Capítulo 36 - Ruggelina -

Carolina

Estaban a punto de besarse, eso significa que se gustan, y no saben lo mucho que me duele saberlo. Mis ojos comenzaron a cristalizarse cuando tenia al frente a ese par y justo cuando estaba decidida a confesarle mis sentimientos, él esta en una cena romántica con la rubia teñida, mi corazón se comprimió al saberlo.

...

— Hey! Pensé que no venias — en realidad no iba a venir pero luego me dí cuenta que eres una buena opción para así poder olvidar a Mike, quiero olvidarlo! Puedo hacerlo y quiero hacerlo contigo Matteo.

— Disculpa si me retrase unos minutos — le digo mirándolo a los ojos, él sonrió.

— No te preocupes, lo importante es que viniste y no me dejaste plantado como un árbol — solté una pequeña
risa — Estas hermosa — como quisiera escuchar aquellas palabras salir de la boca de Michael.

— Gracias — sonrió — tú también estas guapo — vuelvo a hablar.

...

Salimos del cine rieendo un poco, era buena idea salir con Matteo, la neta me divertía.

— Que te parece si vamos a un antro? (Discoteca-boliche) — propuso sonriendo.

— Una antro? — pregunto.

— Ya sabes, una discoteca — hablo a través de una sonrisa mientras me miraba a los ojos.

— Matteo sé lo que es un
antro — río — Y acepto, Orale vamos — me acerco y tomo su mano.

En el antro...

— Otra — volví a gritar al que atendía la barra — Hey! Acaso no me escuchas!! Huerito quiero otra!!! — grite como loca histérica.

Ruggero

El plan está saliendo a la perfección, la gata de Carolina acepto ir al antro, acepto unos vasos te tequila. Ustedes se preguntarán, como pudo entrar una menor de edad, ya que ella tiene diecisiete a un antro, simple, tengo mis contactos.

Ahora la estúpida esta que toma como loca, no deja de pedir mas tequila al pobre del mesero.

— Vaya, vaya, resultastes ser toda una diablilla — hable coqueto mientras llevaba un vaso de tequila a la boca.

— Que creistess, creistes qui era una nerdd — a esta ya le empezó los efectos del alcohol — La vida is una conpleta mierrrda!! — chillo.

Esto se pone bueno, sé que poco a poco va a ir soltando lo que sabe y eso significa saber sobre mi rubia.

— Porque lo dices? — pregunte.

Ella comenzó a reír como una histérica mientras llevaba sus manos a la cabeza y así desordenaba su cabellera castaña.

— Que passarria si el chavo qui te guta, le gute otrra — chillo mirándome a los ojos.

Totalmente seguro eso lo dice por experiencia.

— Estoy completamente enamorada de Michael — hablaba — pero a él resulta que le gusta otra!

Carolina está enamorada del príncipe?

— Te gusta el príncipe?

— Seee, lo amo desde niñoss — se acomodo en su asiento — Ayer lo vi — una lágrima rodó por su mejilla — Estaba a punto de besarse con ella.

— Quien es ella? — solo espero que no sea lo que me estoy imaginando.

— Ella... Hip...esa rubia
teñidaa — basto aquella palabra para que mi duda sea cierta — Ella me lo robó!! — comenzó a llorar — solo espero que no revierta el hechizo.

Que hechizo? Que mierda está hablando?

— Que hechizo? — pregunte rápidamente.

— El hechizo del príncipe, de mi Mike — susurra bajo pero así pude oírle.

— Deja de crearte historias, como que el príncipe esta hechizado, el alcohol ya se te subió a cabeza — era obvio, lo que me estaba diciendo no tenia sentido alguno.

— Es cierto...a Mike lo hechizaron el día de su cumpleaños...él se convirtió en una bestia — imposible — solo el beso del verdadero amor puede revertir el hechizo — Que?, rodé los ojos, eso no puede ser
verdad, decidí no prestarle atención, está hablando tonterías pues esta ebria — Es por eso
que llego Valentina — ahí fue que giré para verla, decidí prestar atención nuevamente.

— Que tiene que ver Valentina con todo esto? — cuestione rápidamente, ya habla de una vez!

— Mucho — soltó una
carcajada — La muy maldita me quito a Mike — Que! — Se cree la buenita pero no lo es! Resulta que una tarde se apareció en el castillo, ese día hizo un trato con David, ella necesitaba plata para pagar la operación de su padre, el Rey se lo dio pero ella tenia que revertir el hechizo de
Mike! — Esto no puede ser
cierto, esto parece aquel cuento que leía Valentina, aquel cuento que se llamaba la Bella y la
bestia — Yo tenía que ser la que revierta el hechizo!!! Porque David no me dio el chance!!! Claro si Mike no me quiere y todo por culpa de esa maldita oxigenada...

— Basta! No voy a permitir que la sigas llamando así! — me levante de sitio totalmente molesto.

— Sabes ayer estuvieron a punto de besarse — comenzó a reírse.

— Estas mintiendo!

— Quisiera que fuera una mentira pero lastima que no lo es! Si no fuera por mí tal vez Michael ya seria humano...ya que ellos se gustan...

Mis manos se hicieron puño al escuchar eso.

— Deja de hablar idioteces! — reprocho.

— Ellos se gustan!! — su voz se comenzó a quebrar —  Lo veo a cada momento! Veo como se miran, como se sonríen! Tu crees que es fácil ver como una amistad se va transformando en amor!!! Yooo!! — se paro al frente mio y se señalo a ella misma, creo que nunca había tomado antes la chava — estuve enamorada de él desde niños!! Desde la maldita infancia!!! He vivido toda mi vida enamorada de alguien que ni bola me
da!!! — lágrimas brotaban de sus ojos negros — Lo nuestro comenzó como una amistad pero ahí se quedo y lo peor es que se rompió, se olvido! No fue como lo que esta pasando con Valentina! Ellos se aman! Se aman — se volvió a sentar en su asiento mientras no paraba de llorar y lamentarse.

