Capítulo 41 - Secretos descubiertos - I
Michael
Aún no entiendo que tiene que ver Carolina con mi pasado, estoy realmente confundido.
— David, me llamaste — apareció Carolina en la puerta.
— Pasa por favor — respondió amablemente mi padre, bueno mi padre adoptivo.
Carolina se sentó en aquella silla vacía que había al lado mio.
— La neta que yo no quiero oír nada, yo me largo de aquí — dije fastidiado mientras me levantaba de mi silla.
— Tú no vas a ningún lado! Tú vas a escuchar lo que tengo que decir a ambos — hablo la persona que por muchos años llamé padre, sabiendo que en realidad no lo era.
— Obligame — desafié serio.
— Mike por favor — susurra Carolina jalandome de mi capa azul.
— Mike nada! — la mire — Acaso no te preguntas el porque estas
aquí? — Ahora miro a mi supuesto papá — y yo no sé que hace aquí Carolina, acaso quieres que sepa todo de mí! Verdad? Quieres humillarme delante de ella?
— Claro que no!
— A pues dejame que yo se lo diga — interrumpí — Carolina te acuerdas aquella vez cuando teníamos siete años...
— Mike por favor!
— Aquella vez que estábamos jugando fútbol y tú metiste gol, la pelota cayó en el despacho de David, lo recuerdas cierto?
— Basta Michael!
— Y para nuestra mala suerte la pelota derramo varias hojas por el suelo, entonces tú te quedaste cuidando la puerta mientras yo me encargaba de acomodar el desastre de nuestra travesura...
— PARA! — grito fuerte mientras me tomaba por los hombros — Que te pasa! Porque te compórtas así!
— POR QUE SOY UN MALDITO ADOPTADO!! — grite fuerte.
Carolina abrió sus ojos como platos, mientras David me miraba decepcionado, y que quería, acaso quiere que lo aplaude por haberme ocultado todos estos años que no tenía su sangre, que no formaba parte de la familia Ronda! Aún así lo quiero, no me importa si no es mi verdadero padre, no importa si no tenemos la misma sangre, para mí él siempre será mi verdadero padre, pero porque no decirme la verdad? Porque no me contó que era adoptado cuando apenas era un niño!
— Listo te hice el favor de contarle todo a Carolina, ahora si me largo.
— Tú no sales de aquí hasta que sepas toda la verdad! — me volvió a tomar de los hombros para así obligarme a sentarme en mi asiento. Mierda!
Ya no quería saber más! Si ya sé que mi madre nunca me quiso, ya sabia la historia! Acaso quiere seguir torturándome con todo esto!
— David...yo no entiendo que hago aquí — apenas pudo pronunciar aquellas palabras. Me imagino, sigue atónita por lo que acababa de confesar.
— Escuchenme ambos — hablo para luego soltar un
suspiro — Carolina ya sabes que Michael no es mi hijo — ella asintió lentamente — Michael tu madre te ama, es por eso que decidió darte en adopción con nosotros.
— A eso le llamas amor! Por favor! Hagamos como que te creo — respondí sarcásticamente.
— Tu madre trabajaba
aquí — como que trabajaba aquí? — Ella era una empleada — Mierda, resulta que soy hijo de una gata! Quien lo diría, yo que no soportaba a los aldeanos y resulta que mi madre era una de ellas — Tenía 18 cuando salio embarazada de tí.
— Ya lo entiendo, era tan joven para tenerme así que decidió darme en adopción para así seguir su vida ya que yo le estorbaba o me equivoco?
— Puedes dejar de hablar y dedicarte a escuchar! — reprocho molesto.
