Capítulo 3


Michael

— Puedes quedarte
quieto! — reprochaba Carolina.

— Y tu puedes apurarte! — grite enojado — Neta que no se por que me tienes que medir — volví a decir, pero un poco mas calmado.

— Ya te lo he dicho un millón de veces — bufo — Para que Riqui pueda hacer ropa para tu talla, recuerda que ahora eres mas grande y un poco gordo — hablo.

— Es por el pelo, eso me hace ver mas pachonchito — rodé los
ojos — igual no entiendo, se supone que esto no lo tienes
que hacer tu — reclame.

— Así, entonces quien lo va a hacer, sabes muy bien que Riqui esta de viaje — contesto midiendo mis caderas.

Esto ya me esta hartando!

— Sabes que! — me salí de mi lugar, para que así deje de medirme — no hay necesidad de mandar a hacer ropa! — conteste fastidiado.

— Así — puso sus manos en su cadera — acaso piensas andar desnudo por todo el
castillo — reprocho.

— Claro que si! Es mi castillo y no tiene nada de malo, además tengo bastante pelo y eso hace que no se vean mis cositas — le dije serio.

— Que sinvergüenza eres Michael Ronda! — contesto achinando los ojos.

Estaba a punto de contestarle, pero gracias al sonido de la puerta no pude hacerlo.

— Acaso no piensas contestar — hablo Carolina al ver que no atendía la puerta — Mike! — volvió a decir.

— Mike soy yo, puedo
entrar — escuche hablar a mi padre detrás de la puerta.

Mierda y ahora que quiere!

— Pasa — le conteste, inmediatamente entro.

— Solo vengo a comunicarte que a partir de mañana las puertas del castillo se abrirán nuevamente — hablo mi padre.

Genial!! Noten mi sarcasmo.

— Acaso piensas presentarme ante los pobretones esos,  que tu hijo es un monstruo — le conteste.

— Claro que no! Como puedes pensar eso! — contesto rápidamente.

— Entonces dime...¿Cual es la razón para que los malditos aldeanos vuelvan entrar a nuestro castillo?! — lo mire fijamente.

— Sabes que hay una manera de revertir el hechizo — Ahí va de nuevo con el temita del
amor — Así que pensé dar una buena cantidad de dinero a la plebeya que logre revertir el hechizo — termino la oración.

Comencé a reírme sarcásticamente.

— Acaso piensas que una pobretona como esas se enamore de una bestia como yo! — volví a reír a carcajadas — Saldrá corriendo cuando apenas me
vea — conteste burlón.

— Y que si no lo hace? — contesto serio.

— Pos le mostrare una sonrisa maliciosa — le sonreí, tanto el como Carolina se asustaron al ver mi afilada dentadura — Pondrán las mismas caras que estoy viendo en ustedes — conteste.

— Mike! Por que eres así! Acaso no entiendes que lo único que quiero es que vuelvas a ser el de antes! — me contesto serio y mirándome fijamente a los ojos.

— Entonces vayamos a buscar a la maldita bruja que me hizo esto!! Amenazarla si es posible para que así nos diga otra forma de revertir el hechizo!

— No hay otra forma!! — Grito enojado — Quieras o no, conocerás el amor Michael...y volverás a ser aquel niño dulce, bueno, alegre y horrado...lo volverás a ser — término de hablar y se retiro de mi habitación.

— Quieres jugar...Te enseñare a jugar padre — dije en un susurro.

— Como puedes pensar
eso? — pregunto seria Carolina.

Mierda! Me olvide que estaba aquí!

— Yo pienso como se me de la gana — conteste fulminandola con la mirada.

— Tu padre solo quiere lo mejor para ti...Acaso no lo
entiendes! — alzo la voz.

— Escuchame bien maldita
gata (sirvienta, empleada)
infeliz! — le grite — Tu no eres nadie para que metas tus narices en donde no te llaman...Tu quien eres EH? Te recuerdo que eres una gata, y el hecho de que mi padre te quiera como una hija, eso no borrara de donde
vienes...— me le acerque mirándola a los ojos — Por que siempre seras una estúpida gata, así que te recomiendo que vuelvas a meterte en tu hoyo, donde nunca debiste haber salido! — termine de hablar y decidí salir por el balcón.

Carolina

— Vete a la mismísima mierda Michael! — le grite con la voz quebrada.

Sentí las lágrimas deslizarse por mis mejillas.

Salí corriendo hacia mi habitación, saque una maleta y comencé  a llenarla con mis prendas, pero me detuve en algo...Estaba observando un pequeño cuadro, donde había una foto de Mike y yo, cuando eramos pequeños...El se encontraba sonriendo, tenia una bonita sonrisa...y yo me encontraba un poco tímida, como si no me hubiese querido tomar la foto. Como quisiera que Mike vuelva a ser aquel pequeño que conocí cuando era una niña.

