Capítulo 28
Carolina
No me digne a entregarle el peluche a Mike y como no hacerlo después de lo que
dijo: «Es normal que al tan solo ver a una persona, la sonrisa se te estampe en el rostro y no puedas dejar de sonreirle»
Solo basto con eso para que todas mis dudas sean ciertas...Mike sentía cosas por Valentina, a Mike le gusta Valentina...Mike está sintiendo el amor...
Porque todo esto tiene que pasar cuándo volvimos a ser amigos, quizás no como antes pero volvimos a ser amigos...y eso para mí es muy importante pero...él ya no me quiere, me quería cuando eramos niños pero ahora no siente absolutamente nada por mí y yo que pensé que a él le gustaba, pero me equivoqué y saberlo me duele muchísimo... Mi corazón esta hecho trizas, creo que es imposible reconstruirlo, solo él podría hacerlo...que irónico, él me destruye el corazón por completo y se supone que él mismo lo tiene que reconstruir...pero creo que será imposible, porque él está empezando a sentir cosas por Valentina...Volver a ser amigos, eso me alegraba de cierta forma pero porque no ser más que amigos? Tal vez eso solo este en mi mente porque para él solo soy una amiga, aquella amiga de la infancia.
— Carolina...— vi que Pic entraba a mi habitación y rápidamente cubro mi rostro con las sabanas de mi cama.
No quería que me viera llorar, de seguro mi cara estará hecha un asco y no quería que se diera cuenta, quien sabe tal vez lo asuste por mi aspecto.
— Que pasa Pic? — traté de que mi voz sonara normal.
— Oye por que estás tapándote la cara — este niño si que es curioso.
— Por nada — respondí.
Sentí que quiso quitarme las sabanas pero yo soy más fuerte que él.
— Basta Pic! No quiero! — alce un poco la voz. Él dejó de intentar sacar las sabanas.
— Quiero verte la cara — lo escuche decir.
— Para que? Es la misma de siempre.
— Porque te escondes si eres bonita — porque Mike no puede ser como él.
— No me escondo solo que me molesta la luz — mentí — Pic para que viniste a mi
habitación? — pregunte.
— Mi mami me dijo que eres alérgica a los chocolates y pos ahora que recuerdo, te compraste una caja de galletas con chispas de chocolate en Texas y...
— Quieres que te las dé,
verdad? — interrumpí.
— Sí las quiero.
Lástima ya se las dí a Mike, créeme Pic que te las daría pero él dijo todo eso y con eso basto para cambiar el peluche por las galletas.
— Llegas tarde, ya se las dí a alguien muy importante pero te prometo que mañana te compró dos cajas para tí solito — le dije.
— A quién se la diste? A tu novio?
— No tengo novio — bufé.
— Entonces?
— Pic, basta con las preguntas,
sí — hable.
...
Dos semanas después...
Lionel
— No sé que hacer Ruggero — hable frustrado.
Intente dos semanas tratar de escabullirme en el castillo pero no podía ya que siempre me descubrían, Maldicion esto me esta irritando!
— Tranquilo hermano — tocó mi hombro — Ya veremos la forma de entrar al castillo — hablo.
— Mierda! Si tan solo supiera el por que Valentina está viviendo ahí! — golpee la mesa con un puño.
— Hey! Lío tienes que
calmarte — hablo serio mi mejor amigo — Mira no se...pero he pensado que tal vez...
— Tal vez que! Joder Ruggero puedes ir al grano de una puta vez! — dije impaciente.
— Y sí Valentina es la futura Reyna de Tamaulipas — soltó así como si nada.
Comencé a reír exageradamente.
— Eso es imposible, sabes porque! Porque Valentina, MI Valentina es una plebeya y tú crees que el príncipe se casaría con una plebeya! Además recuerda que el Rey estaba buscando esposa para su hijo.
— Sí pero eso fué hace meses, pero dime que casualidad que dijo que ya no era necesario buscar la esposa y justo ahí Valentina dejó de vivir en su
casa — Mierda! Tenia un punto pero imposible! — Además Valentina es hermosa, ningún chavo le diría que no, mucho menos el príncipe...
— Quieres callarte imbécil! — lo interrumpí molesto — Eso es imposible!
— Cómo puedes estar seguro, te recuerdo que Valentina está viviendo en el castillo y eso significa que convive con el príncipe y sabes que él es solo un año mayor que ella...quien sabe tal vez se gusten...
— Maldicion! Cierra la boca de una puta vez! — grite
molesto — Si eso está pasando te aseguro que soy capaz de hacer lo que sea, no me importa si es el príncipe, no me importa nada, si pude borrar del mapa al Bernasconi ese, porque no puedo hacer lo mismo con el principito Ronda — le dije bajo.
— Entonces tú lo mataste.
— Sí — sonreí — Yo fui quien clavó la navaja en su pecho — reí victorioso.
— Por que no me lo dijiste?
— Lo siento, pensaba hacerlo pero no encontraba el
momento.
— Tú sí hermano EH — chocamos puños — Maestro — dijo sonriendo — Si está pasando algo entre Valen con el príncipe, cuenta conmigo, quiero saber que se siente matar a alguien.
Sonreí.
— Siempre contaré contigo pero creo que no será necesario tocar al príncipe porque no creo que haiga algo entre ellos — me acomode en mi asiento — Tengo una idea, y te necesito.
— Te escucho.
— Averigüe que en el castillo vive una chava que tiene la misma edad que Valen y pensé que tú...
— Quieres que la enamore, para hací meterme al castillo y hací tener sexo y también averiguar sobre Valen.
— Tu si que me conoces, pero primero Valentina, ya después te diviertes — dije arqueando las cejas.
— Ok y quién es la futura conquista de Ruggerito Pasquarelli.
— Se llama Carolina, Carolina Kopeliof — dije sonriendo.
♥
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