— Era una muchacha humilde, buena y alegre como tú, se puede decir que de ella heredaste esa sonrisa que te caracteriza — eso sí que es mala suerte — No te podrías imaginar la sonrisota que se le dibujaba en el rostro cuando te movías en su vientre o cuando dabas una patadita, eso le llenaba de felicidad — sonrió al recuerdo — Viky era muy amiga de ella, Viky velaba por su salud, se puede decir que la queríamos como una hija. Tú naciste y ella te traía consigo en sus brazos, Viky con Gloria le ayudaban a cuidarte ya que eras muy pequeño. Luego paso un año y tú comenzaste a caminar, rompías cada cosa que
tocabas — volvió a sonreír — Luego tu madre volvió a salir embarazada nuevamente — mis ojos se abrieron como platos al escuchar aquella oración, eso significaba que tenía un hermano — No se como decir esto pero tengo que hacerlo — Mierda! Que es lo que esta pasando! — Michael...Carolina es tu hermana.
“Carolina es tu hermana”
Esa oración resonaba en mi mente.
— No! Nooo! — negó con la cabeza rápidamente — Michael no puede ser mi hermano! Esto es una confusión! Tiene que
serlo! Te equivocas David! Mi madre murió cuando era
niña! — su voz se quebró totalmente.
No podía hacer ni decir nada. La noticia me pego muy fuerte. Carolina es mi hermana? Yo que la trate como una mierda durante años! Esto no puede ser cierto.
— Tu madre no esta muerta Carolina!
— No! No! — gritaba y negaba a la vez — Michael no puede ser mi hermano! Simplemente no puede! — comenzó a sollozar.
— Sé que esto es difícil pero tienen que saberlo. Un día Julieta llegó con el ojo hinchado...
Julieta, así que ese es su nombre.
— Nooo! Basta David! Por favor no sigas! — decía Carolina en un hilo de voz.
— Tienen que saber la verdad! Ya no puedo seguir ocultándosela!
— Eso quiere decir que nos abandonó a ambos! Y a eso le llamas amor! — grité fuerte mientras lágrimas caían de mis ojos — Por su maldita culpa, comencé a tratar mal a Carolina, mi hermana!
— No! Tú y yo no podemos ser hermanos! Nunca seremos hermanos! — interrumpió Carolina al borde del llanto.
— A Julieta le golpeapa su pareja, su padre...
— No sigas por favor! — suplicó Carolina con la voz totalmente quebrada.
— Un día vino al castillo llorando y tenia manchas de sangre en su camiseta, Michael tú estabas llorando junta a Carolina, ambos lloraban...Tú madre te defendió Michael...
— Basta! No quiero seguir escuchando! Ya no!
— Tú madre te defendió de tu padre Mike! Tú verdadero padre quiso quemarte la mano derecha, es por eso que tienes esa cicatriz en ella...
* Flashback *
— Mami que es esta
mancha? — pregunte enseñándole mi mano derecha.
— Un día te caíste Mike, y la caída fue tan fuerte que te quedo una cicatriz — respondió para luego darme un brazo.
* Fin Flashback *
Automáticamente mire mi mano derecha, no podía ver la cicatriz ya que los pelos me lo impedían!
Mi mamá Victoria me dijo que eso era por una caída fué tuve cuando era niño pero me mintió, otra vez me vuelve a decepcionar y eso me duele.
— Tu madre no lo permitió, así que agarró una lámpara y se la tiró en la cabeza, él murió — mi verdadera madre es una
asesina — Ella te defendió Michael, te protegió! Tanto a tí como a Carolina! Ella los amaba más que a su propia vida, ustedes son su vida. A Julieta la culparon por la muerte de su pareja, es por eso que decidió darlos en adopción a ambos...
— Aún así eso no le daba derecho!
— Mike! Tenías dos años y Carolina uno! Ella no permitiría que ustedes crezcan dentro de una prisión o mucho menos que sean separados en un orfanato! Ella nos pidió que los cuidemos a ambos! Ella nos pidió que los adoptemos a ambos...
— Y acaso lo hicieron! Solo me adoptaron a mí! Y que de Carolina!
— Carolina también es nuestra hija adoptiva! Solo que decidimos ocultarle el apellido adoptivo, ella también es una Ronda...
