el día de tu cumpleaños.

Que?! Dos noches tendré a mi bonita en mi habitación. Miles de cosas empezaron a imaginarse en mi mente, las cosas que podría hacer con ella...

Que dices! Michael Ronda, tú estás molesto con ella, así que contrólate!

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