Deje el cuadro en su lugar y salí con mi maleta ya lista.

Me encontraba bajando las grandes escaleras, cuando oigo una voz detrás de mi.

— Carolina a donde piensas
ir? — volteo y era el Rey, podía ver en su rostro una expresión de preocupación — Por que lloras? — me volvió a preguntar, secando mis lágrimas.

— Ya no soporto mas a Michael! Eh soportado sus insultos varios años, pero esta vez llego a su limite!! Lo siento David pero me tengo que ir — le dije, dispuesta a marcharme pero me lo impidió.

— Nada de eso Carolina, No pienso en dejarte ir — tomo mis mejillas — Sabes muy bien que eres como una hija para mi, así que no voy a dejar que te
vayas — me hablo suavemente.

— Yo quisiera quedarme pero no puedo — hable en un hilo de voz.

— Dime si te vas a donde piensas ir? — baje el rostro — sabes muy bien que no tienes a nadie allá fuera, pero me tienes a mi...Yo prometí a tu madre cuidarte y que nada te faltara y eso es lo que haré y por Michael no te preocupes, yo hablare con el...

— No, no es necesario — interrumpí.

— Claro que lo es! Yo no voy a permitir que te hable así. — contesto — Por favor Carolina no te vallas — volvió a decir.

— No me iré — le conteste sonriendo — Usted es como un padre para mi, un padre que nunca tuve y no pienso
perderlo.

— Eso es lo que quería
escuchar — contesto sonriendo.

*****************************
Lionel

— Aun no lo puedo creer que anoche nos perdimos la fiesta del príncipe Ronda — se volvió a quejar Ruggero para luego tomar un sorbo de su tequila.

— Te dije que podías ir — le conteste, mientras comía una empanada.

— Ok pero sabes que no tenia la lana (dinero) suficiente para ir como todo un cuero — contesto arqueando las cejas.

— Bufé — por que no me lo dijiste, yo te hubiese prestado la lana carnal (hermano,
amigo) — le dije.

— Lo se hermano, pero entiendeme yo quisiera conseguir lo que quiero con mi propio esfuerzo — contestó.

— Ok, pero igual insisto que me lo hubieses pedido, sabes muy bien que nunca te lo
negaría — conteste.

Es cierto, a Rugge lo quiero como si fuera un hermano.

— Lo se carnal — contesto, para luego acomodarse en su asiento y mirarme fijamente a los
ojos — Tengo que decirte algo serio — volvió a decir con un rostro completamente serio.

— Te escucho — le dije y luego tomo un sorbo de mi tequila.

— Vi a Bernasconi besándose con Valen — una ira se apodero de mi cuerpo al tan solo escuchar aquella oración. Mis manos se hicieron puño.

— Mierda! Ese Bernasconi no entiende que debe alejarse de ella!! — grite enojado.

Toda la gente que se encontraba a nuestro alrededor nos miraba.

— Traquilizate hermano — me susurro. Pos estaba realmente enojado.

— Tu crees que sean
novios? — pregunte fastidiado.

— Tendríamos que
averiguarlo — contesto con una sonrisa maliciosa.

Entendía claramente lo que me estaba dando entender.

— Terminaste tu tequila? — pregunte.

— Si por? — contesto dudoso.

— Por que iremos a divertirnos un rato — le dije sonriendo maliciosamente.

****************************
Agustín

En una llamada...

Y que estas leyendo ahora?

Los juegos del hambre.

Amor eso no lo leíste la semana pasada...ah si por cierto, ya me acorde que lo leíste como unas diez veces. Sonreí.

Lo se pero que hago, sabes que me encanta leer. Sonrió.

Alguna vez te he dicho que me encantas Valentina Zenere♥

Creo que me lo has dicho un millón de veces. Sonrió. Amor como te va en la panadería?

Ahí bien...no hay micha clientela.

No digas eso ya veras que va a llegar mucha gente y comprara tus panes, porque tu horneas muy bien y además te salen de rechupetes (ricos, deliciosos).

Te amo princesa♥ sonreí.

Te amo mas♥.

Yo mas hermosa.

Que yo mas.

Hiba a contestarle cuando de pronto escucho el sonido de la campanita, eso significaba que había un cliente.

Amor te tengo que dejar, tengo que atender a un cliente.

Ves sabia que llegarían clientes, no te preocupes amor ve a atenderlos.

Ok preciosa. Ah si por cierto yo te amo mas.

Escuche reír a mi Valu, luego colgó.

Fin llamada...

— En que puedo aten...— me quede callado. Pos tenia al frente al imbécil de Lionel y a su perrito faldero, osea Ruggero — A que debo tu visita Lionel? — dije sarcástico.