— Basta! Yo no soy una Ronda! Mike y yo no somos hermanos! Todo lo que nos estás diciendo son puras mentiras! — interrumpió Carolina mientras lágrimas no dejaban de caer de sus ojos negros.
— Julieta nos pidió que no le dijéramos nada a ustedes, nos hizo prometer en que ustedes nunca se enterarían la verdad, nunca sabrían que son adoptados.
— Porque David? Porque me mentiste durante todo este tiempo, sabias muy bien que sufría al no tener un amor materno! Como pudiste hacerme creer que mi madre estaba muerta! Como!
— Nosotros se lo prometimos Carolina...lo siento.
— Esa mujer nunca nos quiso, es una asesina! Para que nos tuvo si luego nos iba a dar en adopción!
— Acaso no lo entiendes
Michael! — grito molesto — Julieta, tú madre te defendió de tú padre, ella en ningún momento quiso matar a tu padre, solo te defendió! Porque no entiendes que ella te ama...
— Tú y Victoria son lo peor! Aparte de ocultarnos que eramos adoptados y hermanos! Lo peor es que no solo me adoptaron a mí, sino también a Carolina! Eso supone que ella tendría que ser princesa! Pero claro los señores me prefirieron a mí, mientras la pobre de Carolina era una esclava cuando ella tenía que ser princesa!
— Así no fueron las cosas Mike! Victoria salió embarazada cuando tú aún seguías en el vientre de tu madre, el pueblo entero sabia que íbamos a tener un hijo, y era hombre pero...pero días después lo perdimos. Debido a esa pérdida, Victoria ya no podía concebir más. El pueblo nunca se enteró que habíamos perdido a nuestro niño, ellos pensaban que ya lo teníamos en nuestros brazos pero no era cierto. Luego paso todo lo sucedido con Julieta, ella nos suplico que los cuidemos a ambos, que lo adoptemos, y ahí fué que decidimos darte el lugar de nuestro hijo, que por suerte tendría la misma edad que tú. Te presentamos al pueblo entero cuando cunpliste dos años, eras el futuro Rey de Tamaulipas... Carolina es también mi hija, siempre la quise así y eso nunca cambiará...
— Dónde está? — la voz de Carolina lo interrumpió — Dónde está mi madre?
— A Julieta la condenaron a 18 años en la prisión, ella está en la cárcel, es por eso que hizo que le prometieramos que nunca les diríamos que ustedes son adoptados, ella quería que ustedes crecieran con la idea de que nosotros eramos sus padres verdaderos, ella no quería que ustedes tengan a una madre asesina, ella decía que ustedes no la merecían, no quería que tengan una madre que manchó sus manos de sangre, ella solo quería lo mejor para ustedes, porque los amaba con toda su alma...
— Nooo! — volvió a gritar Carolina — esto no puede ser cierto! Mi madre está muerta! Y Michael no es mi hermano! Nunca lo será!!!
Termino de gritar para luego salir corriendo del despacho, totalmente destrozada y como no estarlo? Yo también lo estoy.
— Carolina espera! — grite y salí detrás de ella pero una voz interrumpió mi acto.
— Michael! — gire para
verlo — Espero que me perdones — hablo con la voz quebrada.
Perdonarlo? Perdonar no es fácil. Cómo alguien que quieres tanto te pudo haber mentido y ocultado tu verdadera identidad, a pesar de que se lo haya prometido a alguien en no hacerlo. Pero él no tiene la culpa de nada, su mentira me daño mucho pero uno siempre tiene que saber a perdonar, eso me lo enseño mi bonita. Cómo quisiera tenerla conmigo, quisiera un abrazo de ella, la necesito tanto en estos momentos...
— Por favor perdoname...hijo.
Todos en la vida merecemos una segunda oportunidad y no pienso negársela, lo quiero como si fuera mi verdadero padre, es más! Es mi verdadero padre.
— Te perdono...papá — me acerqué a él y lo abrace fuertemente para luego llorar sin parar en su hombro.
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