Capítulo 4: La bella y la bestia.

—Bella, te ves maravillosa.—La voz de Azure hizo que Mihou se sonrojara, riendo mientras terminaba de arreglarse su peinado frente al espejo, pronto iniciaría la obra de "La bella y la bestia", y desde que iniciaron, Azure comenzó a tener el hábito de llamarle "Bella" en francés.

—No me digas que es lo único que sabes decir en francés, ¿No tomaste el curso completo o qué? Vamos, muévete, tenemos público esperando.Mihou responde, girándose a ver al león, quien sonríe devuelta. 

Era la segunda presentación de Azure en ballet, desde que comenzó en aquel mundo, Mihou no solo fue su maestra, sino que también su pareja de baile, tal vez por eso bailaban tan bien juntos, porque aprendió a seguirle los pasos, y parecía que el público realmente los adoraba, ¿Cómo no hacerlo? Eran maravillosos, increíbles. 

Desde aquella presentación de "La bella y la bestia", Azure se volvió más reconocido y famoso, casi tanto como la gran Mihou. 

—No deberías estar aquí.—Macaque responde, mirando fijo al león, no había emoción en su rostro, simplemente sorpresa y angustia. —Vete ahora mismo, Azure.—

—Pensé que dijiste que no volverías a presentarte.—El león no quita su sonrisa, su mirada llena de cariño y nostalgia mientras veía a los ojos al mono. —Me alegró verte en el escenario.—

—Solo fue para agradecer, como tu lo dijiste, no he vuelto a presentarme, solo soy un profesor, es todo.—Macaque desvía la mirada.—Repito, no deberías estar aquí.—

—Te extrañé.—Azure admite.—Te fuiste y no me dejaste hablar contigo ni siquiera una última vez para despedirme... En especial luego del accidente.—

—No quiero hablar de esto, vete antes de que alguien te vea aquí y arruine tu reputación.—

—Ya sabes que eso nunca me importó, ¿Cierto? Entré a esto en primer lugar por ti.—

—No quiero volver al tiempo donde era el encabezado de un periódico de chismes, así que por favor sal de aquí... Justo cuando había logrado dejar de ser un interés en las noticias...—

—Bella...—

—No, ya no, ¿Recuerdas? Es Macaque, solo Macaque.—Le da la espalda antes de dirigirse al espejo, quería asegurarse de que seguía siendo él, de que nada cambiaría por el simple hecho de que Azure está allí.

—¿Por eso te fuiste?— 

Aquella pregunta le hizo quedarse en silencio, como si diera ahora mismo tanto miedo admitir la verdad frente a alguien como él. 

—No podrás seguir avanzando si yo estoy estorbando tu carrera.—Macaque responde, hay tristeza en su tono, ¿Cómo no sentirse así? El nudo en la garganta, el malestar, las lagrimas que trata de contener. Quiere saltar a sus brazos como en sus presentaciones del pasado, quiere volver a reír junto a el, quiere decirle que lo extraño.

—Mi carrera no me importa. Dejé de presentarme desde que te fuiste, no quiero bailar con nadie más, ¿Yo soy la razón por la que te fuiste? Dímelo y me iré.—

—¡No fuiste tu! Es... ¿Nunca leíste lo que decían de mi? ¿Cómo arruiné todo para ti? Solo era alguien a quien señalaron todo el tiempo, no iba a quedarme allí hundiéndote. ¿Olvidaste el día del accidente? La forma en que me vieron todos.—

—Lo siento.—Azure responde.—Tal vez yo debí prestar más atención, puedo defenderte, tal vez si hablara con los medios de noticias...—

—No son amables, Azure.—Macaque responde.—De cualquier manera no quiero hablar de eso, no ahora.—

Azure iba a decir algo más, pero la puerta vuelve a abrirse y esta vez era Wukong, tenía una expresión llena de emoción hasta que los encontró a ambos, si, tuvo el tiempo para recapacitar sobre lo que sucedió, y el hecho de que la primera razón por la que planeaba buscar a Azure era específicamente por esto, por un pasado que desconocía entre "la bella y la bestia". 

—Así que aquí estabas, Azure, pensé que te fuiste.—Saluda Wukong aún sonriendo, casi forzoso, pero casi al segundo da unos pasos hacia Macaque y le agarra de las manos.—Quiero aprender ballet, enséñame.—

—...¿Qué?—Macaque no podía creer lo que escuchaba, fue demasiado repentino.—¿Qué estas diciendo ahora mismo?—

—¡Vamos! Lo hiciste genial con mi hijo, eres el mejor profesor de ballet que he conocido, además, seguro MK le va a divertir verme tratar de aprender y caerme muchas veces. Solo te digo que tal vez no sea un buen alumno, no tengo futuro.—Wukong ríe. 