— Que acaso no ves? Vine a comprar unos panecillos — contesto.

— Unos asquerosos
panecillos — Hablo Ruggero.

— Si son asquerosos por que no mejor se van a comprar a otro lado y dejan de joder de una puta
vez — conteste enojado.

— Hablanos bonito
Bernasconi — advirtió Lionel.

— Que mierda es lo que
quieres? — le pregunte.

— Cuantas veces tengo que decirte que te alejes de Valentina, maldito cabron!! Me entere que la besaste!!!— grito furioso Lionel.

— Y cuantas veces tengo que decirte que no lo haré, sabes por que? Por que Valentina es mi novia — conteste calmado o eso creo.

— Eso es lo que crees — suspiro — pensé que entenderías a las buenas, pero creo que entenderás a las
malas — pero que mierda?! — Rugge — le echo una mirada y este asintió.

Ruggero se dirigió hasta la puerta de la panadería y la cerro.

— Que mierda estas
haciendo? — le grite e iba a ir hacia el para que dejara de hacer eso.

Lionel saco una pistola, me impidió el paso.

— Ahora no te crees tan
valiente — hablo levantando una ceja.

— Y tu te crees valiente? — lo mire y el me miro con
desagrado — Un mero valiente no necesita apuntar con un arma y la ayuda de su perrito
faldero — le respondí.

— A quien mierda le has dicho perrito faldero! — gruño Ruggero acercándose.

— Tranquilo hermano,
dejalo — lo tranquilizo — has lo que tienes que hacer — le dijo Lionel a Ruggero.

Ruggero asintió y se dirigió hacia una repisa donde había unos panes, los comenzó a tirar al suelo.

— Basta!! — gruñi.

— Tienes suerte que tu puesto este un poco lejos de los demás, así no escucharan el
ruido — Sonrió. Maldito!! — Continua carnal, esto me esta divirtiendo — volvió a decir.

Ruggero siguió votando los panes recién horneados al suelo. Cuando termino de votarlos comenzó a pisarlos. Maldito infeliz!!!

Luego comenzó a romper las vitrinas, las estaba destruyendo.

— Lío sera que nos podemos llevar un pastel? — pregunto.

— Claro así la gente no sospechara que entramos y no compramos nada — le contesto.

Ruggero asintió con una sonrisa. Saco un pastel de una de las vitrinas y lo puso sobre una mesa. Luego comenzó a tirar el resto de los pasteles al suelo, después tiro la vitrina, haciendo que esta se destruya por completo.

No podía hacer nada, ya que el imbécil de Lionel me tenia apuntado con la pistola.
Intente moverme.

— Ni lo intentes Bernasconi — amenazo con su pistola — Ahora en la cocina Rugge — le dijo.

Ruggero se dirigió hasta la cocina, no podía ver lo que estaba haciendo pero si escuchaba las cosas destruirse en el suelo.

— Eres un maldito
cabron! — le grite furioso a Lionel, pero el no hizo caso alguno, solo seguía ahí apuntándome con la pistola.

— Terminado — interrumpió Ruggero saliendo de la cocina.

— Bien hecho carnal — le respondió. Chocaron
puños — Ahora larguemonos de aquí.

— Espera aun falta la caja — hablo Ruggero. Maldito!!

— Bien hazlo — contesto Lionel.

Ruggero se dirigió hacia la caja. Ahí se encontraba toda la lana que había ganado hoy.

— Acaso no te basta con destruirme todo el negocio, sino que también me vas a
robar!! — dije furioso.

— Silencio cabron!! — grito Lionel apuntándome con su arma.

Ruggero saco toda la lana que había en la caja.

— No es mucho pero para algo servirá — sonrió — Te dije hermano que yo consigo lo que quiero con mi propio
esfuerzo — volvió a sonreír. Lionel también le sonrió.

— Malditos cabrones!! — le grite.

— Espero que dejes de acercarte a mi chava Bernasconi, por que si no la próxima te ira mucho mas peor — me amenazo Lionel.

— Me estas amenazando! — le respondí.

— Yo no amenazo, yo
advierto — contesto
calmado — andando hermano — volvió a decir.

Ruggero toma el pastel que estaba sobre la mesa.

— Gracias por el regalito Bernasconi — dijo sonriendo y luego salio junto a Lionel.

Toda la panadería estaba destruida, absolutamente toda...Mi padre me va ha matar!!

Pobre mi Agus :(

Lo que se le viene...

Estoy destruida por mi Simbar, definitivamente Disney nos odia...Solo espero que en el último capítulo haiga un buen chape y se solucione...

¿Que les pareció el capitulo?

Comenten y voten, las leo y las quiero♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top