Eso no puede ser cierto! Valentina no puede estar enamorada de un príncipe! No puede!!!

— Aunque quiera hacer algo, no podre hacerlo — susurró — Total es ella quien revertirá el hechizo y si llega a revertirlo, ahí no queda duda de que ambos se aman, ya que para revertir el hechizo se necesita el beso del verdadero amor.

Eso nunca pasara, si eso llegara a suceder significaría que Valentina seria del príncipe y eso no lo puedo permitir porque Valen va a ser mía, solo mía! No la pienso compartir con alguien, ni mucho menos con el cabrón de Lionel! Yo fui el primero en que se fijo en ella pero claro el hijito del comandante tiene más ventaja, pobre imbécil. He actuado muy bien delante de él, he supuesto fingir amistad con el imbécil ese! Aunque no lo niego, lo consideraba un amigo ya que nos conocemos desde niños pero el muy maldito se fijo en MI chica, se supone que era mi amigo! Tenía que respetar aquellos códigos que puedan existir pero no lo hizo! Y eso hizo que me llenara de rabia y venganza! Tenia que soportar las muchas veces que le coqueteaba frente mio! No saben las ganas que tenia de molerlo a golpes en esos momento!

Por suerte Valen no se fija en él, ni mucho menos le da bola y eso me llena de alivio, sin embargo el idiota de Bernasconi estaba en el medio, pero gracias a mi buen amigo que me considera como un hermano, gracias a él que lo sacó del medio, lo mato. Si no lo hacia él yo lo hacia pero me hizo el favor de hacerlo. Aun mis manos no han asesinado pero tenganlo por seguro que de aquí en unos días estarán manchadas de sangre, no por el principito Ronda, sé que Valen no puede sentir nada por un monstruo, sino por el mayor y peor obstáculo que he tenido en toda mi puta vida para así acercarme a Valentina, Lionel. Tú eres mi mayor obstáculo, sino desapareces del mapa estoy seguro que Valentina no seria mía, no la tendría para mí, tendría que ver como estas con ella y eso me llenaría de celos enfermizos. Cuando se me presente el momento indicado, tú crees que lo desperdiciaría! Obvio que no!! Disfruta los pocos días de vida que te queda hermanito Lionel Ferro, mi carnalito.

— Hazme el amor — aquella oración me jaló hacia la realidad.

En que momento tenia a Carolina tan cerca de mí.

— Hazme tuya Matteo — susurra cerca de mis labios.

— Apestas Carolina! — me separo de ella bruscamente.

— Quiero tener sexo! Aquí y ahora contigo! — se volvió acercar a mí mientras me besaba desesperadamente.

— Basta! Estas borracha! Yo no me meto con locas — le digo serio.

Ella comenzó a reír.

— Te metes con cualquier perra que te abra las piernas — sonrió coqueta mientras se volvía acercar a mí.

— Acaso tu eres una de
ellas? — pregunto.

— Solo quiero saber si eres capaz de sacar a Mike aunque sea por un momento de mi cabeza — susurro.

Así que eso era lo que quería.

Ahora reí yo.

— Oh vamos Carolina que despechada resultaste — hable.

— Ya veo que no eres capaz, pensé que eras un hombre pero me equivoque.

— Soy un mero macho pero no pienso meterme con una ebria loca que solo busca sexo para olvidar a alguien que ni bola le da — sonreí triunfante.

— Soy virgen — dijo en un tono sexy.

Virgen, así que la palomita es virgen. Y lo que me gustan las vírgenes.

— Eso es otra cosa — la atraje hacia mí — así que quieres que sea el primer hombre que te haga gemir con fuerza — dije en tono seductor muy cerca de sus labios.

— Quiero tenerte dentro de mí Matteo Balsano — susurra. Si supiera que mi nombre no es Matteo, si supiera que solo la utilicé para así sacar información sobre mi rubia.

Bueno si se te presenta una oportunidad como esta, acaso piensas desperdiciarla? Obvio que no! Además seguiré el consejo de mi querido amigo Lionel, como el dijo: primero la rubia y luego la diversión, así que llego el momento de divertirse un rato, y más aun si la palomita es virgen.

...

Nos metimos en una habitación que tenia aquel antro, ella no dejaba de besar mi cuello apasionadamente. La tiro en la cama y me coloco encima de ella, poco a poco la ropa fue desapareciendo.

— Entra en mí Mike — jadeaba con los ojos cerrados. Ya me imagino, estará pensando que él le está haciendo el amor.

Nuestras bocas se unieron, nuestras lenguas parecían en una guerra descontrolada.

Ambos estábamos desnudos, decidí entrar en ella lentamente, aunque este loca no hay que ser cruel. Cuando entro en ella comienza a gemir.

— Oh Mike! Mike! — gritaba mientras la embestía con mas fuerza.

Cerré los ojos y me imagine a mi rubia delante mío, era como los sueños que tenia con ella, aquellos sueños de fantasía y lujuria.

— Valentina! Oh valen! — comencé a gemir de placer.

Se acercaba, ya lo veíamos cerca, el orgasmo llego con fuerza. Me deje caer sobre su pecho, podía sentir su corazón acelerado, nuestras respiraciones también lo estaban.

— Te amo Mike — la escuche susurrar mientras acariciaba mi pelo.

— Yo también te amo Valen — susurré con una sonrisa.

Luego de unos minutos volví a la realidad. Me separé de ella sin despertarla ya que se había quedado dormida.

— Diversión terminada — dije mientras me colocaba la ropa.

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