La sonrisa en el rostro de Macaque aparece, a esto se refería cuando en primer lugar deseaba ver al rey tocar su puerta y decir algo divertido para hacerle sentir mejor, todo el malestar anterior se ha desvanecido, y casi puede decir que olvidó la presencia del león allí.

—No hay ni un solo estudiante que no aprenda conmigo, ya verás que logro hacer milagros.—

Aquella respuesta dada por el mono de seis orejas hizo que Wukong sonriera más, lo había logrado, su impulsiva propuesta había funcionado para hacerle sentir que solo estaban ellos dos, incluso ignorar el hecho de que tal vez sea su culpa que Azure esté allí...

—Vas a aprender muy bien, Wukong. Macaque es un gran profesor.—Una sonrisa triste aun adorna el rostro del león, quien se dirige a la puerta.—Espero hablar contigo otro día, Bella.—

Azure se ha ido, ahora ambos monos han quedado solos y se intercambian miradas, aunque pronto Macaque suspira y su sonrisa vuelve a apagarse mientras separa sus manos de las de Wukong.

—Supongo que lo conoces.—Dice Macaque.

—Me atrapaste, aunque tu también.—Responde el rey.—¿Te dijo algo malo?—

—No, simplemente... No estaba listo para hablar con él. Es complicado.—

—Bueno, en internet solo hablan de ustedes dos, pensé que no terminaron las cosas bien, no desde...—

—El accidente.—Responde y ríe vago.—Lo sé.—

—Oye, ¿Quieres hablar de eso? No tienes que hacerlo, podemos ir afuera a comer y celebrar, ¿No crees?—Wukong le sonríe, atento.

—No quiero apagar el ánimo.—

—Estoy para ti, ¿Sabes? Además, así gano puntos con mi profesor.—Le guiña un ojo. 

—De verdad eres todo un personaje.—Macaque ríe, siempre que estaba con Wukong se sentía así de bien.—Fue... Hace años.—

—¿El accidente?—

—No, como lo conocí... El día que conocí a la Bestia.—

—¡Mihou! Esa es mi chica, lo hiciste genial.—PIF va al camerino de Mihou, sonriéndole mientras le entrega un ramo de rosas amarillas. —¡Esa es mi mejor amiga! Toda una estrella, ¿Ven a qué me refiero?Ella mira a sus acompañantes.

Junto a PIF estaba DBK y Azure, los ojos de Mihou se fijan en los tres y ríe, oliendo las flores mientras una sonrisa adorna su rostro. Era otra de sus obras de teatro, siempre fue una gran actriz y todo el mundo parecía reconocer eso. 

—Oh, cierto, no te lo presenté. Mihou, él es Azure, es amigo de mi esposo, vino de visita pero justo veníamos de camino, así que le di la opción de largarse de mi casa o venir con nosotros, espero no te moleste.—

Era tan solo la primera vez que se conocían, Azure siempre fue amable y muy atento, incluso luego de que se conocieron pareció interesado y comenzó a ayudar detrás del escenario, era un buen Staff, pero Mihou solía pensar que era una pérdida de su buen parecido que quedaría bien en el escenario. 

...

Mihou recuerda el día que vio su primera obra de ballet, PIF la había invitado y simplemente pudo pensar en lo emocionante que fue, era todo un arte que llamó su total atención, y allí lo supo: Deseaba aprender ballet.

Y, en algún punto luego de aprender, Azure se interesó por el y Mihou le enseño todo. 

—Entonces si todo iba bien con él, ¿Qué sucedió?—Wukong pregunta, ambos estaban sentados en un cómodo sofá del camerino, Macaque tenía su cabeza apoyada en el hombro del rey.

—Fueron días lindos, llenos de gloria y reconocimiento. Éramos imparables, ¿Sabes?—Él ríe con algo de tristeza.—Pero supongo que yo tuve mala suerte.—

—¿Por qué?—

—Porque siempre venían raros a acosarme, claro que nunca fui del tipo amable así que solía romperles la cara.—

—No quisiera ser ellos.—Wukong ríe, acariciando el dorso de la mano de Macaque.

—Luego yo... Supongo que allí es donde sucedió, tal vez entonces si fue mi culpa todo, ¿Sabes? Por... Ya no ser mujer, no sentirme cómodo con eso.—

—No es tu culpa, tu eres libre de hacer con tu vida lo que desees.—

—Si, tal vez, pero cuando eres una figura publica, nadie está de acuerdo contigo no importa lo que hagas... Solo saben quejarse... Y comenzaron a hablar mal de mi comportamiento fuera del escenario, afectando la reputación de Azure, y yo no quería eso.—

—Así que decidiste alejarte, ¿No?—

—Pero soy dramático, así que no podía ser tan fácil.—Macaque ríe bajo.—Así que tuve que idear algo lo suficientemente bueno para que nadie hiciera rumores.—

—¿Qué hiciste?—

—"El accidente".—El responde con cierta nostalgia.—Provoqué un accidente en mi ultima presentación, donde me presenté siento yo mismo... A nadie le gustó, pero nadie dijo nada más sobre mi... Luego use eso de excusa y me fui. Después de todo, el lugar se incendió y me doblé la pierna, no fue nada lindo, pero fue suficiente.—

—¿Por eso ya no te presentas?...—

—Aun puedo hacerlo, el doctor dijo que ya estoy bien, pero... No quiero volver a sentirme odiado por los demás.—

—¿Qué tal esto? Yo soy terrible aprendiendo y no se bailar nada. El día que sea suficientemente bueno en ballet, vas a presentarte conmigo, ¿Trato?—Wukong le sonríe.—Quiero verte brillar como antes.—

Macaque miró esa mano, había muchas razones para negarse, pero muy en lo profundo de su corazón, él en realidad deseaba aceptar, volver a sentir la adrenalina al bailar, los reflectores y los aplausos, que todo el pasado lleno de dolor valga la pena... Entonces aceptó la mano que le fue extendida por el rey, estrechándola.

—Es un trato.—

Azure aún recordaba ese día. 

Los movimientos que mantenían entre ambos eran precioso y perfectos, siempre estuvo de acuerdo ante lo que decían al respecto de que ambos eran la mejor pareja de ballet. Esta era una nueva presentación de "La bella y la bestia", ya faltaba poco para acabar, tal vez luego de que acabe la gente quede tan maravillada que olvidarán cómo llegó Mihou al inicio. 

Todos se darían cuenta lo equivocados que estaban, de lo maravilloso que era su preciada Bella que giraba mientras le agarraba de las manos, siempre era tan maravilloso verla lucirse... Entonces se aleja, venía un allegro, unos saltos y giros que Mihou debía realizar antes de volver a sus brazos. Así que mientras ella hacia eso, Azure fue haciendo sus movimientos, no tenía de qué preocuparse, luego lo atraparía en el aire y...

Un sonido fuerte de algo roto y la sorpresa del publico fue suficiente para que se girase a ver lo sucedido, ¿Cómo es posible que Mihou falle un salto así? Parece que al aterrizar se giró su pie y cayo al suelo, gimiendo ante el dolor de su pierna doblada. Muchas veces ha podido seguir antes, pero un accidente así...

—¡Mihou!— Azure se apresura a ir con el, tratando de ver su pierna y agarrándole de la mano para que soporte un poco mejor el dolor. —¿Qué pasó? Tu...—

—¡Fuego!—La gente gritó, el pánico comenzó y el publico salía corriendo del lugar. Mihou suelta a Azure y lo empuja para apartarlo levemente.

—Ayuda a los demás, estaré bien.

Sonaba a una mentira, pero Azure siempre tuvo el hábito de obedecer a Mihou. 

...

Lo siguiente que sucedió es que le lugar quedó en llamas, todos los noticieros grabaron a Azure ayudando al publico a que saliera ileso y en orden, siendo la estrella del momento, pero el león estaba buscando alrededor a alguien más, hasta que finalmente vio como en una ambulancia se llevaban a Mihou.

—¡Esperen!—Azure corre hacia ellos, mirando a los paramédicos.—Quiero acompañarlo.

—¿Es un familiar?

—Soy su pareja.

Los paramédicos intercambian miradas y asienten, permitiéndole al león subir a la ambulancia para irse de la escena. 

¿Era su culpa que Mihou estuviese así? No la volvería a dejar, ella se veía bien, no tenía heridas, parece que vinieron a buscarla y fue por el dolor del accidente lo que hizo que se desmayara. Todo estaría bien, se lo iba a prometer, iría a verla siempre, la acompañaría. 

...

Pero tan pronto como fue dada de alta, Mihou se había ido de sus manos. 

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